miércoles, 21 de septiembre de 2011

Capítulo 8. el testamento de Albus Dumbledore

Tal como predijo James, Harry se despertó al poco tiempo de que Lily terminara de preparar su desayuno, Sirius seguía revisando su pergamino, centrado especialmente en los Dursley, aunque no quería ser cruel si deseaba que pagaran por lo que le habían hecho a su sobrino, Sirius empezó a reír
-¿Que es tan divertido, Sirius?-preguntó Lily mientras acomodaba al pequeño Harry en la sillita para bebes, dispuesta a darle su desayuno
-Es que voy a castigar a tu hermana y tu cuñado por algo que aún no han hecho

Todos estallaron en carcajadas, incluyendo al bebe al ver a todos reír, boto lo que comía y se unió a las risas, sus padres lo observaron con nostalgia
Cuando Harry hubo desayunado, Lily tomo el libro y se lo paso a Remus, quien lo abrió en el capitulo siguiente, que estaba marcado por un separador muggle de Lily, empezó la lectura
EL TESTAMENTO DE ALBUS DUMBLEDORE
-Me pregunto que tiene que ver Harry con el testamento de Dumbledore-dijo Lily, James se encogió de hombros-por lo que hemos leído podemos deducir que Harry y Dumbledore eran muy cercanos
Todos estaban de acuerdo, Remus continuo
Estaba caminando por una larga carretera de montaña a la fría luz azul del amanecer. Muy por debajo, envuelta en niebla, se veía la sombra de una pequeña ciudad. ¿Estaba el hombre al que buscaba ahí abajo, el hombre al que necesitaba tan desesperadamente que no podía pensar en nada mas, el hombre que tenía la respuesta, la respuesta a su problema...?
-Oh, no—se lamentó Lily—de nuevo la cicatriz.
-Quizá pueda ser bueno—intentó calmarla james—así sabrá donde esta Voldemort y puede evitarlo.
-O puede que la use para encontrarlo—contestó Lily—ya hemos leído como es Harry, no se va a quedar tranquilo hasta acabar con voldemort.
-Eh, despierta.
Harry abrió los ojos. Estaba de nuevo tendido en la cama plegable del revuelto cuarto de Ron en el ático. El sol no había salido aún y la habitación estaba todavía oscura. Pigwidgeon estaba dormida con la cabeza bajo su diminuta ala. La cicatriz de la frente le dolía.
-Estabas murmurando en sueños.
-Ni siquiera durmiendo tiene paz—se lamentó Lily abatida—es totalmente…
-Lo sabemos, Lils—le dijo james sonriéndole—pero necesitamos que te tranquilices.
-¿De verdad?
-Si, "Gregorovitch". Estabas diciendo "Gregorovitch".
Harry no llevaba puestas las gafas; veía la cara de Ron ligeramente borrosa.
-¿Quién es Gregorovitch?
-¿Y yo que sé? Eras tú el que lo estaba diciendo.
-Este chico cada vez me cae mejor-dijo Sirius-¿aunque de todas formas quien es Gregorovitch?
-Es un fabricante de varitas-contestó Lily-Según los búlgaros sus varitas son aún mejores que las de Ollivander
-Y porque sueña Harry con alguien que ni siquiera conoce-dijo James
-Estoy seguro que tiene que ver con voldemort, y con su dichosa cicatriz-dijo Remus y después continuo con la lectura
Harry se frotó la frente, pensando. Tenía la vaga sensación de haber oído el nombre antes, pero no podía pensar donde.
-Creo que Voldemort le esta buscando.
-Pobre tipo -dijo Ron fervorosamente.
No pudieron evitar la sonrisa ante la actitud condescendiente de Ron, Lily negó con la cabeza.
-Al parecer todo Potter debe tener un Sirius Black cerca—comentó.
-Ey!—protestó sirius—yo soy único e irrepetible.
-Y damos gracias a Merlín por eso—se burló Remus antes de volver a leer.
Harry se sentó, todavía frotándose la cicatriz, ahora totalmente despierto. Intentó recordar qué había visto exactamente en su sueño, pero todo lo que recordaba era un horizonte montañoso y la silueta de un pequeño pueblo acunado en un profundo valle.
-Creo que esta en el extranjero.
-¿Quién, Gregorovitch?
-Voldemort. Creo que esta en algún lugar del extranjero, buscando a Gregorovitch. No parecía ningún lugar de Gran Bretaña.
-¿Insinúas que has vuelto a entrar en su mente?
.-Harry debería practicar Oclumancia-dijo Lily-Voldemort podría engañarlo si sabe que Harry tiene una conexión con su mente, atraerlo a una trampa
-Tal vez Dumbledore pensó en eso-contestó Remus--pero Harry no es muy bueno, recuerda que la Oclumancia es una magia muy complicada y el chico solo tiene 17 años.
Ron parecía preocupado.
-Hazme un favor y no se lo digas a Hermione -dijo Harry-. No sé como espera que deje de ver cosas en sueños...
-Fácil—dijo Lily rodando los ojos—O-clu-man-cia—separó la palabra para darle más énfasis.
-Cielo, no te enojes—empezó james—pero…le hablas a un libro—Lily se sonrojó tanto que no era posible distinguir su pelo de su cara
Levantó la mirada hacia la pequeña jaula de Pidwidgeon, pensando... ¿Por qué el nombre "Gregorovitch” le era familiar?
-Creo -dijo lentamente-, que tiene algo que ver con el Quidditch. Hay alguna conexión, pero no se me ocurre... no se me ocurre cual pueda ser.
-¿Quidditch?—inqurió Lily asombrada-vaya es igual que tu james, solo piensa en cómo partirse la cabeza con las bludger
-No puede ser un Potter y no disfrutar el Quidditch, lo lleva en la sangre!!-dijo james orgulloso
-Vaya cornamenta, quizá es incluso mejor que tú-dijo Sirius, james gruñó, Remus los ignoro y siguió con la lectura
-¿Quidditch? -dijo Ron-. ¿Seguro que no estas pensando en Gorgovitch?
-¿Quién?
-Dragomir Gorgovitch, Guardián, traspasado a los Chudley Cannons por un record hace dos años. El record que mantiene es el de dejar caer mas la Quaffle en una temporada.
-No -dijo Harry-. Definitivamente no estoy pensando en Gorgovitch.
-Yo intento no hacerlo tampoco -dijo Ron-. Bueno, feliz cumpleaños, por cierto.
-Guau... ¡Tienes razón, lo olvidé! ¡Tengo diecisiete!
-Como puede olvidar su cumpleaños-dijo Lily triste, luego miro a su esposo-¿puedes creer que nos hayamos perdido 16 de sus cumpleaños? y eso solo hasta ahora.
Nadie supo que contestar, por lo que Remus se limitó a leer.
Harry agarró la varita posada en mesita junto a su cama plegable, apuntó al desordenado escritorio donde había dejado sus gafas, y dijo "¡Accio Gafas!". Aunque estaban a solo unos cuarenta centímetros de distancia, había algo inmensamente satisfactorio en verlas zumbar hacia él, al menos hasta que le pincharon el ojo.

-Vaya, tiene tu estilo James-dijo Remus divertido, recordando la vez que el merodeador había sufrido ese mismo accidente.
James le golpeó la cabeza, y tanto Sirius como Lily soltaron carcajadas
-Muy astuto -bufó Ron.
Para celebrar que se le había desactivado el detector, Harry envió las posesiones de Ron a volar por la habitación, provocando que Pigwidgeon despertara y aleteara excitadamente en su jaula. Harry intentó también atarse los cordones de las zapatillas con magia (el resultado fue un nudo que llevó varios minutos desatar a mano) y, solo por el puro placer de hacerlo, cambió el naranja de las túnicas del poster de Ron de los Chudley Cannons por azul brillante.
-Yo que tu me subiría la cremallera con la mano -aconsejó Ron a Harry, resoplando cuando Harry lo hizo inmediatamente-. Aquí esta tu regalo. Desenvuélvelo aquí, no es apto para los ojos de mi madre.
-¿Un libro? -dijo Harry mientras tomaba el paquete rectángulo-. Un poco alejado de la tradición, ¿verdad?
-Este no es un libro común -dijo Ron-. Es oro puro. Doce Formas Infalibles de Encantar a las Brujas. Explica todo lo que necesitas saber sobre las chicas. Si lo hubiera tenido el año pasado habría sabido exactamente como librarme de Lavender y tú habrías sabido como acabar con... Bueno, Fred y George me dieron una copia, y he aprendido mucho. Te sorprendería, no es aburrido en absoluto además.
-Mi hijo no necesita de un libro para enamorar a una mujer-dijo james decidido-es otra cosa que lleva en la sangre, es un conquistador por naturaleza
-Solo espero que no lleve en la sangre también tu arrogancia—dijo Lily ceñuda al recordar todas las conquistas de su esposo en Hogwarts
-Vaya ya estas en problemas cornamenta-apuntó Sirius, James lo silenció con una mirada, intentó abrazar a su esposa pero ella se lo impidió, Remus veía divertido la escena
-Vamos cariño!!—dijo desisitiendo de abrazarla-sabes que tu eres la única mujer que he amado, además salía con las otras porque tu no querías salir conmigo
-Pues no salía contigo porque eras un estúpido, arrogante, que vivía hechizando a la gente solo por diversión!!!-dijo encolerizada la pelirroja
-Cielo!!-dijo james--tu sabes que Quejicus se lo merecía, además recuerda que intentó vender a nuestro hijo a voldemort
Eso calmó un poco a la pelirroja, pero no del todo, Remus siguió leyendo y Harry jugaba con una snitch para bebes que le había regalado su padre, la pelotita zumbaba a unos metros de el, siempre a su alcance.
Cuando llegaron a la cocina encontraron una pila de regalos esperando sobre la mesa. Bill y Monsieur Delacour estaban terminando su desayuno, mientras la Señora Weasley estaba de pie canturreando sobre la sartén.
-Arthur me dijo que te deseara felices diecisiete, Harry, -dijo la Señora Weasley, sonriéndole-. Tuvo que irse a trabajar temprano, pero volverá para la cena. Ese de encima es nuestro regalo.
Harry se sentó, tomó el paquete cuadrado que ella había indicado, y lo desenvolvió. Dentro había un reloj muy parecido al que el Señor y la Señora Weasley habían regalado a Ron por su decimoséptimo cumpleaños; era de oro, con estrellas en vez de manecillas.
-Es tradicional regalarle a un mago un reloj cuando llega a la mayoría de edad - dijo la Señora Weasley, observándole ansiosamente desde detrás de la cocina-
-Nosotros deberíamos regalárselo—se entristeció Lily.
-El Reloj Potter—asintió James triste mirando el reloj que desde los diez y siete años llevaba en la muñeca.
-Aún así—comentó Lily un poco más animada—es bueno saber que en nuestra ausencia hay personas como Molly en la vida de Harry.
. Me temo que este no es nuevo como el de Ron, en realidad era de mi hermano Fabián y él no es que fuera terriblemente cuidadoso con sus posesiones, esta arañado por detrás, pero...
El resto de su discurso se perdió. Harry se había levantado y la abrazaba. Intentó poner un montón de cosas nunca dichas en el abrazo y quizás ella las entrendió, porque le palmeó la mejilla torpemente cuando la soltó, después ondeó su varita de forma ligeramente aleatoria, causando la caída de un trozo de beacon de la sartén al suelo.
-Jamás podría agradecerle a Molly todo lo que hace por mi hijo-dijo Lily sollozando-aunque me duele que Harry no me tenga  a su lado, se que al menos encontró una figura materna que se preocupara por el y le diera su cariño, ese que yo no puedo darle.
-Cálmate Lily-dijo Remus-creo que encontramos este libro por algo, no vamos a permitir que eso suceda, ni sirius ni yo permitiremos que les sucedan esas cosas a james ni ti y mucho menos a Harry
-Ya paso una vez-replicó Lily-además quién nos asegura que podemos cambiar esto, tal vez no sea posible
-Claro que si lo es-anunció Sirius-lo único que tenemos que hacer es no confiar en esa rata asquerosa de peter-a los merodeadores y a Lily aun les costaba hablar así de quien fue su amigo por años, pero la verdad era que después de saber que los traicionaría entregándolos a ellos y al pequeño Harry a voldemort, ese cariño se había transformado en odio--y decirle a Dumbledore toda la información que podamos reunir
-Además de que podremos evitar mas muertes aparte de las de ustedes-comentó Remus-aun no he muerto—dijo con una sonrisa causando una en la cara de Lily-pero nadie me asegura que salga vivo de esta, además todavía podemos hacer que lo bueno suceda
-Claro, como casarte con la prima de Sirius-dijo james, la tensión se disolvió y continuaron la lectura.

-¡Feliz cumpleaños, Harry! -dijo Hermione, apresurándose a entrar en la cocina y añadiendo su propio regalo a la pila-. No es mucho, pero espero que te guste. ¿Qué le has regalado tú? -añadió para Ron, que pareció no oírla.
-¡Vamos, venga, abre el de Hermione! -dijo Ron.
Le había comprado un nuevo Chivatoscopio. Los otros paquetes contenían una hoja de afeitar encantada de Bill y Fleur ("Ah, si, esto te hagá el afeitado mas suave que hayas disfgutado nunca", le aseguró Monsieur Delacour,  "pero debesdecigle clagamente lo que deseas... de otgo modo podgías encontgagte con menos pelo del que quisiegas..."), chocolates de los Delacour, y una enorme caja de lo último en artículos de "Sortilegios Weasley" de Fred y George.
-Tienen una tienda de artículos de Broma!!!_-Gritó Sirius-Me preguntó si serán mejor que Zonko
-Si existieran en este momento tendría cuatro-james se corrigió así mismo-tres clientes fieles
-Dos—le corrigió Sirius-el bueno de lunático no entraría a la tienda de bromas, si casi tenemos que obligarlo a que participe en ellas
Todos rieron, Lily estaba feliz de que su esposo y sus amigos pudiesen sobrellevar la tensión de esa forma
Harry, Ron y Hermione no se demoraron en la mesa, cuando la llegada de Madame Delacour, Fleur y Gabrielle dejó la cocina incómodamente atestada.
-Yo te guardo esto en el equipaje -dijo Hermione alegremente, quitándole los regalos de los brazos mientras los tres se dirigían otra vez escaleras arriba-. Casi he acabado, solo estoy esperando a que el resto de tu ropa interior  salga de la lavadora, Ron...
La estampida de Ron fue interrumpida por una puerta que se abrió en el descansillo del primer piso.
-¿Harry, te importaría venir un momento?
Era Ginny.
Sirius silbó con burla, pero Lily por su parte sonrió, sabia que para Harry debía ser muy importante Ginny, y por lo tanto, su felicitación el día de su cumple años debía ser bastante especial.
Ron se detuvo bruscamente, pero Hermione le cogió del codo y tiró de él escaleras arriba. Nervioso, Harry siguió a Ginny al interior de su habitación. Nunca antes había estado allí dentro. Era pequeña, pero brillante. Había un gran poster del grupo Las Brujas de Macbeth en una pared, y una foto de Gwenog Jones, Capitana del Equipo de Quiddith, solo de brujas, las Holyhead Harpies, en la otra. Un escritorio estaba colocado de cara a la ventana abierta, que daba al huerto donde una vez Ginny y él habían jugado un dos contra dos al Quidditch con Ron y Hermione, y que ahora estaba ocupado por una enorme y perlada carpa. La bandera dorada de lo alto estaba al nivel de la ventana de Ginny. Ginny levantó la mirada hacia la cara de Harry, tomó un profundo aliento, y dijo.
-Felices diecisiete.
-Si... gracias.
Ella le miraba firmemente; él sin embargo, encontraba difícil devolverle la mirada, era como contemplar una luz brillante.
-Esta chica si que lo pone mal—dijo Sirius, pero todos lo ignoraron, querían continuar con la lectura.
-Bonita vista -dijo débilmente, señalando hacia la ventana.
Ella lo ignoró. No podía culparla.
-No se me ocurrió qué regalarte -dijo
-No tenías que regalarme nada.
Ella hizo caso omiso de eso también.
-No sabía que sería útil. Nada demásiado grande, porque si no, no podrías llevarlo contigo.
-Debe ser horrible saber que la persona que quieres se marcha en un viaje de ese tipo—dijo Lily—Ginny al parecer es muy fuerte, yo no seria capaz de dejar ir a james, lo acompañaría.
-Yo no te permitiría venir—negó james de inmediato—no te expondría de esa forma.
-Puedo cuidarme yo misma—replicó aireada
-Lo sé—le contestó indulgente—pero eso no evita que tema por ti, ¿recuerdas cuando quisiste entrar en la orden?—Lily asintió—no te dije que estaba en desacuerdo porque no confiaba en tus capacidades, lo hice porque sabia que tus habilidades con la varita te harían un blanco principal en las batallas y no quería perderte.—bajó la cabeza con tristeza.
-Oh..james—dijo Lily conmovida—yo..yo tampoco quiero perderte—le levantó la mirada—pero por eso debemos luchar juntos, protegernos uno al otro.
James le sonrió, Lily le obsequió un beso con ternura y Remus, antes de que sirius hiciera una burla que podría costarle un maleficio de Lily, volvió a leer.
Se arriesgó a mirarla. No estaba llorando; esa era una de las cosas mas maravillosas de Ginny, raramente lloraba. En ocasiones había pensado que tener seis hermanos debía haberla endurecido.
Dio un paso hacia él.
-Así que después pensé, que me gustaría que tuvieras algo para recordarme, ya sabes, por si conoces a alguna veela cuando estés por ahí haciendo lo que sea que vayas a hacer.
-No creo que las oportunidades de ligar vayan a estar a la orden del día, para serte sincero.
-Ahí es adonde quería llegar -susurró ella, y entonces le besó como nunca le había besado antes, y Harry le estaba devolviendo el beso, y ese extasiado olvido fue mejor que el whisky de fuego; ella era la única cosa real en el mundo, Ginny, su sensación, la mano que tenía en su espalda y la otra en su largo y oloroso pelo...  La puerta se abrió de golpe tras ellos y se separaron de un salto.
-Oh -dijo Ron mordazmente-. Lo siento.
-Creo que ya no me cae tan bien-dijo Sirius-¿Por qué rayos los interrumpe de esa forma?
-¡Ron! -Hermione estaba justo tras él, ligeramente sin aliento. Se hizo un silencio tenso, y luego Ginny digo con una vocecita seria,
-Bueno, feliz cumpleaños de cualquier modo, Harry.
Las orejas de Ron estaban de color escarlata; Hermione parecía nerviosa. Harry deseó estamparles la puerta en la cara, pero daba la sensación de que una corriente fría había entrado en la habitación cuando la puerta se abrió, y su brillante momento había estallado como una burbuja de jabón. Todas las razones para terminar su relación con Ginny, para dejarla al margen, parecían haberse colado en la habitación con Ron, y toda su feliz amnesia había desaparecido. Miró a Ginny, deseando decir algo, aunque difícilmente sabía qué, pero ella le había vuelto la espalda. Pensó que podría haber sucumbido, por una vez, a las lágrimas. No podía hacer nada por consolarla delante de Ron.
-Te veo luego -dijo, y siguió a los otros dos fuera del dormitorio.
Ron marchó escaleras abajo, a través de la todavía atestada cocina y hasta el patio, y Harry le mantuvo el paso todo el camino, con Hermione trotando junto a ellos con aspecto un poco asustada. Una vez alcanzaron la soledad del césped recién cortado, Ron se volvió hacia
Harry.
-La dejaste. ¿Qué estas haciendo ahora, enredándote con ella?
-Eh!, que la dejo para protegerla—salió james en defensa de su hijo—deberías sentirte feliz de que Harry quiera tanto a tu hermana!
-Cariño—dijo Lily con voz cantarina
-¿Si?
-Bueno, no te enojes—le dijo imitándolo—pero le estas hablando a un libro
La reacción fue instantánea, todos, incluido el mismo james se empezaron a Reír
-Es oficial, cornamenta—dijo sirius entre risas—has dañado a la prefecta perfecta!.
-No me estoy enredando con nadie, -dijo Harry, cuando Hermione les alcanzaba.
-Ron...
Pero Ron alzó una mano para silenciarla.
-Cuando terminaron, mi hermana quedó hecha polvo...
-También yo. Sabes por qué terminé con ella, y no fue porque que yo quisiera.
-Si, pero ahora vas y la besas y va a hacerse ilusiones otra vez...
-No es idiota, sabe que no puede ser, no espera que acabemos... que acabemos casándonos, o...
Al decirlo, en la mente de Harry tomó forma una vívida imagen de Ginny, con un vestido blanco, casándose con un desconocido alto, desagradable y sin cara. En un vertiginoso momento pareció golpearle. El futuro de ella estaba libre y sin trabas, mientras que el suyo... él no podía ver delante nada mas que a Voldemort.

-Odio esto-gritó james-mi hijo no puede disfrutar de las emociones de ser joven porque un loco bastardo, quiere matarlo, pero no pienso permitirlo
-Ni yo cornamenta—contestó sirius
-Yo por mi parte no pienso permitir que Harry se enfrente al mago mas peligroso de todos los tiempos, antes lo mato yo misma o muero en el intento
-Saben que cuentan también conmigo-dijo Remus, casi inconscientemente, estaba tan seguro de que lo haría, que era algo casi mecanico
-Si sigues enredandote con ella a cada oportunidad que tienes...
-No volverá a ocurrir -dijo Harry severamente. El día estaba despejado, pero él sentía como si el sol hubiera desaparecido-. ¿Vale?
Ron parecía medio resentido, medio tímido; se meció adelante y atrás sobre sus pies por un momento, después dijo
-Bien entonces, bien, esto... si.
Ginny no buscó otro encuentro a solas con Harry durante el resto del día, ni con una mirada o gesto demostró que habían compartido algo mas que una cortés conversación en su habitación. No obstante, la llegada de Charlie fue un alivio para Harry. Proporcionó una distracción observar a la Señora Weasley mientras forzaba a Charlie a sentarse en una silla, alzaba su varita amenazadoramente, y anunciaba que estaba a punto de obtener un apropiado corte de pelo.
-Me recuerda la vez que mi querida madre quiso cortarme el cabello-dijo sirius sonriendo-según ella un mago sangre limpia no debería andar por allí con el cabello largo, si viera al padre de Lucius Malfoy, tiene el cabello largo al igual que el estúpido de Lucius, recuerdo que esa vez, su túnica verde quedó roja con un león estampado, y desistió de su intento de hacerme un corte de cabello adecuado

Como la cena de cumpleaños de Harry había estado mas allá de la capacidad de la cocina incluso antes de la llegada de Charlie, Lupin, Tonks, y Hagrid, se habían colocado varias mesas al fondo del jardín. Fred y George habían embrujado un buen número de linternas púrpura todas engalanadas con un gran número 17, que colgaban en el aire sobre los invitados. Gracias a los cuidados de la Señora Weasley, la herida de George estaba pulcra y limpia, pero Harry no se acostumbraba aún al agujero negro en el costado de su cabeza, a pesar de que los gemelos hacían muchas bromas al respecto.
Hermione hizo que grandes carteles de púrpura y oro irrumpieran del extremo de su varita y se colgasen a sí mismos artísticamente sobre los árboles y arbustos.
-Bonito -dijo Ron, cuando con una floritura final de la varita, Hermione cambió las hojas del manzano a dorado-. Realmente tienes ojo para este tipo de cosas.
-¡Gracias, Ron!, -dijo Hermione, pareciendo a la vez complacida y un poco confusa.
-¿Creen que en algún momento esos dos se digan lo que sienten?—preguntó sirius con burla.
-Creo que tienen cosas más importantes en que pensar—dijo Remus—con su participación justo en el centro de la guerra.
-Yo no lo creo—Lily negaba con la cabeza mientras hablaba—siempre habrá lugar para el amor, no importa lo que ocurra en el mundo.
Harry se alejó, sonriendo para sí mismo. Tenía la curiosa impresión de que descubriría un capítulo de cumplidos cuando encontrara tiempo para estudiar atentamente su copia de Doce Formas Infalibles de Encantar a una Bruja; captó la mirada de Ginny y le sonrió antes de recordar su promesa a Ron y apresurarse a entablar conversación con Monsieur Delacour.

-Es algo inseguro este chico-apuntó james
-Es lógico-contestó su esposa, -con una familia tan grande, y además sin mucho dinero, siempre te ves opacado por tus hermanos mayores, no te queda mucho para lucirte.
-Yo creo que me recuerda a lunático-opinó Sirius
-Si, pero yo tengo un problema mas difícil con el cual lidiar—exclamó abatido, recordando que faltaba poco para la luna llena
-Pero sabes que sirius y yo estaremos contigo-Dijo James, Lily se había llevado una buena sorpresa cuando descubrió que su entonces novio y sus amigos eran animagos ilegales, y le conmovió en extremo la razón que los llevó a realizar esa acción.
-¡Fuera de mi camino, fuera de mi camino! -cantaba la Señora Weasley, atravesando la puerta con lo que parecía ser una Snitch gigante del tamaño de un balón de playa delante de ella. Segundo después Harry comprendió que era su pastel de cumpleaños, que la Señora Weasley estaba sujetando con su varita, en vez de arriesgarse a cargar con él por terreno accidentado. Cuando el pastel hubo aterrizado finalmente en medio de la mesa, Harry dijo,
-Genial!—dijo james dando un puñetazo al aire—Lils, yo quiero un pastel con forma de snitch ¿me lo preparas?
-Tu eres cazador—le recordó Lily sonriendo-
-¿Y eso que?—preguntó james como niño chiquito—no importa, sabes que también soy un buen buscador, además una snitch se ve mas cool que una Quaffle.
-Por eso las robabas y te lucias por todo el castillo—le recordó Lily luego suspiró—otro día te preparo el pastel—prometió
-Eres la mejor—dijo james para luego besarla.
-Tiene un aspecto asombroso, Señora Weasley.
-Oh, no es nada, querido, -dijo ella cariñosamente. Sobre su hombro, Ron alzó el pulgar hacia Harry y formó con la boca las palabras "Muy buena esa".
A las siete en punto todos los invitados habían llegado, conducidos a la casa por Fred y George, que los esperaban al final de la senda. Hagrid había honrado la ocasión vistiendo su mejor y mas horrible traje marrón. Aunque Lupin sonreía cuando estrechó la mano de Harry, Harry pensó que parecía bastante infeliz. Era todo muy raro; Tonks, a su lado, parecía sencillamente radiante.
-Que te hizo mi pequeña prima Remus, que te hace lucir infeliz-dijo Sirius luchando por contener las carcajadas.
-Oh, pues no lo se, tal vez este infeliz porque hay una guerra-dijo Remus con amargura-o tal vez porque mis mejores amigos estan muertos, o quizá porque el único que sigue vivo nos traicionó a todos,  probablemente porque…..
-Ya cállate lunático-lo interrumpió sirius-es obvio que tienes tu punto, pero es que después de todos estos años no has aprendido a tomarte la vida con ligereza
-En medio de una guerra no se porque deb…
-Bueno ya-interrumpió Lily--quiero saber que pasa con mi hijo, así que, Remus continua o pásame el libro y yo lo hago
-Ya sigo yo Lily, relájate-dijo Remus y reanudó la lectura.
-Feliz cumpleaños, Harry, -dijo, abrazándole firmemente.
-¡Diecisiete, eh! -dijo Hagrid mientras aceptaba un vaso, del tamaño de un cubo, de Basura-. Seis años desde el día en que nos conocimos, Harry, ¿recuerdas?
-Vagamente, -dijo Harry, sonriéndole- ¿No derribaste la puerta principal, le pusiste a Dudley una cola de cerdo, y me dijiste que era un mago?

Hubo un coro de carcajadas
-Hagrid es genial!!!—exclamó sirius
-Mas que genial—replicó James
-Es sencillamente magnifico-comentó Lily para sorpresa de todos
-Muero por ver la cara de los Dursley, cuando su hijo tenga una cola de cerdo, creo que Hagrid te hizo un pequeño honor James-anunció Lupin
Un par de segundos después, cuando lograron controlar la risa, Remus leyó de nuevo.
-Había olvidado los detalles -rió Hagrid con satisfacción-. ¿Todo bien, Ron, Hermione?
-Estamos bien, -dijo Hermione-. ¿Y tú?
-Ah, no esta mal. Ocupado, tenemos unicornios recién nacidos. Os los mostraré cuando volváis. -Harry evitó las miradas de Ron y Hermione mientras Hagrid rebuscaba en su bolsillo-. Aquí tienes, Harry... no se me ocurría qué regalarte, pero entonces recordé esto. -Sacó una bolsilla ligeramente peluda que se cerraba con un largo cordel, que evidentemente servía para llevarla al cuello-. Piel de topo. Oculta cualquier cosa en ella pero solo su propietario puede sacarlas. Son raras.
-¡Hagrid, gracias!
-No es nada, -dijo Hagrid, ondeando su mano del tamano de la tapa de un cubo de basura.-. ¡Ahí esta Charlie! Siempre me ha gustado Charlie... ¡ey! ¡Charlie!
Charlie se aproximó, pasándose la mano ligeramente pesaroso sobre su nuevo y brutalmente corto rapado. Era mas bajo que Ron, ancho, con una gran número de quemaduras y arañazos en sus musculosos brazos.
-Hola, Hagrid, ¿cómo va?
-Bien para los tiempos que corren. ¿Cómo le va a Norberto?
-¿Norberto? -rió Charlie-. ¿El Colacuerno Noruego? Ahora la llamamos Norberta.
-¿Qué... Norberto es una chica?
-Oh, si, -dijo Charlie
-¿Cómo lo sabes? -preguntó Hermione
-Son mucho mas crueles -dijo Charlie. Miró sobre su hombro y dejó caer la voz-. Desearía que Papá se diera prisa y llegara ya. Mamá se esta poniendo de los nervios.
-No le habrá pasado nada a Arthur ¿Verdad?—preguntó Lily aterrada.
-No lo se, aunque no creo—dijo james evitando pensar en lo duro que seria para Harry perder otra figura paterna.
Todos miraron a la Señora Weasley, que estaba intentando hablar con Madame Delacour mientras lanzaba continuamente miradas hacia la verja.
-Creo que mejor empezamos sin Arthur -gritó hacia el jardín después de un momento o dos-. ¡Debe haberse entretenido... oh!
Todos lo vieron al mismo tiempo, una ráfaga de luz que llegaba volando por el patio y hasta la mesa, donde tomó la forma de una comadreja de plata brillante, que se puso en pie sobre las patas traseras y habló con la voz del Señor Weasley.
-El Ministro de Magia viene conmigo.
-¿Para que iría el ministro de magia?-cuestionó Lily-creen que tenga algo que ver con Harry-observó al bebe que aburrido de la snitch, intentaba alcanzar un peluche, que su padre encantó para que se convirtiera en ciervo, perro, lobo y rata en honor a sus amigos, el juguete estaba lejos de su alcance, Lily se disponía a ponerse en pie para alcanzarlo, cuando el peluche, que en ese momento adoptaba la forma de canuto, se elevó de su lugar y aterrizó en la cuna del pequeño. Hubo un segundo de silencio y James explotó
-Mi bebe acaba de hacer magia!!!--no cabía en si de la dicha-mi hijo tuvo su primer estallido de magia y aún no tiene el año de edad!!!
-Es magnífico-dijo Lily igual de feliz que su esposo, corriendo a alzar a su hijo-eso por lo general indica un gran poder!!
-Guauu, mi ahijado me ganó, yo tenia 3 años la primera vez que hice magia-Sirius miraba con orgullo a su ahijado.
-Creo que Harry será muy poderoso-dijo lupin-casi ningún mago tiene estallidos de magia tan pronto, con buena instrucción podrá ser realmente bueno
Los orgullosos padres llenaron de mimos a su hijo, Harry estaba encantado con la atención, cuando lo dejaron de nuevo en su cuna, Remus reanudó.
El Patronus se disolvió en el aire, dejando a la familia de Fleur mirando atónita el lugar donde se había desvanecido.
-Nosotros no deberíamos estar aquí, -dijo Lupin al instante-. Harry... lo siento...te lo explicaré en otro momento...
-No me digas que el estúpido ministerio de nuevo anda contra los hombres lobo—gruñó sirius furioso.
-Es normal—dijo Remus resignado—los hombres lobo somos peligrosos.
-Peligrosa mi madre—rugió sirius--¿tu? ¿peligroso? ja! , ¿Cómo va a ser peligroso alguien adicto al chocolate?—terminó con mofa
Remus sonrió y james estalló en risas.
Agarró la muñeca de Tonks y se la llevó; alcanzaron la valla, la escalaron, y se perdieron de vista. La Señora Weasley parecía desconcertada.
-El Ministro... ¿pero por qué...? No entiendo...
Pero no hubo tiempo de discutir la cuestión; un segundo después, el Señor Weasley había aparecido de la nada en la verja, acompañado por Rufus Scrimgeour, instantáneamente reconocible por su melena de pelo grisáceo. Los dos recién llegados caminaron por el patio hacia el jardín y la mesa iluminada por linternas, donde todo el mundo estaba sentado en silencio, observándoles acercarse. Cuando Scrimgeour llegó al alcance de la luz de las linternas, Harry vio que parecía mucho mas viejo flacucho y sombrío que la última vez que se habían visto.
-Lamento la intrusión -dijo Scrimgeour, mientras cojeaba para detenerse ante la mesa-. Especialmente cuando veo que me he colado en una fiesta.
Sus ojos se posaron un momento en el pastel con forma de Snitch gigante.
-Muchas felicidades.
James gruñó, estaba seguro de que al ministro le importaba poco a nada el cumpleaños de Harry.
-Gracias -dijo Harry.
-Debo tener unas palabras en privado contigo, -siguió Scrimgeour-. También con el Señor Ronald Weasley y la Señorita Hermione Granger.
-Claro!—dijo Lily y cuando los otros la miraron ella solo negó con la cabeza y le indicó a Remus que continuara leyendo.
-¿Nosotros? -dijo Ron, que sonaba sorprendido-. ¿Por qué nosotros?
-Se lo diré cuando estemos en algún lugar más privado -dijo Scrimgeour-. ¿Hay un lugar semejante? -exigió al Señor Weasley.
-Si, por supuesto, -dijo el Señor Weasley, que parecía nervioso-. El, er, salón, ¿por qué no allí?
-Puede usted mostrarme el camino – le dijo Scrimgeour a Ron-. No habrá necesidad de que nos acompañes, Arthur.
-Pero que hombre más grosero—se molestó Lily—no puedo creer que siempre tengamos tan malos representantes del gobierno mágico.
Harry vio que el Señor Weasley intercambiaba una mirada preocupada con la Señora Weasley mientras él, Ron y Hermione se ponían en pie. Mientras se dirigían de vuelta a la casa en silencio, Harry sabía que los otros dos estaban pensando lo mismo que él; Scrimgeour debía haber averiguado de algún modo que los tres estaban planeando dejar Hogwarts.
-La verdad creo que ya se para que los busca el ministro-dijo Lily con el ceño fruncido.
-Cielo, y si lo compartes con la clase-le dijo cariñosamente su esposo
-Bueno el capitulo se titula “El testamento de Albus Dumbledore” Verdad?-todos asintieron, Remus ya lo había entendido-pues como Dumbledore no tuvo descendencia el ministerio se encarga de su testamento, y creo que fue a llevarles a los chicos lo que el director les legó
-Pero porqué les legaría algo Dumbledore en primer lugar?-cuestionó Remus
-Ya te lo dije—dijo james con suficiencia-mi hijo es muy importante
Todos rieron, y Lily indico a Remus que continuara.
Scrimgeour no habló mientras todos pasaban a través de la revuelta cocina al salón de la Madriguera. Aunque el jardín había estado lleno de la suave luz dorada de la tarde, allí ya estaba oscuro. Harry ondeó su varita hacia las lámparas de aceite mientras entraba y estas iluminaron la desgastada pero acogedora habitación. Scrimgeour se sentó en el sillón hundido que normalmente ocupaba el Señor Weasley, dejando a Harry, Ron y Hermione intentando encajarse lado a lado en el sofá. Una vez lo hubieron hecho, Scrimgeour habló.
-Tengo algunas preguntas para vosotros tres, y creo que será mejor si lo hacemos individualmente. Si vosotros dos... -señaló a Harry y Hermione-.... esperan arriba, empezaré con Ronald.
-No vamos a ninguna parte -dijo Harry, mientras Hermione asentía vigorosamente-. Puede hablarnos juntos, o nada en absoluto.
-Parece que Harry y el ministro no se llevan bien-comentó sirius
-Es un merodeador-dijo james con orgullo-por naturaleza debe rechazar la autoridad
-Si pero también es Evans!!-recalcó Sirius-debe tener algo de la prefecta perfecta
Todos rieron, Lily incluida
Scrimgeour lanzó a Harry una fría y calculadora mirada. Harry tuvo la impresión de que el Ministro se estaba preguntando si valía la pena o no abrir las hostilidades tan pronto.
-Muy bien entonces, juntos -dijo, encogiéndose de hombros. Se aclaró la garganta-. Estoy aquí, como seguramente sabran, por el testamento de Albus Dumbledore.
Harry, Ron y Hermione se miraron unos a otros.
-¡Una sorpresa, aparentemente! ¿No eran conscientes de que Dumbledore les había dejado algo?
-¿A todos? -dijo Ron-. ¿A Hermione y a mí también?
-No debe darle motivos al ministro para sospechar algo—dijo Lily.
-Si, a todos...
Pero Harry interrumpió.
-Dumbledore murió hace un mes. ¿Por qué ha tardado tanto en darnos lo que nos dejó?
-No puede ser!—bramó Lily furiosa
-Tienes razón—dijo james que conocía sobre las leyes mágicas—retuvieron el testamento de Dumbledore, no puedo creer que pensaran que había algo tenebroso o peligroso en su herencia.
-Idiotas—se limitó a decir sirius
-¿No es obvio? -dijo Hermione, antes de que Scrimgeour pudiera responder-. Querían examinar lo que sea que nos dejó. ¡No tenía derecho a hacer eso! -dijo, y su voz tembló ligeramente.
-Esta chica también es genial-apuntó Lily-aunque no creo conveniente hablarle al ministro así, se puede ganar un problema
-Tenía todo el derecho, -dijo Scrimgeour despectivamente-. El Decreto para la Confiscación Justificada da al Ministerio poder para confiscar el contenido de un testamento...
-¡Esa ley fue creada para evitar que los magos legaran artefactos Oscuros –dijo Hermione- y se supone que el Ministerio debe tener una prueba poderosa de que las posesiones heredadas son ilegales antes de confiscarlas!
-¿Esta planeando seguir una carrera en Leyes Mágicas, Señorita Granger? –añadió Scrimgeour.
-No, en absoluto, -replicó Hermione-. ¡Espero hacer algo bueno para el mundo!
Los merodeadores y Lily rieron.
-Es una chica con carácter-miró a Remus de manera enigmática y agregó-sería una gran pareja para ti lunático, después de todo te gustan jóvenes
Todos estallaron en carcajadas, Remus se sonrojo compitiendo en color con el cabello de Lily, pero muy a su pesar también sonrió.

Ron rió. Los ojos de Scrimgeour se fijaron en él y una vez mas Harry habló.
-¿Y por qué ha decidido darnos nuestras cosas ahora? ¿No se le ocurrió un pretexto para quedárselas?
-No, será porque los treinta y un días han transcurrido -dijo Hermione al momento-. No pueden confiscar los objetos mas tiempo a menos que puedan probar que son peligrosos, ¿Correcto?
-Seguro que el ministro no esperaba que alguno de ellos conociera tan bien las leyes mágicas—dijo Lily con suficiencia—ja!, pero buena sorpresa se ha de haber llevado.
-¿Diría usted que estaba muy unido a Dumbledore, Ronald? -preguntó Scrimgeour, ignorando a Hermione. Ron pareció sobresaltarse.
-¿Yo? No... en realidad no... fue siempre Harry quien...
-Mala respuesta chico-exclamó James tan bajito que nadie le escuchó
Ron miró alrededor, a Harry y Hermione, para ver como Hermione le lanzaba una mirada del tipo deja-de-hablar-¡ya!, pero el daño estaba hecho. Scrimgeour pareció haber oído exactamente lo que esperaba, y deseaba, oír. Se abalanzó como un ave de presa sobre la respuesta de Ron.
-No puedo creerlo—Lily estaba ofendida—después de todo lo que Dumbledore ha hecho por la comunidad mágica, ahora lo tratan como si fuese un mago tenebroso que ha muerto y legado sus objetos peligrosos, es inconcebible.
-Si no estaba unido a Dumbledore, ¿cómo explica el hecho de que le mencionara en su testamento? Hizo excepcionalmente pocos legados personales. La gran mayoría de sus posesiones... su biblioteca privada, sus instrumentos mágicos, y otros efectos personales... se legaron a Hogwarts. ¿Por qué cree que fue usted distinguido?
-Yo... supongo -dijo Ron- Yo... cuando dije que no estabamos unidos... quiero decir, creo que yo le gustaba...
-Para ser honestos, Ron -dijo Hermione-, Dumbledore estaba muy encariñado contigo.
-Pues dada la actitud de Ron—dijo Sirius—yo diría que hermione exager un poco.
-Es raro decir esto—empezó Lily—pero creo que tienes razón, quiero decir, probablemente Dumbledore le tuviese cariño a Ron, pero no al punto que desea hacerlo ver hermione.
Esto era estirar la verdad hasta el punto de fractura; por lo que Harry sabía, Ron y Dumbledore nunca habían estado juntos a solas, y el contacto directo entre ellos había sido insignificante. Sin embargo, Scrimgeour no parecía estar escuchando. Metió la mano dentro del abrigo y extrajo una bolsita cerrada con un cordel mucho mayor que la que Hagrid había regalado a Harry. De ella, sacó un rollo de pergamino que desenrolló y leyó en voz alta.
-Última Voluntad y Testamento de Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore...
-Siempre me ha parecido que el viejo tiene un nombre demasiado largo-comentó sirius, todos rieron.
 Si, aquí esta.... A Ronald Bilius Weasley, le dejo mi Desiluminador, con la esperanza de que me recordará cuando lo utilice.
Scrimgeour sacó de la bolsa un objeto que a Harry le pareció haber visto antes. Se parecía ligeramente a un encendedor, pero tenía, él lo sabía, el poder de succionar toda luz de un lugar, y restaurarla, con un simple click. Scrimgeour se inclinó hacia adelante y le pasó el Desiluminador a Ron, que lo tomó y le dio vueltas entre los dedos con aspecto atontado.
-Es un objeto de gran valor -dijo Scrimgeour, observando a Ron- Puede incluso que único. Indudablemente es un diseño del mismo Dumbledore. ¿Por qué le dejaría a usted algo y además un artículo tan raro?
-¿Por qué le heredaría un desiluminador?—cuestionó Remus bajando el libro.
-No lo se—negó Lily—pero es evidente que es para algo más que apagar o encender las luces.
Ron sacudió la cabeza, parecía desconcertado.
-Dumbledore debe haber enseñado a miles de estudiantes -perseveró Scrimgeour- . Pero a los únicos que recordó en su testamento fue a ustedes  tres. ¿Por qué? ¿Qué uso pensó que daría usted al Desiluminador, Señor Weasley?
-Apagar las luces, supongo, -masculló Ron-. ¿Qué mas podría hacer con él?
-Esa si fue una excelente respuesta—dijo james, esta vez los suficientemente alto como para que todos escucharan.
Evidentemente Scrimgeour no tenía ninguna sugerencia. Después de mirar de reojo a Ron durante un momento o dos, volvió de nuevo al testamento de Dumbledore.
-A Hermione Jean Granger, le dejo mi copia de Los Cuentos de Beedle el Bardo, con la esperanza de que la encontrará entretenida e instructiva.
De nuevo todos se preguntaron porque Dumbledore hacia ese tipo de legado, ¿un libro?, en que podría ayudarles eso en su misión, más siendo un libro de cuentos.
Scrimgeour sacó ahora de la bolsa un pequeño libro que parecía tan antiguo como la copia de Secretos de las Artes Mas Oscuras que había arriba. Sus tapas estaban manchadas y peladas en ciertos lugares. Hermonie lo aceptó de Scrimgeour sin na palabra. Sostuvo el libro en su regazo y lo miró fijamente. Harry vio que el título estaba en runas; él nunca había aprendido a leerlas. Mientras miraba, una lágrima cayó sobre el símbolo grabado en relieve.
-¿Por qué cree que Dumbledore le dejó ese libro, Señorita Granger? –preguntó Scrimgeour.
-Él... sabía que me gustan los libros -dijo Hermione con voz llorosa, limpiándose los ojos con la manga.
-¿Pero por qué este libro en particular?
-No sé. Debe haber pensado que me gustaría.
-¿Alguna vez discutió sobre códigos, o cualquier forma de pasar mensajes secretos, con Dumbledore?
-Ya debería haberse dado cuenta de que hermione no es una chica que se deje intimidar—se burló james.
-No, no lo hice, -dijo Hermione, todavía limpiándose los ojos con la manga-. Y si el Ministerio no ha podido encontrar ningún código oculto en este libro en treinta y un días, dudo que yo pueda.
-Yo creo que si podría-dijo Lily con resolución- por lo que hemos leído el ministerio de esa época es un total fracaso.
Contuvo un sollozo. Estaban tan apretados en el sofá que Ron tuvo dificultades para extraer el brazo y ponerlo alrededor de los hombros de Hermione. Scrimgeour volvió al testamento.
-A Harry James Potter -leyó, y las entrañas de Harry se contrajeron con una súbita excitación-. le dejo la Snitch que cogió en su primer partido de Quidditch en Hogwarts, como recordatorio de las recompensas de la perseverancia y habilidad.
-¿Una snitch?—dijo james con tono de incredulidad para sorpresa de todos—es genial y todo, pero ¿para que podría usarla Harry? ¿divertirse mientras esta a la caza de los Horrocruxes?, eso no tiene sentido.
Mientras Scrimgeour sacaba la diminuta bola dorada del tamaño de una nuez, sus alas doradas revolotearon bastante febrilmente, y Harry no pudo evitar sentir una definitiva sensación de anticlímax.
-¿Por qué le dejó Dumbledore esta Snitch? -preguntó Scrimgeour.
-Ni idea -dijo Harry-. Por las razones que acaba de leer, supongo... para recordarme lo que puedes conseguir si... perseveras y todo eso.
-¿Crees que es un mero recuerdo simbólico entonces?
-Supongo -dijo Harry-. ¿Qué mas podría ser?
-Yo hago las preguntas -dijo Scrimgeour, moviendo su asiento un poco hacia el sofá. Fuera, el atardecer ya estaba cayendo, la carpa mas allá de la ventana se erguía fantasmalmente blanca sobre los setos.
-Bueno hasta aquí podemos llegar-dijo sirius, sacando de nuevo su pergamino, escribió algo justo debajo de la palabra Dursley--el futuro ministro de magia merece una lección de humildad
-Y vas a ser precisamente tu quien se la de-cuestionó Remus Sarcástico
-Si, claro con tu ayuda y la de cornamenta
-Y donde me dejas a mi-dijo Lily-yo también quiero hacer parte del grupo
Todos rieron y su esposo la beso con pasión provocando carcajadas en Remus y sirius y el profundo sonrojo de su esposa.
-He notado que su pastel de cumpleaños es una Snitch -dijo Scrimgeour a Harry-. ¿Por qué?
Hermione rió despectivamente.
-Eso será bueno—dijo Lily acomodándose un poco mejor en su asiento.
-Oh, puede ser una referencia al hecho de que Harry es un gran Buscador, eso es bastante obvio -dijo-. ¡Debe haber un mensaje secreto de Dumbledore escondido en el glaseado!
-No creo que haya nada oculto en el glaseado, -dijo Scrimgeour-, pero una Snitch sería un muy buen lugar para ocultar un objeto pequeño. ¿Sabes por qué, verdad?

-Porque las snitches tiene memoria de tacto-dijo james como si fuera lo mas lógico del mundo, su esposa lo miro interrogante, pero el negó con la cabeza y Remus siguió leyendo.
Harry se encogió de hombros. Hermione, sin embargo, respondió. Harry creía que eso de responder preguntas era un hábito tan profundamente innato en ella que no podía contener la urgencia.
-Porque las Snitches tienen memoria táctil -dijo ella.
-¿Qué? -dijeron Harry y Ron juntos; ambos consideraban que los conocimientos de Hermione sobre Quidditch eran insignificantes.
-Si esta en algún libro—dijo sirius burlándose—Hermione lo sabrá, es un hecho.
-Correcto -dijo Scrimgeour-. Una Snitch no es tocada con las manos desnudas antes de soltarla, ni siquiera el fabricante, que lleva guantes. Lleva un encantamiento mediante el cual puede identificar al primer humano que posa sus manos en ella, para casos de capturas disputadas. Esta Snitch -sostuvo en alto la diminuta bola dorada- recordará tu tacto, Potter.
-Se me ocurre que Dumbledore, que tenía prodigiosas habilidades mágicas, a pesar de otros defectos, podría haber encantado esta Snitch para que se abriera solo para ti.
Todos pensaban que el ministro tenia razón, esperaban que Dumbledore hubiese hecho algo más, estaban casi seguros de que era así, porque de lo contrario tanto esfuerzo seria desperdiciado y el ministro sabría que ocultaba la snitch en cuanto Harry la tocara.
El corazón de Harry estaba latiendo bastante rápido. Estaba seguro de que Scrimgeour tenía razón. ¿Cómo evitar coger la Snitch con las manos desnudas delante del Ministro?
-No dices nada -dijo Scrimgeour-. ¿Quizás ya sabes lo que contiene la Snitch?
-No, -dijo Harry, todavía preguntándose como podía fingir tocar la Snitch sin hacerlo realmente. Si al menos supiera Legeremancia, si la dominara realmente, y pudiera leer la mente de Hermione; prácticamente podía oir como zumbaba su cerebro tras él.
-Teníamos Razón-dijo Remus-Harry estudió legeremancia y Oclumancia pero no era nada bueno al parecer.
-Cógela -dijo Scrimgeour tranquilamente.
Harry encontró la mirada de los ojos amarillos de Ministro y supo que no tenía mas opción que obedecer. Extendió la mano, Y Scrimgeour se inclinó hacia adelante de nuevo y colocó la Snitch lenta y deliberadamente, en la palma de Harry.
No ocurrió nada. Cuando los dedos de Harry se cerraron alrededor de la Snitch, las cansadas alas revolotearon y se quedó quieta. Scrimgeour, Ron y Hermione continuaron mirando ávidamente a la ahora parcialmente oculta bola, como si todavía esperaran que pudiera transformarse de algún modo.
-Eso ha sido dramático -dijo Harry serenamente. Ron y Hermione rieron.
-Ese es mi hijo.—murmuró james con orgullo
-Eso es todo entonces, ¿verdad? -preguntó Hermione, desatascándose del sofá.
-No del todo -dijo Scrimgeour, que ahora parecía de mal humor-. Dumbledore te dejó un segundo legado, Potter.
-¿Qué es? -preguntó Harry, la excitación se reavivó.
Scrimgeour no se molestó en leer el testamento esta vez.
-La espada de Godric Gryffindor -dijo. Hermione y Ron se tensaron. Harry miró alrededor buscando una señal de la empuñadura incrustada de rubíes, pero Scrimgeour no sacó la espada de la bolsa de cuero, que en cualquier caso parecía demásiado pequeña para contenerla.
-¿Para que querría Harry la espada de Godric Gryffindor?-preguntó James
-Es obvio!!-explicó Lily-Es una arma construida por duendes, tiene propiedades mágicas que la hacen casi indestructible, por lo tanto es una herramienta para destruir los Horrocruxes
-¿Crees que Harry lo sepa?-preguntó Remus
Lily negó con la cabeza antes de responder.
-No, pero creo que hermione lo pude saber, o al menos no tardará en descubrirlo, como sea, dudo que el ministro se entregue la espada a Harry.
-¿Y dónde esta? -preguntó Harry suspicazmente.
-Desafortunadamente -dijo Scrimgeour- esa espada no era de Dumbledore para regalarla. La espada de Godric Gryffindor es un importante artefacto histórico, y como tal, pertenece a...
-¡Pertenece a Harry! -dijo Hermione acaloradamente-. Ella le eligió a él, él fue quien la encontró, salió para él del Sombrero Selec...
-¿¿¿QUE???-Gritó Lily-¿¿en que tipo de situación se encontraría Harry, como para necesitar la espada de Gryffindor??
-De acuerdo con fuentes históricas de confianza, la espada puede presentarse para cualquier Gryffindor digno, -dijo Scrimgeour-. Eso no la hace de la exclusiva propiedad del Señor Potter, fuera lo que fuera lo que Dumbledore decidiera.- Scrimgeour se rascaba su mal afeitada mejilla, escudriñando a Harry-. ¿Por qué crees...?
-¿... que Dumbledore quiso darme a mí la espada? -dijo Harry, luchando por contener su temperamento-. Quizás pensó que quedaría bien en mi pared.
-Buena esa, Harry—lo felicitó sirius—idiota Scrimgeour.
-¡Esto no es una broma, Potter! -gruñó Scrimgeour-. ¿Fue porque Dumbledore creía que solo la espada de Godric Gryffindor podría derrotar al Heredero de Slytherin? ¿Quiso darte la espada, Potter, porque creía, como tantos otros, que tú eras el destinado a destruir a Quien-no-debe-ser-nombrado?
-Interesante teoría -dijo Harry-. ¿Alguien ha intentado atravesar a Voldemort con una espada? Quizás el Ministerio debería poner a alguna gente a ello, en vez de malgastar su tiempo examinando Desiluminadores y encubriendo fugas de Azkaban. ¿Eso es lo que ha estado haciendo, Ministro, encerrado en su oficina, intentando abrir a la fuerza una Snitch? La gente esta muriendo... yo casi fui uno de ellos... Voldemort me persiguió a través de tres condados, mató a Ojoloco Moody, pero ni una palabra sobre eso desde el Ministerio, ¿verdad? ¡Y todavía espera que cooperemos con usted!
-Creo que si tiene tu carácter Evans-dijo sirius muerto de risa
-Cállate Black, o quieres quedar colgando del tobillo.
Sirius guardó silencio, pero no evitó que una sonrisa se extendiera por su cara
-¡Has ido demasiado lejos! -gritó Scrimgeour, poniéndose en pie.
-Es usted el que ha ido demasiado lejos—afirmó james—por tu bien espero que no vuelvas a meterte con mi hijo.
 Harry saltó sobre sus pies también. Scrimgeour cojeó hacia Harry y le pinchó con fuerza en el pecho con la punta de su varita. Esta chamuscó un agujero en la camiseta de Harry como hubiera hecho un cigarrillo encendido.

-Pero quien se cree que es-dijo james indignado-que por ser ministro puede tratar a mi hijo como quiera-estaba realmente furioso-se va a enterar, Canuto pásame ese pergamino
Sirius se lo paso, y James escribió frente al nombre del futuro ministro las palabras : Broma 32, Cambio total de anatomía en publicó, con inclusión de un redondete de fuego en el pecho!!!
Su esposa no dijo nada, pero solo porque ella también deseaba que Scrimgeour pagara
-¡Eh! -dijo Ron, levantándose de un salto y alzando su varita, pero Harry dijo:
-¡No! ¿Quieres darle una excusa para arrestarnos?
-Recordando que ya no estas en la escuela, ¿verdad? -dijo Scrimgeour respirando con fuerza en la cara de Harry-. ¿Recordando que yo no soy Dumbledore, que perdonaba tu insolencia e insubordinación? Puedes llevar esa cicatriz en la frente como una corona, Potter, ¡pero ningún chico de diecisiete años va a decirme como hacer mi trabajo. ¡Ya es hora de que aprendas respeto!
-Ya es hora de que usted se lo gane—bramó james
-Ya es hora de que usted se lo gane -dijo Harry.
Pese a la situación que estaban leyendo, a james le agrado confirmar esos pequeños parecidos con su hijo.
El suelo tembló, se oyó un sonido de pies a la carrera, entonces la puerta del salón se abrió de repente y el Señor y la Señora Weasley entraron corriendo.
-Nosotros... creímos oir... -empezó el Señor Weasley, que parecía realmente alarmado ante la visión de Harry y el Ministro virtualmente nariz con nariz.
-... Gritos, -jadeó la Señora Weasley.
Scrimgeour dio un par de pasos atrás alejándose de Harry, mirando fijamente al agujero que le había hecho en la camisa. Parecía arrepentido por haber perdido el control.
-Es un imbécil!!!—dijeron los cuatro al tiempo
-No... no fue nada, -gruñó-. Yo... lamento tu actitud -dijo, mirando a Harry directamente a la cara una vez mas-. Pareces creer que el Ministerio no desea lo que tú... lo que Dumbledore... deseaba. Debemos trabajar juntos.
-No me gustan sus métodos, Ministro -dijo Harry-. ¿Recuerda?
Por segunda vez, alzó el puño derecho y mostró a Scrimgeour la cicatriz que todavía aparecía blanca en el dorso de la misma, diciendo No debo decir mentiras.
-¿Por qué razón exactamente esa cicatriz seria culpa del ministerio?—preguntó Lily en voz falsamente suave.
 La expresión de Scrimgeour se endureció. Se giró sin otra palabra y salió cojeando de la habitación. La señora Weasley se apresuró tras él. Harry la oyó detenerse en la puerta trasera. Después de un minuto o así gritó-. ¡Se ha ido!
-¿Que quería? -preguntó el Señor Weasley, mirando a Harry, Ron y Hermione mientras la Señora Weasley volvía apresuramente.
-Darnos lo que Dumbledore nos dejó -dijo Harry-. Acaban de liberar el contenido de su testamento.
Fuera, en el jardín, los tres objetos que Scrimgeour les había dado pasaron de mano en mano. Todo el mundo exclamó ante el Desiluminador y Los Cuentos de Beedle el Bardo y lamentaron el hecho de que Scrimgeour se hubiera negado a entregar la espada, pero ninguno de ellos pudo ofrecer una sugerencia sobre por qué Dumbledore le había dejado a Harry una vieja Snitch.

-La verdad yo también me lo preguntó—exclamó Lily.
Cuando el Señor Weasley examinaba el Desiluminador por tercera o cuarta vez, la Señora Weasley dijo tentativamente.
-Harry, querido, todo el mundo esta horriblemente hambriento pero no queríamos empezar sin ti... ¿Servimos la cena ya?
Todos comieron bastante rápido y después de un apresurado coro de "Cumpleaños Feliz" y mucho engullir tarta, la fiesta terminó.
-Ni siquiera pudo tener la comida que quería—se lamentó Lily.
Hagrid, que había sido invitado a la boda al día siguiente, pero era demasiado grande como para dormir en la atestada Madriguera, se marchó para montar una tienda de campaña en un campo vecino.
-Encontrémonos arriba -susurró Harry a Hermione mientras ayudaban a la Señora Weasley a restaurar el jardín a su estado normal-. Cuando todo el mundo se haya ido a la cama.
Arriba en la habitación del ático, Ron examinó su Desiluminador, y Harry llenó la bolsa de piel de topo de Hagrid, no con oro, sino con las cosas que mas apreciaba aunque eran cosas aparentemente sin valor como el Mapa del Merodeador, el pedazo del espejo encantado de Sirius, y el guardapelo de R.A.B.
-No puedo creer que sea lo único que tiene de nosotros-dijo con tristeza Lily-y ni siquiera tiene nada mío.
-También tiene mi capa de invisibilidad-dijo james-supongo que le será mas útil que a mi, yo solo la usaba para travesuras, el la necesitará para protegerse así mismo.
Cerró bien el cordel y se deslizó la bolsa alrededor del cuello, después se sentó sujetando la vieja Snitch y observando sus alas revolotear febrilmente. Al fin, Hermione llamó a la puerta y entró de puntillas.
-Muffiato -susurró, ondeando la varita en dirección a las escaleras.
-¿Muffliato?—preguntó Lily—¿Qué hace ese hechizo?
Sirius sacó su varita y antes de que Lily pudiese impedirlo murmuró hacia nadie en particular “Muffliato”
Sirius hablaba pero los demás no escuchaban, era un pitido extraño en los oídos, sirius movió de nuevo su varita y dijo Finite Incantatem
-Cool—dijo sirius cuando todos entendieron lo que hacia el encantamiento
-Y útil—agregó Lily.
-Creía que no aprobabas ese hechizo -dijo Ron.
-Los tiempos cambian -dijo Hermione-. Ahora muéstranos el Desiluminador.
Ron accedió al instante. Sujetándolo delante de el, lo accionó. La lámpara solitaria que tenían se apagó al instante.
-La cosa es -susurró Hermione en la oscuridad- que podríamos haber logrado esto con Polvo Peruano de Oscuridad Instantánea.
-Eso no le va a gustar a Ron—dijo sirius divertido
Se oyó un pequeño click, y la bola de luz de la lámpara voló de vuelta al techo y los iluminó una vez mas.
-Aún así, es genial, -dijo Ron, un poco a la defensiva-. ¡Y por lo que dicen lo inventó el propio Dumbledore!
-Lo sé pero, ¡seguramente no te habría mencionado en su testamento solo para ayudarnos a encender las luces!
-¿Crees que sabía que el Ministerio confiscaría su testamento y examinaría todo lo que nos dejara? -preguntó Harry.

-Es obvio Harry-dijo exasperada Lily-creo que le falta un poco de sentido común, debe ser culpa de petunia
El comentario de la pelirroja causo la risa de los merodeadores.
-Definitivamente, -dijo Hermione-. No podía decirnos en el testamento por qué nos dejaba estas cosas, pero tiene que haber una explicación...
-¿... por qué no nos habrá dado una pista cuando estaba vivo? -preguntó Ron.
-Bueno, exacto, -dijo Hermione, ahora ojeando las páginas de Los Cuentos de Beedle el Bardo-. Si estas cosas son lo bastante importantes como para pasárnoslas bajo las narices del Ministerio, cualquiera pensaría que nos habría hecho saber por qué... ¿a menos que creyera que era obvio?
-Se equivocó entonces, ¿verdad? -dijo Ron-. Siempre dije que estaba chalado.
-Para ser honestos, yo también lo he pensado-dijo james, ganándose un pellizco de su esposa.
Brillante y todo eso, pero como una cabra. Dejar a Harry una vieja Snitch... ¿a qué demonios viene eso?
-No tengo ni idea -dijo Hermione-. ¡Cuando Scrimgeour te hizo cogerla, Harry,  estaba tan segura de que iba a pasar algo!
-Si, bueno -dijo Harry, su pulso se aceleró cuando alzó la Snitch entre los dedos-. No iba a intentarlo demásiado delante de Scrimgeour, ¿verdad?
-¿Qué quieres decir? -preguntó Hermione.
-La Snitch capturada en mi primer partido de Quidditch -dijo Harry- ¿No lo recuerdas?
Hermione parecía simplemente aturdida. Ron, sin embargo, jadeó, señalando frenéticamente de Harry a la Snitch y otra vez de vuelta hasta que encontró la voz.
-¡Es la que casi te tragaste!
-¿Que quieres decir con eso?—dijo james indignado, con sirius y Remus riendo-como que casi se traga una Snitch, pensaba que mi hijo era realmente bueno jugando al Quidditch.
-Cálmate cielo-lo tranquilizó su esposa-además si la atrapó es porque probablemente ganaron
Esto calmó a james, que asintió, señal que Remus tomo como la indicación de seguir leyendo.
 -Exactamente, -dijo Harry, y con el corazón acelerado, presionó la boca contra la Snitch. No se abrió. Frustración y amarga desilusión fluyeron de su interior. Bajó la dorada esfera, pero entonces Hermione gritó.
-¡Hay algo escrito! ¡Hay algo escrito en ella, rápido, mira!
Casi dejó caer la Snitch por la sorpresa y la excitación. Hermione tenía toda la razón. Grabadas sobre la dorada superficie, donde segundos antes no había habido nada, había cuatro palabras escritas con la fina y sesgada caligrafía que Harry reconoció como la de Dumbledore.
Me abro al cierre
Apenas había leído las palabras cuando estas se desvanecieron de nuevo.
-Me abro al cierre... ¿Qué se supone que significa eso?

-Que demonios significa eso-preguntó sirius-¿Cierre?, Cual cierre?
Todos se encogieron de hombros, al parecer tampoco habían entendido.
Hermione y Ron sacudieron las cabezas, parecían en blanco.
-Me abro al cierre , Abro al cierre… Al cierre
Pero sin importar cuantas veces repitieron las palabras, con cuantas inflexiones diferentes, fueron incapaces de arrancarles ningún significado.
-Y la espada -dijo Ron finalmente, cuando tuvieron al fin que abandonar sus intentos de adivinar el significado de la inscripción de la Snitch.-¿Por qué querría darle a Harry la espada?
-¿Y por qué no me lo dijo simplemente? -dijo Harry calladamente-. ¡Yo estaba allí, la espada estaba justo ahí en la pared de su oficina durante todas nuestras charlas del curso pasado! ¿Si quería que yo la tuviera, entonces por qué no me la dio sin mas?
Al parecer Harry, Ron y Hermione tenían las mismas dudas que Lily y los merodeadores, pero lastimosamente tampoco tenían respuestas.
Sentía como si estuviera allí sentado en un examen con una pregunta que debía haber sido capaz de contestar ante él, con el cerebro lento y negándose a responder. ¿Se había perdido algo en las largas charlas con Dumbledore el año pasado? ¿Debía haber sabido lo que significaba todo? ¿Dumbledore había esperado que lo entendiera?
-Y por lo que respecta a este libro, -dijo Hermione-. Los Cuentos de Beedle el Bardo... ¡nunca había oído hablar de ellos!
-¿Nunca has oído hablar de Los Cuentos de Beddle el Bardo? -dijo Ron incrédulamente-. Esta bromeando, ¿verdad?
-No, en serio, -dijo Hermione sorprendida-. ¿Los conoces?
-¡Bueno, por supuesto que si!
Harry levantó la mirada, divertido. La circunstancia de que Ron hubiera leído un libro que Hermione no conocía no tenía precedentes. Ron, sin embargo, parecía aturdido por la sorpresa de los otros dos.
-Bueno, Hermione es hija de muggles—la defendió Lily.
-Tu también, y los conoces—le recordó james.
-Bueno, se los he leído a Harry, solo en ese momento los conocí—perseveró Lily.
-¡Oh, vamos! Se supone que todos los cuentos para niños estan en el libro de Beedle, ¿verdad? "La Fuente de la Buena Fortuna!... "El mago y la Marmita Saltarina"... Babbitty Rabbitty y su Muñón Cacareante"...
-¿Perdón? -dijo Hermione con una risita-. ¿Qué fue eso último?
-¡Venga! -dijo Ron, mirando con incredulidad de Harry a Hermione-. Tienen que haber oído hablar de Babbitty Rabbitty...
-¡Ron, sabes muy bien que Harry y yo fuimos criados por muggles! –dijo Hermione-. No oíamos historias como esas cuando éramos pequeños, oíamos "Blancanieves y los siete enanitos" y "Cenicienta"...
-¿Blancanieves y los siete enanitos? ¿Cenicienta?-Sirius y james intercambiaban miradas asombradas-porque alguien querría andar con siete enanos, uno solo ya es insoportable-james expresaba su asombro
-Son cuentos del mundo Muggle-le explicó pacientemente Lily-y estos siete enanitos son realmente buenos, Remus continua por favor.
-¿Qué es eso, una enfermedad? -preguntó Ron.
-¿Así que son cuentos para niños? -preguntó Hermione, inclinada sobre las runas.
-Si -dijo Ron inciertamente-. Quiero decir, lo que acabas de oír, ya sabes, todas esas viejas historias provienen de Beedle. Supongo que es algo así como la versión original.
-Pero me pregunto por qué Dumbledore pensó que yo debía leerlas.
Algo crujió escaleras abajo.
-Probablemente es solo Charlie, ahora que Mamá esta durmiento, escabulléndose para hacer que le vuelva a crecer el pelo -dijo Ron nerviosamente.
-Da igual, deberíamos irnos a la cama -susurró Hermione-. Mañana no habrá tiempo para dormir.
-No -estuvo de acuerdo Ron-. Un brutal triple asesinato llevado a cabo por la madre del novio podría apagar un poco la boda. Apagaré la luz.
-Realmente le gustó el desiluminador—dijo james divertido.
Y accionó el Desiluminador una vez mas mientras Hermione abandonaba la habitación.
Termina aquí-anunció Remus-creo que tenemos tiempo para un capitulo mas
En ese momento apareció un fénix en medio del salón, todos, el pequeño Harry incluido lo observaron asombrados, el ave abrió sus fauces y habló con la voz de Dumbledore
-Reunión esta noche-dijo la voz-los necesito a los cuatro, respondan de inmediato
-Tendremos que decirle lo que sabemos hasta ahora-anunció Lily-y pedirle tiempo de investigar el resto, Lily ondeo su varita, y una sierva plateada salió de ella, la mujer pensó el mensaje que debía entregar a Dumbledore “ Allí estaremos, tenemos nueva información que compartir”
La cierva desapareció, y ellos se dispusieron a leer el siguiente capítulo.

7 comentarios:

  1. hoola...
    soy "rooivanna" seguia tu historia por PotterFics.. bueno, solo me paso para decirte, que la historia me encantaa! y la verdad, es qeu estoy esperando anciosa que llegues al capi 30 y tantos, que es en el que te quedaste en la otra pagina, jajaja...
    bueno, me voy. y a seguir esperando la evolucion, jajaja...
    os estamos leyendo!! espero que llegues prontito! =) que ya extraño la historia!
    bueno, ahora si me voy :)
    espero que estes super!
    besosss :*

    **rooivanna**

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  2. apoyo el comentario anterior!!!!!!11 yo tambien extraño la historia!!!!! ppor favor actualiza!!!!

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  3. Gracias x el constante apoyo...la historia fue oficialmente borrada de potterfics.. asi ke seguira solamente aki

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  4. te apoyamos donde quiera que estes animo!!

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  5. hola esperando que actualices pronto aunque se me dificulta un poco leerte aqui ya que nunca habia entrado en un blog asi que si alguien me pudiera dar consejos de como es esto se lo agradeceria porfa actualiza pronto

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  6. Yo tambien seguia tu fic en potterfics pero lastimadamente nunca tuve la oportunidad de dejarte un comentario gracias al poco tiempo que tenia por la prepa y cuando quise hacerlo me entere de que lo ibas a borrar y que lo publicaste aqui. Dejame decirte que me encanto desde el primer momento en que lo lei, escribes genial. Animo falta poco para llegar XDDD solo algunos veintitantos capitulos ^^ XDDD
    te cuidas y hay nos leemos
    Sayoo!!

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  7. Tu historia es realmente buena.
    Seguiré leyendo.

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