viernes, 21 de octubre de 2011

Capitulo 37. El fallo del plan



Sirius se acomodó al lado de Ángela, ella recostó la cabeza en su hombro y después del asentimiento de james y Lily, sirius empezó a leer el nuevo capitulo.

Capitulo 36. El fallo del plan


Todos sonrieron, suponiendo que el titulo se refería a que el plan de Voldemort no había funcionado, desde luego no podían estar seguros, pero en su corazón pensaban que era la única alternativa, les gustaba pensar que voldemort seria finalmente derrotado.

Estaba tirado con la cara pegada al suelo. El olor del bosque llenaba su nariz. Podía sentir el frío del suelo bajo de su mejilla, sus gafas habían caído a un lado

-Me preocupa que Harry esta rodeado de mortifagos y en una posición vulnerable—dijo Lily mordiéndose el labio como seña de su preocupación.

-Todo le saldrá bien—le susurró james—ya lo veras

Cada centímetro de su cuerpo le dolía y el lugar donde la maldición asesina le había dado le dolía como si hubiera sido golpeado con acero. No se movió, permaneciendo en el mismo lugar donde había caído; con el brazo izquierdo doblado en un ángulo extraño y la boca semi-abierta.

Lily hizo una mueca al imaginar el dolor de su hijo, pero aún así le asombraba como Harry hacia caso omiso de el y se concentraba en Voldemort.

Había esperado oír gritos de triunfo y júbilo por su muerte, pero en lugar de eso se oían pasos apresurados, susurros y murmullos que llenaban el aire.

-Bueno eso es extraño—dijo Alice con el ceño fruncido.

-Sea lo que sea—aportó sirius antes de leer de nuevo—entre más moleste o preocupe a los mortifagos mejor para mi.

–Mi Señor… mi Señor…
Era la voz de Bellatrix, y hablaba como si lo hiciera a un amante.

-Es repugnante la obsesión de Lestrange con voldemort—dijo Alice con una mueca—y de todas formas ¿no está casada?, ¿su esposo está bien con esa situación?.

-No creo que tenga mucha opción—dijo james con una sonrisa burlona—si se queja o lo mata voldemort por acusarlo de quitarle a su esposa—todos rieron—o lo mata Bellatrix por intentar alejarla de su amado—se encogió de hombros—sea como sea el infeliz esta perdido.

 Harry no se atrevió a abrir los ojos, en cambio dejo que sus otros sentidos exploraran su dilema.

-Tiene madera natural para auror—alabó Frank

-Es verdad—dijo Remus—tiene un instinto asombroso.

-Me da miedo imaginarme a mi hijo en esa profesión—dijo Lily—pero creo que solo en haciendo algo que ayude a los demás será feliz., sin contar con que es lo que james haría.—james sonrió arrogantemente.


Sabía que su varita seguía guardada bajo la túnica porque podía sentirla entre el pecho y el suelo. Un ligero efecto acolchado en la zona de su estómago le decía que la Capa de Invisibilidad también estaba allí, amontonada fuera de la vista de los demás.

-Por ahora no debe hacer nada—dijo Frank—solo debe quedarse quieto y esperar a que el bando enemigo muestre lo que va a hacer.


–Mi Señor…
–Déjame! –dijo la voz de Voldemort
Más pasos, varias personas estaban alejándose del lugar. Desesperado por ver lo que pasaba y por que, Harry abrió los ojos un milímetro.

Contuvieron el aliento, esperaban que los mortifagos estuviesen demasiado ocupados centrados en voldemort como para darse cuenta de que Harry seguía con vida.

Voldemort estaba poniéndose en pie. Varios mortífagos se apresuraban a alejarse de él, volviendo a la multitud que se alineaba en el claro. Solamente Bellatrix permaneció arrodillada junto a él.

-Lógico—dijo Lily con una mueca.

-Y lo peor es que voldemort la trata igual que a todos—se burló sirius.


Harry cerró de nuevo los ojos y consideró lo que había visto. Los mortífagos se habían agrupado alrededor de Voldemort, quien al parecer había caído al suelo. Algo había ocurrido en el momento en que atacó a Harry con la Maldición Asesina. ¿Voldemort también se había derrumbado? Eso parecía. Y ambos había quedado brevemente inconscientes y los dos habían despertado ya…

-Pero ¿por qué?—preguntó Remus

-Por la conexión entre los dos—recordó Dumbledore—además casi todos sus Horrocruxes han sido destruidos, su alma es aún más inestable ahora, y el hecho de que tomara la sangre de Harry e intentara atacarlo se volvió en su contra.

–Mi señor, permíteme…
–¡No necesito ayuda! –dijo Voldemort fríamente y a pesar de que no podía verle, Harry se imaginó a Bellatrix retirando la mano solícita-. El muchacho, ¿está muerto?

Lily aspiró con miedo, Alice se congeló en su lugar, james apretó los puños preocupado, sirius frunció el ceño mientras leía a la vez que Ángela le tomaba del brazo, Remus se inclinó un poco más en su asiento.

Se hizo un silencio absoluto en el claro. Nadie se acercó a Harry pero sentía sus miradas concentradas; parecían presionarle con más fuerza en la tierra, y le aterraba que un dedo o un parpado pudieran delatarle.

-Enviara a alguien a comprobarlo—dijo Lily aterrada—y en cuanto sepa que esta vivo lo atacará de nuevo!.

-Y Harry se defenderá y hará caer al muy bastardo—dijo james deseándolo más que creyéndolo.

-Pero aún si lo hace, quedan los mortifagos—insistió Lily—no podrá con todos

-Ron y Hermione no tardaran en notar que Harry no aparece—le recordó sirius—sin contar a Molly y los demás, no pasará mucho antes de que vayan a buscarlo.

Lily se tranquilizó solo un poco, pero seguía aferrándose al brazo de su esposo, no podría soportar que su hijo se hubiese salvado de morir a manos de voldemort para caer por culpa de los mortifagos.

–Tú –dijo Voldemort, y se oyó un golpe y un pequeño chillido de dolor.
–Examínale. Dime si está muerto.

-En cuanto tenga oportunidad que llegue a su varita—apremió Frank

-Creo que voldemort no dejará que sus mortifagos hagan nada—intentó tranquilizarlos Dumbledore—eso le dará oportunidad a Harry para ponerse en guardia.

Harry no sabía quien había sido enviado a verificar su muerte. Solo podía quedarse allí tendido, con el corazón latiendo traicioneramente, y esperar a ser examinado; pero al mismo tiempo un pequeño consuelo le invadía, Voldemort se mostraba cauteloso, no queriendo aproximarse a él, sospechaba que no todo había ido según lo planeado...


-Claro—dijo james—Harry de nuevo daño tus planes—y lo hará una y otra vez hasta que caigas.

Unas manos, mas suaves de lo que había esperado, tocaron la cara de Harry y palparon su corazón, podía oír la respiración agitada de una mujer.

-Bellatrix—dijo Lily aterrada

-Que va—negó sirius—dijo manos suaves, esa bruja no tiene nada de suave y delicado, no tendría ningún cuidado con Harry.


–¿Draco esta vivo? ¿Está en el castillo?

-Narcissa—dijo Alice sorprendida

-Y no estoy segura de que quiera entregar a Harry—agregó Lily.

-¿Qué quieres decir?—preguntó Frank—esta con los mortifagos.

-Preguntó por Draco—dijo james en lugar de Lily—no hay nada que los padres no harían por sus hijos—miro a Harry con adoración—creo que ella solo quiere que su hijo este a salvo.

-Y si Harry ayuda a que su hijo este bien—terminó Lily—Narcissa hará lo que pueda para ayudarlo, aunque sea solo para poder asegurarse de que su hijo este bien.


El susurro fue apenas audible, los labios de la mujer estaban a centímetros de su oído, la cabeza tan inclinada que su largo cabello tapaba la cara de Harry.
–Sí –murmuró en respuesta.
Sintió que la mano se contraía sobre su pecho, las uñas le apuñalaron. Entonces la mano se retiró. Ella se había enderezado.
–¡Está muerto! –gritó Narcissa Malfoy a los observadores.

Lily dejó escapar un suspiro de alivio.

-Eso le dará algo de ventaja—dijo james pero aún preocupado.

-Si conozco bien a Voldemort—aportó Dumbledore—y creo que lo hago, el querrá mostrarle a todos sus detractores que acabo con Harry, una vez allí creo que Harry podrá aprovechar alguna distracción y actuar, debe usar el factor sorpresa a su favor.

-Y acabar con el bastardo de una buena vez—añadió sirius con amargura antes de reemprender la lectura.

Y ahora gritaron, ahora aullaban de triunfo y estampaban los pies en el suelo y a través de los párpados, Harry vio explosiones de luz roja y plata en el aire, animando al celebración.

-Malditos imbéciles—rugió james furioso

-Hay que ser una basura para alegrarse de la muerte de un muchacho—dijo Frank con tristeza y rabia mezcladas.

-Son mortifagos—le recordó sirius con los dientes apretados—¿Qué esperabas?


Todavía fingiéndose muerto en el suelo, entendió.

Lily y Alice sabían exactamente lo que Harry había entendido, y es que como habían dicho ya en repetidas ocasiones, el amor de una madre no conoce limites.

 Narcissa sabía que la única forma de que se le permitiera entrar a Hogwarts, y encontrar a su hijo, era como parte del ejército conquistador. Ya no le importaba si Voldemort ganaba o no.

-Claro que no le importa—dijo Lily con voz contenida—hay que ser una arpía sin corazón para poder a cualquiera por encima de su propio hijo, más tratándose de un monstruo como voldemort.

-Solo espero que eso le dé a Harry suficiente tiempo para hacer algo—apuntó Remus preocupado.

-Me pregunto lo que harán los demás—Ángela frunció el ceño pensativa—los del castillo, cuando voldemort les diga que Harry esta supuestamente muerto.

-Tendrán miedo—afirmó Alice—pero seguirán luchando, lo harán todos los que no quieran vivir en un mundo gobernado por voldemort, yo seguiría luchando.


–¿Ven? –dijo Voldemort a la multitud, –Harry Potter ha muerto por mi mano, y ningún hombre vivo puede amenazarme ahora, ¡Observen! ¡CRUCIO!

-No!—dijeron varias voces al tiempo

-El dolor lo va a hacer delatarse—dijo Lily aterrada.

-No sé como no lo esperamos—james estaba totalmente enfadado—ese bastardo infeliz no iba a dejar el cuerpo de su enemigo intacto.
Harry había estado esperándolo, sabía su cuerpo no sería abandonado sin daño en el suelo del bosque; debía ser objeto de humillación para probar la victoria de Voldemort.

De nuevo se asombraron de la forma en que Harry comprendía a voldemort, mucho más de lo que lo hacían ellos, no estaban seguros de si Dumbledore tenia una mejor compresión de la forma de proceder de el mago tenebroso, pero Harry estaba demostrando que el conocía perfectamente como actuaria su enemigo.


Fue elevado en el aire, y necesitó toda su determinación para permanecer inerte, aunque el dolor que había esperado no llegó.

-¿Qué?—preguntaron todos al tiempo, sirius releyó la línea para asegurarse de que lo había leído correctamente

-Eso es…imposible—dijo Remus con voz entrecortada—nada puede frenar las imperdonables

-Y menos si Harry no ha hecho nada para defenderse—agregó Frank mientras Lily y james intercambiaban aliviadas pero confusas miradas.

-Señor ¿Cómo es eso posible?—le preguntó Ángela a Dumbledore.

-No tengo idea—contestó el director—algún hecho que desconocemos debe ser el responsable de esa situación, estoy seguro de que lo entenderemos en algún momento


Fue lanzado una vez, dos, tres al aire. Sus gafas salieron volando y sintió como su varita se deslizaba un poco entre su ropa, pero se mantuvo flojo y sin vida, y cuando cayó a tierra por última vez, el claro resonó con los ecos de vítores y chillidos de risa.

-ja!—se burló sirius bajando un momento el libro—ya quiero ver la cara de todos los idiotas cuando vean que Harry sigue vivo y que los hechizos de voldemort no le hacen daño.

-Ahora -dijo Voldemort- vamos al casillo, y mostrémosles en que se ha convertido su héroe. ¿Quien arrastrará el cuerpo?  No... esperen


Contuvieron la respiración mientras sirius se apresuraba a leer, pues no sabían que había causado la recapitulación de Voldemort ¿había descubierto que Harry seguía con vida?, esperaban que no, no querían que Harry perdiera el factor sorpresa.

Se oyó una oleada renovada de risas, y tras unos momentos Harry sintió como el suelo temblaba bajo él.
-Tú, llévale -dijo Voldemort-. Estará muy bien y muy visible en tus brazos, ¿verdad? Recoge a tu amiguito, Hagrid. Y las gafas... ponle las gafas... debe ser reconocible...
Se sentían aliviados y preocupados en partes iguales, Hagrid era de su total confianza, pero podía ser algo imprudente, y ¿si hacia algo que delatara a Harry ante voldemort y su ejército?, esperaban que en medio de la conmoción, el semigigante no reparara en que Harry seguía con vida.

Alguien volvió a ponerle las gafas con brusquedad en la cara con una fuerza deliberada, pero las manos enormes que le alzaron en el aire eran extremadamente gentiles.

Lily  no pudo evitar una ligera sonrisa, su hijo siempre contaba con gente que lo apreciara, en ese momento eran todos los de aquella habitación, y en su ausencia los weasley, Hagrid y muchos otros estaban dispuestos a velar por el, era algo que la tranquilizaba enormemente, pues solo un propósito tenia fijo en su mente: que su Harry sobreviviera a la guerra y que voldemort estuviese muerto para que no pudiese amenazar la seguridad de su hijo, nada más importaba, incluso si ella tenía que entregar su vida para hacer eso posible.

Harry podía sentir como temblaban los brazos de Hagrid por la fuerza de sus sollozo, grandes lágrimas se derramaban sobre él mientras Hagrid le acunaba en sus brazos, y Harry no se atrevió, por movimiento o palabras, a confiar a Hagrid que no estaba todo aún perdido.

-Es mejor así—dijo james intentando no mostrar el dolor que le causaba la situación de su hijo—Hagrid podría alertar sin querer a los mortifagos o a el mismo voldemort y atacarían a Harry antes de que tuviese oportunidad de defenderse.

-Múevete -dijo Voldemort, y Hagrid se tambaleó hacia adelante, abriéndose paso a través del bosque cerrado, de vuelta a través del bosque.

-Me sorprende que le obedezca—comentó Frank—Hagrid jamás haría nada que le ordenara voldemort o alguno de sus mortifagos.

-Lo hace por Harry—aseguró Lily—no va a permitir que nadie más toque su cuerpo, hará lo que voldemort le pida si con ello protege a el cuerpo de Harry de nuevos ataques.

Las ramas se enganchaban en el pelo y la túnica de Harry, pero él yacía inmóvil, con la boca entreabierta, los ojos cerrados, y en la oscuridad, mientras los mortifagos se apiñaban a su alrededor, y mientras Hagrid sollozaba salvajemente, nadie pareció nota que latía el pulso en el cuello expuesto de Harry Potter.

-Siempre lo he dicho—se mofó sirius—la mayoría de mortifagos son unos idiotas descerebrados.

-Nadie te ha llevado la contraria, canuto—le contestó james con una media sonrisa

Los dos gigantes lo aplastaban todo a su paso siguiendo a los mortifagos. Harry podía oir los árboles crujiendo y cayendo mientras pasaban, eran tan ruidosos que los pájaros se lanzaban chillando al cielo, e incluso los vítores de los mortifagos quedaban ahogados. La procesión victoriosa marchó hacia terreno abierto, y después de un rato Harry pudo decir por el aligeramiento de la oscuridad que percibía a través de los párpados cerrados, que los árboles empezaban a aclararse.
-¡BANE!
El bramido inesperado de Hagrid casi obligó a Harry a abrir los ojos

-¿No es ese centauro que cree que los humanos no somos nada y que solo queremos quitarles su territorio?—preguntó james recordando sus travesías por el bosque prohibido.

-Ni siquiera voy a preguntar como lo conoces—se limito a decir Lily negando con la cabeza.

-Pero cornamenta tiene razón—apoyó sirius—ese tal Bane siempre andaba amenazándonos, balbuceando tonterías, en lo que a mi respecta es un asqueroso cobarde, todos luchando y esas mulas se quedan escondidas en el bosque bien resguardadas—bufó—cuando podían haber hecho una buena diferencia en la guerra.


-. ¿Estás contento ahora, eh? ¿No van a luchar, verdad, panda de mulas cobardes? ¿Les alegra la m-m-muerte de Harry Potter?

No podían imaginar lo duro que debía ser para Hagrid creer que Harry estuviese muerto, ellos mismos se habían sentido morir en el capitulo pasado, y cuando atónitos descubrieron que Harry había sobrevivido sintieron como si un dementor hubiese sido alejado repentinamente de la habitación, y la esperanza resurgió en ellos, más fuerte que nunca, sabían que para Hagrid debía ser todo lo contrario.

Hagrid no continuó, sino que estalló en renovadas lágrimas. Harry se preguntó cuántos centauros estaban viendo pasar la procesión. No se atrevió a abrir los ojos. Algunos de los mortifagos lanzaban insultos a los centauros cuando les dejaron atrás.

-Claro porque de frente no serian capaces—dijo Remus molesto—cobardes!.

 Poco después, Harry sintió, por el aire refrescante, que habían alcanzado el linde del bosque.

-Pobre Ginny—dijo Lily al comprender que no faltaba mucho para que llegaran al castillo—tener que ver a Harry aparentemente muerto—miró a james y sacudió la cabeza como si quisiera deshacerse de un pensamiento espantoso—va a ser insoportable.

-Y Ron Y Hermione no estarán mejor—dijo Ángela—también será muy duro para ellos.

-Ya deben sospechar que Harry fue a entregarse—aseguró james—estoy seguro de que deben estar por ir a buscarlo.

-Alto.
Harry creyó notar que Hagrid había sido obligado a obedecer la orden de Voldemort porque se tambaleó un poco. Y un nuevo escalofrío se cernió sobre ellos cuando se detuvieron, y Harry oyó la áspera respiración de los dementores que patrullaban los demás árboles. No le afectarían ahora.

-Es inc-increible—Remus negó con la cabeza—aún con todo lo que esta pasando, que no le afecten los dementores es asombroso.

-Supongo que el hecho de haber sobrevivido cuando ya estaba convencido de que iba a morir debe ser suficiente motivo para poder resisitrlos--

El hecho de su propia supervivencia ardía en su interior, un talisman contra ellos, como si el ciervo de su padre montara guardia en su corazón.

La sonrisa De james no tenia punto de comparación, si bien era cierto que la frase le había arrancado sonrisas a todos, ninguna era tan amplia y tan llena de orgullo y alegría como la de james, Lily le obsequió una sonrisa radiante y sirius intentando ocultar la sonrisa siguió leyendo.

Alguien pasó junto a Harry, y supo que había sido el propio Voldemort porque habló un momento después, con una voz mágicamente amplificada para que así atravesara los terrenos, estrellándose contra los tímpanos de Harry.
-Harry Potter está muerto. Le maté mientras huía,

-¿Qué?

-Bastardo infeliz

-Canalla asqueroso.

-Maldito mentiroso

Todos estallaron en insultos contra voldemort, sirius había leído totalmente asqueado y lleno de furia por la evidente mentira del mago, Dumbledore logró que se tranquilizaran e instó a sirius a reemprender la lectura.


 intentando salvarse mientras ustedes sacrificaban sus vidas por él.

-Nadie lo va a creer—aseguró james respirando con dificultad—al menos no quienes realmente conocen a mi hijo.

-Los weasley, hermione, Neville y Luna siempre apoyaran a Harry—aseguró Lily

-Sin olvidar a McGonagall y al ED—agregó Ángela.

-Voldemort solo conseguirá que todos se empeñen más—afirmó Alice quien también estaba furiosa—esa mentira se volverá en su contra, ya verán!

Traemos su cuerpo como prueba de que su héroe ha muerto.

Sirius odiaba profundamente a voldemort, pero el hecho de saber que el mago se regodearía en la supuesta muerte de su ahijado y además mentiría al respecto hacia que el odio se inflara en su interior a niveles insospechados.

»La batalla está ganada. Han perdido a la mitad de sus combatientes. Mis mortifagos los superan en número, y El Chico que Vivió está acabado. La guerra debe acabar. Cualquiera que continúe resistiéndose, hombre, mujer, o niño, será masacrado, al igual que cada miembro de su familia.

-Esto me enferma!—se quejó Frank—muchos jóvenes deben estar aterrorizados ahora.

-Pero muchos otros estarán dispuestos a seguir luchando—agregó Alice acariciándole el brazo con ternura—ya veras como voldemort y los suyos caen, si no es en este libro será en este tiempo, pero caerán, lo veras.

Frank asintió y sirius continuo leyendo.

Salgan del castillo ahora, arrodíllense ante mí,

-Prefiero morir!—intervino james—antes que arrodillarme ante el.

-No eres el único—dijeron varias voces.

y seran absueltos. Sus padres e hijos, sus hermanas y hermanos vivirán y serán perdonados, y se uniréis a mí en un nuevo mundo que construiremos juntos.

-Si claro—dijo Remus irónico—un mundo lleno de miedo y prejuicios, además de muerte a quien opine diferente, ¿Quién no querría ayudar a construir ese mundo?, es un maldito sueño hecho realidad!

Había silencio en los terrenos y el castillo. Voldemort estaba tan cerca de él que Harry no se atrevió a abrir los ojos de nuevo.
-Vamos -dijo Voldemort, y Harry le oyó adelantarse, y Hagrid se vio obligado a seguir. Ahora Harry abrió los ojos una fracción de segundo, y vio a Voldemort avanzando a zancadas ante ellos, llevando a la gran serpiente Nagini alrededor de sus hombros, ahora libre de su jaula encantada.

-Aún así no puede atacarla!—saltó Lily

-No creo que lo haga—la tranquilizó james—Harry sabe que esta rodeado de mortifagos, no puede exponerse.

Pero Harry no tenía posibilidad de extraer la varita oculta bajo su túnica sin que lo notaran los mortifagos, que marchaban a ambos lados de ellos a través de la lentamente aligerada oscuridad.

Todos asintieron, de acuerdo con los pensamientos de Harry, pues por mucho que quisieran que el ultimo horrocrux fuese destruido, no querían que Harry delatara su presencia antes de tiempo.

-Harry -sollozaba Hagrid-. Oh, Harry... Harry.
Harry volvió a cerrar los ojos firmemente. Sabía que se estaban aproximando al castillo y agudizó los oídos para distinguir, sobre las voces alegres de los mortifagos y sus pasos atronadores, señales de vida de los que estaban dentro.
-Alto.

-¿Quién creen que sea el primero?—preguntó sirius bajando el libro

-¿El primero que?—preguntó Lily

-En hacer frente a voldemort cuando piensen que Harry esta muerto, en encararlo—explicó sirius.

-Quizá Ron—aventuró james—yo enfrentaría al bastardo que se atreva a matar a mis mejores amigos.

-O Hermione—especuló sirius después de que los merodeadores se hubiesen sonreído--ya hemos visto lo valientes que es esa chica.

-Puede ser Molly—agregó Lily—quiere a Harry como su hijo, ya ha perdido a Fred, no soportara que le pase algo también a Harry, creo que podría hacer algo.

-No, ella tiene que velar por lo que queda de su familia—dijo Alice—a lo mejor lo hace McGonagall, es una bruja de carácter, no se deja amedrentar por nadie.

-Bueno ya veremos quien lo hará, si es que Harry no lo hace primero—Remus frenó las especulaciones—sirius, sigue leyendo, ya no falta mucho—agregó mirando las paginas restantes del libro.

Los mortifagos se detuvieron. Harry les oyó desplegarse en una fila frente a las puertas principales abiertas de la escuela. Podía ver, incluso con los párpados cerrados, el brillo tenue que indicaba que la luz se derramaba sobre él desde el vestíbulo de entrada. Esperó. En cualquier momento, la gente por la que había intentado morir le vería, yaciendo aparentemente muerto, en los brazos de Hagrid.

-Y las reacciones que tendrán todos le mostraran lo importante que es para ellos—afirmó james.

-¡NO!
El grito fue más terrible porque nunca había esperado o soñado que la Profesora McGonagall pudiera emitir tal sonido.

Alice sonrió segura de que su suposición se haría realidad y seria minerva McGonagall quien haría frente a voldemort y lideraría a los demás hasta su ultimo aliento.

 Oyó a otra mujer reír cerca, y supo que Bellatirx se vanagloriaba ante la desesperación de McGonagall.

-Maldita—se enfureció sirius—¿Qué no podía ella hacer parte de las bajas de los mortifagos?.

-Tranquilo canuto—le indicó james—ella también tendrá su merecido.

-Oh, si ya lo creo que si—aseguró sirius—ella corre por mi cuenta.

Miró de reojo una vez durante un solo segundo y vio el umbral lleno de gente, mientras los supervivientes de la batalla salían a los escalones delanteros para enfrentar a sus vencedores y ver la verdad de la muerte de Harry por sí mismos. Vio a Voldemort de pie delante de él, acariciando la cabeza de Nagini con un solo dedo blanco.

-eso creo una imagen perturbadora en mi cabeza—dijo sirius refiriéndose a la ultima frase antes de sacudir la cabeza y seguir leyendo.


Cerró los ojos de nuevo.
-¡No!
-¡No!
-¡Harry! ¡HARRY!
Las voces de Ron, Hermione y Ginny fueron peores que la de McGonagall.

-Y mucho más difícil resistir a contestarles—dijo james—es casi un impulso.

-Es que no te imaginas lo que debe ser para ellos—Lily negó con la cabeza con miedo—horrible.

-Te equivocas, cielo—le dijo james abrazándola—si puedo imaginármelo, y casi no soporto la sola idea.

 Nada deseaba más que responderles, aunque siguió tendido en silencio, y sus gritos actuaron como un gatillo. La multitud de supervivientes hizo suya la causa, gritando y chillando insultos a los motifagos, hasta...
-¡SILENCIO! -gritó Voldemort, y se oyó un golpe y un destello de luz brillante y silencio obligaron a callar a todos-. ¡Se acabó! ¡Déjale, Hagrid, a mis pies, donde debe estar!

James tuvo que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no salir en ese instante a atacar a voldemort, sirius tenia los nudillos blancos debido a la fuerza con que sujetaba el libro y las palabras salían por sus dientes apretados, Ángela intentaba con escaso éxito tranquilizarlo.

Harry sintió como le dejaban sobre la hierba.
-¿Ven? -dijo Voldemort, y Harry le sintió pasearse de acá para allá justo junto al lugar donde él yacía-. ¡Potter está muerto! Lo entienden ahora, ¿verdad, ilusos? ¡No era nada, nunca lo fue, más que un niño que confiaba en que los demás se sacrificaran por él!

-Harry te gano una y otra vez—bramó james—y lo haría de nuevo, solo que yo no estoy dispuesto a dejar que te acerques a mi hijo!.

-¡Harry te venció! -gritó Ron, y el hechizo se rompió, y los defensores de Hogwarts gritaron y chillaron de nuevo hasta que una segunda y más poderosa explosión extinguió sus voces una vez más.

-Así se habla Ron!—felicitó sirius antes de volver a leer pero Remus le interrumpió

-Vaya, rompió un hechizo de voldemort—comentó asombrado—debe ser increíble el lazo que lo une a Harry, el afecto que le tiene.

-Murió mientras intentaba salir a hurtadillas de los terrenos del castillo -dijo Voldemort, y hubo una inflexión en su voz por la mentira- Muerto mientras intentaba salvarse a sí mismo...

-Como si alguien creyera semejante mentira—bufó james enfurecido.

Pero Voldemort se interrumpió. Harry oyó una riña y un grito, después otro golpe, un destello de luz, y un gruñido de dolor.

-¿Qué ocurrió?—preguntó Lily aterrada

-Lo que esperábamos—contestó Remus—alguien le hará frente al muy bastardo—no era común que Remus usara ese tipo de lenguaje pero voldemort bien se lo merecía.

Abrió los ojos una milésima. Alguien se había liberado de la multitud y cargaba hacia Voldemort. Harry vio a la figura golpear el suelo. Desarmado, Voldemort lanzaba la varita de su oponente a un lado y reía.

-¿Desarmado?—se aterró Ángela—eso es un suicidio

Varios se estremecieron recordando como james aún sin varita intento enfrentarse a voldemort para darle tiempo a Lily de huir con Harry.

-¿Y quién es este? -dijo un su suave siseo serpentino-. ¿Quién se ha ofrecido voluntario para demostrar lo que ocurre a los que continúan luchando cuando la batalla está perdida?
Bellatrix soltó una risa deleitada.
-¡Es

Sirius abrió los ojos como platos, Ángela leyó y ahogó un grito y los demás los apremiaron a leer.

-¿Quién es?—preguntaron Lily y Alice al tiempo con idéntica preocupación, sirius tragó saliva y continuo.

-Es (sirius tartamuedo) Neville Longbottom, mi Señor!

Frank y Alice se pusieron pálidos de inmediato y todos se tensaron en sus asientos.

-P-pero que…--empezó Alice completamente aterrada—¿q-qué cree que  h-hace?

-Mi N-neville—dijo Frank con voz ahogada mirando a su hijo dormido.

Los Longbotton intercambiaron aterradas miradas.

-No puede—balbuceó Alice—s-sin varita…le m-ma—tragó saliva—le matará.

-Neville es un chico muy valiente—intervino Albus.

-No es que no me sienta orgulloso de eso—habló Frank con voz temblorosa—peor enfrentarse a voldemort sin varita—sacudió la cabeza—n-no puede salir bien—la voz se le quebró en la última palabra.

-Saldrá bien—james se apresuro a calmar a Frank, solo el podía entender complemente el miedo que el hombre debía estar pasando, dado que durante todo el libro lo había sentido en carne propia—ya lo veras—james también sabia que eran palabras vacías, que Frank no se tranquilizaría hasta saber que su hijo estaba bien.

-Alice—intervino Lily—tu sabes tan bien como yo que haríamos cualquier cosa por nuestros niños—miró con adoración al pequeño Harry—así que eres consciente de que no dejaremos que voldemort se acerque a nuestros hijos.

-Yo…y-yo no quiero—Alice inspiró para calmarse—no soportaría que le pasara nada.

-No vamos a dejar que nada le pase—aseguró Ángela sonriéndole—pero tienes que ser fuerte—le advirtió—sé que ha de ser muy duro—miro tanto a Lily como a Alice—leer todo esto, saber que Harry o Neville están en este tipo de peligro, pero juntos vamos a salir de esto, solo saquen esa fortaleza que siempre han tenido.

-Tienen razón—afirmaron los Longbotton al tiempo y Alice siguió—james y Lily han tenido que soportar mas de lo que cualquier padre tendría que hacer, pero todos sabemos porque lo han hecho—miró a Neville y luego con voz decidida continuo—sirius sigue por favor—el aludido asintió y aún con un nudo en la garganta siguió leyendo.

El chico que ha estado dando a los Carrow tantos problemas! El hijo de los Aurores, ¿recuerda?

-Bien hecho, hijo—felicitó Frank—espero que los Carrow las hayan pasado negras contigo.

-De seguro que si, Frank—dijo james con una media sonrisa—ni siquiera lo dudes.

-Ah, si, recuerdo, -dijo Voldemort, bajando la mirada hacia Neville, que estaba luchando por volver a ponerse en pie, desarmado y desprotegido, de pie en la tierra de nadie entre los supervivientes y los mortifagos-. Pero eres un pura sangre, ¿verdad, mi valiente muchacho? -preguntó Voldemort a Neville, que le enfrentaba con las manos vacías, cerrados los puños.

-¿Y que si lo es?—Frank rebosaba orgullo, pero todos sabían que el miedo estaban instalado profundamente en el—eso no significa nada.

-¿Y qué si lo soy? -dijo Neville ruidosamente.

-Digno hijo tuyo—dijo Alice acomodándose mejor en los brazos de Frank

-Muestras espíritu y valor, y provienes de un linaje noble. Serás un mortifago de gran valor. Necesitamos gente como tú, Neville Longbottom.

-Mi hijo jamás se unirá a ti!—afirmó Alice mientras Frank la apoyaba asintiendo enérgicamente.

-Todos lo sabemos—afirmó Remus—y si voldemort piensa lo contrario estará subestimándolo.

-Me uniré a ti cundo el infierno se congele, -dijo Neville-. ¡Ejército de Dumbledore! -gritó, y hubo vitores en respuesta entre la multitud, a la que los Encantamientos Silenciadores de Voldemort parecían incapaces de contener.

-Así se habla—bramó sirius

-Demuéstrale al cobarde quien manda, hijo—añadió Frank intentando eliminar la nota de pánico de su voz.

-Muy bien, -dijo Voldemort, y Harry oyó más peligro en la suavidad de su voz que en la más poderosa de las maldiciones-. Si esa es tu decisión, Longbottom, volveremos al plan original.

Alice enterró la cara en el pecho de su esposo, deseando oír, con la esperanza de que pasara algo que ayudara a su hijo, pero al mismo tiempo temiendo que una maldición letal saliera disparada de la varita de voldemort y acabara con la vida de su hijo, Frank la abrazó protectoramente.

Todavía observando todavía tras los párpados, Harry vio a Voldemort ondear su varita. Segundos después, saliendo de una de las ventanas del castillo, algo que parecía un pájaro deforme voló a través de las ventanas y en la luz tenue y aterrizó en la mano de Voldemort. Este cogió el enmohecido objeto por el extremo y lo sacudió, vacío y desgarrado, el Sombrero Seleccionador.

-¿Qué pretende?—dijo Frank con voz rota—¿para que el sombrero?

Nadie quiso contestar, pues toda aquella respuesta que paso por sus mentes era muy similar: nada bueno, una lección ejemplar era lo que voldemort querría dar a Neville por desafiarlo, y ninguno se lo diría a los Longbotton, pese a que ellos mismos lo sabían.

-No habrá más Sombrero Seleccionador en la Escuela Hogwarts, -dijo Voldemort-. No habrá más Casas. El emblema, escudo y colores de mi nombre ancestro, Salazar Slytherin, servirá a todo el mundo. ¿verdad, Neville Longbotton?

-No puede hacer eso!—protestó james—la comunidad mágica no dejará que eso pase, la selección ha sido tradición desde hace generaciones.

-No creo que los planes de Voldemort lleguen a buen puerto—opinó Dumbledore tranquilamente.

Apuntó su varita hacia Neville, que se quedó rígido e inmóvil, después embutió el sombrero en la cabeza de Neville, de forma que se deslizó hacia abajo cubriéndole los ojos. Hubo movimientos en la multitud de observadores delante del castillo, y como uno, los mortifagos alzaron sus varitas, manteniendo a raya a los luchadores de Hogwarts.

-Alguien tiene que ayudarlo—suplicó Alice aún con el rostro escondido—vamos, el hablo por todos, no pueden dejarlo a su suerte.

-Neville va a demostrar ahora lo que le ocurrirá a cualquiera lo suficientemente estúpido como para continuar oponiéndose a mí, -dijo Voldemort, y con un ondeo de su varita, hizo que el Sombrero Seleccionador ardiera en llamas.

-NOOOO—sollozó Alice imaginando la situación de su hijo—que alguien haga algo…por favor!!—Frank se quedó sin palabras, como en una especie de shock

-Ese monstruo!—se horrorizó Lily—no puede hacer eso—estaba aterrada—es solo un niño, por Merlin!.

Todos se sentían aterrados y asqueados con lo que voldemort le hacia a Neville, se sentían impotentes, no podían  imaginar algo más horrible, cuando los Potter leyeron la muerte de Harry al menos sabían que la maldición asesina no le causaría dolor alguno, pero el dolor que debía sufrir alguien a quien se le prende fuego era inimaginable. Frank se mantenía con la mandíbula rígida y Alice sollozaba en su interior

Los gritos hendieron el amanecer, y Neville ardía, arraigado en el lugar, incapaz de moverse, y Harry no podía soportarlo. Debía actuar...

Ellos se sentían como Harry, no podrían quedarse sin hacer nada mientras cualquier, conocido o no, sufría lo que Neville estaba pasando, tenían que hacer algo, sin importar las consecuencias que eso trajera…

Y entonces varias cosas ocurrieron a la vez.

-Que mi Neville este bien..por favor..solo quiero que este bien—sollozó Alice aferrándose a su esposo quien solo pudo reunir la fuerza suficiente para abrazar a su esposa y aferrarla hacia si en un intento de darse mutuo consuelo.

Oyeron alzarse un rugido de los límites distantes de la escuela que sonaba como si un enjambre de cientos de personas estuvieran derramándose sobre los muros exteriores y vertiéndose hacia el castillo, bramando gritos de guerra. Al mismo tiempo, Grawp había aparecido rodeando una esquina del castillo con su andar torpe y gritando "¡HAGGER!. Su llamada fue respondida por los rugidos de los gigantes de Voldemort. Corrieron hacia Grawp como elefantes a la carga haciendo que la tierra se estremeciera.

Sirius leía rápidamente, todos escuchaban con atención, Frank y Alice esperaban que alguien estuviera ya ayudando a su hijo, que lo librara de ese dolor.


Después llegaron los cascos, los tañidos de arcos y las flechas de repente caían entre los mortifagos que rompieron filas, gritando de sorpresa.

Era tal el miedo por Neville que solo lograron un mínimo gesto de sorpresa al comprender que los centauros se habían unido a la batalla en contra de voldemort.

Harry sacó la capa de invisibilidad de dentro de su túnica, la lanzó sobre sí mismo, y se puso en pie de un salto, mientras Neville se movía también.

Contuvieron el aliento a la espera de ver lo que Neville haría.

En un movimiento veloz y fluido, Neville se liberó de la Maldición lanzada sobre el Sombrero.

Remus y Dumbledore fueron los únicos que notaron que ya eran tres veces en que los encantamientos de voldemort no funcionaban correctamente, pues primero no había surtido efecto la maldición de tortura contra Harry, después el encantamiento silenciador había sido fácilmente roto por Ron y ahora Neville podía vencer la maldición de inmovilidad total y librarse del sombrero en llamas, los demás estaban demasiado aliviados para notar algo más.


El llameante sombrero cayó

-Gracias al cielo!—dijo Alice sollozando—el esta bien, Frank, nuestro Neville esta bien

Frank no pudo articular palabra, solo beso con pasión a su esposa y una sonrisa de tranquilidad se extendió por su cara.


 y Neville extrajo de sus profundidades algo plateado, con una brillante empuñadura de rubíes.

-La espada de Gryffindor!—dijeron al tiempo

-Y mi Neville pudo sacarla—Frank por fin pudo hablar—es…es…yo

-Lo sé—accedió james—nuestros hijos son geniales ¿o no?

-Los mejores!—estuvo de acuerdo Frank.

-Vaya, dos magos que pueden sacar la espada de Gryffindor en una misma generación—se asombró Ángela—Neville y Harry de verdad que son asombrosos.


La cuchillada de la hoja de plata no pudo oírse sobre el rugido de la multitud que se aproximaba o los sonidos de los gigantes o de la carga de los centauros, y aún así, pareció atraer cada mirada. Con una sola estocada, Neville partió en dos la gran cabeza de la serpiente,

-Así se hace Neville!—gritó Frank loco de alegría

-Bien hecho!—felicitaron Remus y james encantados

-No mas Horrocruxes!—se alegró Lily

-Bravo Neville!—alabó Ángela

-Alice, Frank—saltó sirius—esto es definitivamente lo mas genial que Neville haya podido hacer!—los esposos se sonrieron—eso fue sencillamente espectacular, me habría encantado estar allí para verlo!


que giró alto en el aire, brillando a la luz que fluía desde el vestíbulo de entrada, la boca de Voldemort se abrió en un grito de furia que nadie pudo oir, y el cuerpo de la serpiente cayó pesadamente al suelo a sus pies.

Todos tenían miedo por lo que Voldemort fuese hacer ahora, en especial a Neville por haber acabado con su querida Nagini y su ultimo horrocrux, pero de alguna manera sabían que nada le estaba saliendo bien a voldemort, Neville estaría bien, al igual que Harry, o al menos esa era la esperanza que tenían.


Oculto bajo la Capa de Invisibilidad, Harry lanzó un Encantamiento Escudo entre Neville y Voldemort antes de que este último pudiera alzar su varita.

-Bien hecho, hijo—felicitó james—Voldemort no sabrá quien lo golpeo!—todos lo miraron con la pregunta escrita en la cara—¿Qué?—se encogió de hombros—es un dicho muggle, se lo oí al padre de Lily.—todos negaron con la cabeza pero estaban demasiado intrigados con el resto del libro como para decir algo.

Entonces, sobre los gritos y los rugidos y estruendosos golpes de los gigantes que luchaban, Hagrid gritó más alto que todos.
-¡HARRY! -gritó Hagrid-. ¡HARRY!... ¿DONDE ESTÁ HARRY?

Todos sabían que ahora si se venia la batalla final, era ahora o nunca, o voldemort caería o lo haría Harry, pero por como iba todo la esperanza crecía en ellos, tal vez, se decían, Harry ganaría, y el libro solo estaba allí para evitar muertes y darle al mundo mágico mucho mas tiempo de tranquilidad y una infancia feliz a Harry, dos generaciones no tenían que sufrir por voldemort, ellos se encargarían de eso.


Reinaba el caos. Los centauros a la carga estaban dispersando a los mortifagos, todos sentían los pies retumbantes de los gigantes, y cada vez más y más cerca el estruendo de los refuerzos que había venido de quién sabía dónde.

-Y llegaron justo en el momento indicado—dijo Remus contento—creo que pueden lograrlo, creo que vencerán a voldemort!

 Harry vio grandes criaturas aladas sobrevolando las cabeza de los gigantes de Voldemort, los thestrals y Buckbeak el hipogrifo arañaban sus ojos mientras Grawp les golpeaba y mordía y ahora los magos, defensores de Hogwarts y mortífagos por igual estaban siendo forzados a volver a entrar en el castillo.

-Y los mortifagos serán ahora los que estarán en inferioridad numérica!—agregó Ángela—creo que Remus tiene razón, van a ganar, pueden lograrlo!.

Harry estaba lanzando maleficios y maldiciones a cualquier mortifago que veía, y ellos se derrumbaban, sin saber qué o quién les había dado, y sus cuerpos eran pisoteados por la multitud en retirada.

La esperanza se inflaba como en un globo en todos ellos, los mortifagos estaban cayendo, y muy pronto, si tenían suerte, voldemort también caería, y Harry, Neville y todos los demás estarían a salvo, y entonces ellos se encargarían de lleno a buscar los Horrocruxes, irían con voldemort y la guerra seria solo un mal recuerdo en cada uno.

Todavía oculto bajo la Capa de Invisibilidad, Harry fue también empujado a entrar en el vestíbulo. Estaba buscando a Voldemort y le vio al otro lado de la habitación, disparando hechizos con su varita mientras retrocedía hasta el Gran Salón, todavía gritando instrucciones a sus seguidores, mientras lanzaba maldiciones a diestro y siniestro. Harry lanzó más Encantamientos Escudo, entre Voldemort y sus presuntas víctimas. Seamus Finnigan y Hannah Abbot, pasaron junto a él a la carrera hacia el interior del Gran Salon, donde se unieron a la lucha que ya florecía dentro.

-Vamos, denles con toda—james hacia barra como si estuviese presente—ya falta poco, casi lo logran, vamos!

Y había más, incluso más gente saltando los escalones delanteros, y Harry vio a Charlie Weasley alcanzando a Horace Slughorn, que todavía vestía su pijama esmeralda. Parecía haber vuelto a la cabeza de lo que parecían ser las familias y amigos de cada estudiante de Hogwarts que había seguido luchando junto a los tenderos y vecinos de Hogsmeade.

-Siempre lo he dicho—apuntó Remus—solo era cuestión de unirnos, los mortifagos no son más que nosotros, pero mientras estemos separados nos van a llevar la delantera.

 Los centauros Bane, Ronan y Magorian irrumpieron en el vestíbulo con un gran crepitar de cascos, y detrás de Harry la puerta que conducía a las cocinas fue golpeada hasta sacarla de sus goznes. Los elfos domésticos de Hogwarts inundaron el vestibulo de entrada, gritando y ondeando cuchillos de carnicero de trinchar, y a la cabeza de los mismos, con el guardapelo de Regulus Black rebotando en su pecho, estaba Kreacher, su voz de rana era audible incluso sobre este alboroto: -¡Luchen! ¡Luchen! ¡Luchen por mi Amor, defensor de los elfos domésticos! ¡Luchen con el Señor Tenebroso, en nombre del Valiente Regulus! ¡Luchen!

Nadie dijo nada, pero ante la mención de su hermano los ojos de sirius se llenaron de orgullo.

-Y pensar que odiaba a ese elfo—sirius negó con la cabeza pero con la sonrisa aún bailando en sus labios.

Estaban asaltando y apuñalando los tobillos y pantorrillas de los mortifagos con su diminutas caras iluminadas de malicia, y mirara donde mirara Harry veía mortifagos doblegados por el puro peso del número, superados por hechizos, sacándose flechas de heridas, apuñalados en las piernas por los elfos, o simplemente intentando escapar, pero tragados por la orda que se aproximada.

-Ya era hora de que se hiciera justicia—dijo Alice—no podían siempre ganar los malos.

Pero esto no había acabado aún. Harry corrió entre los duelistas y los prisioneros que se resistían hasta el Gran Salón. Voldemort estaba en el centro de la batalla, atacando y golpeando a todo el que se ponia a su alcance.

-De seguro ha de estar furioso—musitó Ángela—creo que es aún más peligroso así.

-Por supuesto que ha de estar furioso—estuvo de acuerdo Remus con una sonrisa—nada le salió como planeaba, el pensaba que una vez vieran a Harry aparentemente muerto todos se rendirían, pero solo sirvió para que lucharan con mas ahínco y sus mortifagos caen como moscas.


Harry no podía conseguir un disparo claro, así que luchó por acercarse más, todavía invisible, pero el Gran Salon se fue abarrotando más y más con cada uno que conseguía forzar su entrada.

-Espero que no se necesite una batalla como esa para lograr que voldemort caiga en este tiempo—comentó Lily—y mucho menos que esta tenga lugar en Hogwarts.

-No puedo asegurarte que no haya batalla—dijo james—pero sí que evitaremos al máximo que se presente la situación y mantendremos esto tan alegado de Hogwarts y de los alumnos como podamos.

-Creo que es todo cuanto puedo pedir—aceptó Lily derrotada.

Harry vio a Yaxley derribado en el suelo por George y Lee Jordan, vio a Dolohov caer con un grito a manos de Flitwick, vio a Walden Macnair lanzado al otro lado de la habitación por Hagrid, golpear la pared opuesta, y deslizarse inconsciente hasta el suelo.

-Genial Hagrid—james estaba encantado—Macnair siempre me ha caído de lo peor.

-Y Dolohov no se queda atrás—añadió Alice—es cruel y sanguinario, no pierde oportunidad para torturar a cualquiera que se le ponga a tiro.

-Y Yaxley no es nada mejor—les recordó Lily—¿recuerdan como amenazó a Ron mientras se hacia pasar por Reg Cattermole?, la forma en que hablo de su esposa fue espantosa.

-Al menos todos están cayendo por fin—Frank—es imposible que con todos los refuerzos los mortifagos ganen.


Vio a Ron y Neville derrotando a Fenrir Greyback,

Sirius leyó con alegría

-Creo que le debo una a su hijo—Remus miró a los Longbotton—Greyback me la debe desde hace mucho.

Aberforth Aturdiendo a Rookwood, Arthur y Percy rodeaban a Thicknesse, y Lucius y Narcissa Malfoy corriendo entre la multitud, sin intentar luchar, llamando a gritos a su hijo.

-Lo creo de Narcissa—dijo sirius con voz llena de sorpresa—pero ¿Malfoy?, si ese imbécil solo se preocupa por si mismo.

-Pues ya vemos que también le preocupa su hijo—agregó Lily—aunque es una lastima que haya sido necesario que el pobre Draco pasara por tantas cosas para que se diera cuenta.

-Lo que significa que no se dará cuenta nunca—sentenció Alice con tristeza.

-Confió en que de alguna forma puedan darse cuenta a tiempo—confesó Dumbledore—aunque sin Voldemort quizá Lucius Malfoy se limite a fingir arrepentimiento.

-No si lo desenmascaramos como mortifago—repuso james—y planeo hacerlo, mostraremos la marca como prueba, creo que será suficiente evidencia.

-Si no soborna a todo el ministerio—agregó Remus con amargura.

-Ya nos haremos cargo de eso cuando llegue el momento—decidió Frank—por ahora terminemos este libro y pongámonos manos a la obra.

Voldemort estaba ahora luchando contra McGonagall, Slughorn y Kingsley,

-No esperaba menos de Minerva—los ojos de Dumbledore brillaban con orgullo—nunca entendí porque una persona como ella se rehusaba a llamar a voldemort por su nombre.

-Su falso nombre—recordó sirius.—Lo que si me sorprende es lo de ese viejo de Slughorn—negó con la cabeza—después de la muestra de cobardía que tuvo cuando vio que Harry volvió y que McGonagall quería fortalecer el colegio y enfrentarse a voldemort—estaba realmente asombrado—nunca espere que el mismo blandiera una varita contra voldemort, pensé que valoraba demasiado su propia seguridad y los demás no le importaban nada.

-Bueno, pues ya ves—Lily sonreía radiante—siempre les dije que el profesor Slughorn no era tan malo como ustedes decían, al final hizo lo correcto.

-Y ese tal Kingsley—la voz de james denotaba respeto—se requieren agallas para enfrentarse a voldemort, la primera vez da verdadero miedo—admitió

Todos asintieron, pues a pesar de que Ángela y Remus nunca se habían enfrentado directamente a voldemort, sabían que todos los demás lo habían hecho, sirius en dos ocasiones, los Potter y Longbotton en tres y Dumbledore era el único que siempre lograba que el mago tenebroso se retirara, después de todo no era un secreto que tom Ryddle temía a Albus Dumbledore.

todos a la vez, y había un odio frío en su cara mientras ondeaban y amagaban alrededor, incapaces de acabar con él.

No pudieron evitar estremecerse ante lo descrito por sirius, pese a que no dejarían de enfrentarse a voldemort, todos admitían que era un mago de cuidado y que despertaba miedo.

Bellatrix todavía estaba luchando también, a cincuenta yardas de Voldemort, y como su amo, luchaba con tres a la vez:

-Te lo dije cornamenta—dijo sirius después de haber leído la siguiente línea en la mente—Ginny es genial, es perfecta para Harry.

-¿Qué quieres decir?—preguntó james confuso

Sirius por toda respuesta leyó lo que seguía.

Hermione, Ginny y Luna, todas al máximo de sus posibilidades,

-Pero son solo niñas!—saltó Lily angustiada—si Bellatrix en esta época ya es letal no me imagino con más años de experiencia, y ellas tres nisiquiera han acabado el colegio, Ginny y luna incluso son menores de edad!

-Dales un poco de crédito, pelirroja—las defendió sirius—Ginny viene de una larga línea y como ya hemos dicho es la séptima hija después de siete generaciones, no tienes idea del poder que debe tener, y Hermione—rodó los ojos—vamos, ya hemos visto todo lo que ha podido hacer, ella es brillante—todos asintieron—y de Luna no sabemos mucho, pero si que ella junto con Neville y Ginny eran los lideres del ED, no puede ser por nada.

-Pero Bellatrix pudo contigo—insistió Lily—y tu eres uno de los mejores duelistas que conozco.

-Vaya, gracias pelirroja—se burló sirius—nunca me has hecho un cumplido como ese—Lily le fulminó con la mirada—pero ya te dije, dales algo de credito

pero Bellatrix las igualaba, y la atención de Harry se desvió cuando una Maldición Asesina golpeó tan cerca de Ginny que falló y no la mató por un centímetro.

Todos suponían lo que pasaría a continuación, james sabia que Harry había decidido atacara a Bellatrix en lugar de voldemort en el momento en que esta estuvo a punto de matar a Ginny.

-Eso le dará ventaja a voldemort—se lamentó Alice

-Pero creo que todos haríamos lo mismo—añadió Frank tristemente.

-Espero que McGonagall, Kingsley y Slughorn entretengan a voldemort suficiente tiempo—deseo Lily con un suspiro.

Cambió de curso, corriendo hacia Bellatrix en vez de hacia Voldemort, pero antes de haber dado un par de pasos fue golpeado a un lado.

-¡MI HIJA NO, PERRA!

Sirius leyó con tal entusiasmo esa frase que todos quedaron atónitos.

-Claro, como no lo pensé—Lily sacudió la cabeza—Molly no perderá de vista a sus hijos ni en una batalla, menos después de lo que le ocurrió a f-Fred—james la abrazó—es lógico que ataque a Bellatrix después de ver que casi mata a su hija—miro a Harry—yo no dudaría un segundo en hacerlo.

La Señora Weasley se quitó la capa mientras corría, liberando sus manos. Bellatrix se dio la vuelta, rugiendo de risa antes de visión del nuevo desafío.

-Bellatrix esta frita—aseguró sirius frenando la lectura.

-Claro que lo esta—aseguraron Lily y Alice al tiempo para que la ultima continuara—esta desafiando el amor de una madre, lógicamente no sabe que ese tipo de amor no tiene limites

-Ningún limite—estuvo de acuerdo Lily, Dumbledore pensaba lo mucho que esas dos mujeres tenían razón, su misma madre había sacrificado su vida por cuidar de su hermana.

Sirius se sintió mal por un segundo, pensando en que su madre era definitivamente la excepción de esa regla, sin embargo, cuando sacudió la cabeza se dio cuenta de que su verdadera madre era Dorea Potter, esa mujer que desde los once años lo acogió como su propio hijo y le dio el amor maternal que nunca encontró en Grinmauld place, una sonrisa que solo Ángela vio se deslizo por su rostro antes de leer de nuevo.

-¡FUERA DE MI CAMINO! -gritó la Señora Weasley a las tres chicas, y con un simple ademán de su varita empezó el duelo.

Todos temían por la suerte de Molly, pensaban que su amor por su hija podía ayudarla bastante, pero jamás subestimarían la habilidad de Bellatrix.

Harry observaba con terror y júbilo como la varita de Molly Weasley acuchillaba y se retorcía, y la sonrisa de Bellatrix Lestrage decaía y se convertía en un gruñido.

-Genial—murmuró sirius entre dientes.

Todos escuchaban expectantes, a la espera del desenlace del duelo, desenado que Molly saliera bien librada, y que los weasley no sufrieran otra dolorosa perdida.


Rayos de luz volaban desde ambas varitas, el suelo alrededor de los pies de las brujas se levantó y agrietó. Ambas mujeres estaban luchando a muerte.

-Merlín—susurró Alice por lo bajo como muestra de su preocupación.

-¡No! -gritó la Señora Weasley cuando unos pocos estudiantes se adelantaron, intentando acudir en su ayuda-. ¡Atrás! ¡Atrás! ¡Es mía!

-Creo que para Arthur no ha de ser nada fácil ver eso—dijo james en voz baja

-Pelirroja enojada—se limitó a decir sirius—creo que esa perra de Bellatrix por fin tendrá lo que merece—Lily le fulminó con la mirada pero no dijo nada.

Cientos de personas estaban ahora alineadas contra las paredes, observando las dos luchas, Voldemort y sus tres oponentes. Bellatrix y Molly, y Harry de pie, invisible, desgarrado entre ambas, deseando atacar y a la vez proteger, y con miedo de herir a un inocente.

-Que horrible situación—Frank negó con la cabeza—atacar o proteger, totalmente espantoso.

-Se de lo que hablas—murmuraron varios

-¿Qué ocurrirá con tus hijos cuando mueras? -se burló Bellatrix, tan loca como su amo, haciendo cabrioles mientras las maldiciones de Molly danzaban a su alrededor-. ¿Cuando Mami vaya a reunirse con Freddie?

-No lo dijo!—gruñeron todos al unisonó

-Oh, si—contestó sirius fuera de si—la muy maldita lo hizo.

-Acaba de firmar su sentencia de muerte—aseguró Lily con un tono de voz que les helo la piel, jamás había hablado con tanto odio—jamás te burles de una madre con la pérdida de un hijo.

-¡Tú... nunca... volverás... a... tocar... a... mis... hijos! -gritó la Señora Weasley.
Bellatrix rió con la misma risa alborozada que su primo Sirius había soltado mientras caía hacia atrás a través del velo, y de repente Harry supo lo que iba a ocurrir antes de que ocurriera.

-Ay no lo puedo creer—se quejó sirius—me comparó con ella, y eso que es mi ahijado.

-¿Qué no te das cuenta de nada?—preguntó Lily exasperada—Harry esta hablando del momento en que moriste

-¿Cómo lo sabes?—preguntó sirius releyendo el párrafo.

-Lo insinuó—dijo Lily con un tono de voz que dejaba claro que consideraba una perdida de tiempo explicarlo—pero ese no es el punto—agregó—lo que me preguntó es a que velo se refiere.

-No tengo la menor idea—contestó sirius—no conozco ninguno, no recuerdo que haya algún velo en Grinmauld place.

-¿Por qué debe estar en Grinmauld place?—preguntó Alice

-Bueno, sabemos que kreacher algo tuvo que ver—se limitó a contestar sirius

-No creo que necesariamente sea algo sobre Grinmauld place—negó Remus—recuerden que hermione le dijo a Harry que voldemort lo había llevado a una trampa y que esta había traído la muerte de sirius.

-Ósea que seguimos sin saber como muero—sirius se encogió de hombros—bueno, que mas da—hizo una mueca para quitarle importancia al asunto—dejémoslo ahí, quiero terminar de leer el final de la maldita de Bellatrix.

La maldición de Molly pasó bajo el brazo extendido de Bellatrix y la golpeó de lleno en el pecho, directamente sobre el corazón.

No querían alegrarse por la muerte de nadie, eso era propio de los mortifagos, pero la verdad era que no lamentaban la muerte de la bruja, aunque tampoco era que se regocijaran de ella, sirius solo agradecía que Bellatrix ya no pudiese hacer más daño.

La sonrisa satisfecha de Bellatrix se congeló, sus ojos parecieron salirse de sus órbitas. Durante el más ínfimo espacio de tiempo supo lo que había ocurrido, y después perdió el equilibrio, y la multitud de observadores rugió enardecida, y Voldemort gritó.

-Molly—dijo Lily con miedo.

-Harry no dejará que le pase nada—aseguró james abrazándola protectoramente.


Harry lo sintió mientras se giraba a cámara lenta. Vio a McGonagall, Kingsley y Slughorn salir despedidos hacia atrás, agitándose y contorsionándose en el aire, cuando la furia de Voldemort ante la caída de su última y mejor lugarteniente explotó con la fuerza de una bomba. Voldemort alzó la varita y la apuntó hacia Molly Weasley.

Aspiraron aire con fuerza, mientras sirius intentaba leer rápidamente pero con claridad para que no se perdieran ningún detalle.

-¡Protego! -rugió Harry,

-Eso no la protegerá de las imperdonables—apuntó Ángela angustiada.

-Pero voldemort no intentará atacarla—expresó Remus inteligentemente—buscará a la persona que hizo el encantamiento y cuando descubra que es Harry se olvidara de Molly

-No estoy segura de que eso me tranquilice—dijo Lily pálida y Remus lamento la forma en que había expresado su idea, james le beso la frente a su esposa y con la cabeza le indico a sirius que siguiera leyendo.


 y el Encantamiento Escudo se expandió en medio del Salón, y Voldemort miró alrededor en busca de la fuente mientras Harry se quitaba la Capa de Invisilibidad al fin.

Ahora si llegaba el momento, el enfrentamiento final, fuera cual fuera el desenlace, sabían que ahora si o Harry o voldemort vivirían, era imposible que Harry sobreviviera a una nueva maldición asesina, y también lo era que voldemort se rindiera, solo había dos finales posibles: voldemort moría y Harry vivía o viceversa.

El chillido de sorpresa, los vitores, los gritos de por todos lados: "¡Harry! ¡ESTÁ VIVO!" fueron ahogados de inmediato. La multitud tenía miedo, y el silencio cayó abrupta y completamente cuando Voldemort y Harry se miraron el uno al otro, y empezaron, al mismo tiempo, a girar en círculos.

James tragó saliva con fuerza, Lily se forzaba por tranquilizarse, por mas que se habían dicho mil veces que nada de eso pasaría, no podían quitarse de la cabeza que en algún lugar en el futuro su hijo, su Harry había hecho eso y les aterraba pensar que no hubiese sobrevivido.

-No quiero que ningún otro ayude, -dijo Harry en voz alta, y en el silencio absoluto su voz sonó como la llamada de una trompeta-. Así es como debe ser. Tengo que ser yo.

-Es tan valiente—susurró Lily con voz entre cortada.

-Es como tú—le dijo james con cariño mientras le acariciaba la mejilla, Lily le sonrió débilmente.

Voldemort siseó.
-Potter no quiere decir eso, -dijo, sus ojos rojos estaban abiertos de par en par-. Así no es como funciona, ¿verdad? ¿A quién vas a utilizar como escudo hoy, Potter?

-Maldito bastardo—rugió Remus con furia, sirius no decía nada solo por saber como terminaría todo para su ahijado, solo por eso se contenía.

-A nadie, -dijo Harry simplemente-. No hay más Horrocruxes. Solos tú y y yo. Ninguno puede vivir mientras el otro sobreviva, y uno de nosotros está a punto de desaparecer para siempre.

Dumbledore escuchaba admirado y orgulloso la forma en que Harry se enfrentaba a voldemort, la manera en que no se dejaba intimidar del mago al que tantos temían, Harry era definitivamente un muchacho maravilloso.

-¿Uno de nosotros? -se burló Voldemort, y todo su cuerpo estaba tenso y sus ojos rojos fijos, una serpiente a punto de atacar-. ¿Crees que serás tú, eh, el chico que ha sobrevivido por accidente, y porque Dumbledore tiraba de sus cuerdas?

-¿Accidente?—se escandalizó Ángela

-Mi hijo no es una marioneta—dijo Lily indignada.

-¿Fue un accidente, cuando me salvó mi madre? -preguntó Harry. Se movian lentamente de lado, ambos, en un círculo perfecto, manteniendo la misma distancia el uno del otro, y para Harry no existía más cara que la de Voldemort-. ¿Accidente, cuando decidi luchar en ese cementerio? ¿Accidente, que no me defendiera esta noche, y aún así sobreviviera, y volviera para luchar?

-Se llama amor—dijo Alice convencida.

-Con una gran cuota de valor también—agregó Frank.

-¡Accidentes! -gritó Voldemort, pero aún así no atacaba, y la multitud de observadores estaba congelada, como Petrificados, y los cientos de personas del Vestibulo, nadie parecía respirar excepto ellos dos-. Accidente y casualidades y el hecho de que te escondes y gimoteas tras las faldas de grandes hombres y mujeres, ¡y me permites matarles en tu lugar!

No les gustaba nada lo que Voldemort le decía a Harry, sabían que uno de los objetivos del Ryddle era desestabilizar a Harry, hacerle perder la concentración y aprovecharse de la situación.

-No matarás a nadie más esta noche, -dijo Harry mientras giraban, y se miraban directamente a los ojos, verde contra rojo-. No podrás volver a matar nunca a ninguno de ellos. ¿No lo entiendes? Estaba preparado para morir para evitar que hicieras daño a esta gente...

Dumbledore lo entendió, había tenido la sospecha antes, cuando noto que los hechizos de voldemort fallaban, pero ahora Harry se lo confirmaba, de nuevo el amor había vencido a voldemort, una vez más esa gran magia quebraba los planes del mago tenebroso.

-¡Pero no lo hiciste!
-...tenía intención de hacerlo, y eso es lo que cuenta. Hice lo que hizo mi madre. Protegerles de ti.

Escuchaban atónitos, no podían creerlo pero al mismo tiempo ahora se les hacia evidente, el sacrificio que Lily había hecho por Harry ahora Harry lo hacia por los cientos de defensores de Hogwarts, por los weasley, por hermione, por Neville, luna, el ED, por todos los opositores de voldemort y ahora voldemort no podría ganar.

¿No has notado como ninguno de los hechizos que les has lanzado les han tocado? No puedes torturarles. No puedes tocarles. No has aprendido de tus errores, Ryddle, ¿verdad?

-Lo llamo Ryddle!—dijo james con entusiasmo—eso seguro le va a encantar.

-Te atreves...

-Claro que se atreve—habló de nuevo james—mi hijo no te tiene miedo, ni un poco

-Si, me atrevo -dijo Harry-. Sé cosas que tú no sabes, Tom Ryddle. Sé un montón de cosas que tú no. ¿Quieres oir algunas, antes de cometer otro gran error?

-¿Qué esperas, Harry?—alentó james—acaba ya con el.

Voldemort no habló, pero rondaba en círculos, y Harry sabía que le tenía temporalmente hipnotizado, contenido por la idea de que hubiera la más mínima posibilidad de que Harry pudiera saber un secreto definitivo...

Dumbledore aún tenía algunas dudas, pero confiaba en que sus muchas hipótesis se confirmaran.

-¿El amor de nuevo? -dijo Voldemort, su cara de serpiente se burlaba

-Por supuesto que alguien como él jamás podría apreciar la fuerza de ese sentimiento—señaló Lily con fiereza.

-El amor es simplemente la magia más poderosa del mundo—se limitó a comentar Dumbledore con calma.


-. La solución favorita de Dumbledore, que él afirmaba conquistaba a la muerte, aunque el amor no evitó que cayera de la torre y se rompiera como un muñeco de cera vieja.

-Ey!—protestaron james, Remus y Frank al tiempo mientras las mujeres se veían indignadas, sirius leía con el ceño fruncido pero Dumbledore solo hizo un movimiento con la cabeza como agradecimiento por la evidente defensa y le instó a sirius a continuar.

Amor, que no evitó que aplastara a tu madre

-Bastardo—dijo sirius—ya sabes que yo nunca lo diría pelirroja, pero esta en el libro—ante la mirada interrogante de Lily, el animago se limito a seguir leyendo.

 sangre sucia como a una cucaracha, Potter...

-Lo voy a matar!—rugió james con ira mientras se ponía en pie—nadie va a hablar de esa forma de Lily.

-No, james cálmate—pidió su esposa sujetándolo del brazo y sentándolo de nuevo a su lado—no me importa lo que el diga—aseguró—lo que me importa es lo que ustedes piensen, además—se encogió de hombros—como dijo hermione, soy una sangre sucia y a mucha honra.

-No te llames así—dijeron todos los otros, Dumbledore observó a Lily con renovado orgullo y respeto.

-Lo soy—contestó Lily—al menos a los ojos de muchos y no me importa—repitió—como dije antes no me interesa lo que voldemort o sus mortifagos piensen, tengo personas como ustedes a mi lado que me quieren y valoran sin importar mi origen.

-Es que así es que debe ser, Lily—sirius lo dijo con total seriedad—si puedo entenderlo yo que tuve a mi querida madre—no se les escapo el sarcasmo de la palabra—toda mi niñez diciéndomelo no entiendo como los otros idiotas no lo ven.

-Oh, bueno—dijo james con animo de quitarle tensión al momento—es que todos sabemos que eres un cabeza duro, canuto—todos rieron—nada entra en esa cabezota tuya.

Logró lo que pretendía, todos empezaron a reír, incluso el mismo sirius que lo hacia en medio de amenazas contra james.

 y nadie parece amarte a ti lo suficiente como para adelantarse estaba vez e interceptar mi maldición.

-Estoy segura de que se equivoca—afirmó Lily totalmente convencida—muchos estarían dispuestos a morir por Harry.

-De seguro Ginny lo haría—dijo Ángela pensativa—y Ron y Hermione quizá también, a lo mejor en este mismo momento ron detiene a hermione o alguno de los weasley a Ginny.

-No te quepa la menor duda—Lily medio sonrió y sirius siguió leyendo.

¿Qué evitará entonces que mueras esta vez cuando ataque?
-Solo una cosa -dijo Harry, y siguieron rodeándose el uno al otro, absortos el uno en el otro, separados solo por el último secreto.
-Si no es el amor lo que te salvará esta vez, -dijo Voldemort- debes creer que tienes una magia que yo no tengo, o alguna otra cosa, ¿un arma más poderosa que la mía?

-Creo que Harry si sabe algo más—comentó Remus con el ceño fruncido.

-Oh, estoy seguro de que Harry nos sorprenderá con algo más—comentó el director enigmático.

-Las dos cosas, creo -dijo Harry, y vio el destello de sorpresa cruzar la cara de serpiente, aunque se disipó instantáneamente.

-¿Las dos cosas?—se sorprendió Alice—no es que me guste, pero voldemort tiene la varita de sauco, la varita más poderosa.

-Harry parece muy convencido—Lily sonrió—y tenga plena fe en mi hijo, si el lo dice debe tener un muy buen motivo.

-Como si molestar a voldemort no fuese suficiente motivo—sirius leyó antes de que Lily pudiese replicarle.

 Voldemort empezó a reir, y el sonido fue más aterrador que sus gritos, enloquecido y sin humor, y resonó a través del silencioso Salón.
-¿Crees que conoces magia que yo no? -dijo-. ¿Que yo, que Lord Voldemort, que ha realizado magia con la que ni siquiera el propio Dumbledore habría soñado jamás?

Dumbledore pensó que el si soñó con ella, solo que había visto las consecuencias y no estaba dispuesto a hacer que otros inocentes pagaran sus culpas, no después de Ariana.

-Oh, soñó con ella, -dijo Harry- pero sabía más que tú, sabía lo suficiente para no hacer lo que tú.

Le sonrieron a Dumbledore como muestra de simpatía, en su interior Albus lo agradeció pero nadie hizo ningún comentario.

-¡Quieres decir que era débil! -gritó Voldemort-. Demasiado débil como para atreverse, demasiado débil como para coger lo que podría haber sido suyo, ¡lo que será mío!

-Dumbledore siempre ha sido más inteligente que tu—lo defendió Ángela

-Más inteligente que todos en realidad—agregó Remus, Dumbledore medio sonrió.

-No, era más astuto que tú, -dijo Harry- mejor mago, y mejor hombre.

-Completamente—afirmaron todos al unisono

-¡Yo ordené la muerte de Albus Dumbledore!
-Crees haberlo hecho, -dijo Harry- pero estás equivocado.

Lily se sintió muy aliviada al comprobar que la inocencia de Severus pronto seria revelada y todos sabrían que siempre estuvo del lado correcto.

Por primera vez, la multitud de observadores se movió cuando cientos de personas alrededor de las paredes respiraron como una.
-¡Dumbledore está muerto! -Voldemort arrojó las palabras a Harry como si estas le causaran un dolor insoportable-. Su cuerpo se pudre en una tumba de mármol en los terrenos de este castillo. Yo le vi, Potter, ¡y no volverá!
-Si, Dumbledore está muerto, -dijo Harry tranquilamente-. pero no fuiste tú quien lo mató. Eligió su propia forma de morir, la eligió meses antes de morir, lo arregló todo con el hombre al que creías tu sirviente.

-Cornamenta, si seguimos así—dijo sirius realmente divertido—voy a terminar quitando tu nombre del de los merodeadores y poniendo el de Harry, la forma en que esta hablando a voldemort es simplemente genial.

-Lo es, canuto—admitió james con orgullo—Harry tiene agallas, no cualquiera puede hablarle a voldemort de esa forma.


-¿Que sueño infantil es este? -dijo Voldemort, pero todavía no atacaba, y sus ojos rojos no se separaban de los de Harry.
-Severus Snape no era uno de tus hombres-. dijo Harry-.

Lily sonrió, james lo notó pero no hizo ningún comentario, sirius evitaba la mueca de hastio al leer palabras que defendían a su enemigo de escuela, sabia que estaba de su lado y           que había protegido a Harry pero eso no haría que los años de rivalidad desaparecieran y se hicieran los mejores amigos, sirius lo veía más como un cese de hostilidades.

 Lo era de Dumbledore. De Dumbledore desde el momento en que empezarse a perseguir a mi madre. Y nunca lo comprendiste, porque es la única cosa que no puedes entender. ¿Nunca viste que a Snape lanzar un Patronus, Ryddle?

-Amo sobre todo como Harry le habla a voldemort por su nombre muggle—dijo Frank—lo que más odia, definitivamente—sacudió la cabeza—magnifico.

-Bueno muchos deben estar completamente confundidos—dijo Remus—muy pocos sabemos que el verdadero nombre de voldemort es tom Ryddle.

-No me importa—afirmó james—desde que eso moleste a voldemort es suficiente para mi, al diablo si no todos lo entienden.

Voldemort no respondió. Continuaron girando uno alrededor del otro como lobos dispuestos a hacer trizas al otro.
-El Patronus de Snape era una cierva -dijo Harry-, como el de mi madre, porque la amó durante casi toda su vida, desde que eran niños. Deberías haberlo notado, -dijo cuando vio llamear las fosas nasales de Voldemort-, Por algo te pidió que no la mataras. ¿verdad?

-No puedo creer lo que voy a decir—dijo james con los dientes apretados—pero siempre estaré en deuda con Snape por intentar proteger a Lily, jamás podré pagárselo.

Lily miro enternecida a su esposo, sirius se guardo el cometario ante la presión que hizo Ángela en su mano y Dumbledore sonrió al ver la actitud de james.


-La deseaba, eso era todo, -dijo Voldemort con desprecio-, pero cuando desapareció, él estuvo de acuerdo en que habían otras mujeres, y de sangre pura, que le merecerían...
-Por supuesto que te dijo eso -dijo Harry-. pero fue espia de Dumbledore desde el momento en que la amenazaste, y ha estado trabajando contra tí desde entonces! ¡Dumbledore ya se estaba muriendo cuando Snape acabó con él!

No entendían del todo porque Harry le decía todo eso a voldemort, pero estaban seguros de que había algún propósito, algo más que todavía debían descubrir.

-¡Eso no importa! -chilló Voldemort, que había seguido cada palabra con absorta atención, pero ahora dejó escapar un cacareo de risa enloquecida-. ¡No importa si Snape era mío o de Dumbledore, o que mezquinos obstáculos trató de poner en mi camino! Los aplasté como aplasté a tu madre, ¡el supuesto gran amor de Snape! ¡Oh, pero todo cobra sentido, Potter, y de formas que no tú no entiendes!

No les gustaba nada que voldemort dijera esas cosas, ¿seria que el al igual que Harry conocía algo que podía definir el enfrentamiento final?.

¡Dumbledore estaba intentando mantener la Varita de Sauco lejos de mí! ¡Su intención era que Snape fuera el auténtico amo de la varita!

-Pero falló—se lamentó Lily—y Sev murió a manos de voldemort, ahora la varita es de el.

-Pero aún así no le obedece por completo—recordó Remus—no le duran los hechizos.

-Eso es por el sacrificio de Harry—dijo Lily entre triste y orgullosa—pero eso no funcionara en el mismo Harry, aplica para los que intento proteger.

-Pero recuérdalo, Lils—james agregó con convicción—voldemort no pudo torturarlo, el cruciatus no surtió efecto.

-Es verdad!—dijeron varios y Lily continuo—pero ¿por qué?, no tiene sentido.

-Creo que pronto lo sabremos—Frank estaba pensativo—afortunadamente parece que Harry tiene algún as bajo la manga.

Pero yo voy por delante de tí, muchachito. ¡Cogí la varita antes de que consiguieras poner sus manos en ella! ¡Entendí la verdad antes que tú! ¡Maté a Severus Snape hace tres horas, y la Varita de Sauco, la Vara de la Muerte, la Varita del Destino es verdaderamente mía! ¡El último plan de Dumbledore salió mal, Harry Potter!
-Si, lo hizo -dijo Harry-. Tienes razón. Pero antes de que me mates, te aconsejo que pienses en lo que has hecho... Piensa, e intenta sentir algo de remordimiento, Ryddle...

-¿Qué?—se extrañaron todos al tiempo.

-Es tu culpa pelirroja!—acusó sirius—solo la parte que heredó Harry de ti podría haberle hecho darle la oportunidad a voldemort de arrepentirse.

-Harry es mejor que yo—Lily no estaba de acuerdo con sirius—yo jamás le daría una oportunidad a ese monstruo—sus ojos verdes llameaban con furia—el esta tras mi hijo y Harry siempre será mi primera y prioridad, no voy a dejar que nadie amenace su seguridad.

-Pero vamos—Dijo james—sirius tiene razón, ¿Cómo puede Harry ofrecerle una salida, sobre todo una que todos sabemos que no tomara?

-Primero Bellatrix y yo nos hacemos primos inseparables—sirius no podía creer lo que su ahijado le había dicho a voldemort—antes de que voldemort se arrepienta de uno solo de sus actos.

-Es verdad—Ángela pensaba en sus padres así como muchas otras victimas del régimen de terror de voldemort—el no tiene corazón, así que no puede arrepentirse de nada.

-Es una lastima—comentó Dumbledore—Tom Ryddle de verdad era un chico con talento.

-Decidió usarlo para mal—sentenció Lily sin compasión—y ha causado dolor a miles de personas, eso no es una lástima, es una mala decisión.

-Son nuestras decisiones las que demuestran lo que somos—les recordó Dumbledore—sin importar cuáles son nuestras habilidades.

-¿Que es esto?
De todas las cosas que Harry le había dicho, más allá de cualquier revelación o burla, nada había sorprendido a Voldemort como esto. Harry vio sus pupilas contraerse en las finas rendijas, vio la piel alrededor de sus ojos quedarse blanca.
-Es tu última oportunidad, -dijo Harry-, todo lo que te queda... he visto lo que hubieras sido de otro modo... Sé un hombre... inténtalo... Intenta sentir algún remordimiento...

-Es que de verdad se me hace increíble!—repitió Alice—el, voldemort! ¿remordimiento?

-Imposible—estuvieron todos de acerdo

-¿Te atreves...? -dijo Voldemort de nuevo.
-Si, me atrevo, -dijo Harry-, porque el último plan de Dumbledore no se ha vuelto contra mí en absoluto. Se ha vuelto contra tí, Riddle.

-¿Cómo?—preguntó Frank—el consiguió la varita.

Nadie tenia respuesta para esa pregunta, todos estaban tan confundidos como el mismo voldemort se debía sentir ante esa revelación

La mano de Voldemort estaba temblando sobre la Varita de Sauco, y Harry aferraba la de Draco muy firmemente. El momento, lo sabía, estaba a solo segundos.
-La varita todavía no funciona apropiadamente para ti porque mataste a la persona equivocada. Severus Snape nunca fue el auténtico amo de la Varita de Sauco. Nunca derrotó a Dumbledore.

-Es verdad—Lily estaba extasiada—Ollivander lo dijo: la varita escoge al mago, reconoce a un nuevo dueño cuando el anterior es vencido.

-Dumbledore no fue vencido—Remus asentía con la cabeza mientras hablaba—así que la varita nunca reconoció a Snape como amo.

-Pero entonces—preguntó Alice—¿el poder de la varita se perdió?—todos se volvieron hacia Dumbledore.

-Creo que en teoría eso es lo que debería suceder—contestó Dumbledore con serenidad.

-Ósea ¿ahora es una varita común y corriente?—preguntó Remus.

-No estoy del todo convencido de que eso sea así—Dumbledore observó las caras confundidas de todos—como dije antes, todavía ahí cosas que no entendemos.

-¿Qué quiere decir?—preguntó james confuso.

-Quiero decir que esa varita no ha perdido su poder—ahora todos se veían más confundidos—pero lastimosamente no entiendo el motivo.

Todos estaban anonadados, que Dumbledore no tuviese una respuesta los asombraba, pero también sabían que existían muchos hechos que debían desconocer, como las circunstancias exactas de la muerte de Dumbledore, por lo que Harry debía tener una idea mucho más exacta que ellos.


-Le mató...
-¿No has estado escuchando? ¡Snape nunca derrotó a Dumbledore! ¡La muerte de Dumbledore estaba planeada! Dumbledore tenía intención de morir, sin ser derrotado, el último amo de la varita! ¡Si todo hubiera salido tal y como estaba planeado, el poder de la varita habría muerto con él, porque nunca ha sido derrotado!

-Si todo hubiera salido como estaba planeado—repitió Lily.

-Pero la cuestión es ¿Para quién salió mal?—dijo alice en el mismo tono angustiado que su amiga.

-Creo que por la forma de hablar de Harry—las tranquilizó Frank—voldemort se está perdiendo de algo importante, creo que de alguna manera voldemort no es el dueño de la varita.

-¡Pero entonces, Potter, fue como si Dumbledore me la hubiera regalado!
-No funciona de ese modo—aseguró Dumbledore ante las caras preocupadas de todos—la varita reconoce al nuevo amo independientemente de los deseos de su anterior propietario.


-la voz de Voldemort se sacudía con malicioso placer-. ¡Robé la varita de la tumba de su último amo! ¡La cogí contra los deseos del último amo! ¡El poder es mío!
-¿Todavía no lo coges, verdad, Ryddle? ¡La posesión de la varita no es suficiente! Sujetarla, utilizarla, no la hace realmente tuya. ¿No oiste a Ollivander? La varita elige al mago... La Varita de Sauco reconoció a un nuevo amo antes de que Dumbledore muriera, alguien que nunca puso su mano en ella.

Mientras sirius leia todos se inclinaron inconscientemente más hacia el, intuían que ese ultimo secreto estaba a punto de ser revelado


El nuevo amo le quitó la varita a Dumbledore contra su voluntad, sin comprender nunca lo que había hecho exactamente, o que la varita más peligrosa del mundo le había otorgado su lealtad...

-¿Cómo es eso posible?—se extrañó Remus—ganarle a alguien sin saber siquiera que lo ha hecho.

-Es más, como es posible que alguien le haya quitado la varita a Dumbledore—sirius mostró todo su escepticismo en la voz—ni siquiera voldemort ha podido contra el.

-Me temo que me tienes más fe de la que merezco—se limitó a contestar Dumbledore—no soy ni de lejos invencible.

-Tonterías—replicó sirius sin pizca de vergüenza—no es posible que alguien lo haya desarmado sin que usted lo notara.

-Creo que deberías seguir leyendo, canuto—intervino james—quizá sepamos de una buena vez de que demonios es de lo que Harry está hablando.

El pecho de Voldemort se alzaba y caía rápidamente, y Harry podía sentir la maldición llegando, la sintió formarse dentro de la varita apuntada hacia su cara.
-El auténtico amo de la Varita de Sauco era

Sirius hizo una pausa llena de incredulidad ante lo que sus ojos leían, negándose a creer que fuese el precisamente quien hubiese desarmado a Albus Dumbledore, un chico de 17, quizá 16 en el momento en que ocurrió, no le cabía en la mente, sacudió la cabeza y leyó lo siguiente consiente de las reacciones que se iban a desatar.

era Draco Malfoy

Un segundo de silencio y luego james rompió a reir

-Sé serio, canuto—le pidió entre risas—lee bien, dinos quien era el dueño de la varita

-No bromeo cornamenta—sirius negó con la cabeza mientras hablaba, Ángela a su lado se había inclinado sobre el libro y cuando comprobó que sirius leia correctamente se tapo la boca con ambas manos.

-Estas jugando—aseguró Remus, sirius negó con la cabeza—Oh, por MerLin ¿Malfoy?, ¿Draco Malfoy?—sirius asintió—es solo un muchacho, no es posible que haya desarmado a Dumbledore.

-No lo puedo creer—balbuceó Ángela bajando lentamente las manos, todos se volvieron a mirar a Dumbledore.

-Como les había dicho antes—les sonrió para sorpresa de todos—soy todo menos invencible—se miraron entre ellos mientras Dumbledore seguía hablando—aunque debo reconocer que me sorprende un poco que el joven Malfoy lo hiciera—se encogió de hombros—parece que perderé mis habilidades con el tiempo.

Nadie sabia que decir, simplemente hubo un silencio tenso en incomodo antes de sirius se aclarará la garganta y aún pensando en lo anterior siguiera leyendo.

Una sorpresa estupefacta se mostró por un momento en la cara de Voldemort, pero entonces desapareció.
-¿Y qué importa eso? -dijo suavemente-. Incluso si tienes razón, Potter, eso no supone ninguna diferencia entre tú y yo. Ya no hay varitas de fénix. Será un duelo solo de habilidad... y después de que te haya matado, puedo ocuparme de Draco Malfoy...
-Pero llegas demasiado tarde, -dijo Harry-. Perdiste tu oportunidad. Yo llegué primero. Vencí a Draco hace semanas. Le quité su varita.

-Es de Harry!

-Harry es el amo de la varita!.

-No puedo creerlo

Todos hablaban al tiempo sin entender claramente lo que decía el otro, solo sumido en sus propios pensamientos.

-Por supuesto!—dijo Lily cuando se habían calmado lo suficiente—por eso la maldición cruciatus no funcionó en Harry.

-Y eso sumado al sacrificio de Harry hace esa varita un arma en contra de voldemort—Remus estaba extasiado—esa varita es peculiar, no atacará a su propio amo.

-Pero ¿cómo es posible que la varita reconozca a Harry como amo?—preguntó alice—quiero decir ¿Cómo podría sentir que Draco fue desarmado y por Harry?

-La magia de las varitas es sutil y desconocida hasta cierto punto—contestó Dumbledore cuando nadie tenia una respuesta—y esta varita en particular es aún más misteriosa que otras—sacudió su varita, todos la observaron con respeto y admiración—se rige por leyes que ningún mago vivo puede entender del todo, creo que Voldemort podría llevarse una sorpresa.

-Pero también podría ser Harry quien se lleve la sorpresa—agregó Lily con miedo.

-Es posible—accedió Dumbledore—sin embargo, creo que en este caso la magia está de nuestro lado.

Harry ondeó la varita de espino, y sintió los ojos de todo el mundo en el Salón posados en ella.
-Asi que todo se reduce a eso, ¿verdad? -susurró Harry-. ¿Sabe la varita que está en tu mano que su último amo fue Desarmado? Porque si lo sabe... yo soy el auténtico amo de la Varita de Sauco.

Lily rogaba a los cielos que su hijo tuviese razón, que el arma que voldemort poseía se volviera contra el, que no le funcionara correctamente.

Un rayo rojo estalló repentinamente cruzando el cielo encantado sobre ellos cuando el borde del sol deslumbrante apareció sobre el alféizar de la ventana más cercana. La luz golpeó ambas caras al mismo tiempo, haciendo que la de Voldemort pareciera repentinamente un borrón llameante. Harry oyó a la voz más aguda gritar y también el gritó encomendándose a los cielos, apuntando la varita de Draco.
-¡Avada Kedavra!
-¡Expelliarmus!

-¿Realmente?—Remus estaba exasperado, y su actitud no mejoraba ante el miedo de que a Harry le ocurriera algo—¿Expelliarmus?, parece que no escuchó una sola palabra de lo que le dije.

-Estoy contigo—dijeron Frank, sirius y james al tiempo, Lily cerró los ojos con fuerza, Alice apretó con tal fuerza el brazo de su esposo que este hizo una mueca de dolor y Ángela inhalo aire con fuerza y lo retuvo debido al miedo.

La explosión fue como el disparo de un cañón, y las llamas doradas que estallaron entre ellos, marcando el centro del círculo que habían estado trazando, en el punto donde los hechizos colisionaron.

¿Doradas?, se preguntaron todos, recordaron la vez que la varita de Harry había encontrado a voldemort y  le había enviado llamas doradas que acabaron con la varita de Lucius Malfoy, ¿Se repetiría esta vez, solo que contra voldemort?, esperaban que si porque de lo contrario Harry estaría perdido.

Harry vio el rayo verde de Voldemort encontrarse con su propio hechizo, vio la Varita de Sauco volar alto, oscura contra el amanecer, girando por el techo encantado como la cabeza de Nagini, dando vueltas a través del aire hacia el amo al que no podía matar, que había tomado posesión absoluta de ella al fin.

Se rehusaban a pensar que todo había acabado, no querían llenarse de esperanza para luego sufrir el dolor de saber que se habían equivocado, en cambio se limitaron a escuchar atentamente a sirius, quien leia con una concentración nunca antes vista.

Y Harry, con la habilidad infalible de un Buscador, cogió la varita con la mano libre mientras Voldemort retrocedía, con los brazos abiertos y los ojos escarlata de pupilas verticales mirando hacia arriba. Tom Riddley golpeó el suelo con mundana banalidad, su cuerpo débil y encogido, las manos blancas vacías, la cara de serpiente vacía e ignorante.

-¿E-esta m..m-muerto?—preguntó Lily tímidamente

-Lo está—sentenció sirius loco de alegría—escucha.


Voldemort estaba muerto, muerto por su propia maldición rebotada, y Harry estaba en pie con dos varitas en las manos, mirando al cadáver de su enemigo. Un estremecedor segundo de silencio, la sorpresa del momento quedó suspendida, y después el tumulto estalló alrededor de Harry mientras gritos, vítores y rugidos de los observadores llenaban el aire.


-Se acabo!—gritó james—Harry lo hizo.

-Lo venció—se unió Remus, Lily y james se besaron con pasión igual que los Longbotton, sirius dejo el libro en la silla y se puso en pie, abrazó a Ángela y le dio vueltas mientras reía con alegría, Remus se vio envuelto en un abrazo de Lily que sollozaba de alegría, al segundo Lunático, Cornamenta y Canuto se unieron en un abrazo fraternal, Dumbledore observaba la escena con alegría, sentado cómodamente en su silla y con una sonrisa tanto en sus labios como en sus brillantes ojos azules.

Alice, Lily y Ángela sollozaban abrazadas mientras balbuceaban palabras de alegria y de alivio, de pronto se dejaron ir y ambas madres corrieron por sus hijos dormidos, sin importarles si los despertaban o no los tomaron en brazos y los llenaron de besos, los niños en un primer momento amenazaron con romper a llorar pero casi de inmediato empezaron a reír en brazos de sus madres.

Frank sacó a Neville de los brazos de Alice y lo abrazó con fuerza.

-No sabes lo orgulloso que estoy de ti—le decía mientras lo besaba—serás un gran mago, ya lo veras

-Y mejor aún una excelente persona—accedió Alice que observaba la escena con entusiasmo

-Dame a mi ahijado—reclamó sirius, james había tomado a Harry y lo abrazaba, el niño reía encantado, cuando sirius dejo a Lily y Remus a un lado mientras intercambiaban opiniones pero ambos coincidían en que Harry era un héroe, el animago reclamó a james que le dejara tomar a Harry—yo también quiero que sepa lo orgulloso que estoy de el—y entonces, haciendo lo que a Harry tanto le encantaba, sirius sacó su varita y lo hizo levitar de los brazos de james a los suyos—bien hecho, enano—le dijo con cariño mientras Harry intentaba agarrarle el pelo, una costumbre que tenia desde la primera vez que Sirius lo cargo—le ganaste a Lord-me-creo-invencible-Voldemort—james, Remus y Lily que ya rodeaban a Sirius rieron—creo que te ganaste un premio.

-Canuto—se burló james—Harry aún no hace nada—le recordó.

-Te equivocas—le corrigió—pregúntale a la pelirroja.

-Sirius tiene razón—contestó Lily—el, al igual que Neville—añadió hacia su ahijado—y Ron y todos los demás hicieron eso en el futuro, ya te lo había dicho.

-Bueno ¿Qué puedo decir?—james se encogió de hombros—nuestros hijos son geniales.

-Si que lo son—concluyeron todos.

Ni Harry ni Neville debían entender de que hablaban los adultos, pero sentían la felicidad que ellos irradiaban, y ambos reían felices con los mimos que todos les hacían, Sirius no dejaba en paz a Ángela y la besaba en cada parte del rostro.

-Bueno, no deseo interrumpirlos—dijo Dumbledore cuando había pasado alrededor de media hora de festejos, los adultos divertían a los niños con humo de colores diferentes y figuras mágicas—pero aunque ya sepamos que Voldemort fue derrotado aún quedan unas cuantas páginas por leer—señaló el libro olvidado en la silla—si gustan, creo que deberíamos continuar—movió su varita y el libro voló a sus manos sin cerrarse mostrando la hoja donde Sirius había quedado.

Aún con sonrisas en la cara de todos, con Harry en brazos de su tío Remus y Neville en piernas de su padre, Dumbledore se dispuso a leer el final del capitulo.


La ferocidad del nuevo sol atravesaba las ventanas cuando corrieron hacia él y los primeros en alcanzarle fueron Ron y Hermione, y fueron sus brazos los que le rodearon, sus gritos incomprensibles los que le ensordecieron.

-Juntos hasta el final—aseguró james dichoso.


Los de Ginny, Neville, y Luna estaban allí, y todos los Weasley y Hagrid, y Kingsley y McGonagall y Flitwick y Sprout, y Harry no podía oir ni una palabra de que lo todos estaban gritando, ni decir que manos estrechaban las suyas, tirando de él, intentando abrazar alguna parte de él, cientos de ellos presionando, todos decididos a tocar al Chico Que Vivió, la razón de que todo hubiera acabado al fin.

-Déjenlo ya en paz—pidió Lily—Harry no ha descansado en mucho tiempo, se merece un rato de paz.

-Todos quieren agradecerle—explicó Remus—por fin terminó todo el terror y es gracias a Harry.

El sol se había alzado completamente sobre Hogwarts, y el Gran Salón hervía de vida y luz. Harry era una parte indispensable de la mezcla de efusiones de júbilo y luto, de pena y celebración.

Sus rostros se ensombrecieron al recordar a los caídos, Fred, Lupin y Tonks en particular, pero aún así no podían evitar la alegría de saber que Voldemort al fin había caído, Sirus y james, al igual que Lily miraron a Remus y se dijeron que el seguía allí con ellos, un poco débil debido a la cercanía de la luna llena, que seria en dos días, pero vivo y junto a ellos.

Deseaban que estuviera allí con ellos, su líder y símbolo, su salvador y su guía, y que no había dormido, que anhelaba la compañía de solo unos pocos de ellos, no parecía ocurrírsele a ninguno.

Lily frunció el ceño molesta, deseaba que Harry pudiese tener algo de tranquilidad por fin, después de tanto miedo, de tanta guerra, de pasar hambre, frio y de vagar de un lado a otro, todo lo que Lily quería era que su hijo tuviese una noche tranquila en algún lugar que fuese cómodo para el.

Debía dar el pésame, estrechar manos, presenciar lágrimas, recibir agradecimientos, oir las noticias que llegaban poco a poco de todas partes mientras la mañana pasaba: que por todas partes del país los maldecidos por la Maldición Imperius habían vuelto a su verdadero ser, que los mortífagos se daban a la fuga o estaban siendo capturados, que los inocentes de Azkaban serían liberados en cualquier momento, y que Kingsley Shacklebot había sido nombrado temporalmente Ministro de Magia.

-Creo que Kingsley será un excelente ministro—Alice no podía dejar de sonreir—se vienen tiempos mejores.

-Van a ser mucho mejores—aseguró James—en cuanto acabemos con todo esto.

-Creo que ya sabemos porque fue enviado el libro—dijo Lily con alegría—no fue porque no lo lograran, solo querían evitar muertes en el futuro—le sonrió a Harry—estoy segura de que Harry envió el libro.

-Con ayuda de Hermione seguramente—agregó Sirius—sin ella no podría hacerlo.

-Y quien sabe quienes más estén en esto—james miró a Neville seguro de que el pequeño tenia algo que ver.


Movieron el cuerpo de Voldemort y lo tendieron en una cámara junto al Vestíbulo, lejos de los cuerpos de Fred, Tonks, Lupin, Colin Creevey, y cincuenta estudiantes más que habían muerto luchando.

-Cincuenta estudiantes!—se horrorizaron todos.

-No cabe duda—decidió Ángela—que quien enviara el libro es precisamente cosas como esa las que desea evitar.

 McGonagal había vuelto a colocar las mesas de las Casas, pero ya nadie se sentaba de acuerdo con su Casa.

-Oh, no—se quejó Sirius—compartir mesa con las serpientes!

-Madura de una vez, Sirius—le reprendió Lily pero sonriendo.

-No me importa lo que digas—se empeñó el—no voy a compartir mesa con las serpientes.

-Te recuerdo que los Slytherin mostrando de lo que están hechos—especificó james—se marcharon antes de que si quiera empezara la batalla.

-Y los que se quedaron solo intentaron ponerle las cosas mas difíciles a Harry—recordó Frank con el ceño fruncido.

 Estaban todos apiñados juntos, profesores y pupilos, fantasmas y padres, centauros y elfos domésticos, y Firenze yacía recuperándose en una esquina, y Grawp espiaba a través de una ventana destrozada, y la gente se tiraba comida a las bocas sonrientes.

-Comida—repitió Sirius—pelirroja, hace mucho no comemos.

-Comimos hace menos de 4 horas—contestó Lily con asombro.

-Por eso!—Sirius hizo un ademan de manos—eso es toda una vida.

-Aguanta por lo menos a que terminemos el capitulo—le contestó Lily—no pienso moverme de aquí hasta que lo se acabe.

Sirius hizo una mueca pero no agregó nada, Dumbledore divertido siguió leyendo.

Después de un rato, exhausto y agotado, Harry se encontró sentado en un banco junto a Luna.
-Si yo fuera tú, querría algo de paz y tranquilidad.

-Cada vez me cae mejor esta chica—Lily asintió con la cabeza—es tan diferente de todos.

-Bueno, su padre es Lovegood—contestó James con un encogimiento de hombros ganándose un golpe de Lily


-Me encantaría, -replicó él.
-Yo les distraeré, -dijo ella-. Usa tu capa.
Y antes de que pudiera decir una palabra, ella gritó.
-¡Ooooh, mirad, un Blibbering Maravilloso! -Y señaló a la ventana. Todo el que la había oído miró, y Harry se deslizó la Capa por encima, y se puso en pie.

-Bueno ahora pondrá tener un poco de paz—asintió Ángela.
Ahora se podía mover por el Salón sin interferencia. Divisó a Ginny a dos mesas de distancia, estaba sentada con la cabeza sobre el hombro de su madre.

-Los Weasley deben estar devastados—se lamentó Lily—perdieron algo que nada podrá recuperarles.

-Y lo peor.—añadió james—es que todo se verá aún más gris por la mañana, después de haberlo asimilado del todo—era evidente que pensaba en sus padres.

-Bueno, pues Voldemort no existirá y Fred no se verá afectado por la guerra—decidió Frank

-Así Molly podrá pasar su vida regañando a los gemelos por sus bromas—finalizó Sirius—será perfecto!—su rostro se ilumino—creo que debo acercarme a Molly, después de todo somos primos—todos vieron la mirada de travesura en sus ojos—y así podré estar más cerca de los gemelos.

-Les daremos ideas—agregó james comprendiéndolo todo—y podremos crear un mapa del merodeador para ellos, se lo han ganado.

-Luego terminamos los detalles—intervino Remus en voz baja cuando vio  la mirada asesina de Lily.

Habría tiempo de hablar después, horas y días y quizás años en los que hablar. Vio a Neville, la espada de Gryffindor yacía junto a su plato mientras comía, rodeado por un grupo de fervientes admiradores.

Frank sonrió orgulloso.

-Neville será bastante popular—agregó Sirius con voz divertida.

Avanzó a lo largo del pasillo entre las mesas, y divisó a los tres Malfoy, apiñados juntos como inseguros de si se suponía o no que debían estar allí, pero nadie les prestaba ninguna atención. A donde quiera que mirara, veía familias reunidas, y finalmente, vio a los dos cuya compañía más anhelaba.

-Ron y Hermione—dijo Lily innecesariamente pues todos habían comprendido que Harry querría estar con aquellos que siempre lo acompañaron y estuvieron con el en los momentos más difíciles, sin los cuales, seguramente los horrocruxes aún no habrían sido destruidos y Voldemort quizá no estaría derrotado.

-Soy yo, -murmuró, agachándose entre los dos-. ¿Vienen conmigo?
Se pusieron en pie al instante, y juntos, él, Ron y Hermione abandonaron el Gran Salón. Habían desaparecido grandes trozos de la escalera de mármol, parte de la balaustrada había volado, y encontraron escombros y manchas de sangre cada pocos escalones mientras subían.
En algún lugar en la distancia pudieron oir a Peeves zumbando a través de los corredores cantando una canción de victoria de su propia composición:

Los hemos machacado,
menudo sujeto es potter
y ahora a divertirse
que Voldy estiró la pata

-Siempre lo he dicho—Sirius se carcajeaba mientras los demás reían—Peeves es genial, no entiendo como muchos quieren echarlo de Hogwarts.

-Yo particularmente pienso que Hogwarts seria un lugar mucho más aburrido sin el—estuvo de acuerdo Dumbledore para diversión de todos.


-Realmente te da una sensación de drama y tragedia, ¿verdad? -dijo Ron, empujando una puerta para dejar pasar a Harry y Hermione.
La felicidad llegará, pensó Harry, pero en ese momento estaba amortiguada por el cansancio, el dolor de perder a Fred, Lupin y Tonks que le atravesaba como una herida física cada pocos pasos.

Bajaron las miradas con tristeza, era un miedo que no desaparecía, sabían que al menos Fred y Tonks estarían bien, pero aún había muchos otros que podrían salir heridos o muertos antes de derrotar definitivamente a Voldemort, era un temor que no los abandonaría hasta ver que el mago tenebroso fuese vencido y estuviesen todos reunidos como la familia que eran.

La mayor parte de él se sentía estupendamente aliviado, y anhelaba dormir. Pero primero debía una explicación a Ron y Hermione, que habían aguantado con él durante tanto tiempo, y merecían la verdad.

-Así es—estuvo de acuerdo james—si no tuviésemos el libro con los pensamientos de Harry estaríamos completamente locos.

 Relató cuidadosamente lo que había visto en el Pensadero y lo que había ocurrido en el bosque, y no habían empezado a expresar del todo su sorpresa y asombro, cuando al fin llegaron al lugar al que se habían estado dirigiendo, aunque ninguno de ellos había mencionado su destino.

Los merodeadores se miraron y sonrieron, ellos mismos tenían ese tipo de entendimiento, muchas veces, después de una broma, corrían hacia el mismo lugar sin haberse puesto de acuerdo para hacerlo.


Desde que la había visto la última vez, la gargola que guardaba la entrada del despacho del director había sido volcada. Estaba inclinada, como un pequeño borracho, y Harry se preguntó si podría aún distinguir contraseñas.
-¿Podemos subir? -preguntó a la gargola.
-Paso libre -gimió la estatua.

-¿Qué va a hacer al despacho del director?—preguntó Frank

-Creo que tengo una buena idea de lo que quiere—contestó james pero no agregó nada más.

Escalaron sobre ella y subieron a la escalera de espiral que se movía lentamente hacia arriba como una escalera mecánica. Harry abrió la puerto al llegar a lo alto. Captó un breve vistazo del Pensadero sobre el escritorio donde él lo había dejado, y entonces oyó un ruido ensordecedor que le hizo gritar, pensando en maldiciones y mortifagos y en Voldemort renacido.

-Imposible!.—dijeron todos asustados

-¿Quedaba algún Horrocrux?—preguntó Lily con miedo.

-Cálmense todos—ordenó Dumbledore antes de que el pánico se adueñara de la situación

Pero eran aplausos. En todas las paredes, los directores y directoras de Hogwarts le estaban dedicando una ovación en pie.

-Eso..eso—balbuceó Lily—es un gran honor.

-Si Que lo es—estuvo de acuerdo Ángela perpleja—los directores de Hogwarts han sido a través de los años grandes magos y brujas—miro a Dumbledore quien le dio una sonrisa agradecida—y que le dediquen una ovación a Harry es algo sin precedentes—sacudió la cabeza—no creo que lo hayan hecho nunca.

 Ondeaban sus sombreros y en algunos casos alas, se extendian a través de sus marcos para extrechar las manos de los demás, danzaban arriba y abajo en las sillas en las que habían sido pintados. Dilys Derwen sollozaba desvergonzadamente. Dexter Fortescuie estaba ondeando su trompetilla, y Phineas Niggelus gritaba, con su voz alta y aflautada "¡Y deja claro que la Casa Slytherin ha tomado parte en ello! ¡No dejes que nuestra contribución sea olvidada!

-Idiota.—murmuró Sirius pero la victoria de su ahijado lo tenia de tan buen humor que ni siquiera su molesto antepasado pudo arruinarlo.

Pero Harry tenía ojos solo para el hombre que estaba en pie en el retrato más grande, directamente tras la silla del director. Corrían lágrimas por sus mejillas tras las gafas de medialuna hasta la larga barba plateada, y el orgullo y la gratitud emanaban de él llenando a Harry con el mismo bálsamo consolador que la canción del fénix.

Dumbledore solo mostraba una sonrisa llena de alegría mientras leía, pero en su interior se sentía profundamente orgulloso y agradecido por la oportunidad que la vida a través de Harry le había brindado, por fin había hecho lo correcto, y se había ganado el respeto, pero sobre todo el cariño de un joven tan maravilloso como Harry.

Al fin, Harry alzó las manos, y los retratos cayeron en un respetuoso silencio, sonriendo y secándose los ojos y esperando ansiosamente a que hablara.
Dirigió sus palabras a Dumbledore, sin embargo, y las eligió con enorme cuidado. Exhausto y con los ojos enrojecidos como estaba, debía hacer un último esfuerzo, buscar un último consejo.

Todos se asombraron cuando las lagrimas empezaron a brillar en los ojos del director, nadie dijo nada, solo se miraron entre ellos y Dumbledore, haciendo como si nada estuviese fuera de lo normal siguió leyendo con la voz cargada de emoción.

-Lo que estaba oculto en la Snitch, -empezó- lo dejé caer en el bosque. Sé donde exactamente, pero no voy a volver a buscarlo. ¿Está de acuerdo?

Les asombraba la decisión de Harry, pues con esa piedra podría ver a sus padres y a sus seres queridos muertos, pero sabían, en el fondo de sus corazones que la decisión de Harry era la adecuada, solo esperaban la aprobación de Dumbledore.

-Mi querido muchacho, lo estoy -dijo Dumbledore, mientras sus compañeros retratos parecían confusos y curiosos-. Una sabia y valerosa decisión, pero no es menos de lo que habría esperado de ti. ¿Alguien más sabe donde cayó?

-Ni sabrán tampoco que Harry lo tuvo—agregó Lily con lagrimas en los ojos debido al orgullo por su hijo—solo Ron, Hermione y Quizá Ginny llegaran a conocer la existencia de la piedra.

-Nadie -dijo Harry, y Dumbledore asintió con satisfacción.
-Sin embargo voy a conservar el regalo de Ignotus, -dijo Harry, y Dumbledore sonrió.
-Por supuesto, Harry, es tuya para siempre, ¡hasta que se la pases a alguien!

-A una nueva generación Potter—dijo james y todos vieron asombrados que su voz se había cortado debido a que contenía las ganas de llorar.

-Y luego está esto.
Harry sostuvo en alto la Varita de Sauco, y Ron y Hemione la miraban con tal reverencia, que ni siquiera en su estado falto de sueño y aturdido, a Harry le gustaba ver.
-No la quiero -dijo Harry.

-Lógicamente—la voz de Remus rebosaba orgullo—solo alguien tan noble y desprendido como Harry podría hacerlo.

-¿Qué? -dijo Ron ruidosamente-. ¿Estás loco?
-Sé que es poderosa. -dijo Harry cansado-. Pero estaría mucho más contento con la mía. Así que...
Hurgó en la bolsita que colgaba de su cuello y sacó las dos mitades de la varita de acebo todavía conectadas por la más fina hebra de pluma de fénix. Hermione había dicho que no podía ser reparada, que el daño era demasiado severo. Él lo único que sabía es que si esto no funcionaba, nada lo haría.
Tendió la varita rota sobre el escritorio del director, la tocó con la punta de la Varita de Sauco, y dijo. -Reparo.
Cuando su varita se selló, chispas rojas salieron de su extremo. Harry sabía que había tenido éxito. 

-Eso esta bien—Ángela también estaba inmensamente feliz—Harry se sentirá mejor con su varita de vuelta.

Recogió la de varita de acebo y fénix y sintió una calidez en sus dedos, cuando varita y mano celebraron su reunión.
-Pondré esta -dijo a Dumbledore, que le estaba observando con enorme afecto y admiración- otra vez donde estaba. Puede quedarse aquí. Si muero de muerte natural como Ignotus, su poder se romperá, ¿no? El anterior amo nunca habrá sido derrotado. Ese será su final.

No podían entender como tanta nobleza y tanto desprendimiento podían estar presentes en una misma persona, y más cuando sea persona había pasado por tanto sufrimiento a tan corta edad, sin duda la profecía de Trelawney estaba en lo cierto y Harry tenia un poder que Voldemort jamás podría tener, de hecho era un poder que estaba por encima que el de cualquiera de ellos.

Dumbledore asintió. Se sonrieron el uno al otro.
-¿Estás seguro? -dijo Ron. Habia un ligero rastro de anhelo en su voz mientras mira a la Varita de Sauco.
-Creo que Harry tiene razón, -dijo Hermione tranquilamente.
-Esta varita da más problemas que beneficios -dijo Harry-. Para ser honestos, -se alejó de los retratos, pensando ahora solo en la cama de cuatro postes que le esperaba en la Torre de Gryffindor, y preguntándose si Kreacher podría llevarle un sandwich allí-,ya he cubierto el cupo de problemas que tenia asignado en esta vida.

Soltaron risas temblorosas ante la frase de Harry, y de nuevo el orgullo estalló en todos, Lily y james no podían pedir un hijo mejor, amaban a Harry con locura y ahora a eso se sumaba el inmeso respeto y la creciente admiración por él, jamás podrían estar más orgullosos de su hijo.

-Es el final—anunció Dumbledore.

-Aún quedan unas cuantas hojas—señaló Lily

Dumbledore pasó la hoja y les anuncio

-Es un epilogo—les explicó

-Bien.—decidió Lily.—pues ¿Qué esperamos?. Quiero saber el final de esta historia.

-Saben que después de terminar de leer tenemos un largo trabajo por hacer ¿verdad?—preguntó Frank

-Bah, no es nada—le resto importancia Sirius intentando poner diversión—solo buscar unos trastos, destruirlos y luego acabar con su creador, nada del otro mundo.

Los demás rodaron los ojos pero luego el ambiente fue de seriedad.

-Pero hablando en serio—insistió Remus—es mucho el trabajo que tenemos

-Lo se, lunático—accedió Sirius—solo que no es necesario que dejemos de vivir por eso, podemos terminar con Voldemort, sabemos cuales son sus horrocruxes, y en este momento el aún no tiene tanto poder como en el libro.

-Todo eso sumará a nuestro favor—estuvo de acuerdo Lily—pero debemos ser muy cuidadosos—todos asintieron—no estoy diciendo que no debamos confiar en la orden, pero ya saben, la información se filtra.

-y entre más personas conozcan un secreto—añadió Ángela—más rápido saldrá a la luz.

-Y no queremos que el otro bando se entere de lo que estamos planeando—Frank ya trazaba estrategias en su mente—estaríamos perdidos.

-Sera una misión que solo conocerán las personas en esta habitación—decidió Remus.


-Creo que podemos confiar en alguien más—añadió james y ante la mirada de todos terminó—Bueno…yo..Snape ha demostrado ser útil—se veía incomodo, Sirius Y Remus lo miraban con incredulidad, Lily lo hacia con admiración—digo, no es que me guste trabajar con el, pero creo que se lo ha ganado.

-Creo que tienes razón, James—Dumbledore habló cuando nadie más lo hizo—Severus es digno de nuestra confianza total.

James asintió, de repente Lily lo abrazó y le susurró “te amo” al oído con amor profundo.

-Bien, bien, bien—Sirius no pudo contenerse más—ahora que Cornamenta se ha pasado al lado oscuro y a incluido a Snape en nuestro pequeño secreto ¿podemos terminar de leer este libro?—señaló las manos del director—sé que Lily no me dará de comer hasta que terminemos.

Todos rieron y Dumbledore, con miles de pensamientos en su mente se dispuso a leer el epilogo del libro.

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Hola a todos...siento mucho la tardanza...algunos saben xke me demore, los ke me preguntaron x face o msn conocen el motivo, además de otros factores ke impidieron ke terminara el capitulo...lo llevaba en la parte de Bellatrix y Molly desde hace dias pero simplemente me habia sido imposible terminarlo..muchas gracias x todos sus comentarios.

Izzytienes razón la reaccion de ellos al saber los nombres de los hijos de harry va a ser de infarto!, y ni se diga ke cuando los lonbgotton sepan ke neville es profesor.

Si dolphin Dumbledore siempre tiene respuestas aunke no las diga..bueno ya veremos ke pasa con severus..aun si decidir su destino :o jajajaja...gracias x tu fidelidad.

Prinss_love claro ke respiraron, pobres estaban ke morian, pero luego vieron ke harry sobrevivio y les volvio el alma al cuerpo..gracias x comentar

Gracias Kare..claro ke tenia ke continuarla, como he dicho muchas veces le tengo demasiado cariño a mi historia como para dejarla a la mitad y sobre todo fue gracias a todos uds ke me mostraron un grado de fidelidad digno de nosotros a Rowling...nos veremos en el epilogo y luego la continuación

YuNe VoZe gracias x tu comentario...espero ke no se te halla hecho muy larga la espera.

Manuel...gracias tambien a ti...se ke vienes desde potterfics, mil gracias x eso

Rossy_Apac..ya falta solo el epilogo!! y terminamos

China...pues espero ke te haya gustado la reaccion en cuanto a lo de Narcissa...ya veremos como reaccionan con lo de los hijos.

Katya...gracias x comentar..he pasado x tu blog..espero ke hayas visto mis comentarios..no lo he hecho muy seguido pues x motivos personales he estado alejada de todo esto de los fics..pero volveré a visitar tu blog pronto

Clau..gracias x comentar...nos vemos en el epilogo

Patricia espero ke no haya sido demasiado tiempo...gracias x tu comentario

Miranda..mil gracias x tus palabras...me halagas..besos..hasta el otroo

Karling..pues es un problema de los blogs, pero fue la unica solucion ke encontre.

Rama Grande..mi compadre ¿ke te puedo decir?..sabes lo mucho ke me gustan tus coments, y me encanta ke hayas seguido fiel pese a la salida de este fic de potterfics..tu fuiste d elos primeros ke creyó en mi y no tengo palabras para agradecertelo...recuerda ke yo sigo creyendo en ti...espero tu historia..respecto a lo de hermanito o hermanita aún no lo decido, ya veremos..y pues no es ke estuviese super bn, pero ya estoy mejor..saludes, besos y miles de abrazos para ti tambien.

Canuto-cornamenta..pues la verdad no habia pensado lo del 31 de Octubre..es una buena idea, pero no se..depende de muchas cosas...si lo recuerdo..jamas pense ke el fic fuese a tener tal aceptación!...mas feliz me has hecho tu a mi leyendolo..gracias x todo..besos

Miin_nMalfoy...me alegra ke te guste...besos..hasta el epilogo

Kathitha_Cullen_Potter...ya encontre tu historia en facfiction..no te he comentado xke no he leido mucho en estas ultimas semanas..pero pronto me veras x alli...besos y gracias x comentar

Agnes Cullen Potter...respecto a Severus aún sigo indecisa respecto a su final, ya veremos ke pasa con el...solo se ke tendra un papel importante, pero no he decidido nada mas..nos veremos en el epilogo y espero ke en la continuación

ttani Potter...gracias x tus palabras...me alegra ke tengas en ese concepto mi historia..besos

Agnes...no deberias borrarla..osea se ke no puede seguir en potterfics, pero kiza un blog o en facfiction..o kiza como notas en tu face..cualkier cosa me avisas para seguirte ;)

Alioth...es ke como podrian no sentirse orgullosos de Neville?..creo ke todos lo estamos, el no estaba señalado como harry, no tenia un destino ke cumplir y aun asi lucho x lo ke creia correcto y eso es admirable..Peter solo puede convertirse en animago con una varita, pero ya veras lo ke pasa con el ;)...pues creo ke la actitud de james puede darte una idea con respecto a lo d snape...besos y abrazos tambien para ti

Cami..gracias x comentar :)

Luz Maravilla..gracias :)..hasta el epilogo

Pascua...gracias x seguir aki aun despues de ke la historia fuese eliminada de potterfics...gracias x tu apoyo...espero ke el capitulo haya satisfecho tus expectativas y ke el epilogo tambien lo haga.

Ale Potter Black...gracias x comentar...pues te cuento ke aun sin cuenta pudes comentar con tu nombre ;)

AdyRomBos...primero ke nada gracias x continuar aki..y segundo entendiste mal o yo me explike mal..james no tiene la cicatriz de harry, solo tiene una cicatriz en su rostro, siento si no me explike adecuadamente

Tamara...pues dumbledore se merecia la disculpa jejejeje...gracias a uds x haberla seguido y creido en ella cuando pasaba tanto tiempo sin actualizar y con todos los problemas..mil gracias de todo corazón.

y Por ultimo a todos los ke comentan con anonimo..mil y mil gracias x tomarse el tiempo de regalarme un comentario despues de leer cada capitulo...se los agradezco de todo corazón..besos y abrazos a todos ustedes.