jueves, 22 de septiembre de 2011

Capitulo 10. Un lugar donde esconderse

Faltaban escasas horas para la reunión con Dumbledore y los demás miembros de la orden, y Lily y los merodeadores apenas iban a comenzar a leer el capítulo 9 del libro, la pelirroja, luego de dar de comer a Harry preparó una serie de bocadillos con la intención de no levantarse del sillón en lo que quedaba de la tarde, y de esa manera poder leer tanto como fuese posible hasta que llegara la noche, además, debido a su bien ganada fama de elaboradora innata de pociones, esta tenía una colección de varias pócimas para distintas cosas, incluyendo una que lograba que la persona que la bebiera, pudiera poner la máxima atención en cualquier actividad que emprendiera.

-Todos tomen un vaso con poción y bébanla toda-ordenó Lily, luego de poner a Harry en la alfombra, rodeado de juguetes.

Los merodeadores tomaron la poción y la bebieron sin dudarlo, al igual que Lily, sirius que se había quedado con el libro cuando terminaron de leer el capitulo pasado, estaba al igual que todos, totalmente ansioso, pues en el capítulo que habían leído el ministerio había caído, por lo que suponían que una guerra estaba a punto de estallar totalmente.
-Bueno sirius-dijo la pelirroja con un ademan impaciente-¿que esperas para empezar a leer?
El ojigris se aclaró ruidosamente la garganta y empezó a leer

Capítulo 9
UN LUGAR DONDE ESCONDERSE
El titulo el capitulo no les presagio nada bueno, pero desde luego, ya se lo esperaban, sabiendo que le ministerio había caído no era una sorpresa que pareciera que ningún lugar era seguro.
Todo parecía confuso, lento. Harry y Hermione saltaron sobre sus pies y esgrimieron sus varitas. Muchas personas se estaban dando cuenta ahora de que algo raro había ocurrido; algunas cabezas todavía se estaban volviendo hacia el gato plateado cuando desapareció. El silencio se extendió hacia fuera en frías ondas desde el lugar en que había aparecido el Patronus. Entonces alguien gritó.

Lily sostenía la mano de james tan fuerte que este hacia caras de dolor, el semblante de sirius estaba serio, como raramente se veía, y Remus observaba atentamente la portada y contraportada del libro, como si este fuera de repente a responder todas sus preguntas, sirius no paraba de leer
Harry y Hermione se lanzaron entre la multitud despavorida. Los invitados corrían en todas direcciones; muchos Desaparecían; los encantamientos protectores que había alrededor de la Madriguera se habían roto.
-¿Como pudieron romperse?—interrumpió Lily-el día que voldemort lo persiguió hasta donde los Tonks, funcionaron perfectamente
-Piensa Lily-dijo Remus con dulzura-ahora que tomaron el ministerio tienen herramientas que antes no tenían
Lily no pareció complacida con esto, pero instó a sirius a seguir leyendo, sirius obedeció en el acto
-¡Ron! –lloró Hermione-. Ron, ¿dónde estas?
Mientras se abrían paso a empujones hasta el otro lado de la pista de baile, Harry vio como unas figuras enmascaradas salían de entre la multitud; luego vio a Lupin y Tonks, con sus varitas levantadas, y escuchó que ambos gritaban, "¡Protego!", grito que resonó por todas partes.
-¿Crees que el protego servirá de algo contra ellos?—preguntó james-quieren matar a mi hijo, no creo que un hechizo como ese funcione
-Puede que no sean útiles ante las maldiciones imperdonables-argumentó Remus-pero pueden servir contra otro tipo de hechizos

- ¡Ron! ¡Ron! –llamó Hermione medio sollozando, al ser envueltos por los aterrorizados invitados. Harry la estaba cogiendo de la mano para asegurarse de que no fueran separados, cuando una línea de la luz zumbó sobre sus cabezas, aunque no supo si era un encantamiento protector o algo mas siniestro.
Lily no podía evitar sollozar, james la abrazaba con fuerza
En ese momento apareció Ron. Cogió el brazo libre de Hermione, y Harry la sintió girar sobre sí misma; la visión y el sonido se extinguieron mientras la obscuridad se cernía sobre él; todo lo que podía sentir era la mano de Hermione mientras era lanzado a través de espacio y tiempo, lejos de la Madriguera, lejos de los Mortífagos que descendían, lejos, quizás, de Voldemort mismo. . . .
-¿Dónde estamos? –dijo la voz de Ron.
Harry abrió los ojos. Por un momento, pensó que no habían abandonado la boda, después de todo; todavía parecían estar rodeados de gente.
-En Tottenham Court Road –jadeó Hermione-. Camina, simplemente camina, tenemos que encontrar un sitio para puedan cambiarse.
Harry hizo lo que le decía. Medio anduvieron medio corrieron subiendo la amplia y oscura calle, atestada de trasnochadores y llena de tiendas cerradas, mientras las estrellas brillaban sobre ellos.
El ambiente entre los merodeadores era tan tenso, que se podría haber cortado con un cuchillo, todos querían saber que pasaría a continuación
Un autobús de dos pisos rugió al pasar y un grupo de parroquianos alegres se los comieron con los ojos cuando pasaron; Harry y Ron todavía llevaban sus túnicas de etiqueta.
-Hermione, no tenemos nada para cambiarnos, -dijo Ron, cuando una mujer joven se echó a reir tontamente al verle.
-No pueden llamar tanto la atención—dijo Lily aterrada—tiene que cambiarse ya.
-Harry debería tener su capa invisible—dijo james frustrado.
-¿Por qué no me habré asegurado de traerme la capa de invisibilidad? -dijo Harry, maldiciendo interiormente su propia estupidez-. Todo el año pasado la llevé encima y …
-Esta bien, tengo la capa, tengo ropa para los dos - dijo Hermione-. Sólo tratad de actuar con naturalidad hasta … esto servirá.
Los condujo a una calle lateral, y luego a la protección de un callejón sombrío.
-Cuando dices que tienes la capa, y la ropa ... –dijo Harry, frunciendo el ceño a Hermione, que no llevaba nada salvo su pequeño bolso bordado, en el que rebuscaba en ese momento.
-Encantamiento de extensión indetectable-murmuraron todos al tiempo
-Vaya que es una chica lista-dijo Remus encantado con la inteligencia de hermione
-Si, aquí estan -dijo Hermione, y para absoluto asombro de Harry y Ron, sacó un par de vaqueros, una camiseta gruesa, algunos calcetines granates, y finalmente la plateada capa de invisibilidad.
-¿Cómo demonios…?"
-Encantamiento de Extensión Indetectable -dijo Hermione-. Difícil, pero creo que lo he hecho bien; en cualquier caso, me las arreglé para meter aquí todo lo que necesitamos. -Dio una pequeña sacudida a la aparentemente frágil bolsa, que resonó como si fuera un cargamento con varios objetos pesados rodando dentro. -Oh, maldición, eso deben ser los libros -dijo, mirándolo con atención-. Y los tenía todos apilados por tema ... En fin ... Harry, es mejor que cojas tú la capa de invisibilidad. Ron, date prisa y cámbiate ...
-Creo que no la tienen nada fácil-dijo Lily-no tienen a donde ir, y probablemente el ministerio, y los mortifagos ya los estén buscando
-Creo que vagaran por distintos sitios deshabitados-dijo Remus-si son inteligentes pondrán encantamientos repelentes de muggles y por supuesto hechizos protectores
-Espero que no les pase nada—dijo Lily-es decir, estoy muy agradecida con los chicos por acompañar a Harry, pero se exponen a un peligro muy grande, al igual que sus familias, si los mortifagos o voldemort se enteraran de que estan con Harry, a sus familiares les iría realmente mal
-Esperemos que todo salga bien cielo-dijo james
-¿Cuándo hiciste todo esto? – preguntó Harry mientras Ron se desvestía.
-Te lo dije en la Madriguera, he llevado encima lo esencial preparado durante días, ya sabes, por si acaso tuviéramos que huir rápidamente. Hice tu mochila esta mañana, Harry, después de que te cambiaras, y la puse aquí ... Tenía un presentimiento ...
-Eres asombrosa, de verdad que si, -dijo Ron, pasándole su túnica enrollada.
-Gracias -dijo Hermione, con una pequeña sonrisa, mientras empujaba las túnicas en la bolsa-. ¡Por favor, Harry, ponte esa capa!
-Esta chica se preocupa mucho por Harry—dijo james-estoy seguro que sin ella, Harry no conseguiría ni la mitad de lo que podría lograr con ella a su lado
Harry le lanzó la Capa de Invisibilidad alrededor de los hombros y la reafirmó sobre su cabeza, desapareciendo de la vista. Estaba empezando a darse cuenta de lo que había ocurrido en ese momento.
-Los demás …toda la gente de la boda…
-Pobre de mi niño-comentó Lily sollozando-estoy segura de que pensara que es su culpa
-Eso lo sacó de ti-dijo james intentando sonreír-siempre te preocupas por los demás-y luego le dio un pequeño beso en los labios

-No podemos preocuparnos por eso ahora -cuchicheó Hermione-. Van tras de ti, Harry, y si volvemos lo único que conseguiremos será ponerlos a todos aún en mas peligro.
-Tiene razón – dijo Ron, que parecía saber que Harry estaba a punto de discutir, incluso sin poderle ver la cara-. La mayor parte de la Orden estaba allí, cuidarán de todos.
-Lo conocen demasiado bien—apuntó Lily-Me recuerda a ustedes
Los merodeadores sonrieron, pero cuando sirius reanudó la lectura, todos adoptaron de nuevo un semblante serio
Harry asintió con la cabeza, luego recordó que no podían verlo y dijo.
Pequeñas risas salieron de la boca de todos
-Sí.
Pero pensó en Ginny, y el miedo burbujeó como ácido en su estómago.
-A mi me pasaría lo mismo si estuviera en su lugar-dijo james mirando a su esposa-no soportaría saber que estas en peligro, mientras yo estoy en alguna parte seguro y sin correr riesgos.
-No eres el único—contestó Lily tomando una mano de james, entre las dos suyas-yo no podría vivir sabiendo que algo te puede pasar.
-Vamos, creo que deberíamos mantenernos en movimiento - dijo Hermione.
Retrocedieron por la calle lateral y de nuevo por la carretera principal, donde un grupo de hombres cantaba y ondeaban los brazos en la acera de enfrente.
-¿Sólo por curiosidad, por qué Tottenham Court Road? -preguntó Ron a Hermione.
-No tengo ni idea, fue lo primero que me vino a mi cabeza, pero estoy segura de que estaremos mas seguros en el mundo muggle, donde no esperarán que estemos.
-Es cierto -dijo Ron, mirando a su alrededor-. Pero ¿tú no te sientes un poco … expuesta?
-¿Dónde mas podríamos ir? -preguntó Hermione, encogiéndose cuando los hombres del otro lado de la calle empezaron a aullarle como lobos-. Difícilmente podemos reservar habitaciones en el Caldero Chorreante, ¿no? Y Grimmauld Place esta descartado, ya que Snape (Los merodeadores, e incluso Lily hicieron sonidos de odio y asco)  puede ir allí. . . . Supongo que podríamos probar en casa de mis padres, pero creo que hay una posibilidad de que lo comprueben.
. . . Oh, ¡por qué no se callarán!
-Espero que Ron no pierda los papeles—dijo Remus preocupado—lo que menos necesitan es un altercado con muggles.
-¿Y bien, querida? -el mas borracho de los hombres del otro lado estaba gritando- . ¿Quieres un trago? ¡Abandona al pelirrojo y ven y tómate una trago con nosotros!
-Vamos a sentarnos en algún sitio –dijo Hermione apresuradamente cuando Ron abrió la boca para responder gritando al otro lado de la calle. Mirad, ¡esto servirá, entren aquí!
-Bien hecho hermione—aprobó Lily—sacalos de allí antes de que pase algo que tengan que lamentar.
Era un café nocturno pequeño y gastado. Un ligera capa de grasa yacía sobre todas las mesas acabadas en formica, pero por lo menos estaba vacío. Harry entró a un reservado, y Ron se sentó junto a él, frente a Hermione, que quedó de espaldas a la entrada, lo que no pareció gustarle; echaba vistazos por encima del hombro tan frecuentemente parecía tener un tic. A Harry no le gustaba que estuvieran quietos; caminar les había dado la ilusión de que tener un objetivo.

-Parece que no usaran tu idea lunático.-dijo sirius-están exponiéndose de mas allí, deberían hacer algo, no se, cambiar su apariencia o algo así
Todos se mostraron de acuerdo.
Debajo de la capa podía sentir los últimos vestigios de la Poción Multijugos abandonándole, sus manos regresaban a su forma y longitud acostumbrada. Sacó las gafas del bolsillo y se las puso otra vez.
Después de uno o dos minutos, Ron dijo:
-Saben, no estamos lejos del Caldero Chorreante, esta en Charing Cross…
-¡Ron, no podemos'! –dijo Hermione inmediatamente.
-No digo quedarnos allí, pero sí averiguar qué esta ocurriendo!
-¡Sabemos qué esta ocurriendo! Voldemort ha tomado el Ministerio, ¿qué mas necesitamos saber?
-¿Sabes que no había notado?-preguntó james
-Qué?- preguntaron todos al tiempo
-Que esta chica, Hermione-explicó-no teme llamar a voldemort por su nombre
-Tienes razón-reconoció Remus-y apenas es mayor de edad, muchos magos adultos temen pronunciarlo
-Es una total tontería-dijo Lily-Como ha dicho Dumbledore muchas veces, el miedo a un nombre solo agranda el temor al hombre
-Tienes razón pelirroja-dijo sirius-por eso yo no temo decir su nombre-intentando hacer una broma añadió-soy un perro muy valiente
Logró que Lily sonriera, pero solo a medias
-Bueno perro valiente-dijo aun con la media sonrisa en sus labios-mejor dinos que pasa luego
-Vale, vale, ¡era sólo una idea! -Cayeron en un silencio espinoso. La camarera, que masticaba chicle, les atendió, y Hermione pidió dos capuchinos: como Harry era invisible, podría haber parecido raro pedirle uno. Un par de obreros fornidos entraron en el café y se metieron en el reservado de al lado. Hermione redujo su voz a un susurro.
-Yo digo que encontremos un lugar tranquilo para Desaparecernos y dirigirnos hacia el campo. En cuanto estamos allí, podremos enviar un mensaje a la Orden.
-Ya sabíamos que ella era la voz de la razón-dijo james-vaya que se parece a ti Remus
-¿Entonces puedes hacer un Patronus de esos que hablan? –preguntó Ron.
-Lo raro sería que no lo supiera—comentó James—esa chica si ha visto algo útil, definitivamente no descansara hasta aprenderlo.
-He estado practicando, y creo que sí –dijo Hermione.
-Un patronus ya es sorprendente-dijo Lily--ahora un patronus que habla, cuando no han acabo aun su educación mágica, es realmente admirable
-Bueno, mientras eso no les cause problemas, aunque deben haber sido arrestados ya. Dios, esto esta asqueroso -añadió Ron después de dar un sorbo al espumoso café grisáceo. La camarera le había oído; le echó a Ron una mirada rencorosa mientras se dirigía a atender a los nuevos clientes. El mas grande de los dos obreros, que era rubio e inmenso, ahora que Harry lo miraba, la apartó.
Ella le miró fijamente, ofendida.
-Vámonos entonces, no quiero beberme esta mugre –dijo Ron-. Hermione, ¿tienes dinero Muggle para pagar esto?
-No es ninguna porquería—reclamó Lily con el ceño fruncido—es bastante deliciosa la verdad.
-Sí, saqué todos mis ahorros antes de ir a la Madriguera. Apuesto a que todo el dinero suelto esta en la parte de abajo –se quejó Hermione, cogiendo su bolso bordado.
Los dos obreros hicieron idénticos movimientos, y Harry los imitó inconscientemente: los tres esgrimieron sus varitas.
Todos ahogaron gritos en ese momento, y en su mente admiraron los reflejos y el instinto de Harry para encontrar e identificar el peligro.
Ron, que tardó unos segundos en darse cuenta de lo qué estaba pasando, arremetió hacia al otro lado de la mesa, empujando a Hermione al otro lado de su banco. Los impactos de los hechizos de los mortifagos
-¿Como demonios los encontraron?—preguntó Lily horrorizada
-Eso es imposible-dijo sirius-es imposible localizar a alguien de esa manera
-Si, pero no creo que sea coincidencia-apuntó totalmente convencido Remus-que dos mortifagos aparezcan donde ellos estan
-Supongo que lo sabremos mas adelante_-dijo Lily-continua sirius
Sirius continuó reiniciando la oración que había quedado interrumpida
 Los impactos de los hechizos de los mortifagos hicieron añicos el mosaico de la pared justo donde había estado la cabeza de Ron, mientras Harry, todavía invisible, gritó,
-¡Desmaius!
-Así se hace—felicitó james—sácalos de combate y váyanse de allí.
El enorme Mortífago rubio fue golpeado en la cara por un rayo de la luz roja: se desplomó lateralmente, inconsciente. Su compañero, incapaz de ver quién había lanzado el hechizo, disparó otro a Ron: brillantes cuerdas negras volaron de su varita y ataron a Ron de pies a cabeza. La camarera gritó y corrió hacia la puerta. Harry envió otro Hechizo Aturdidor al mortífago de la cara torcida que había atado a Ron, pero el hechizo falló, rebotó en la ventana y golpeó a la camarera, que se desplomó delante de la puerta.
-Los mortifagos deben querer realmente atrapar a Harry, para atacar de esa manera en un sitio muggle, donde pueden ser vistos por cualquiera
-Ya-dijo james-pero no es que se caractericen por su compasión con los muggles
-Si-replicó Lily-pero hasta que voldemort no alcance el poder, no pueden quitar el estatuto del secreto, jugaría en su contra y ellos lo saben.
Como todos sabían que la pelirroja tenia razón, no discutieron mas, y siguieron con la lectura
-¡Expulso! -gritó el mortífago, y la mesa detrás de la que estaba Harry explotó.
La fuerza de la explosión le hizo golpearse contra la pared y sintió como la varita caía de su mano mientras se le soltaba la capa.
-No—dijo Lily asustada—ahora esta indefenso
-Tranquila—intentó james—Ron y Hermione siguen allí.
-¡Petrificus Totalus! -gritó Hermione desde fuera de su campo de visión, y el mortífago se desplomó como una estatua con un ruido sordo sobre los restos de loza, mesa, y café. Hermione salió gateando de debajo del banco, sacudiéndose del pelo los restos de cristal de un cenicero y temblando entera.
-D… diffindo, -dijo, apuntando su varita hacia Ron, que bramó de dolor cuando le cortó la rodilla de los vaqueros, dejando una profundo corte.
Los merodeadores y Lily contenían el aliento, frente al duelo que se presentaba varios años mas adelante

-Oh, lo siento tanto, Ron, ¡me tiembla la mano! ¡Diffindo!
Las cuerdas cayeron, cortadas. Ron se puso en pie, agitando los brazos para recuperar la sensibilidad. Harry recogió su varita y trepó sobre los escombros hacia el lugar donde el enorme mortífago rubio se había desplomado al otro lado del banco.
-¿Qué esperan?—casi gritó Lily—salgan ya de allí.
-Debería haberlo reconocido, estaba allí la noche en que Dumbledore murió - dijo. Giró al mortífago moreno con el pie; los ojos del hombre se movían rápidamente de Harry y Ron a Hermione rápidamente.
-Aun no me acostumbro-dijo Lily triste-a que mi hijo con escasos 16  años haya visto asesinar a alguien de la magnitud de Dumbledore
-Éste es Dolohov" –dijo Ron-. Lo reconozco de los antiguos carteles de “Se busca”. Creo que el grande es Thorfinn Rowle.
-¡No importa cómo se llamen! -dijo Hermione un poco histéricamente-. Lo realmente importante es ¿Cómo nos encontraron? Y ¿Qué vamos a hacer?
De algún modo su pánico pareció despejar la cabeza de Harry.
-Es como tu-dijo sirius riéndose-pensabas mejor cuando tenias a Lily gritando que eras un arrogante, se te ocurrían las mejores bromas contra Quejicus
Todos rieron ante el comentario de sirius, logrando aligerar un poco la tensión
-Cierra con llave la puerta -le dijo- Y Ron, tú apaga las luces.
Miró al paralizado Dolohov, pensando rápidamente mientras la cerradura hacía clic y Ron usaba el Desiluminador para dejar el café sumido en la obscuridad.
Harry podía escuchar a los hombres que habían piropeado a Hermione gritar a otra chica en la distancia.
-¿Qué vamos a hacer con ellos? –le susurró Ron a Harry en la oscuridad; luego, incluso en voz mas baja-, ¿Matarlos? Ellos nos habrían matado. Este es el mejor momento.
Lily se estremeció, era cierto que se había visto obligada a usar un par de maldiciones asesinas, pero no era algo de lo que se sintiera orgullosa, y ver a su hijo y amigos ante esa situación la hacia sentirse realmente mal
Hermione se estremeció y dio un paso atrás. Harry agitó la cabeza.
-Sólo tenemos que borrar sus memorias –dijo Harry-. Es mejor de ese modo, los dejará fuera de escena. Si los matáramos, sería obvio que hemos estado aquí.
-Bien pensado—aprobó Remus—creo que a pesar de varias fallas, Harry realmente sabe lo que hace.
-Tú eres el jefe -dijo Ron, que parecía enormemente aliviado-. Pero no he hecho nunca un Encantamiento Desmemorizador.
-Yo tampoco –dijo Hermione-. Pero sé la teoría.
-Lógico—murmuró james.
Inspiró hondo para tranquilizarse, luego apuntó su varita mágica a la frente de Dolohov y dijo:
-Obliviate.
Inmediatamente, los ojos de Dolohov se volvieron desenfocados y soñadores.
-Ja!—se mofó james sin gracia alguna—un mortifago con ojos soñadores, eso quiero verlo.
-¡Brillante! -dijo Harry, dándole una palmada en la espalda-. Ocúpate del otro y de la camarera mientras Ron y yo limpiamos esto.
-¿Limpiar? -dijo Ron, mirando el café en parte destruido-. ¿Por qué?
-Oh, no lo sé—dijo James—tal vez porque el sitio quedo lleno de escombros y señales de lucha.
-¿No crees que podrían preguntarse qué puede haber ocurrido si se despiertan y se encuentran en un lugar que parece que acaba de ser bombardeado?
-Oh, es verdad, sí. . .
James asintió, orgulloso por el proceder de su hijo.
Ron forcejeó durante un rato antes de conseguir extraer la varita de su bolsillo.
-No es raro que no pueda, Hermione, has escogido mis vaqueros viejos, me aprietan.
-Oh, lo siento tanto –siseó Hermione, y mientras arrastraba a la camarera fuera de la vista de las ventanas, Harry la escuchó farfullar una sugerencia respecto a dónde se podía guardar la varita Ron.
-Esto me recuerda a Moody-dijo sirius divertido-recuerdo que cuando dio la conferencia en séptimo para aquellos que queríamos ser Aurores habló de casos donde magos perfectamente calificados se habían hechizado a si mismos el trasero por guardar la varita en la parte de atrás de sus pantalones.
Este comentario, como casi todos los de sirius logró la risa general, que tardo un buen tiempo en acabar, cuando por fin lo hicieron, sirius siguió leyendo.
En cuanto el café fue devuelto a su condición previa, llevaron a los mortífagos de regreso a su reservado y los apoyaron mirándose el uno al otro
-¿Pero cómo nos encontraron? -preguntó Hermione, mirando de un hombre inerte al otro-. ¿Cómo supieron dónde estabamos?
Se volvió hacia Harry.
-Tu… no crees que lleves todavía el Rastro, ¿no, Harry?

-Vaya!!—dijo sirius- y nosotros que pensamos que era inteligente
-Pues ella solo esta tratando de buscar respuestas-dijo Lily defendiéndola-que es mejor que esperar a que le solucionen todo
Como sirius no quería volver a ser víctima de un levicorpus, o algún otro hechizo de la pelirroja, se limitó a seguir leyendo
-No puede ser –dijo Ron-. El Rastro acaba a los diecisiete, es la Ley Mágica, no se puede poner sobre un adulto.
-Por lo que tú sabes –dijo Hermione-. ¿Y si los mortífagos han encontrado una forma de ponerlo sobre un joven de diecisiete años?
-Pero Harry no ha estado cerca de un mortífago en las últimas veinticuatro horas. ¿Quién se supone que podría haber vuelto a poner un Rastro sobre él?
Hermione no respondió. Harry se sentía contaminado, corrompido; ¿era
realmente así cómo les habían encontrado los mortífagos?
-Si no puedo usar magia, y ustedes no pueden usar magia cerca de mí, sin revelar nuestra posición… -empezó.
-¡No nos vamos a separar! -dijo Hermione firmemente.
-Necesitamos un lugar seguro para escondernos –dijo Ron-. Danos tiempo para pensarlo.
-Grimmauld Place –dijo Harry.
Los otros dos se quedaron con la boca abierta.
-¡No seas absurdo, Harry, Snape puede aparecer por allí!
-El padre de Ron dijo que habían puesto sortilegios contra él… e incluso aunque no hayan funcionado… - continuó antes de que Hermione empezara a argumentar- ¿qué mas da? Les  juro, no hay nada que desee tanto como encontrarme a Snape.
-Si!!-dijo Remus-definitivamente idéntico a james, sobre todo en lo que a Snape se refiere
Lily sonrió y besó a su esposo
-Pero…
-Hermione, ¿Qué otro sitio hay? Es la mejor elección que tenemos. Snape es un solo mortífago. Si todavía tienen el Rastro sobre mí, tendremos multitudes de ellos sobre nosotros allá donde vayamos.
-Seria un buen punto si hubiese alguna posibilidad de que tuviese el rastro—dictaminó Remus.
No podía discutir eso, aunque se notaba que le hubiera gustado hacerlo. Mientras abría la puerta del café, Ron accionó el Desiluminador para dar luz de nuevo al café. Luego, a la cuenta de tres de Harry, deshicieron los hechizos sobre sus tres víctimas, y antes de que la camarera o cualquiera de los mortífagos pudieran hacer nada mas que removerse somnolientos, Harry, Ron y Hermione habían salido fuera y desaparecido en la oscuridad otra vez.
En unos segundos Harry dilataba sus pulmones agradecido, y abría los ojos, estaban en medio de una tristona y familiar plaza. Casas altas y ruinosas, los miraban desde todos los lados.
Sirius hizo un gesto de inconformidad cuando leyó eso al reconocer el paisaje que se describía, sin embargo se abstuvo de hacer algún comentario.
El número doce era visible para ellos, puesto que Dumbledore, su Guardián Secreto, les había revelado su existencia, y se encaminaron inmediatamente hacia él, comprobando a cada metro que no les seguía nadie. Subieron los peldaños de piedra, y Harry golpeó la puerta principal una vez con su varita mágica. Escucharon una serie de clics metálicos y el ruido de una cadena, luego la puerta se abrió con un chirrido y se apresuraron a atravesar el umbral.
James y Remus no tenían que usar legeremancia para saber lo que pasaba por la mente de sirius en ese momento, Lily solo podía hacerse una ligera idea, pues no conocía al animago tanto como los otros dos.
Cuando Harry cerró la puerta tras ellos, las lámparas de gas, pasadas de moda, volvieron a la vida, lanzando una luz parpadeante a lo largo de todo el pasillo.
Era como Harry lo recordaba: extraña, tenebrosa, las filas de cabezas de elfos caseros en la pared lanzando sombras extrañas escaleras arriba.
odos miraron a sirius, quien se encogió de hombros, al tiempo que decía como sin darle importancia
-Ya saben que mi a mi querida madre le faltaba un tornillo, pensaba que los elfos decapitados eran la mejor decoración, hubieran visto su cara cuando vio que los estandartares de mi habitación, totalmente de Gryffindor, estaban pegados con el hechizo de permanencia que ella misma uso en su cuadro
 Unas largas cortinas oscuras ocultaban el retrato de la madre de Sirius. Lo único que estaba fuera de lugar era el paraguero con forma de pierna de troll, que estaba estando tendido de lado como si Tonks acabara de chocar con él.  
Sirius rió, como ya se había hecho costumbre, al tiempo que miraba a Remus con intención.
-Creo que alguien ha estado aquí -cuchicheó Hermione, señalándolo con el dedo.
-Eso podía haber ocurrido cuando la orden partió –murmuró Ron en respuesta.
-¿Pero dónde estan los sortilegios que pusieron contra Snape? –preguntó Harry.
-A lo mejor solamente se activan si aparece –sugirió Ron.
-Espero que no sea nada peligroso para ellos—se preocupó Lily—y que Ron tenga razón.
Todavía seguían los tres sobre el felpudo, con la espalda contra la puerta, temiendo internarse mas en la casa.
-Bueno, no podemos quedarnos aquí para siempre- dijo Harry, y dio un paso adelante.
-¿Severus Snape?- susurró la voz de Ojoloco Moody en la oscuridad, haciendo que los tres saltaran hacia atrás aterrados.
-¡No somos Snape!- gruñó Harry, antes de que una especie de aire frío se abalanzara sobre y su lengua se enrollara sobre sí misma, haciéndole imposible hablar. Antes de que tuviera tiempo de sentirla dentro de su boca, sin embargo, su lengua se había desenrollado otra vez.
Lily estaba hecha un mar de nervios, y se mordía el labio con tal fuerza, que su esposo pensaba que se haría sangre en cualquier momento, paso sus dedos por sus labios con el ánimo de relajarla, y funcionó
Los otros dos parecían haber experimentado la misma desagradable sensación.
Ron estaba haciendo ruidos de vómito; Hermione dijo tartamudeando,
-¡Esto debe haber sido el Sortilegio de Lengua Atada que preparó Ojoloco para Snape!
Cautelosamente, Harry dio otro paso adelante. Algo se desplazó entre las sombras al fondo del vestibulo, y antes de que ninguno de ellos pudiera decir una palabra, una figura se alzó de la alfombra, alta, de color polvo, y terrible; Hermione gritó y lo mismo hizo la Señora. Black (y Lily), sus cortinas que se abrieron; la figura gris planeó hacia ellos, mas y mas rápido, el pelo, que le llegaba hasta la cintura, flotando tras ella, la cara hundida, sin carne, con las cuencas de los ojos vacías: horriblemente familiar, terriblemente alterada, levantó un brazo descarnado, señalando a Harry.
Lily cerró los ojos, imaginando la escena, se le puso la carne de gallina.
-¡No! -gritó Harry, y aunque había levantado su varita no se le ocurrió ningún hechizo-. ¡No! ¡No fuimos nosotros! No te matamos…
Tras la palabra matamos, la figura explotó en una gran nube de polvo. Tosiendo, con los ojos lloroso, Harry vio a Hermione agachada en el suelo, junto a la puerta, con los brazos sobre la cabeza, mientras Ron, temblando de pies a cabeza, le masajeaba torpemente la espalda diciendo,
- Todo va bien… se ha ido...
Sirius debido a la emoción, había empezado a leer tan rápido que a los demás les costaba entender, fue entonces que Lily, gritó
-¿Quieres leer a un ritmo que todos entendamos?, o prefieres que alguien mas lea
-Creo que yo debería leer-dijo Remus muy decidido, y ante la mirada asesina de Lily, sirius le entregó el libro, y tomo un buen puñado de bocadillos, james siguió su ejemplo, el pequeño Harry se levantó de la alfombra y fue a sujetarse de la pierna de su padrino, quien de inmediato le brindó su atención y lo subió a sus piernas
El polvo se arremolinó alrededor de Harry como si fuera niebla, a la luz azul de las lámparas de gas, mientras la Señora Black seguía gritando.
-¡Sangresucia, mugre, manchas de deshonor, manchas de vergüenza sobre la casa de mis padres…
-Oh!! Ya cállate!!-dijo sirius.-ni muerta dejas tus tonterías
Nadie supo que decir ante esto, por lo que después de un incomodo silencio Remus siguió leyendo
-¡Cállate! –bramó Harry, apuntándola con su varita, y con un golpe y una ráfaga de chispas rojas, las cortinas se cerraron otra vez, silenciándola.
-Al menos el sabe como tratarla-dijo sirius de nuevo, aunque esta vez causo risa en lugar del silencio anterior
-Eso... Eso ha sido... –gimió Hermione, mientras Ron la ayudaba a ponerse en pie.
-Sí –dijo Harry-, Pero no era realmente él, ¿no? Sólo algo para asustar a Snape.
¿Hubiera funcionado?, se preguntó Harry, ¿o habría afrontado Snape a la horrible figura tan tranquilamente como había acabado con el verdadero Dumbledore?
-Dudo que hubiese funcionado—dijo James con amargura—si tuvo la desfachatez de asesinar a Dumbledore, no le daría nada ver una mala imitación suya.
Con los nervios todavía hormigueando, llevó a los otros dos hasta el final del pasillo, medio esperando a que un nuevo terror se revelara, pero nada se movió, salvo un ratón que pasó rozando el rodapié.
-Antes de que vayamos mas lejos, creo que es mejor que comprobemos - cuchicheó Hermione, y levantó su varita, diciendo-. Homenum revelio.
-Muy pocas personas conocen ese hechizo-dijo Lily-es una verdadera ventaja que hermione lo conozca
-Si, pocos lo conocen-estuvo de acuerdo Remus-lastimosamente los mortifagos son de esas pocas personas
Nada ocurrió.
-Bueno, acabas de sufrir un gran shock -dijo Ron generosamente-. ¿Qué se supone que debería haber hecho eso?
-¡Ha hecho lo que le he dicho que hiciera! –dijo Hermione algo enojada-. Era un hechizo para revelar la presencia humana, y no hay nadie aquí excepto nosotros!
-Y el viejo Polvoriento, -dijo Ron, echando una mirada a la mancha en la alfombra de la que el espectro se había levantado.
-Subamos -dijo Hermione, mirando asustada la misma mancha, y encabezó la marcha por las chirriantes escaleras hasta el salón del primer piso. Hermione agitó su varita para encender las viejas lámparas de gas, luego, tiritando ligeramente en la fría habitación, se sentó sobre el sofá, rodeándose fuertemente con los brazos. Ron cruzó hasta la ventana y abrió las pesadas cortinas de terciopelo unos centímetros.
-No veo a nadie ahí fuera –informó-. Y uno pensaría que si Harry tuviera todavía un Rastro sobre él, nos habrían seguido hasta aquí. Sé que no pueden entrar en la casa, pero …¿Qué pasa, Harry?"
Cuando el bebe en las piernas de sirius escuchó su nombre, miró a su tío y reclamo su atención, Remus, le dio el libro a james, y tomo a Harry, que sonreía encantado. James empezó la lectura
Harry había dado un grito de dolor, su cicatriz había ardido cuando algo destelló cruzando su mente como una luz brillante sobre el agua. Vio una gran sombra, y sintió una cólera que no era suya liberarse a través de su cuerpo, de forma violenta y breve como una descarga eléctrica.
-¿Qué has visto? –preguntó Ron, avanzando hacia Harry. - ¿Le viste en mi casa?
-No, sólo sentí su cólera... esta realmente enfadado.
-Pero eso podía ser en la Madriguera –dijo Ron en un tono fuerte- ¿Qué mas? ¿No viste nada? ¿Estaba maldiciendo a alguien?
-No, sólo sentí la cólera … No podría decir…
Harry se sentía importunado, confuso, y Hermione no ayudó cuando dijo con voz asustada:
-¿Tu cicatriz, otra vez? ¿Pero qué esta ocurriendo? ¡Pensaba que la conexión estaba cerrada!
-Lo estuvo, durante un tiempo, -farfulló Harry; la cicatriz todavía le dolía, lo que le hacía difícil concentrarse-. Creo que ha empezado a abrirse otra vez siempre que pierde el control, cómo solía...
-¡Pues entonces tienes que cerrar tu mente! -dijo Hermione estridentemente-. Harry, Dumbledore no quería que usaras esa conexión, quería que la cerraras¡Por eso se supone que tenías que usar la Oclumencia! Si no, Voldemort podría introducir ideas falsas en tu mente, recuerda…
-Mira Lily!-comentó sirius-Harry tiene quien lo regañe
Se gano una mirada asesina de los esposos, Remus negó con la cabeza, sirius nunca cambiaria
-Sí, recuerdo, gracias, -dijo Harry apretando los dientes; no necesitaba que Hermione le recordara que Voldemort había usado la conexión entre ellos para llevarlo una vez a una trampa,
Remus se quedó en silencio de repente, asustando a todos
-¿Que pasa lunático?—preguntó sirius-cual fue el resultado
Pero Remus no respondió, simplemente miro a james y luego a sirius
-Remus-llamó Lily-por favor dinos que pasa
-Sirius-fue lo único que salió de su boca
Todos entendieron sin mas palabras lo que había pasado: Sirius había muerto en esa trampa
-Bueno, al menos ya se como voy a morir-dijo el tratando de que todos se recuperaran de la sorpresa-¿dice algo mas?...Lee el resto, por favor
 ni que su resultado había sido la muerte de Sirius.
Desearía no tener que decirles lo que había visto y sentido; eso hacía a Voldemort mas amenazador, como si estuviera presionando contra la ventana de la habitación, y el dolor de su cicatriz persistía y luchó contra él: era como resistir la sensación de estar enfermo.
Dio la espalda a Ron y Hermione, fingiendo examinar el viejo tapiz con el árbol genealógico de los Black de la pared. Entonces Hermione chilló. Harry empuñó su varita de nuevo y dio media vuelta para ver un Patronus de plata pasar a través de la ventana de salón y aterrizar sobre el suelo enfrente de ellos, donde se solidificó en una comadreja que hablaba con la voz del padre de Ron.
-La familia esta a salvo, no contesten, nos vigilan.
Lily dejo escapar un suspiro de alivio, la verdad se alegraba de que la familia del mejor amigo de su hijo estuviera bien
El Patronus se disolvió en la nada. Ron soltó un ruido entre un gemido y un quejido y se dejó caer en el sofá. Hermione se reunió con él, cogiéndole del brazo.
-Estan bien, estan todos bien -murmuró, y Ron medio se rió y la abrazó.
-Harry, -dijo por encima del hombro de Hermione-, Yo…
-No pasa nada -dijo Harry, asqueado por el dolor de cabeza-. Es tu familia, luego estabas preocupado. Yo me habría sentido igual. -Pensó en Ginny y corrigió-. Yo me siento igual.
El dolor en su cicatriz estaba llegando a un máximo, quemando como lo había hecho en el jardín de la Madriguera. Escuchó débilmente a Hermione decir,
James estaba tan ansioso como su esposa, pero se controlaba mejor que ella con el fin de transmitirle una paz que no sentía
-No quiero parecer egoísta pero, ¿podríamos usar los sacos de dormir que he traído y acampar aquí esta noche?
Escuchó a Ron mostrar su acuerdo. No podía luchar contra el dolor mucho mas tiempo. Tuvo que sucumbir.
-Voy al…..Baño -farfulló, y dejó la habitación tan rápido como pudo sin correr.
Apenas lo consiguió: cerró con cerrojo la puerta detrás de él con las manos temblando, se agarró la palpitante cabeza y cayó al suelo, entonces, en una explosión de agonía, sintió la rabia que no le pertenecía poseer su alma, vio una habitación larga iluminada solamente por un fuego, y al enorme mortífago rubio en el suelo, gritando y retorciéndose, y una figura mas pequeña estaba de pie sobre él, con la varita extendida, mientras Harry hablaba en una voz alta, fría y despiadada.
-Muchas veces me preguntó si los mortifagos le sirven a Voldemort por verdadera lealtad, en vista de cómo los trata-dijo Lily
-Se lo merecen, ellos le hacen la vida imposible a muchos magos y muggles-dijo con asco sirius
-Mas, Rowle, ¿o terminamos ya y alimentas a Nagini? Lord Voldemort no esta seguro de perdonar esta vez... ¿Me devuelves la llamada para esto, para decirme que Harry Potter se ha escapado otra vez? Draco, dale a Rowle otra muestra de nuestro desagrado... ¡Hazlo, o siente tú mi ira!"
Un tronco cayó al fuego, las llamas crecieron, y arrojaron luz sobre una cara blanca aterrorizada y puntiaguda… con la sensación de emerger de debajo del agua, Harry respiró profundamente y abrió los ojos.
Estaba despatarrado sobre el frío suelo de mármol negro, su nariz a centímetros de la cola de una de las serpientes plateadas que servían de soporte a la bañera grande. Se incorporó. La cara petrificada y demacrada de Malfoy parecía grabada a fuego en el interior de sus ojos. Harry se sentía asqueado por lo que había visto, por el uso que Voldemort estaba dando a Draco.
-Han sido enemigos por años, y aun así Harry se preocupa por el-dijo james-es lo mismo que cuando a pesar de todo lo que hacia Quejicus, tu seguías defendiéndolo cielo-dijo mirando a su esposa
Sonó un agudo golpe en la puerta, y Harry saltó cuando la voz de Hermione resonó.
-Harry, ¿quieres tu cepillo de dientes? Lo tengo aquí.
-Si, genial, gracias, -dijo, luchando por mantener un tono informal mientras se levantaba para dejarla entrar.
-Bueno aquí termina-anunció Remus.
-Creo que podremos leer el otro de una vez-dijo Lily-quedan poco mas de dos horas para la reunión con Dumbledore.
-Repasemos la información que tenemos—dijo james
-Peter es una rata traidora-dijo sirius con desprecio
-Correcto es un punto, pero creo que lo mas importante-dijo Lily-es que tenemos que decirle a Dumbledore de los Horrocruxes, tal vez el sepa como conseguirlos, o donde buscar información.
-Eso es vital-dijo sirius-pero debemos decírselo solo a El, esta información en las manos equivocadas puede volverse en nuestra contra.
-Otro punto importante, es que los Malfoy si son mortifagos—dijo Remus-ya saben que guardan las apariencias
-Bueno creo que eso es lo mas importante-dijo Lily-Remus pásame el libro quiero leer el siguiente capitulo

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