Epílogo: 19 años después (Versión uno)

Epilogo: 19 años después

-Que bien—Lily sonaba ilusionada—veremos que es de la vida Harry como adulto.

-Y podremos comprobar si finalmente Hermione terminó matando a Ron—dijo sirius divertido—o si finalmente terminaron casados.

-Creo que la segunda—se unió Ángela a las burlas—no son los primeros de su clase de los que tenemos conocimiento ¿o si?—preguntó mirando a Lily y james y todos rompieron a reír recordando las eternas peleas de la pareja durante sus años de estudios, todo para terminar casados y con un hermoso hijo, y destilando amor con la mirada, porque nadie dudaba que james daría la vida por su pelirroja y que Lily moriría por su merodeador.

-Ya basta de burlas—cortó Lily completamente roja—señor, por favor siga—Dumbledore aún entre risas continuó.

El otoño pareció llegar repentinamente ese año. La mañana del uno de Septiembre

-El expreso de Hogwarts—dijo Alice ilusionada—me pregunto si Neville estará allí.

-Oh, james—dijo Lily alegre—¿sabes lo que significa?

-Así es—confirmó james con un nudo en la garganta—nuestro Harry ya no es un niño, lleva a sus propio hijo a Hogwarts.

-O hijos—agregó Remus

-Tonterias—negó james—los Potter siempre hemos tenido un solo hijo, ha sido así por generaciones.

-Pues los Evans no seguimos esa tradición—Lily sonrió soñadora—seria genial tener varios nietos ¿no lo crees james?

-Entre más mejor—los ojos de James reflejaban su ilusión.

era crispada y dorada como una manzana y mientras la pequeña familia se apresuraba a cruzar la ajetreada calle hacia la grandiosa y sombría estación,

-Pequeña familia—repitió Alice—creo que james puede tener razón, serán solo Harry, Ginny y su hijo.

-Ya veremos—replicó Lily decidida a no rendirse

 el humo de los tubos de escape de los coches y el aliento de los caminantes centelleaban como telas de araña en el aire frío. Dos grandes jaulas descansaban en lo alto de los carritos de equipaje que los padres empujaban,

-ja!—saltó Lily triunfante—dos jaulas, tengo al menos dos nietos.

-No sabia que fueses tan competitiva pelirroja—se burló sirius por la actitud de Lily—te habría incluido en muchas de mis apuestas.

-No creo que te gustara—contestó Lily burlona—te aburrirías de perder siempre.

Sirius hizo una mueca de incredulidad mientras todos reian

-Y de nuevo Lily te deja sin palabras—se buró Alice

las lechuzas dentro de ellas ululaban indignadamente, y la pequeña pelirroja se demoraba temerosamente tras sus hermanos, aferrada al brazo de su padre.

-Bien, una pelirroja y varios hermanos—dijo Remus—cornamenta parece que tendrás muchos nietos que malcriar.

-No pasará mucho tiempo, y también tú iras, -le dijo Harry.

-Dos años, -resopló Lily-. ¡Yo quiero ir ahora!

-Oh, le puso mi nombre—saltó Lily con lagrimas de alegría—le puso Lily!—james le sonrió con cariño.

-Reg era igual—comentó sirius con nostalgia—recuerdo mi primer año en Hogwarts, Regulus lloro como nunca pidiendo que lo dejaran venir también.—sirius era el único allí con hermanos menores por lo que los demás solo podían imaginarse la situación—luego de ese año nos distanciamos bastante—terminó con tristeza, james le sonrió y Remus que estaba mas cerca le puso una mano en el hombro en ademan confortante, Ángela por su parte sujetó su mano y le transmitió palabras de cariño.

Los transeuntes miraban curiosamente a las lechuzas mientras la familia se abría paso hasta la barrera entre los andenes nueve y diez. La voz de

Dumbledore se detuvo y todos se sorprendieron ante el brillo extrañó que apareció en sus ojos, era una mezcla de tristeza, alegría y agradecimiento que no supieron descifrar hasta que el director continuo la lectura.

Albus

Lily y james miraron al director con idénticas sonrisas, Albus jamás se había sentido de esa forma, sintió nuevas olas de cariño hacia Harry, y se juró que no cometería más errores, el pequeño Potter le había enseñado eso y Dumbledore no iba a desaprovechar esa segunda oportunidad, menos cuando Harry lo había honrado con tal honor después de todo lo que el le había hecho.

llegó hasta Harry por encima del clamor que les rodeaba; sus hijos habían reasumido la discusión que habían empezado en el coche.

-¡No! ¡No estaré en Slytherin!

-Si hubiese tenido algún hermano menor creo que esa seria mi broma predilecta—sonrió james feliz al ver que su hijo finalmente tenia una vida normal, con su propia familia.

-¡James, dale un respiro! -dijo Ginny.

James abrió y cerró la boca varias veces, sus ojos se llenaron de lagrimas y finalmente pudo expresarse.

-Le..se..harry le puso m-mi nombre—tragó saliva—no puedo creerlo.

-No se de que te extrañas—dijo Lily igual de emocionada que el—Harry te ama, no tiene nada de raro que llame a uno de sus hijos por tu nombre.

-Y lo dice la que se emocionó segundos antes por…--sirius no pudo continuar pues Ángela lo golpeó para que dejara de hablar.

-Yo solo digo que podría ser, -dijo James, sonriendo a su hermano menor-. No hay nada de malo en ello. Podría estar en Slyth...

Pero James captó la mirada de su madre y se quedó en silencio.

-Igual que cornamenta cuando mamá Dorea lo miraba—recordó sirius nostálgico.

-De inmediato guardaba silencio—La mirada de Remus estaba perdida en el pasado—mientras su padre le sonreía burlón.

-Ustedes ni digan nada—intervino james—sobre todo tu, canuto—sirius sonrió por toda respuesta—o es que acaso quieres que le cuente a todos las veces que mi madre logró controlarte.

-No tienes que hacerlo cornamenta—se apresuró a cortarlo sirius—¿Qué clase de padre eres?--cambió el tema—estamos leyendo la vida de tu hijo y tu prefieres burlarte de mi.

-Cállate—le corto Lily riendo—solo lo dices para que mi esposo no ventile tus vergonzosos secretos.

Después de otra nueva ronda de risas, Dumbledore continuo la lectura.

Los cinco Potters se aproximaron a la barrera.

-Y es oficial—comentó Remus

-Así es—dijo Lily feliz—tengo tres nietos.

-Y uno de ellos lleva mi nombre—agregó james orgulloso.

Con una mirada ligeramente autosuficiente sobre el hombro hacia su hermano menor, James tomó el carrito de manos de su madre y echó a correr. Un momento después, se había desvanecido.

-Me escribirán, ¿verdad? -preguntó Albus a sus padres inmediatamente, aprovechando la momentánea ausencia de su hermano.

-Oh, que hermoso—Lily realmente deseaba estar allí junto a su hijo y sus nietos—esta empezando su primer año en Hogwarts.

-Cada día, si quieres que lo hagamos, -dijo Ginny.

--No cada día—se apresuró a añadir Frank riendo—su hermano si que lo molestara si eso pasa.

-Y parece que no se parece a james solo en el nombre—agregó Alice también riendo.

-No cada día, -dijo Albus rápidamente-. James dice que la mayoría de la gente solo recibe cartas de casa una vez al mes.

Todos sacudieron la cabeza y rieron, definitivamente James junior se parecía bastante a su abuelo, eso era exactamente lo que cornamenta le habría dicho a un hipotético hermano menor.

-Escribimos a James tres veces por semana, -dijo Ginny.

-Y no deberías creer todo lo que te cuenta de Hogwarts -añadió Harry-. Ya sabes que james es muy bromista.

-Eso es genial cornamenta—dijo sirius emocionado—el legado de los merodeadores sigue vivo.

-Y mi nieto es el segundo al mando—james estaba orgulloso.

-¿Segundo?—preguntó Remus confundido.

-Vaya lunático—negaron james y sirius al tiempo—eres una persona horrible—añadió james y ante la cara confundida de Remus sirius continuo—te estas olvidando de tu propio hijo.

Remus tuvo una sonrisa tonta en sus labios al pensar en Teddy y con esa misma sonrisa les contestó.

-Claro que no me olvido de Teddy—les corrigió—es solo que si han pasado 19 años teddy probablemente ya terminó Hogwarts, así que técnicamente solo hay un merodeador en el colegio.

-Es verdad—comentó sirius con tristeza que nadie entendió—lunático, siempre arruinas todo, no nos dejas burlarnos de ti.

-Es que tu no tienes mi talento—se limitó a contestar Remus haciendo reír a todos menos a sirius.

Lado a lado, empujaron el segundo carrito hacia adelante, cobrando velocidad. Cuando se aproximaron a la barrera, Albus hizo una mueca, pero no se produjo ninguna colisión.

-Todos tenemos esas sensación la primera vez que cruzamos la barrera—confesó Frank recordando su propia experiencia

-Imagínate lo que es para un nacido de muggles—añadió Lily—no tienes idea.

En vez de eso, la familia emergió a la plataforma nueve y tres cuartos, que estaba oscurecida por el vapor blanco que surgía del expreso escarlata de Hogwarts. Figuras confusas se movían como un engambre a través de la neblina, en la que James ya había desaparecido.

-¿Dónde están? -preguntó Albus ansiosamente, espiando hacia las nebulosas formas que pasaban mientras se abrían paso andén abajo.

-Los encontraremos -dijo Ginny tranquilizadoramente.

-¿A Quien buscan?—preguntó Ángela.

-¿A quien crees?—preguntaron los tres merodeadores al tiempo—a sus amigos—contestaron también a la vez con un encogimiento de hombros.

Pero el vapor era denso, y resultaba dificil discernir la cara de nadie. Desconectadas de sus propietarios, las voces sonaban antinaturalmente ruidosas. Harry creyó haber oído a Percy discurriendo ruidosamente acerca de las regulaciones de escobas, y se alegró la excusa que se le presentaba para no pasar y saludar...

-Eso es mal educado—regañó Lily con escaso entusiasmo y con la sonrisa amenazando con salir de sus labios.

-Creo que esos son ellos, Al, -dijo Ginny de repente.

Un grupo de cuatro personas emergió de la niebla, de pie junto a un carrito muy grande. Sus caras solo se enfocaron cuando Harry, Ginny, Lily, y Albus llegaron justo ante ellos.

-Hola, -dijo Albus, que sonaba inmensamente aliviado.

Rose, que ya vestía su nueva túnica de Hogwarts, le sonrió.

-¿Quién será esa Rose?—preguntó Alice confundida

-Sea quien sea es importante para Albus—contestó Frank

-¿Todo bien al aparcar entonces? -preguntó Ron a Harry-. Para mí si. Hermione no se creía que pudiera pasar un examen de conducir muggle, ¿verdad? Pensó que había Confundido al examinador.

-Probablemente lo hizo—dijo sirius divertido.

-Claro tu lo sabes porque lo habrías hecho—añadió Lily burlona.

-No, no es cierto, -dijo Hermione-. Tenía una fé absoluta en ti.

-Para que quede claro, le Confundí. -susurró Ron a Harry mientras juntos alzaban el baúl de Albus y la lechuza hasta el vagón-. Solo olvidé mirar por el retrovisor, y mira tú. Puedo utilizar un Encantamiento Supersensorial para eso.

Todos negaron con la cabeza mientras reian, era algo muy Sirius lo que Ron había dicho, pero sobre todo rieron porque les alegraba que después de todo lo que habían pasado esos chicos, aún pudiesen bromear de esa forma.

De vuelta en la plataforma, encontraron a Lily y Hugo, el hermano menor de Rose, teniendo una animada conversación sobre en qué casa serían seleccionados cuando finalmente fueran a Hogwarts.

-Bueno parece que Ron y Hermione tampoco perdieron el tiempo—Sirius abrazó a Ángela mientras hablaba—también tienen dos pequeños monstruos juntos.

-Si no entras en Gryffindor, te desheredaremos, -dijo Ron- pero sin presiones.

-¡Ron!

Lily y Hugo rieron, pero Albus y Rose parecían solemnes.

-No debe decirle eso—Lily y Alice protestaron al tiempo.

-No fue tan malo—lo defendió sirius.

-Si llegaras a decirle algo así a nuestro hijo—dijo Ángela solemne—no vives para contarlo—sirius no dijo nada pero fue más porque su mente estaba ocupada imaginándose a Ángela con un bebe, con una parte de el, el pensamiento lo hizo sonreír antes de que siquiera pudiese notarlo.

-No lo dice en serio, -dijeron Hermione y Ginny, pero Ron ya no estaba prestando atención. Captando la atención de Harry, asintió discretamente hacia un punto a unas cincuenta yardas de distancia. El vapor se había disipado por un momento y tres personas estaban de pie en un espacio libre de la cambiante niebla.

-Mira quién está ahí.

Draco Malfoy estaba allí de pie con su esposa e hijo, con un abrigo oscuro abonotado hasta la garganta.

-Bueno incluso el tuvo un buen final—Lily se encogió de hombros—se lo merece después de todo lo que tuvo que pasar el pobre chico.

Su pelo estaba peinado hacia atrás de tal forma que enfatizada la barbilla puntiaguda.

-Creo que necesita clases sobre como lucir bien—dijo sirius arrogante.

-Y tu las necesitas sobre como mantener la boca callada—lo retó Lily entre risas.

Su hijo se parecía a Draco tanto como Albus se parecía a Harry. Draco captó un vistazo de Harry, Ron, Hermione y Ginny mirándole, asintió cortesmente, y se alejó.

-No es posible!—saltó james

-Un Malfoy y un Potter saludándose con cordialidad—sirius hablaba con voz horrorizada

-Ese libro de ser una farsa—negó james con la cabeza—eso no puede ser verdad, ni en este ni en ningún tiempo.

-Callense ya par de exagerados—ordenó Lily

-Si, sirius si lo eres—Ángela cortó la protesta que su novio estaba por hacer—ahora se buen chico y guarda silencio.

Sirius hizo una mueca pero una mirada de advertencia de Ángela bastó para que no dijese nada más.

-Así que ese es el pequeño Scorpius, -dijo Ron por la bajo-. Asegúrate de machacarle en cada exámen, Rosie. Gracias a Dios heredaste el cerebro de tu madre.

Todos estallaron en risas ante lo dicho por Ron.

-Ron, por amor de Dios, -dijo Hermione medio severa, medio divertida-. ¡No intentes volverlos uno contra otro antes de que empiecen siquiera la escuela!

-Pero es un Malfoy!—dijo sirius como si eso lo explicara todo.

-No puedes juzgar al hijo solo por el padre que tiene—lo retó Lily.

-¿Qué parte de Malfoy no te quedo clara?—preguntó sirius exasperado—Mal-foy!

-Olvídalo—se rindió Lily—ni viéndote a ti mismo entiendes lo que quiero decir.

-Tienes razón, lo siento, -dijo Ron, pero incapaz de contenerse, añadió-. No seas muy amigable con él, Rosie. El abuelo Weasley nunca te perdonaría que te casaras con un sangre pura.

-¡Ey!

James había reaparecido, se había librado a sí mismo de su baúl, lechuza y carrito, y evidentemente estaba que explotaba con nuevas noticias.

-Teddy está de vuelta,

Remus sonrió con anticipación, deseando saber lo que era de su hijo, los demás también sonrieron al ver la mirada de ilusión en su rostro.

 -dijo sin respiración, señalando sobre el hombro hacia las vaporosas nubes-. ¡Acabo de verle! Y adivinen que está haciendo. ¡Besuqueandose con Victorie!

-Todo un conquistador—alabó sirius—de seguro lo sacó de su madre.

-Logicamente—estuvo de acuerdo james—porque su padre es un lento para esas cosas.

-¿Quién será esa tal victorie?—preguntó Lily con ilusión—espero que sea una buena chica.

Pero Remus no los escuchaba, su mente estaba ocupada solo en imaginar a su hijo, feliz, aceptado, querido, solo lamentaba no poder estar allí para verlo, y que Dora tampoco estuviera, todos se dieron cuenta de que Remus no escuchaba pero no hicieron nada por traerlo de vuelta, pues jamás habían visto esa mirada de felicidad en su cara, james y sirius se miraron un segundo antes de volver la vista hacia Remus que por fin reaccionó y Dumbledore siguió leyendo.

Fulminó con la mirada a los adultos, evidentemente decepcionado por su falta de reacción.

-¡Nuestro Teddy! ¡Teddy Lupin! ¡Besuqueándose con nuestra Victoire! ¿Nuestra prima? Y le pregunté a Teddy que estaba haciendo...

-Ahora también estas emparejado con los Weasley, amigo—dijo sirius sin rastro de burla..

-¿Creen que sea feliz?—preguntó Remus sorprendiéndolos--¿creen que teddy  sea feliz al ser mi hijo?.

-Claro que lo es—aseguraron todos y Lily continuo—estoy segura de que teddy se siente orgulloso de su padre.

-No cabe duda—agregaron james y sirius.

-¿Les interrumpiste? -dijo Ginny- Te pareces tanto a Ron...

-... ¡y dijo que había venido a verla! Y después me dijo que me largara. ¡La estaba besando! -Añadió James como preocupado de no haber sido lo bastante claro.

Sirius, Remus y los demás escuchaban atentos, todos realmente contentos de que finalmente todo estuviera saliendo bien para Harry, y sobre todo observando con alegría la mirada llena de alegría e ilusión que destellaba en los ojos de los Potter, Y Remus no se quedaba atrás con su mirada de alegría al pensar en su futuro hijo.

-¡Oh, sería adorable que se casaran! -murmuró Lily soñadoramente-. ¡Entonces Teddy sería realmente parte de la familia!

-Ya viene a casa a cenar casi todos los días -dijo Harry—¿por qué no le pedimos que se quede a vivir con nosotros y asunto concluido?

Remus se sentía inmensamente agradecido con Harry, era evidente que su elección como padrino no había estado errada y que Harry se preocupaba por Teddy.

-¡Si! -dijo James entusiasmado-. No me importaría compartir cuarto con Al... Teddy podría quedarse mi habitación.

-Ya lo ves—dijo james—mis nietos realmente quieren a teddy.

-Parece que creció rodeado de cariño—afirmó Remus—pese a que ni su madre ni su padre pudieron estar con el.

-Ni hablar, -dijo Harry firmemente-. Al y tú compartirán habitación cuando quiera demoler la casa—Comprobó su reloj, ese que tenía una abolladura y había pertenecido una vez a Fabian Prewett.

-Bueno, aunque agradezco a Molly habérselo obsequiado—decidió james—mi hijo comprobará el reloj que yo le obsequie en su decimo-séptimo cumpleaños cada vez que vaya a dejar a mis nietos al expreso de Hogwarts.

-Son casi las once, será mejor que suban

-¡No olvides un beso de mi parte a Neville! -dijo Ginny a James y le abrazó.

-Ya pensaba que ni iban a nombrar a mi hijo—dijo Alice deseosa de saber algo sobre el futuro de su bebe.

-¡Mamá! No puedo hacer eso con un profesor.

-Oh, Frank ¿lo oíste?—preguntó Alice con alegría—es un profesor, un profesor de Hogwarts.

-Si cielo—le besó la frente con cariño—estoy seguro de que será un gran profesor.

-Pero conoces a Neville...

James puso los ojos en blanco.

-Fuera, si, pero en la escuela es el Profesor Longbotton, ¿verdad? No puedo entrar en Herbología y darle un beso de tu parte...

-Profesor de Herbologia—dijo Alice orgullosa—eso es maravilloso.

-Bueno, su madre es muy buena en Herbologia ¿no?—dijo Frank con dulzura—claro que Neville heredó sus dotes.

Sacudiendo la cabeza ante las tonterías de su madre, se apresuró a adelantarse para dar una patada a Albus.

-Luego te veo, Al. Ya me dirás si viste a los Thestrals.

-Creía que eran invisibles. Dijiste que eran invisibles.

-Pobre Albus—se compadeció Remus—si james es la mitad de travieso que su abuelo, el pobre Al las pasará verdes con sus bromas.

Pero James simplemente se rio, permitió que su madre le besara, dio un abrazo rápido a su padre, después saltó rápidamente al tren. Le vieron avanzar, después alejarse vagón arriba hacia sus amigos.

-Los Thestrals no son nada de qué preocuparse, -dijo Harry a Albus-. Son criaturas gentiles, no hay nada que asuste en ellos. De todos modos, no van a llegar a la escuela en los carruajes, iran en botes.

-Es genial—aprobó james

-No si te tumban en medio de la noche al agua helada y tienes que pasar tu primer banquete empapado—negó Remus con el ceño fruncido.

-de que hablas lunático—sirius negó con la cabeza—eso fue lo genial, desde ese momento empezamos a hacer historia.

-Suerte que no se ahogaron—los retó Lily

-El calamar gigante nos sacó del agua y Hagrid nos ayudó a subir al bote de nuevo—james se encogió de hombros—fue genial.

-Y el sermón que nos dio Hagrid—rio Sirius—que buenos tiempos.

Ginny se despidió de Albus.

-Te veremos en Navidad.

-Adios, Al, -dijo Harry mientras su hijo le abrazaba-. No olvides que Hagrid te ha invitado a tomar el té el próximo viernes. No te metas en lios con Peeves. Nada de duelos con nadie hasta que hayas aprendido como hacerlo. Y no dejes que James se meta contigo.

-Es un buen padre ¿verdad?—preguntó Lily con una sonrisa de admiración.

-Teniendo en cuenta la gran persona que es—comentó Dumbledore por primera vez desde que empezara a leer el epilogo—no es de extrañar que sea excelente también en ese papel.

James y Lily intercambiaron miradas de orgullo por su hijo y sonrisas de adoración.

-¿Y si acabo en Slytherin?

-No lo hará—aseguró james

-¿Y que si lo hace?—preguntó Lily levantando una ceja—a mi no me importaría, sé que Harry habrá criado bien a sus hijos, sin importar en que casa termina.

-Sí, pero  ¿Slytherin?—dijo Sirius con evidente disgusto.

-Creo que ya establecimos que no todos los Slytherin son malas personas—le recordó Lily firmemente.

-Bueno que…digo snape ha demostrado ser la excepción—estuvo de acuerdo james a regañadientes.

-Pero no hay forma de que un Potter termine en Slytherin—Sirius salió en defensa de su amigo.

-Si mal no recuerdo tu prima favorita es una Slytherin ¿me equivoco?—atacó Lily—se llama Andrómeda ¿no?, es la madre de Dora.

-Bueno…ella…no es lo mismo—añadió tercamente Sirius.

-Dejalo ya canuto—le aconsejo james con una media sonrisa—la verdad es que a mi tampoco me importaría

-Supongo que estaría bien—aceptó Sirius finalmente derrotado—pero eso sí, solo podrá decorar su cuarto con verde y plata, nada de llevar esos colores al resto de la casa.

Todos empezaron a reir, Lily rodó los ojos pero también rio abrazada a su esposo.

El susurro era solo para su padre, y Harry sabía que solo el momento de la partida podría haber obligado a Albus a revelar lo grande y sincero que era su temor.

Sirius se sintió mal por haber pensado que le importaría que el chico estuviera en Slytherin, ahora se daba cuenta de que en realidad Lily tenia razón y que no tenia ninguna importancia.

Harry se agachó para que la cara de Albus estuviera ligeramente por encima de la suya. Solo Albus entre los tres hijos de Harry, había heredado los ojos de su madre, los brillantes ojos verdes de Lily.

-Bueno en la siguiente generación tampoco se perderán—james le sonrió a Lily con cariño—es una suerte, son hermosos.

-Albus Severus, -dijo Harry quedamente,

-Tiene que ser una broma!—saltaron james y Sirius al tiempo mientras Remus miraba con la boca abierta, Frank con el ceño fruncido, Lily con una sonrisa de orgullo y Alice y Ángela con sonrisas de burla.

-Es una maldita broma—repitió james

-James, no delante de Harry—le retó Lily

-Pero Lily—empezó james pero no encontraba las palabras.

-Eso fue inesperado—pudo decir Remus

-Inesperado y un cuerno—Sirius no podía creerlo—harry esta completamente loco.

-¿Por qué?—preguntó Lily—solo honró a un hombre que se comportó como un héroe.

-Bueno si—accedió Sirius de mala gana y moviendo las manos exageradamente—Snape se comporto bien, y nos ayudó y cuido a Harry y todo eso pero, ¿por qué demonios le puso su nombre a su hijo?, eso ya es exagerar.

-Tu eres el que exagera—aseguró Lily

-No, no lo hago—negó Sirius.

-Sirius, cariño..—empezó Ángela

-No ang—negó Sirius—no lo entiendes, una cosa es que Harry este agradecido, y maldición yo también lo estoy—reconoció con los dientes apretados—pero de ahí a ponerle su hombre, creo que es demasiado ¿no es así james?—Sirius miró a su amigo pero este no dijo nada—¿james? ¿cornamenta?

-Esta bien, Sirius—reconoció james—es su hijo, Harry puede nombrarlo como desee—se encogió de hombros—tu mismo lo dijiste, snape nos ayudó, intentó cuidar a Lily y siempre protegió a mi hijo, es algo que nunca podré pagarle, no puedo odiarlo después de eso.

-Pero..—empezó Sirius

-Nada, Sirius—Remus negó con la cabeza—piensalo un poco—Remus usaba ese tono de voz que empleaba siempre que quería que sus amigos entraran en razón—james y Lily están en lo cierto, Snape podrá no ser nuestro amigo y probablemente nunca llegue a serlo…

-Por supuesto que no, el ja…—aseguró Sirius pero Remus lo interrumpió con una mirada severa y continuo.

-Pero independientemente de eso como tu mismo dijiste ayudó a Harry—Sirius asintió de mala gana—y tenemos que reconocer que quizá sin su ayuda Harry no habría podido detener a Voldemort, snape previno a Dumbledore que Voldemort buscaba a james y Lily—Sirius no recordaba esa parte—y sin ese aviso quizá ya los habríamos perdido a los dos—a Remus le costó mucho decir esa parte y Sirius se estremeció—y para terminar, como dijo james son los hijos de Harry no tuyos, así que solo el y Ginny pueden decidir que nombre le pondrán a sus hijos, así que te aguantas.

-Tienen razón—aceptó Sirius—lo siento—se volvió hacia Lily—pero tienes que entender pelirroja, son muchos años de enemistad, y luego mi ahijado va y le pone su nombre y yo tengo que aceptarlo.

-Vaya, Sirius Black hablando con madurez—dijo Lily—no pensé vivir para ver esto

-Bueno si quieres puedo retirar lo dicho—contestó Sirius a la defensiva.

-No, me gusta más así—le contestó sonriendo—al menos por ahora.

-Aún así no puedo creer que le ponga el nombre de snape a uno de sus hijos y no el mío—dijo con celos—¿Qué clase de ahijado tengo?.

-Deja los celos, canuto—le aconsejó james—ya podrás ponerle tu nombre a uno de tus hijos.

-Así no vale—negó Sirius—bueno que más da, mi ahijado no me quiere—añadió medio burlándose medio triste.

-No digas tonterías, Harry te adora—le dijo Lily—si no te basta todo lo que hemos leído en el libro solo tiéndele tus manos y veras que querrá ir contigo—y así lo hizo Sirius y tal y como Lily había predicho Harry entre sonrisas estiró sus bracitos hacia su padrino quien de inmediato lo tomo en brazos.

-Mocoso, esta me la pagas—le amenazó Sirius juguetonamente mientras los demás reían.

-Siempre me habían dicho que los perros eran animales celosos—se burló james y recibió un golpe de parte de Sirius antes de que todos se acomodaran para terminar el epilogo.

para que nadie más que Ginny pudiera oirle, y ella tenía suficiente tacto como para fingir que estaba escuchando a Rose, que ya estaba en el tren-, te pusimos ese nombre por dos directores de Hogwarts. Uno de ellos era un Slytherin y fue probablemente el hombre más valiente que nunca haya conocido.

Sirius frunció el ceño pero no dijo nada, en su interior sabia que se comportaba como un idiota, pero jamás lo admitiría menos aún delante de Lily, ya se podía imaginar la burla de la pelirroja, a la que muy seguramente se unirían james y Remus.

-Pero y si...

-... entonces la Casa Slytherin habrá ganado un excelente estudiante, ¿verdad? A nosotros no nos importa, Al. Pero si a ti te importa tanto, podrás elegir Gryffindor en vez de Slytherin. El Sombrero Seleccionador toma en cuenta tu elección.

-¿Ah, si?—preguntó Frank confundido.

-Claro—aseguró Sirius—ese viejo sombrero loco si escucha, ¿Cómo crees que terminé en Gryffindor?—Era un detalle que solo había compartido con james, Remus y Pettegrew, pero no veía ningún motivo para mantenerlo en secreto ahora, menos con las personas que estaban en ese habitación que habían probado ser dignas de una absoluta confianza.

-¡De veras!

-Lo hizo en mi caso, -dijo Harry.

-Bueno, no soy el único—dijo Sirius como quien no quiere la cosa.

Nunca antes había contado eso a sus hijos, y vio la maravilla en la cara de Albus cuando lo dijo. Pero ya las puertas se estaba cerrando a lo largo de todo el tren escarlata, y los sonidos señalaban el momento de partir para los últimos rezagados. Albus saltó al vagón y Ginny cerró la puerta tras él. Los estudiantes colgaban de las ventanas que tenían más cerca. Un gran enjambre de caras, sobre y fuera del tren, parecían estar vueltas hacia Harry.

-Cualquiera pensaría que después de 19 años la gente dejaría de hacer eso—dijo Lily un poco enojada.

-Que se le puede hacer, Harry nunca dejo de ser famoso—la calmó james—creo que ya debe estar acostumbrado y le será indiferente.

-¿Por qué están todos mirando? -exigió Albus mientras Rose y él se giraban alrededor para mirar al resto de los estudiantes.

-No dejes que eso te preocupe, -dijo Ron-. Soy yo. Soy extremadamente interesante.

-No le contaron nada a sus hijos!—Alice no lo podía creer, la verdad ninguno de ellos lo hacia.

-Supongo que el secreto solo durara hasta que estén en Hogwarts—dijo Sirius—allí todo se sabe

-O al menos casi todo—corrigió james y los merodeadores sonrieron con verdaderas ganas.

Albus, Rosie, Hugo, y Lily rieron. El tren empezó a moverse, y Harry caminó junto a él, observando la delgada cara de su hijo, ya sonrojada por la excitación. Harry siguió sonriendo y saludando, incluso aunque era un poco embarazoso, observando como su hijo se alejaba de él...

Un par de lagrimas escaparon de los ojos de Lily, pero por primera vez desde que empezaran a leer el libro, estas eran lagrimas de felicidad, de alegría porque su hijo finalmente alcanzaba la felicidad.

El último rastro de humo se evaporó en el aire otoñal. El tren había doblado una esquina. La mano de Harry estaba inmóvil, alzada en un adiós.

-Estará bien, -murmuró Ginny.

Cuando Harry miró hacia ella, bajó la mano ausentemente y se tocó la cicatriz en forma de relámpago de la frente.

-Lo sé.

La cicatriz no le había dolido a Harry en diecinueve años. Todo iba bien.

-Hay algo aquí—dijo Dumbledore—el libro acaba aquí pero hay otra nota.

-¿Nota?—preguntaron todos al tiempo.

-Exactamente—dumbledore les mostró el libro.

-Es igual a la que estaba antes del prólogo—recordó Lily—la que nos decía que el libro era del futuro y todo lo otro.

-Bueno, señor—apremió Alice—léala.

“Queridos Lily, James, Sirius y Remus, y a quienes hayan invitado a la lectura de  este libro, esperamos que no se hayan equivocado y la información no haya caído en malas manos, y si lo hizo esperamos que hayan podido solucionarlo, sabemos que la vida de Harry y del mundo mágico en general tuvo un final relativamente feliz, pero aún así fue a un costo demasiado alto, Teddy creció sin sus padres y fue marcado por la guerra de forma similar a Harry, aunque por suerte tuvo una infancia mejor y llena de amor, los Weasley perdieron a un hijo, George perdió mucho más que a un hermano, Andrómeda de repente perdió a su yerno, a su hija y a su esposo, saliendo adelante solo por su nieto, Sirius tuvo una vida espantosa después de la muerte de James y Lily, y Remus perdió a sus tres mejores amigos en una sola noche, Neville no pudo crecer con sus padres, y hay muchas más victimas de esta guerra, no nos alcanzaría el pergamino para listarlas a todas, sabemos que no podemos salvarlos a todos y que quizá algunos ya hayan muerto para el momento en que este libro llegue, pero aún así también sabemos que podemos, o mejor dicho ustedes pueden evitar que se pierdan muchas otras vidas, estará en sus manos, somos consientes del peso de esta misión, pero confiamos en que podrán llevarla a buen puerto, los escogimos a ustedes porque estamos seguros de que pese al difícil camino que les esperaría ustedes estarán a la altura de lo que las circunstancias requieren. La decisión esta en sus manos, pero les aseguramos que algunas cosas no pueden ser cambiadas, como el nacimiento de los hijos de Harry, Ginny, Ron, Hermione, Luna y algunos otros hechos que nos hemos encargado de fijar con ayuda de un hombre muy sabia, que en nuestro tiempo esta colgado en un retrato, pero en el de ustedes, si no nos equivocamos, estará leyendo esto junto a ustedes y les ayudará a cumplir con todo lo que se viene. Sin más que decirles nos despedimos, esperamos encontrarnos en un futuro más prometedor.

Pd: Si alguna persona o perro estaba haciendo algún reclamo le informamos que el segundo nombre del primer hijo de Harry es Sirius.

-Eso no aclaró mucho—comentó Frank abrazando protectoramente a Alice—solo comprobamos que Neville no creció con nosotros pero ¿por qué?

-Lastimosa o afortunadamente quizá nunca lo sepamos—dijo Remus—pero hay muchas otras cosas en esa nota que me dejaron pensando.

-Si, ¿a que se refiere con que tuve una vida horrible?—cuestionó Sirius.

-Y que quisieron decir con eso de que perdí a mis tres mejores amigos en la misma noche—añadió Remus con el ceño fruncido.

-Pero bueno ya sabemos quienes lo enviaron—añadió Lily—quizá no logremos averiguar lo otro pero podemos estar seguros de que Harry, Ron y Hermione están metidos en esto, y quizá Neville también.

-No había pensando mucho en Andrómeda—agregó Sirius con tristeza—pero es verdad, perdió a casi toda su familia en la guerra, si no fuese por Teddy no puedo ni imaginar como habría hecho para reponerse.

-Ya está—decidió Alice—es oficial, tenemos mucho trabajo por delante.

-Y me siento mucho mas tranquila al saber que mis nietos no se verán afectados—reconoció Lily.

-Entonces, desde mañana mismo tenemos iniciamos a movernos—decidió james serio.

-Hablar con la rata a ver que logramos sacarle—agregó Sirius.

-Encontrar los horrocruxes que faltan—añadió Frank

-Destruirlos—completó Remus

-Y luego por Voldemort—terminaron al tiempo.

-Podemos ir pasado mañana a buscar el anillo—decidió Frank—pues ustedes imagino que mañana estarán hablando con Pettegrew.

-No, no pasado mañana—negó Lily—es luna llena, Remus necesitara descansar en el día y en la noche pues..ya saben

-No tenemos tiempo que perder—negó Remus que ya se veía afectado por los efectos de la luna llena—yo puedo pasarla solo.

-Ni hablar—negaron james y Sirius—canuto y cornamenta estarán contigo como siempre.

-Alice, Frank y yo podemos ir por el anillo—propuso Ángela.

-No es necesario—dumbledore cortó los planes—yo ya tengo el anillo.

-Oh, bien—dijo Lily.

-Entonces ¿listos para lo que se viene?—preguntó james—una vez que empecemos y si Voldemort se da cuenta de lo que hacemos todos tendrán una diana en la frente.

-Lo sabemos—reconocieron al tiempo y Alice continuo—pero no hay marcha atrás.

-Acabaremos con Voldemort—aseguró Ángela—y lo haremos juntos.

No había rastro de duda en ninguno de los rostros, sin importar lo peligrosa que fuese la misión todos allí intentarían destruir a Voldemort, la guerra había tomado un nuevo rumbo, y Voldemort aún no tenia idea de que su secreto había sido descubierto.

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