viernes, 23 de septiembre de 2011

Capítulo 20. La Cierva Plateada

James estaba a punto de leer cuando Dumbledore tuvo que disculparse

-Me temo que tengo que dejarlos un momento—recordaron que el director ya les había informado que debía reunirse con alguien—volveré tan pronto como me sea posible, por favor no detengan la lectura, cualquier cosa importante que noten, no duden en hacérmela saber.

-Buenas tardes director—se despidieron respetuosamente, aún pensando en todo lo que acaban de descubrir sobre su líder.

-Hoy—dijo james con los dientes apretados—inmediatamente después de este capitulo

-Vamos a tenderle la trampa a la rata—terminó sirius con rabia, mientras los demás asentían

-Sigo sin poder entender porque lo hizo—dijo Alice con tristeza

-Por que es un cobarde traidor—le contestó sirius—que prefiere defender su pellejo que la seguridad del mundo mágico, en lo que a mi respecta, Pettegrew es peor que Voldemort.

-Bueno—dijo Lily intentando tranquilizarlos—como ya ha dicho james, tenemos trabajo que hacer, así que debemos leer rápido el capitulo y decirle a Peter que nos vemos en la entrada del colegio—miró a su esposo—James, cielo ¿podrías leer?

El aludido se aclaró la garganta y con la emoción de descubrir nuevas cosas empezó a leer

Capítulo 19. LA CIERVA PLATEADA

Lily sonrió recordando la vez en que su patronus, una hermosa paloma, había empezado a cambiar de forma sin que ella entendiera el motivo, pero después, cuando James le mostró su patronus y su forma animaga lo entendió por completo, ese día supo y sobre todo acepto, que estaba total y completamente enamorada de ese engreído rompe normas. Sonrió mas ampliamente recordándolo.

Estaba nevando para cuando Hermione se hizo cargo de la vigilancia a medianoche. Los sueños de Harry habían sido confusos y perturbadores.

-Por supuesto—concedió Alice.—acaba de escapar de Voldemort y enterarse de cosas desagradables sobre su mentor, es lógico que no pueda dormir bien


Nagini entraba y salía de ellos, primero a través de un anillo gigante agrietado, después a través de una corona de Navidad de rosas. Despertó repetidamente, en pleno ataque de pánico, convencido de que alguien le había llamado en la distancia, imaginando que el viento que azotaba la tienda eran ruido de pasos y voces.

-¿Creen que es posible que los encuentren de nuevo?—preguntó james

-No lo creo—contestó Remus—llevan ya un tiempo en ese bosque, cuando los encontraron la primera vez fue casi inmediato, si supieran donde estan ya habrían aparecido allí

Lily y james le dirigieron a Remus idénticas miradas de agradecimiento, que el licántropo contestó con una tímida sonrisa.

Finalmente se levantó en la oscuridad y se unió a Hermione, que estaba
acurrucada en la entrada de la tienda leyendo Historia de la Magia a la luz de su varita.

-Esta chica no se cansa de leer—murmuró sirius—esta en una misión para acabar con Voldemort y solo se le ocurre leer

-Al menos hace algo útil—la defendió Lily con rabia—¿qué harías tu? ¿comer?

Todos rieron, sirius incluido, le encantaba sacar de quicio a la pelirroja, aunque en ocasiones esto amenazara su propia seguridad.
La nieve estaba cayendo copiosamente, y ella agradeció con alivio su sugerencia de recoger temprano por la mañana y ponerse en  movimiento.

-Iremos a algún sitio mas protegido -estuvo de acuerdo, estremeciéndose mientras se ponía un jersey sobre su pijama-. Sigo pensando que puede que haya oído a gente moverse fuera. Incluso creí ver a alguien una o dos veces.

-¿Algún muggle, tal vez?—preguntó Lily esperanzada

-No lo creo—opinó Frank—hermione hace hechizos repelentes de muggles, no se pueden acercar

-¿Algún otro mago entonces?—opinó esta vez Alice

-Es posible, aunque sería demásiada coincidencia—apuntó Remus y james, en vista de la repentina tensión de su esposa, decidió seguir leyendo.

Harry se detuvo en el acto de ponerse un suéter y miró al silencioso e inmóvil Chivatoscopio sobre la mesa.

-Estoy segura de que lo imaginé -dijo Hermione, que parecía nerviosa-. La nieve en la oscuridad, juega malas pasadas a los ojos... Pero quizás deberíamos Desaparecer bajo la Capa de Invisibilidad, solo por si acaso.

-Lo ves pelirroja—dijo sirius sonriendo—tanto que reñiste a james por tener esa capa en Hogwarts y mira como ha ayudado a Harry

-Tienes razón—concedió Lily a regañadientes, james besó tiernamente su mejilla.

Media hora después, con la tienda recogida, Harry llevando el Horrocrux,  
Hermione aferrando su bolso de cuentas, se Desaparecieron. La usual  estrechez los engulló. Los pies de Harry estaban parcialmente hundidos  en el suelo nevado, y momentos después golpeó con fuerza en lo que le pareció tierra congelada cubierta de hojas.

-¿Sabes?—inquirió Alice—me preguntó cuanto tiempo llevan ya en esa misión, quiero decir, escaparon un día después del cumpleaños de Harry, es decir el 1 de Agosto, y ya paso navidad

-Sigue nevando por lo que es posible que sigan en diciembre—opinó James

-Ósea que llevan por lo menos 5 meses vagando de un lado al otro—concluyó Remus

-Y todavía les falta mucho—finalizó Lily en un susurro ahogado

James leyó de nuevo.

-¿Dónde estamos? -preguntó, escudriñando alrededor hacia una nueva masa de árboles mientras Hermione abría su bolso de cuentas y empezaba a sacar los palos de la tienda.

-El Bosque de Dean -dijo-. Acampé aquí una vez con mamá y papá.

-Es un lugar hermoso—dijo Lily mirando a su esposo

-Lo es—confirmó james

Cuando apenas habían salido del colegio, pese a la amenaza inminente de voldemort, los merodeadores y Lily habían decido acampar antes de iniciar de forma permanente sus labores para la orden del fénix.

Solo habían pasado tres días desde que terminaran su último curso, cuando un muy emocionado sirius había llegado, brincando de un lado a otro comentando la genial idea que había sacado de una de sus conquistas muggles

-Podemos agrandar la tienda de Lily mágicamente—sirius  no paraba de hacer planes—llevaremos comida enlatada, y Remus y Lily nos enseñaran a hacer una fogata muggle, porque sino ¿Dónde estaría la diversión?....

Sirius siguió hablando, hasta que aceptaron el dichoso campamento, james lo hizo porque una gran idea se había formado en su mente, y Lily era la principal victima de esta idea.

Llevaban dos noches allí, y la tercera, james, con ayuda de sus amigos por supuesto, llevó a Lily lejos de la tienda, ya tenia todo preparado, por lo que cuando llegó allí con su entonces novia, se mostraba un hermoso prado, decorado para una cena sencilla para dos, había roto la regla pactada de nada de magia en cuanto a comida, impuesta por sirius, pero su amigo estuvo de acuerdo.

Cenaron, Lily estaba encantada, pero jamas se imagino el final, cuando después de servir unas copas de hidromiel para los dos, james se puso en pie, se arrodilló a su lado y con una mirada de profundo amor le dijo

-Lilian Evans, me harías el hombre mas feliz del mundo si aceptaras casarte conmigo—Lily lo miraba con sus ojos verdes brillando de emoción—así que ¿Quieres ser mi esposa, por toda la eternidad?

La mujer muy emocionada contestó con un SI inmediato, y besó a su, ahora prometido, el ambiente quedó un poco aplacado cuando sirius salió diciendo

-Hasta que lo conseguiste cornamenta—y james supo que esa era la forma de su amigo de felicitarlo..

Ninguno de los dos se imagino jamas, que su hijo, huyendo de voldemort y sus mortifagos, fuese a terminar en ese mismo bosque años después.

El matrimonio Potter estuvo tan sumido en sus recuerdos, hasta que un siempre inoportuno sirius los sacó de su ensimismamiento.

-Cornamenta—gritó sobresaltándolos a los dos—es geniales que recuerdes el día mas cursi de tu vida, pero todos queremos saber que pasa con tu hijo.

Remus le dio un golpe en la cabeza por su escaso tacto, y Lily le dirigió una mirada asesina, pero con dulzura le indicó a james que siguiera leyendo.

Había nieve posada en los árboles de alrededor y hacía un frío amargo, pero al menos estaban protegidos del viento. Pasaron la mayor parte del día dentro de la tienda, acurrucados en busca de calor alrededor de las útiles llamas de un brillante azul que Hermione era tan hábil en producir, y que podían ser recogidas y llevadas por ahí en una jarra. Harry se sentía como si se estuviera recuperando de una breve pero grave enfermedad, una impresión reforzada por la solicitud con la que Hermione le trataba.

Sirius estuvo a punto de interrumpir, pero una mirada envenenada de parte de Lily, y la risa poco contenida de Alice, lo persuadieron de hacerlo.

Esa tarde nuevos copos de nieve cayeron sobre ellos, haciendo que incluso su claro protegido se cubriera de una nueva capa de nieve en polvo. Después de dos noches de poco sueño, los sentidos de Harry parecían mas alerta de lo normal. Su escapada del Valle de Godric había sido por tan poco que Voldemort parecía de algún modo mas cercano que antes, mas amenazador.

-Como si eso fuera posible—bufó sirius

-Por si no lo habías notado, canuto—intentó explicar james—la versión del voldemort de esa época es mucho peor que la nuestra, así que, si es posible que sea mas aterrador

-Siempre lo supe—dijo sirius abatido,  y todos lo miraron sin comprender, por lo que se apresuró a explicar—siempre supe que la convivencia con Lily te iba a ser mal, ya suenas como ella

No lo pudieron evitar, el efecto fue inmediato, a la “confesión” de Sirius, le siguió una oleada tal de risas, que tardaron unos buenos 15 minutos en poder volver a la normalidad.

Cuando la oscuridad cayó otra vez Harry rehusó el ofrecimiento de  Hermione de quedarse vigilando y le dijo que se fuera a la cama. Harry llevó un viejo cojín a la entrada de la tienda y se sentó, llevaba puestos todos los jerseys que poseía e incluso así todavía temblaba. La oscuridad se acentuó con el paso de las horas hasta que resultó virtualmente impenetrable.
-Lo olvidaba!—dijo de repente sirius—se acerca el cumpleaños número uno de Harry

-No insinuaras que le hagamos una fiesta, sirius—dijo Remus sorprendido

-Por supuesto que no—contestó el animago—aunque no seria mala idea—continuó con una sonrisa—pero no era eso lo que quería decir

-¿Entonces?—preguntó esta vez James

-Pues que tengo que ir a comprar su regalo—dijo como si fuera lo mas obvio del mundo—tengo que conseguir la mejor escoba voladora de juguete del mundo

-Quieres dejarlo para cuando terminemos lo que tenemos que hacer—dijo Lily, divertida a pesar de que aparentaba estar seria—tenemos que terminar el capitulo, que tender una trampa.

El recuerdo de Peter silenció a sirius, y Lily se sintió repentinamente culpable, su esposo siguió leyendo.
                                                                                                              

Estaba a punto se sacar el Mapa del Merodeador, para observar el punto de Ginny un rato, cuando recordó que estaban en medio de las vacaciones de navidad y que ella debía estar de vuelta en la Madriguera. Cada diminuto movimiento parecía magnificado por la inmensidad del bosque. Harry sabía que debía de haber criaturas vivas, pero deseaba que todas permanecieran inmóviles y en silencio para poder separar sus inocentes roces y murmullos de los ruidos que podrían proclamar otros movimientos siniestros.


-Parece que quiere encontrarse con mortifagos—dijo imprudentemente sirius, y los demás rieron al verlo retroceder asustado ante la mirada de Lily

Recordaba el sonido del serpenteo de una capa sobre las hojas muertas  que había oído hacía años, y una vez creyó haberlo oído de nuevo antes de sacudirse mentalmente a sí mismo. Sus encantamientos protectores habían funcionado durante semanas, ¿por qué iban a fallar ahora? Y aun así no podía sacudirse la sensación de que algo era diferente esta noche.

Todos se tensaron, ya había advertido el maravilloso instinto que parecía poseer Harry para todo aquello que conllevara peligro, o para tomar aquellas decisiones acertadas, que a primera vista parecerían erróneas, por lo que pensaron que algo estaba a punto de pasar.

Varias veces se enderezó de un salto, le dolía el cuello porque se había quedado dormido, derrumbado en un ángulo torpe contra el costado de la tienda. La noche alcanzó tal profundidad de aterciopelada negrura que podría haber estado suspendido en el limbo entre la Desaparición y la Aparición. Acababa de levantar una mano ante su cara para ver si podía distinguir sus dedos cuando ocurrió.

Nuevos sentimientos de terror se apoderaron de todos, aunque Lily estaba asustada, algo en la forma que se relataba lo que ocurría, le decía que no era nada malo, aún así se mantuvo atenta, escuchando lo que su esposo les decía.

Una brillante luz plateada justo delante de él, moviéndose entre los árboles. Fuera cual fuera la fuente, se estaba moviendo silenciosamente. La luz parecía simplemente vagar hacia él. Saltó sobre sus pies, la voz se le quedó congelada en la garganta, y alzó la varita de Hermione.

James tragó saliva ruidosamente, Alice tembló ligeramente, Frank la abrazo, sirius, Remus y Lily escuchaban atentamente. Esperando

Entrecerró los ojos cuando la luz se volvió cegadora, los árboles de delante eran solo siluetas negras, y la cosa todavía seguía acercándose... Y entonces la fuente de luz salió de detrás de un roble. Una cierva plateada,

-¿Una cierva plateada?—preguntaron varias voces al tiempo

-¿Un patronus?—preguntó Frank

-Es posible, pero ¿amigo o enemigo?—preguntó su esposa

-Es mas probable que sea amigo—intento tranquilizarlos Remus—Dumbledore siempre dijo que a los mortifagos no se les daba bien ese encantamiento

Un poco mas tranquilo, tras las palabras de su amigo, james siguió leyendo.

brillante a la luz de la luna y deslumbrante, abriéndose paso por el terreno, todavía silenciosa y sin dejar pisadas en la fina nieve en polvo. Se acercó a él, su hermosa cabeza de ojos grandes y largos se mantenía en alto. Harry miraba fijamente a la criatura, lleno de maravilla, no por su extrañeza, sino porque sentía una inexplicable familiaridad.

En ese momento los ojos de James se giraron hacia Lily

-¿Tu patronus?—dijo con dificultad

-Me temo que no es posible—habló Dumbledore desde la puerta, y todos se sobresaltaron, aún no se acostumbraban a que el viejo director apareciera de improvisto, y al parecer el director llevaba un buen rato allí—Ninguna magia puede…

-Revivir a los muertos—completó amargamente James—pero entonces ¿Cómo explica eso?, estoy seguro de que la cierva que describen es el patronus de Lily

-No puedo explicarlo—dijo el director contrariado, mientras tomaba asiento tras la invitación por señas de Lily  no tenia ni idea de cómo había llegado el patronus de Lily a ese bosque, y con ella muerta—pero creo que es bueno para Harry, estoy seguro de que quien lo conjurara tiene intenciones de ayudarle

Lily asintió, un poco mas tranquila ante las palabras del director, pero estaba sumamente intrigada.

Se sentía como si hubiera estado esperando su llegada, pero había olvidado, hasta ese momento, que tenían una cita. Su impulso de llamar a Hermione, que había parecido tan fuerte momentos antes, había desaparecido. Sabía, se habría jugado la vida, que ella había venido por él, y sólo por él.

-Al menos sabemos lo acertado de su instinto—opinó Frank en voz baja y Alice, mostrándose de acuerdo, le sujetó con mas fuerza la mano.

Se miraron el uno al otro durante largos momentos y entonces la cierva se giró y se alejó.

Esto desconcertó a todos. ¿por qué de repente se marchaba?

-No -dijo él, y su voz sonó agrietada por la falta de uso-. ¡Vuelve!

Ella continuó caminando deliberadamente a través de los árboles, y ponto su brillo se vio veteado por los gruesos troncos negros. Durante un tembloroso segundo vaciló. La cautela le murmurba que podía ser un truco, un cebo, una trampa. Pero el instinto, el abrumador instinto, le decía que esto no era Magia Oscura. Comenzó la persecución.

-¿Y si es una trampa?—preguntó Lily preocupada

-No lo creo—contradijeron todos al tiempo, para que Frank continuara—como ya dije, y como ya leímos, el instinto de Harry suele estar en lo correcto

La nieve crujía bajo sus pies, pero la cierva no hacía ningún ruido mientras pasaba a través de los árboles, no era nada mas que luz. Le conducían adentrándose mas y mas en el bosque, y Harry caminaba rápidamente, seguro de que cuando ella se parara, le dejaría aproximarse apropiadamente. Y entonces hablaría y la voz le diría lo que necesitaba saber.

Ninguno pensaba que la aparición de la cierva fuera coincidencia, algún propósito perseguía la persona, ya fuera mago o bruja, que lo conjuro, solo esperaban que fuese algo que beneficiara a Harry y la misión.

Al fin, se detuvo. Giró su hermosa cabeza hacia él una vez mas, y él echó a correr, una pregunta ardía en su interior, pero cuando abrió los labios para pronunciarla, ella se desvaneció.

-¡¿Qué?!—Gritó Lily, que de nuevo se puso nerviosa

-Cálmate, cielo—dijo james con dulzura, y Lily asintió

Aunque la oscuridad se la había tragado del todo, su imagen bruñida estaba todavía impresa en las retinas de Harry; oscurecía su visión, iluminándola cuando bajaba los párpados, desorientándole. Ahora volvía el miedo. La presencia de ella significaba seguridad.

-¡Lumus! -susurró, y la punta de la varita se encendió. Las impresión de la cierva palidecía con cada parpadeo de sus ojos y se quedó allí de pie, escuchando los sonidos del bosque, los distantes crujidos de ramas, los suaves latigazos de nieve. ¿Estaba a punto de ser atacado? ¿Le había atraído ella a una emboscada? ¿Se estaba imaginando que había algo de pie mas allá del alcance de la luz de la varita, observándole?

-James—dijo Lily angustiada

-Calma, Lily—repitió james y luego siguió—si quisieran atacarlo ya lo habrían hecho, y tú lo sabes

-¿Y si solo tenían que atraerlo y avisarle a voldemort?—insistió

-La cicatriz—fue todo lo que dijo Remus, y con esas sencillas palabras, Lily sintió un poco de paz.

Sostuvo la varita mas alto, nadie corría hacia él, ningún destello de luz  verde salió de detrás de un árbol. ¿Por qué le había conducido a este lugar? Algo brillaba a la luz de la varita, y Harry se acercó, pero todo lo que allí había era una pequeña y congelada charca, su agrietada superficie negra brilló cuando alzó aún mas alto la varita para examinarla. Se adelantó cautelosamente y bajó la mirada hasta ella. El hielo reflejaba su sombra distorsionada y el rayo de la varita, pero en lo profundo, bajo el grueso y brumoso caparazón gris, algo mas brillaba.
Una gran cruz plateada... El corazón le saltó a la boca. Cayó de rodillas en el borde de la charca e inclinó la varita en un ángulo que inundara el fondo de la charca con tanta luz como fuera posible. Un destello de rojo profundo... Era una espada con relucientes rubíes en la empuñadura... la espada de Gryffindor yacía en el fondo de la charca de un bosque.

-Es imposible—susurró Alice después de reaccionar, cuando james les confirmó, en esa ultima frase, que Harry acaba de encontrar la espada de Gryffindor, la habitación cayó en un profundo silencio.

-¿Pero como los encontraron?—preguntó Lily entre angustiada por que descubrieran la ubicación de su hijo, y aliviada porque fuera alguien que estaba de su bando, pues si de algo estaban seguros todos, era que la aparición de esa cierva no era casualidad

-Y mas aún ¿Quién sabría que Harry necesita la espada de Gryffindor?—aportó Frank

Dumbledore pensaba, ¿sería que después de todo no había dejado a Harry tan solo como pensaba? ¿antes de su muerte habría dejado a alguien encargado de ayudar a su pupilo? ¿Alguien de la orden tal vez?

Probablemente lupin, pero el patronus del muchacho era un lobo, y si bien había podido cambiar, no veía ningún motivo por el cual se convertiría en cierva, una nueva esperanza, leve, se instaló en su mente…

-Cornamenta—dijo sirius serio—creo que deberías seguir leyendo, esto se esta volviendo interesante.

James obedeció a su hermano de alma.

Apenas respirando, bajó la mirada. ¿Cómo era esto posible? ¿Cómo podía haber llegado a yacer en una charca del bosque, tan cerca del lugar en el que acampaban? ¿Alguna magia desconocida había arrastrado a Hermione a este lugar, o era la cierva, un patronus sin lugar a dudas, algún tipo de guardián de la charca? ¿O la espada había sido puesta en la charca después de que llegaran, precisamente porque ellos estaban aquí? En cualquier caso, ¿dónde estaba la persona que se la estaba entregando a Harry? De nuevo barrió con la varita los árboles y arbustos circundantes, buscando un humano a la vista, por el rabillo del ojo, pero no pudo ver a nadie. Al mismo tiempo un poco mas de miedo fermentó su exitación cuando volvió la atención a la espada que reposaba en el fondo de la charca congelada.

-¿y por qué en una charca congelada?—preguntó sirius—quiero decir, si se le querían dar pudieron dejarla solo sobre la charca o algo así

-Porque la espada solo funciona correctamente—dijo Lily con esa voz que solía usar en el colegio para contestar a los profesores, causando la sonrisa de su esposo—si quien la consigue lo hace bajo ciertas circunstancias

-¿Qué circunstancias son esas?—preguntó Frank, historia de la magia nunca había sido su fuerte

-Situaciones adversas, de peligro—explicó Lily—solo se presenta ante alguien que reúna las verdaderas cualidades de un Gryffindor

James, e incluso sirius y Remus, sintieron profundas oleadas de orgullo por Harry, sin duda, y aunque ya lo sabían, el chico había demostrado ser un verdadero Gryffindor, sin dejar ningún tipo de lugar a discusión. James, con una sonrisa orgullosa pintada en sus labios siguió leyendo.

Apuntó la varita hacia la forma plateada y murmuró.
-Accio espada.

-No puedo creer que piense que eso funcionará—dijo ofendido Remus, pero ninguno le presto atención.

No se movió. No había esperado que lo hiciera.

Remus se sintió entre avergonzado y feliz, avergonzado por lo dicho solo segundos antes y feliz, porque después de todo, pese a la falta de educación mágica que en su opinión padecían Harry, Ron e incluso hermione, el chico supiera que la espada no acudiría tan fácilmente

Si hubiera sido tan fácil, la espada habría estado tirada en el suelo para que él la recogiera, no en las profundidades de una charca helada. Se paseó alrededor del círculo de hielo, pensando con fuerza en la última vez que la espada se había entregado a sí misma a él.

-¿La última vez?—preguntó Remus-¿Para qué habría necesitado Harry la espada?

Entonces Lily palideció considerablemente

-Lils—dijo james con dulzura—cariño ¿estas bien?

-¿Recuerdan lo que dijo hermione sobre la espada?—dijo con un hilo de voz

-¿Qué destruía Horrocruxes?—preguntó confundido james—¿como es que eso es malo?

-No, no esa parte—corrigió Lily—en ese momento no me di cuenta pero hermione dijo, que la espada estaba impregnada con veneno de basilisco

-¡Es cierto!—casi gritó Remus—y ya hemos leído todo eso sobre el colmillo de basilisco

-¿Quieres decir?—dijo Alice totalmente consternada-¿Qué Harry se enfrentó a un basilisco, y lo venció con la espada de Gryffindor?

Que Alice lo pusiera en palabras lo hizo aún peor para Lily

-Cariño, no le paso nada—la calmaba james—esta bien

-Si no le paso nada ¿Cómo explicas que supiera que el antídoto de veneno de basilisco es lagrimas de fénix?—le replicó algo aireada Lily—ya sabemos que la estudiosa y quien tiene las respuestas es hermione, solo pudo saberlo si..

-Fawkes—murmuró bajito Dumbledore, cuando una idea apareció en su cabeza—Fawkes debió ayudarlo.

-Pero eso sigue sin explicar porque se enfrentó a un basilisco—dijo Lily

-Tal vez lo averigüemos si seguimos leyendo—apuntó Alice


Había estado en un terrible peligro entonces, y había pedido ayuda.

-Terrible peligro—musitó Lily preocupada, james le acaricio el rostro con ternura, pero no dejó de leer.
-Ayuda -murmuró, pero la espada permaneció en el fondo de la charca,
indiferente, inmóvil.
¿Qué era, se preguntó Harry a sí mismo (paseando de nuevo), lo que le había dicho Dumbledore la última vez que había recuperado la espada? Solo un verdadero Gryffindor podría haber sacado eso del Sombrero.

-¿Del sombrero?—preguntaron todos, excepto Remus y Lily mirando al director

-Godric hechizó su espada, para que apareciera dentro del sombrero seleccionador, en caso de que un miembro de Gryffindor la necesitara—les explicó el director, contento de que después de todo lo que habían leído sobre el, lo siguieran buscando para obtener respuestas—no importan donde se encuentre la espada, si algún Gryffindor esta en posesión del sombrero y realmente necesita la espada, y es digno miembro de esa casa, la espada acudirá en su ayuda

-Vaya!—murmuró sirius asombrado.

¿Y cuales eran las cualidades que definían a un Gryffindor? Una vocecita en su cabeza le respondió: Su valentia, temple, caballerosidad diferencian a un Gryffindor.
Harry dejó de pasearse y dejó escapar un largo suspiro, su vaporoso aliento se dispersó rápidamente en el aire congelado. Sabía lo que tenía que hacer. Para ser honesto consigo mismo, había pensado en ello desde el momento en que había divisado la espada a través del hielo.

-No estará pensando—murmuró sirius, por una vez comprendiendo todo antes que Lily o Remus

-¿A que te refieres?—preguntaron varias voces al tiempo

-Nada, olvídenlo—contestó—cornamenta, sigue leyendo.

Miró de nuevo a los árboles circundantes, pero estaba convencido de que nadie iba a atacarle. Habían tenido su oportunidad cuando caminaba solo a través del bosque, había habido muchas oportunidades mientras examinaba la charca. La única razón para retrasarlo era que la perspectiva de la acción inmediata era muy poco invitadora.
Con dedos torpes Harry empezó a quitarse las muchas capas de ropa.
Sirius vio confirmada su teoría, y los demás comprendieron lo que Harry estaba a punto de hacer

-¡Se va a congelar!—protestó Lily

 En cuanto a donde entraba la "caballerosidad" en esto, pensó resentido, no estaba muy seguro, a menos que contara como tal que no hubiera llamado a Hermione para hacerlo en su lugar.

Ese pensamiento de Harry logró arrancar algunas tímidas sonrisas por parte de los lectores, Lily pensó que su hijo no solo se parecía físicamente a james, también tenia mucha de su personalidad.

Una lechuza ululó en alguna parte mientras se desnudaba, y pensó con una punzada de dolor en Hedwig. Ahora estaba temblando, sus dientes castañeteaban horriblemente, aunque continuó desnudándose hasta que al fin estuvo allí en ropa interior, descalzo en la nieve. Colocó la bolsita que contenía su varita, la carta de su madre, el trozo del espejo de Sirius, y la vieja Snitch encima de su ropa, después señaló con la varita de Hermione al hielo.

No estaban convencidos de que lo que iba a hace Harry fuera la mejor idea, pero tampoco se les ocurría otra cosa, y bien pensando, aunque pensaran en algo mas, habría sido totalmente inútil

-Diffindo!
Se agrietó con un sonido parecido al de disparar una bala en el silencio. La superficie de la charca se rompió y trozos de hielo oscuro se mecieron sobre el agua se ondeaba. Por lo que Harry podía juzgar, no era profunda, pero para recuperar la espada tendría que sumergirse completamente.

Los pequeños seguían jugando indiferentes a que su futuro estaba siendo leído por sus padres, los pequeños Harry y Neville, solo se quedaron tranquilos, en la alfombra de la habitación de aquella casa en valle de Godric, compartiendo tranquilos, sin saber ni entender, que eran el epicentro de la peor guerra mágica que se pudiera recordar.

Contemplar la tarea venidera no la haría mas fácil o calentaría mas el agua. Se acercó al borde de la charca y colocó la varita de Hermione en el suelo, todavía encendida. Después, intentando no imaginar el frío que estaba a punto de experimentar o lo violentamente que temblaría, saltó.
Cada poro de su cuerpo gritó en protesta. El mismo aire de sus pulmones pareció congelarse y volverse sólido cuando se sumergió hasta los hombros en agua congelada.

A sirius le asombraba la capacidad con la que Lily cambiaba de humor, aunque, raramente entendía los motivos, un rato antes, estaba sonriendo por un pensamiento de Harry, y ahora sus ojos denotaban la preocupación que sentía por lo que pudiera pasarle a su hijo.

A penas podía respirar; temblaba tan violentamente que el agua lamía los bordes de la charca, tanteó la hoja con su pie entumecido. Quería sumergirse solo una vez. Calculó el momento de la inmersión total segundo a segundo, jadeando y temblando, hasta que se dijo a sí mismo que debía hacerse, reunió todo su coraje, y se sumergió. El frío era una agonía. Le atacaba como fuego. Su mismo cerebro parecía haberse congelado mientras empujaba a través del agua oscura hacia el fondo y extendía la mano, buscando la espada. Sus dedos se cerraron sobre la empuñadura, tiró hacia arriba.

Lily respiró aliviada, al saber que su hijo había tomado la espada, dentro de poco saldría y podría calentarse de nuevo, en la tienda, junto a hermione, pero ese alivió solo duro un segundo, el segundo que tardó su esposo en leer el siguiente renglón.

Entonces algo se cerró firmemente alrededor de su cuello. Pensó que eran algas aunque nada le había rozado cuando se sumergió, y alzó la mano vacía para liberarse. No eran algas. La cadena del Horrocrux se había apretado y estaba apretando lentamente su tráquea.

-Debí suponerlo—dijo Dumbledore, que como siempre tenia esa capacidad de permanecer en tal silencio, que los demás olvidaban su presencia.


Harry pateó salvajemente, intentando impulsarse de vuelta a la superficie, pero solo consiguió impulsarse contra el lado rocoso de la charca. Agitándose, ahogándose, asió la cadena estranguladora, sus dedos congelados fueron incapaces de soltarla, y ahora había luces estallando en su cabeza, e iba a ahogarse,

En ese punto, los ojos de Lily ya habían empezado a derramar lagrimas, james leía con un nudo en el estomago, esperanzado de que de repente, llegara hermione y salvara a su hijo.

no había nada, nada que pudiera hacer, y los brazos que se cerraban alrdedor de su pecho solo podían ser los de la muerte...


Tosiendo y vomitando, empapado y mas frío de lo que había estado nunca en su vida, se derrumbó bocabajo en la nieve. En alguna parte, cerca, otra persona jadeaba, tosía y se tambaleaba. Hermione había venido de nuevo al rescate, como había hecho cuando el ataque de la serpiente en Valle de Godric

Lily, ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que hermione había ayudado a Harry, volvió a agradecer al cielo, que cuando Ron se marchó, hermione se hubiese quedado con Harry, de lo contrario, sabia que su hijo ya habría muerto.

... Aunque no parecía ella, no con esas toses profundas, ni a juzgar por el peso de las pisadas.

El alivio paso ¿si no era hermione quien era esa persona que había salvado a Harry de morir ahogado? ¿sería la misma persona que envió la cierva?

Harry no tenía fuerzas para alzar la cabeza y averiguar la identidad de su
salvador. Todo lo que pudo alzar fue una mano temblorosa hasta su garganta y palpar el lugar donde el guardapelo había cortado firmemente su carne.

“Una cicatriz mas”, pensó Lily tristemente, pero aliviada porque su hijo estuviera a salvo, o por lo menos tal a salvo como era posible, teniendo en cuenta las circunstancias.

Había desaparecido. Alguien se lo había cortado. Entonces una voz jadeande habló sobre su cabeza.
-¿Estas... loco?
Nada excepto la sorpresa de oir esa voz podría haber dado a Harry las fuerzas necesarias para levantarse. Temblando violentamente, se puso en pie tambaleante. Allí ante él estaba Ron,

-¡RON!—el grito de sorpresa fue general

-No puedo creer que tenga la cara dura para volver a aparecer—dijo indignado sirius

-Hey!—protestó Lily—que le salvo la vida

-Era lo menos que podía hacer—insistió testarudo Sirius—después de abandonarlo, cuando prometió acompañarlo

A James, le podía el agradecimiento con Ron por haber salvado a su hijo, que la rabia porque lo hubiese abandonado antes. Pero por la cara de sirius, era obvio que el no compartía su opinión. James reinició la idea

Allí ante él estaba Ron, completamente vestido pero empapado del todo, con el pelo aplastado sobre la cara, la espada de Gryffindor en una mano y el Horrocrux colgando de su cadera rota en la otra.

-¿Por qué demonios -jadeó Ron, sujetando en alto el Horrocrux, que se
balanceaba adelante y atrás en la corta cadena en una especie de parodia de hipnosis- ¿no te quitaste esta cosa antes de sumergirte?

-y a parte tiene el descaro de reclamarle—musitó de nuevo

-Ya cálmate sirius—dijo Remus

-Si, relájate—aportó Frank

James solo se mantenía en silencio, porque tenia una extraña lucha interna, por un lado no se iba a molestar con Ron por haber vuelto, menos aún cuando había salvado la vida de Harry, pero por otro lado, tampoco le agrado el momento en que se marchó, después de gritarle a su hijo sus padres estaban muertos y que no tenia familia. Por eso optó por quedarse al margen de la discusión y seguir leyendo.

Harry no podía responder. La cierva plateada no había sido nada, nada, comparado con la aparición de Ron, no podía creérselo. Temblando de frío, cogió la pila de ropa que todavía yacía al borde del agua y empezó a ponérsela. Mientras se pasaba jersey tras jersey sobre la cabeza, Harry miraba a Ron, medio esperando que hubiera desaparecido cada vez que le perdía de vista, aunque tenía que ser real. Acababa de tirarse a la charca, había salvado la vida de Harry.

-No tiene que importar si regresó o no—al parecer sirius no perdonaría fácilmente a Ron

-Si Harry, que es el directamente afectado puede olvidar lo que paso—dijo Lily firmemente—¿por qué no puedes hacerlo Tu?

Sirius murmuró algo, que ninguno alcanzó a entender, james le dirigió una mirada comprensiva antes de seguir leyendo.

-¿Eras t-tú? -dijo Harry al fin, sus dientes castañeteaban, su voz era mas débil de lo habitual dada su casi-estrangulación.
-Bueno, si -dijo Ron, ligeramente confuso.
-¿Tú lanzaste esa cierva?
-¿Qué? ¡No, por supuesto que no! ¡Yo creía que habías sido tú!
-Mi patronus es un ciervo.
-Oh, si. Pensé que parecía diferente. Sin cornamenta.

-Idiota—murmuró sirius

Harry se puso la bolsita de Hagrid alrededor del cuello, poniéndose un último jersey, acercándose a recoger la varita de Hermione, y enfrentándose de nuevo a Ron.
-¿Cómo es que estas aquí?

-Al menos le exige respuestas—los demás ya habían entendido que seria imposible que sirius cambiara su actitud de momento, por lo que lo dejaron discutir solo

Aparentemente Ron había esperado que ese punto se tocara mas adelante, si es que se tocaba.
-Bueno, yo... ya sabes... he vuelto. Si... -Se aclaró la garganta-. Ya sabes. Si todavía me quieres aquí.
Hubo una pausa, en la cual el tema de la partida de Ron pareció alzarse como una pared entre ellos. Aunque estaba aquí. Había vuelto. Acababa de salvar la vida de Harry.

-Al menos no lo traicionó—murmuró sombríamente james, refiriéndose por primera vez al regresó de Ron

Su voz era tal, que ni sirius se atrevió a decir nada, ni a favor ni en contra.

Ron bajó la mirada a sus manos. Pareció momentáneamente sorprendido al ver las cosas que sujetaba.
-Oh, si, saqué esto, -dijo, bastante innecesariamente, alzando la espada para que Harry la inspeccionara-. ¿Por eso te metiste…verdad?
-Si -dijo Harry-. Pero no lo entiendo. ¿Cómo llegaste aquí? ¿Cómo nos
encontraste?

-Eso es preocupante—dijo Lily cayendo en cuenta

-Es cierto—la apoyó Frank

-Si Ron pudo encontrarlos—continuó Alice—es porque de alguna manera se les puede seguir la pista

-Al menos solo Ron lo sabe—dijo preocupado Remus


-Es una larga historia -dijo Ron-. Los he estado buscando durante horas, es un bosque grande, ¿verdad? Y justo estaba pensando en que iba a tener que dormir bajo un árbol y esperar a la mañana cuando vi a la cierva y la seguí.
-¿No viste a nadie mas?
-No -dijo Ron- Yo...
Pero vaciló, mirando a dos árboles que crecían cerca el uno del otro a algunas yardas de distancia.
-Creo que vi algo moverse allí, pero estaba corriendo hacia la charca en ese momento, porque habías entrado pero no salías, así que no iba a hacer un desvío para... ¡Hey!

-y ni siquiera puede decirle a quien vio—sirius seguía su caza anti-Ron—no entiendo, Harry no lo necesita

-Siempre va a necesitar a sus amigos—dijo james, mirando a sirius y james—sin importar lo que pase, siempre vamos a necesitar a nuestros amigos

-Pero yo jamas te abandonaría—arguyó sirius

-Tú eres seguro de ti mismo—argumentó Remus—Ron es inseguro, además de que estaba preocupado por su familia

-No debe ser fácil vivir bajo al sombra de Harry Potter—opinó Lily—el vencedor de voldemort, y el encargado de volverlo a vencer

-Nunca es fácil vivir bajo la sombra de nadie—apoyó el director pensando en su hermano

Harry ya estaba corriendo hacia el lugar que Ron había señalado. Los dos robles crecían bastante juntos, había un hueco de solo unos centímetros entre los troncos al nivel de los ojos, un lugar ideal para ver sin ser visto. La tierra alrededor de las raíces, sin embargo, estaba libre de nieve, y Harry pudo ver que no había ninguna señal de pisadas.

-No es difícil borrar las pisadas con magia—opinó Alice

-Lo importante—dijo Lily—es que no estan solos, alguien les ayuda, y a mi personalmente, no me importa quien sea, siempre y cuando este de su lado.

Volvió adonde estaba Ron esperando, todavía sujetando la espada y el Horrocrux.
-¿Hay algo? -preguntó Ron.
-No -dijo Harry.
-¿Entonces, que hacía la espada en esa charca?
-Quienquiera que lanzara el Patronus debe haberla puesto ahí.
Ambos miraron a la ornamentada espada de plata, su empuñadura de rubíes brillaba un poco a la luz de la varita de Hermione.
-¿Crees que es la auténtica? -preguntó Ron.
-Hay una forma de averiguarlo, ¿verdad? -dijo Harry.

-¿y como se supone que lo va a hacer?—preguntó Frank

-Es obvio—contestó Remus—destruyendo el horrocrux

-Lo sé—le replicó Frank con calma—me refiero al hecho de que en todo el tiempo no ha logrado abrirlo, y para destruirlo, tiene que abrirlo

-Es cierto—concedió Lily—me pregunto que planea

El Horrocrux todavía se balanceaba en la mano de Ron. El guardapelo se sacudía ligeramente. Harry sabía que la cosa de dentro estaba de nuevo agitada. Había sentido la presencia de la espada y había intentado matar a Harry antes que dejarle poseerla. Ahora no había tiempo para largas discusiones; era el momento de destruir al guardapelo de una vez y para siempre. Harry miró alrededor, sujetando en alto la varita de Hermione, y vio el lugar; una roca plana que yacía a la sombra de un sicomoro.

Se preguntaban como iban a conseguirlo, si ya habían intentado todo para abrir el guardapelo y no lo lograban, era imposible que de rente fuera innecesario abrirlo.

-Vamos -dijo, y abrió el camino, limpiando la nieve de la superficie de la roca, y extendiendo la mano pidiendo el Horrocrux. Cuando Ron ofreció la espada, sin embargo, Harry sacudió la cabeza.
-No, debes hacerlo tú.

Dumbledore sonrió complacido, había temido por un momento, que el hecho de que Harry usara la espada, causará que se perdiera el efecto.

-¿Yo? -dijo Ron, sorprendido-. ¿Por qué?
-Porque tú sacaste la espada de la charca, creo que se supone que debes ser tú.

 No estaba siendo para nada amable o generoso. Tan indudablemente como había sabido que la cierva era benigna, sabía que tenía que ser Ron quien esgrimiera la espada. Dumbledore le había enseñado al menos algo sobre cierto tipo de magia, y el incalculable poder de ciertos actos.

Los ojos de todos se dirigieron al director, que sonreía orgulloso, en ese tiempo que llevaban leyendo el libro, habían visto en Dumbledore reflejadas una serie de emociones que jamas pensaron ver, Albus era conocido por mantener siempre la calma, y un rostro impasible, sin importar lo difícil que todo se viera.


-Lo voy a abrir -dijo Harry- y tú lo golpeas. Directamente, ¿vale? Por si lo que sea que haya dentro ofrece resistencia. El pedazo de Riddle del diario intentó matarme.

-Vaya forma de tranquilizarlo—dijo james divertido

-¿Cómo vas a abrirlo? -preguntó Ron. Parecía aterrado.
-Voy a pedirle que se abra, en parsel -dijo Harry. La respuesta llegó tan fácilmente a sus labios que pensó que en el fondo siempre lo había sabido.

-Y como es que ahora lo sabe—dijo sirius—intentó todo, y jamas se le ocurrió eso

-Bueno, ¿Qué importa como lo sabe?—lo defendió Lily—lo importante es que funcione, y que no salgan lastimados.

Quizás había sido su reciente encuentro con Nagini lo que le había hecho
comprenderlo. Miró a la serpentina S dibujada con brillantes piedras. Era fácil visualizarla como una minúscula serpiente, enroscada sobre la fría piedra.
-¡No! -dijo Ron. -¡No lo abras! ¡Lo digo en serio!

-Y también es un cobarde—escupió sirius

-Es suficiente—dijo Lily, pero por primera vez, su voz no pareció intimidarlo ni persuadirlo

-No puedes evitar que diga lo que pienso—le contestó con brusquedad, sorprendiendo a todos

-Canuto—dijo james, y eso fue suficiente

-Lo siento, Lily—dijo sirius apenado—no cambiara lo que pienso, pero no tengo derecho a desquitarme contigo

-No te preocupes—Lily le sonrió

-¿Por qué no? -preguntó Harry-. Librémonos de esta maldita cosa, hace meses...
-No puedo, Harry, en serio... hazlo tú.
-¿Pero por qué?
-¡Porque esa cosa es mala para mí! -dijo Ron, retrocediendo lejos del guardapelo tendido sobre la roca-. ¡No puedo con ello! No es una excusa, Harry, ya me gustaría, pero a mi me afecta mas que a ti y a Hermione, me hizo pensar cosas... cosas que yo ya estaba pensando de todos modos, pero las hizo peor. No puedo explicarlo, y entonces me fui y volví a pensar con claridad, y entonces vas tú y me pones esa cosa asquerosa delante... ¡no puedo hacerlo, Harry!


Escuchaban apenados las confesiones de Ron, y aunque sirius sentía cierta pena por el, no era suficiente, desde su punto de vista, para perdonarlo por haber abandonado a su ahijado.

Se había alejado, con la espada colgando a su costado, sacudiendo la cabeza.
-Puedes -dijo Harry, -¡puedes! Solo tienes que coger la espada, sé que tienes que ser tú quien la utilice. Por favor, librémonos de él, Ron.
El sonido de su nombre pareció actuar como un estimulante. Ron tragó, después, todavía respirando con dificultad a través de su larga nariz, volvió hasta la roca.

Lily sonrió, Ron podría haber abandonado a su hijo, pero allí estaba de nuevo, dispuesto a ayudarlo con su misión, aunque esto significara una tortura tanto emocional como física.

-Dime cuando -graznó.
-A la de tres -dijo Harry, volviendo a mirar al guardapelo y entrecerrando los ojos, concentrándose en la letra S, imaginando una serpiente, mientras el contenido del guardapelo se retorcía como un gallo de pelea atrapado. Habría sido fácil compadecerlo, solo que el corte del cuello de Harry todavía ardía.

Nuevas risitas fueron la respuesta al pensamiento de Harry, era ilógico pensar que hubiese algo que los hiciese compadecerse de un trozo de alma de Voldemort, por eso mismo, resultaba tan cómico el pensamiento de Harry

-Uno... dos... tres... ábrete.
La última palabra llegó en forma de un siseo y un gruñido y las puertas doradas del guardapelo se abrieron con un pequeño chasquido.

-Lo logró!—exclamaron triunfantes, y luego sin que nadie añadiera nada mas, james siguió leyendo

Tras las dos ventanas de cristal de dentro parpadeaban unos ojos vivos, oscuros y hermosos como habían sido los ojos de Tom Riddle antes de volverse escarlatas y de pupilas como rajas.

-Sigo sin creer que Voldemort tenga padre muggle—dijo sirius recordando el inicio del mago tenebroso mas temido que se recuerde—es un verdadero hipócrita, me pregunto si sus seguidores lo sabrán


-Golpea -dijo Harry, sujetando el guardapelo firme en la roca.
Ron alzó la espada entre sus manos temblorosas. Surgió un punto sobre los ojos que saltaban de un lado a otro, y Harry agarró el guardapelo firmemente, endureciéndose a sí mismo, ya imaginando sangre manando de las ventanas vacías.
Entonces una voz siseó desde el Horrocrux.
-He visto tu corazón, y es mío.

-Perfecto—gruñó sirius—voldemort solo tiene que manipular el corazón del chico que abandono a sus amigos, por celos y miedo, vaya manos en las que esta el mundo

-Recuerda que TU AHIJADO—dijo Lily remarcando las últimas palabras—también esta allí

-Si—contestó con tranquilidad—pero no es a el a quien atormenta un guardapelo

Lily negó con la cabeza, decidiendo que no valía la pena discutir

-¡No le escuches! -dijo Harry ásperamente- ¡Golpea!
-He visto tus sueños, Ronald Weasley, y he visto tus miedos. Todo lo que deseas es posible, pero todo lo que temes también es posible...

Escuchaban atentamente, deseando estar allí para ayudar a los jóvenes, y también preguntándose lo que verían en caso de estar en el lugar de Ron.

-¡Golpea! -gritó Harry, su voz resonó entre los árboles circundantes, la espada temblaba, y Ron miraba fijamente a los ojos de Riddle.
-Siempre menos amado, por la madre que anhelaba una hija... Menos amado ahora, por la chica que prefiere a tu amigo... El segundo mejor, siempre eternamente a la sombra...

Dumbledore escuchaba atentamente, algo en su interior, le decía que Ron lograría acabar con el horrocrux, le preocupaba como iban a conseguir los otros. Tenían uno seguro, ya había avanzado en sus investigaciones sobre el anillo mencionado, sabia que Nagini era otro, pero solo podía sacar conjeturas de los restantes.

-¡Ron, golpea ya! -gritó Harry a voz en cuello. Podía sentir al guardapelo
estremeciéndose en su apretón y le asustó lo que se avecinaba. Ron alzó la espada mas alto, y cuando lo hizo, los ojos de Riddle se volvieron escarlata.
Saliendo de las dos ventanas del guardapelo, saliendo de los ojos, habían
florecido como dos grotescas burbujas, las cabezas de Harry y Hermione,
extrañamante distorsionadas.

-No lo puedo creer!—exclamó Frank

-Es una magia de la que jamas había oído—apoyó Remus

-Tenemos que detenerlo—dijeron Alice y Lily al tiempo, se miraron una a la otra y sonrieron con la determinación pintada en el rostro.

Ron chilló por la sorpresa y retrocedió mientras las figuras surgían del guardapelo, sus pechos, sus cinturas, sus piernas, hasta que estuvieron de pie en el guardapelo, lado a lado como árboles con una raiz común, balanceándose sobre Ron y el auténtico Harry, que apartó los dedos del guardapelo como si quemara, repentimente al rojo vivo.

-Es totalmente injusto—dijo Remus

-Totalmente—lo apoyó Lily—ellos deberían estar preocupados por sus EXTASIS y hasta por un tonto partido de Quidditch, no estar en la mitad de un bosque tratando de destruir un fragmento de alma de Voldemort—Lily estaba indignada

-No es justo que Harry hiciera caer a voldemort siendo un bebe—la relevó Alice—solo para tener que enfrentarse a el 16 años mas tarde


-¡Ron! -gritó, pero el Harry-Riddle estaba ahora hablando con la voz de
Voldemort y Ron le miraba fijamente, hipnotizado, a la cara.
-¿Por qué volviste? Estabamos mejor sin ti, mas felices sin ti, nos alegraba tu ausencia... Nos reíamos de tu estupidez, de tu cobardía, de tu presunción...

Esta vez incluso sirius tuvo que admitir que Ron estaba pasando un rato amargo, por una parte pesaba que debía pagar de alguna forma el haberlos dejado, pero la tortura de Ryddle estaba superando cualquier cosa que sirius considerara correcta.

-¡Sí, de tú Presunción! -repitió el Riddle-Hermione, que era mas guapa aunque mas terrible que la auténtica Hermione. Se bamboleaba, cacareando, ante Ron, que parecía horrorizado, aunque transfigurado, la espada colgaba inútilmente a su costado-. ¿Quién podría mirarte a ti, quien te miraría nunca, estando junto a Harry Potter? ¿Qué has hecho tú, comparado con el Elegido? ¿Qué eres tú comparado con el Chico que Vivió?

Alice y Lily escuchaban horrorizadas, si bien todos ya sabían del interés que sentía Ron por hermione y viceversa, a las mujeres les parecía especialmente cruel, lo que la falsa hermione le gritaba al chico, que ya de por si era bastante inseguro.

-¡Ron, golpea, GOLPEA! -chilló Harry, pero Ron no se movía. Sus ojos estaba abiertos de par en par y el Riddle-Harry y la Riddle-Hermione estaban reflejados en ellos, sus cabellos se arremolinaban en llamas, sus ojos brillaban rojos, sus voces se elevaban en un dueto maléfico.
-Tu madre confesó -dijo con desprecio el Riddle-Harry, mientras la Riddle- Hermione se burlaba- que me habría preferido a mí como hijo, que se habría alegrado de intercambiar...

Aquí fue cuando Sirius sintió verdadera compasión por Ron y le perdono haber abandonado a su ahijado, le parecía estar escuchando a Walburga recriminarlo lo mal hijo que era, diciéndole que habría preferido que sus primas Bellatrix o Narcissa o incluso que Lucios Malfoy fueran sus hijos, en lugar de el, su madre le gritaba que era un decepción para la familia, y recordando todo esto, no pudo seguir enojado con Ron.

-¿Quién no le preferiría a él, qué mujer te aceptaría, no eres nada, nada, nada comparado con él -graznó la Riddle-Hermione, y se estiró como una serpiente y se entrelazó alrededor del Riddle-Harry, envolviéndole en un estrecho abrazo. Los labios de ambos se encontraron.

Nadie sabia si Ron reaccionaria a tiempo, si lograría destruir el horrocrux que lo estaba torturando de la peor manera.

Sobre el suelo ante ellos, la cara de Ron estaba llena de angustia. Alzó la espada en alto, sus brazos temblaban.
-¡Hazlo, Ron! -gritó Harry.
Ron le miró, y Harry creyó ver un rastro de escarlata en sus ojos.

Todos se alarmaron ¿podría ese fragmento de alma de Voldemort haber tomado posesión del cuerpo del muchacho?, no les habría extrañado con lo vulnerable que se encontraba en esos momentos.

-¿Ron...?
La espada centelleó, cayó. Harry se lanzó fuera de su camino, se oyó un
chasquido de metal y un largo, interminable grito. Harry se dio la vuelta,
resbalando en la nieve, con la varita en alto para defenderse, pero no había nada contra lo que luchar. Las versiones mostruosas de sí mismo y Hermione habían desaparecido.

-Lo hizo—dijo James con la garganta seca—lo logró

-Un horrocrux menos—apoyó Remus
-y conservan el arma para destruir los restantes—aportó esta vez Frank

-Creo que las cosas empiezan a mejorar—dijo Alice con un asomo de sonrisa en dirección a Lily, la pelirroja también sonrió.


 Solo estaba Ron, allí de pie con la espada laxa en la mano, mirado a los restos esparcidos del guardapelo sobre la roca plana. Lentamente, Harry se acercó a él, sin saber apenas qué decir o hacer. Ron estaba respirando con dificultad. Sus ojos ya no eran rojos, sino de su azul normal, también estaban húmedos.

-Supongo que no es tan inútil como pensaba—aceptó sirius aún de mala gana, aunque ya no estaba enojado.

Harry se agachó, fingiendo no haberlo visto, y recogió el Horrocrux roto. Ron había perforado el cristal de ambas ventanas. Los ojos de Riddle habían desaparecido, y el forro de seda manchado del guardapelo humeaba ligeramente. La cosa que había habitado en el Horrocrux se había desvanecido; torturar a Ron había sido su acto final. Las espada produjo un sonido metálico cuando Ron la dejó caer.

-Parece que a Harry le hace falta saber como consolar a un amigo—dijo sirius burlon—primero no pudo tranquilizar a hermione cuando Ron se fue, y ahora no dice nada para hacerlo sentir mejor

-Pensé que estabas en su contra—dijo Lily gratamente sorprendida

-Si…bueno.—contestó ligeramente incomodo—creo que tuvo suficiente

James lo miró curioso, supo que algo de lo que había leído había causado el cambio del pensamiento de sirius, y ni Remus ni el tuvieron que devanarse mucho la cabeza buscando el motivo. Le dirigió a su amigo una mirada de comprensión, sirius fingió que no pasaba nada.

-Cornamenta.—dijo para evadir la mirada tanto de el como de Remus—planeas leer, o que lunático te releve

-¿Por qué yo?—exclamó Remus

-Porque es a ti a quien mas gusta leer—contestó como si fuese claro

Todos rieron, pero Lily noto el intercambio de miradas entre los merodeadores, aún así, también fingió que no pasaba nada.

Había caído de rodillas, con la cabeza entre las manos. Estaba temblando, pero no de frío, comprendió Harry. Harry se metió el guardapelo roto en el bolsillo, arrodillándose junto a Ron, y colocando una mano cautelosamente en su hombro. Se tomó como una buena señal que Ron no se la apartara de un manotazo.

Los merodeadores recordaron las veces, en que después de ser rechazado por Lily, james se volvió hosco, y sus amigos tenían que animarlo, también consideraban buen augurio que su amigo no les apartara las manos de un manotazo.

-Después de que te marcharas -dijo en voz baja, agradeciendo el hecho de que la cara de Ron estuviera oculta- lloró durante una semana. Probablemente mas, solo que no quería que yo lo viera. La mayoría de las noches ni siquiera nos hablábamos el uno al otro. Como te habías ido...

Alice no estaba segura de que recordar a Ron que los había abandonado, fuera la mejor manera de hacerlo sentir bien.

No pudo terminar, ahora que Ron estaba aquí de nuevo Harry comprendió lo mucho que su ausencia les había pesado.
-Ella es como una hermana -siguió-. La quiero como a una hermana y apuesto a que ella siento lo mismo por mí. Siempre ha sido así. Creí que lo sabías.

-Par de celosos—dijo con sorna Sirius, los demás rieron

-Además es ridículo que piense que hay algo entre ellos—aportó james—Harry esta enamorado de su hermana, los pilló besándose en su habitación el dial del cumpleaños de Harry.


Ron no respondió, pero apartó la cara de Harry y se limpió la nariz ruidosamente en la manga. Harry se puso de nuevo en pie y se acercó a donde yacía la enorme mochila de Ron, descartada por Ron mientras corría hacia la charca para salvar a Harry de ahogarse. Se la colgó a su propia espalda y volvió hasta Ron, que removía los pies mientras Harry se aproximaba, con los ojos rojos pero por lo demás compuesto.

Lily se tomó un segundo para pensar un agradecimiento hacia Ron, y pensó que los Potter gozaban de la bendición de tener buenos amigos, pese a que a james lo había traicionado Peter, Lily sabia que sirius y Remus estaría dispuestos a dar sus vidas por El, ambos preferirían morir antes de traicionar a su esposo.

-Lo siento -dijo con una voz ronca-. Siento haberme marchado. Sé que soy  un... un...
Miró alrededor, hacia la oscuridad, como si esperara que una palabra lo
suficientemente mala se abalanzase sobre él y le reclamara.
-Lo que hiciste esa noche lo compensa con creces -dijo Harry-. Ni mas ni menos que recuperar la espada. Terminar con el Horrocrux. Salvarme la vida.

Todos sonrieron ante el evidente empeño de Harry por levantar el animo de Ron, era definitivo que Harry era una gran persona, nada rencorosa y totalmente desinteresada


-Suena mas espectacular de lo que realmente fue -murmuró Ron.
-Siempre suena mas espectacular de lo que realmente es-dijo Harry-. He
estado intentando decírtelo durante años.
Simultáneamente se adelantaron y se abrazaron, Harry aferró la espalda de la chaqueta todavía empapada de Ron.
-Y ahora -dijo Harry cuando se apartaron- todo lo que tenemos que hacer es volver a encontrar la tienda.

-Es cierto!—dijo Alice recordándolo

-Si hermione se levanto debe estar muerta de preocupación—apoyó Lily asintiendo

Pero no fue difícil. Aunque la caminata a través del bosque oscuro con la cierva había parecido larga, con Ron a su lado, el viaje de vuelta pareció llevar sorprendentemente muy poco tiempo. Harry no podía esperar a despertar a Hermione, y fue con apresurada excitación que entró a la tienda, con Ron un poco rezagado tras él.

-¿Cómo crees que lo tome?—le preguntó Lily a Alice consciente de que los hombres no tenían opinión en el tema

-Es complicado—respondió Alice después de considerarlo un momento—por un lado Regresó el chico que le gusta, pero por el otro, antes de irse hermione le suplicó que no lo hiciera y Ron la ignoro. Mmmmm—pensó un segundo—creo que a Ron le espera un buen regaño—finalizó con una sonrisa


Resultaba gloriosamente cálida después de la charca y el bosque, la única iluminación era la de las llamas azules que todavía brillaban en un cuenco en el suelo. Hermione estaba bien dormida, acurrucada sobre sus mantas, y no se movió hasta que Harry pronunció su nombre varias veces.
-¡Hermione!
Se movió, después se sentó rápidamente, apartándose el pelo de la cara.
-¿Qué pasa? ¿Harry? ¿Estas bien?
-Bien, todo va bien. Mas que bien, estoy genial. Hay alguien aquí.

-Qué sutil!—dijo Remus riendo, dando una mirada de reojo a James, quien fingió no darse cuenta, logrando así ensanchar la sonrisa del licántropo.

-¿Qué quieres decir? ¿Quién...?
Vio a Ron, que estaba de pie sujetando la espada y goteando sobre la raída alfombra. Harry retrocedió hasta una esquina oscura, soltando la mochila de Ron, e intentando fundirse con la lona.

-Parece que los únicos que no se dan cuenta que el sentimiento del uno por el otro es el mismo, son ellos dos—dijo Lily divertida

-Si, me recuerda a cierta pelirroja—dijo Alice con maldad y Lily se sonrojo

Hermione bajó de su litera y se movió como una sonámbula hacia Ron, con los ojos en la cara pálida de él. Se detuvo justo delante de él, con los labios ligeramente separados y los ojos abiertos de par en par. Ron lanzó una débil y esperanzada sonrisa y medio alzó los brazos.
Hermione se lanzó a sí misma hacia delante y empezó a dar puñetazos a cada centímetro de él que pudo alcanzar.

La reacción de la chica hizo que todos rieran, podían imaginarlo casi a la perfección, al menos la parte donde, estaban seguros, hermione empezaría a gritar.

-Ouch... ow... ¡basta! ¿Pero qué...? Hermione... ¡OW!
-¡Eres...un… completo... estúpido... Ronald... Weasley!
Puntualizaba cada palabra con un golpe. Ron retrocedió, protegiéndose la cabeza mientras Hermione avanzaba.

-Pobre Harry, en medio de las peleas de los dos—dijo Frank

-Ni lo digas—dijo Remus recordándose a si mismo en la misma situación.

Los demás rieron, james y Lily bastante avergonzados, incluso el director reía.

-Te... arrastras... hasta... aqui... después... de... semanas... y... semanas... oh, ¿dónde esta mi varita?—se volvió furiosa a Harry
-No lo se—contestó este asustado
-Dame mi varita Harry!—reclamó hermione y luego se volvió hacia Ron dispuesta a volver a golpearlo
- ¡Protego!—Dijo Harry agitando la varita de hermione.

Los presentes reian, de la actuación de hermione, del recibimiento de Ron, del hecho de que Harry estuviera en medio, al parecer, todo el asunto de la pelea, les había hecho olvidar, momentáneamente, que Harry estuvo a punto de morir ahogado.

Un escudo invisible se irguió entre Ron y Hermione. La fuerza del mismo la derribó hacia atrás sobre el suelo. Escupiendo el pelo de la boca, se levantó de nuevo de un salto.
-¡Hemione! -dijo Harry-. Cálma...
-¡No pienso calmarme! -gritó ella. Nunca antes la había visto perder el control así; parecía un poco loca-. ¡Devuélveme mi varita! ¡Devuélvemela!

-Es obvio que no ha visto a Lily perder el control—dijo Alice riendo, su amiga la miro entre furiosa y avergonzada.

-Hermione, si quieres...
-¡No me digas lo que debo hacer, Harry Potter! -chilló-. ¡No te atrevas!
¡Devuélveme mi varita ahora! ¡Y TÚ!
Estaba señalando a Ron en directa acusación. Sonó como una maldición, y Harry no culpó a Ron por retroceder varios pasos.

-Creo que se parece mas a ti de lo que crees sirius—dijo con malicia Remus—tu retrocedes igual cuando Lily te grita

Todos rieron, menos Sirius, que lanzó un cojín en dirección a Remus, el licántropo lo esquivo con habilidad.

-¡Corrí detrás de ti! ¡Te llamé! Te supliqué que volvieras.
-Lo sé -dijo Ron-. Hermione, lo siento, de verdad...
-¡Oh, lo sientes!
Soltó una risa aguda, que sonó fuera de control. Ron miró a Harry buscando ayuda, pero Harry simplemente le hizo una mueca impotente.

-Definitivamente nada peor que tus mejores amigos estén enamorados entre ellos y ninguno de los dos lo reconozca—dijo Frank

-Totalmente de acuerdo contigo, Frank—dijo Remus asintiendo—totalmente de acuerdo.

-¿Vuelves después de semanas... semanas... y crees que todo se arreglará diciendo simplemente lo siento?
-Bueno, ¿qué mas puedo decir? -gritó Ron, y Harry se alegró de que Ron estuviera contraatacando.

-Debería salir de la tienda—dijo sirius divertido

-¡Oh, no sé! -chilló Hermione con feo sarcasmo-. Registra tu cerebro, Ron, eso solo debería llevarte un par de segundos...

-Golpe bajo!—dijeron los hombres al tiempo, todos riendo

Dumbledore escuchaba con diversión, riendo en silencio

-Hermione -intervino Harry, que consideró eso un golpe bajo-. acaba de salvarme la...
-¡No me importa! -gritó ella-. ¡No me importa lo que ha hecho! Semanas y semanas en las que podríamos haber muerto por lo que él sabía...
-¡Sabía que no estaban muertos! -bramó Ron, ahogando la voz de ella por primera voz y acercándose tanto como podía con el Encantamiento Escudo entre ellos-. Harry esta todo el rato en El Profeta, en la radio, le estan buscando por todas partes, hay todo tipo de rumores e historias alocadas. Sabía que lo oiría si estaban muertos, no sabes lo que ha sido...
-¿Lo que ha sido para ti?

-Recuerdame nunca hacerla enfadar—dijo sirius

-Canuto—dijo james divertido—llevo tiempo aconsejándote que no hagas enfadar a Lily, y no me haces caso, por el contrario parece que te gustara verla molesta ¿por qué me escucharías cuando te diga que no la hagas enfadar a ella?

Sirius rio sonoramente antes de darle la razón a su amigo.

Su voz era tan chillona que pronto sólo los murciélago podrían oírla, pero había alcanzado un nivel de indignación que la dejó temporalmente muda, y Ron aprovechó la ocasión.
-¡Quise volver en el minuto en que Desaparecí, pero me metí directamente en medio de una banda de carroñeros, Hermione, y no pude ir a ninguna parte!
-¿Una banda de qué? -preguntó Harry, mientras Hermione se lanzaba sobre una silla con los brazos y las piernas cruzadas tan firmemente que parecía improbable que fuera a poder desenredarlos en varios años.

-Tal vez sepamos como los encontró—dijo Frank

-Carroñeros -dijo Ron-. Estan por todas partes... bandas intentando ganar oro persiguiendo a nacidos muggles y traidores de sangre, hay una recompensa desde el Ministerio por cualquiera capturado. Yo estaba solo, y parecía que pudiera tener edad escolar; estaban realmente excitados, creyeron que era un nacido muggle a la fuga. Tuve que hablar rápido para evitar que me arrastraran hasta el Ministerio.

-No lo puedo creer!—dijeron todos indignados

-Bandas persiguiendo hijos de muggles—dijo Alice furiosa

-Al menos en este tiempo el poder de Voldemort no ha llegado tan lejos—opinó Frank

-y no dejaremos que lo haga—dijo james decidido mirando a su esposa.

-Por supuesto que no—secundaron de inmediato Sirius y Remus

-¿Qué les dijiste?
-Les dijo que era Stan Shunpike. La primera persona en quien pude pensar.
-¿Y se lo creyeron?
-No eran muy brillantes. Uno de ellos era definitivamente en parte trol, olía como ellos...
Ron miró a Hermione, claramente esperando que se hubiera suavizado tras este pequeño lapsus de humor, pero la expresión de ella permaneció pétrea sobre sus extremidades altamente anudadas.

-Se nota que no conoce mucho de chicas—dijo sirius recuperando con asombrosa facilidad su buen humor—necesita unos cuantos buenos consejos

-De cualquier modo, empezaron a discutir sobre si yo era Stan o no. Fue un poco patético, para ser honesto; pero aún así había cinco de ellos y yo era solo uno, y ellos me habían quitado la varita. Entonces dos de ellos empezaron a pelear y mientras los otros estaban distraídos me las arreglé para golpear al que me sujetaba en el estómago, agarré mi varita, Desarmé al tipo que me sujetaba, y Desaparecí. No lo hice muy bien. Me escindí otra vez -Ron mantuvo en alto su mano derecha que mostraba dos uñas desaparecidas. Hermione alzó las cejas fríamente- y fui a parar a miles de millas de donde estaban. Para cuando conseguí volver a ese tramo de ribera donde habíamos estado... ustedes ya se habían ido.

-Sigo sin entender como los encontró—dijo Lily—dudo que haya estado acampando en ese bosque por casualidad
-Por Merlin!, que historia tan absorbente -dijo Hermione con el tono mas agudo que adoptaba cuando quería herir-. Debes haber estado realmente aterrado. Mientras, nosotros fuimos al Valle de Godric y, pensemos, ¿qué ocurrió allí, Harry? Oh, si, la serpiente de Quien-Tu-Ya-Sabes apareció, casi nos mata a los dos, y entonces el mismo Quien-Tu-Ya-Sabes llegó y no nos pilló por cuestión de un segundo.

-Pobre chico—sirius ya no parecía molesto con Ron—cornamenta, debes darle una mano para que aprenda a convivir con una chica como hermione, después de todo tu lograste conquistar y soportar a Lily

-Black!—dijo amenazante la aludida mientras su esposo reía, y reanudaba la lectura.

-¿Qué? -dijo Ron, boqueando de ella a Harry, pero Hermione le ignoró.
-¡Imagina, ha perdido dos uñas, Harry! Eso realmente pone nuestros sufrimientos en ridículo, ¿verdad?

Todos soltaban tímidas risas de nuevo, pese a que les intrigaba como los había encontrado Ron, la actitud de hermione les parecía en extremo divertida.

-Hermione -dijo Harry calmadamente-. Ron acaba de salvarme la vida.
Ella fingió no haberle oído.
-Sin embargo hay una cosa que me gustaría saber -dijo, fijando los ojos en un punto sobre la cabeza de Ron-. ¿Cómo exactamente nos has encontrado esta noche? Eso es importante. Una vez lo sepamos, podremos asegurarnos de que no somos visitados por nadie mas a quien no queramos ver.

-Al menos va a averiguar como llegó—dijo Frank intentando contener la risa.

Ron la miró fijamente, después sacó un pequeño objeto plateado del bolsillo de sus vaqueros.
-Con esto.
Hermione tuvo que mirar a Ron para ver lo que les estaba mostrando.
-¿El Desiluminador? -preguntó, tan sorprendida que se olvidó de mirarle fría y ferozmente.

Los ojos de inmediato volaron a Dumbledore, el anciano había creado el objeto, y se lo había legado a Ron, desde el principio ellos sabían que no había sido un hecho al azar.

-Supongo que usted nunca dejará de sorprendernos—dijo Frank admirado

-Creo que me tome mi tiempo para conocer a estos chicos—dijo el director asintiendo.

-No solo apaga y enciende las luces -dijo Ron-. No sé como funciona o por qué ocurrió entonces ni ninguna otra vez, porque había estado deseando volver desde que me marché. Pero estaba escuchando la radio temprano en la mañana de Navidad y oí... te oí.
Estaba mirando a Hermione.
-¿Me oíste por la radio? -preguntó ella incrédulamente.
-No, te oí en mi bolsillo. Tu voz -Volvió a sostener en alto el Desiluminador- salía de esto.

-¿Es eso posible?—preguntó James

-Supongo que con el poder del amor todo es posible—dijo misteriosamente el director, que ya tenia una idea de lo que su yo futuro había hecho.

-¿Y qué dije exactamente? -preguntó Hermione, su tono rondaba entre el escepticismo y la curiosidad.
-Mi nombre, "Ron". Y dijiste... algo sobre una varita...
Hermione se volvió de un feroz tono escarlata. Harry recordó cuando había sido la primera vez que el nombre de Ron había sido pronunciado en voz alta desde el día en que se marchara. Hermione lo había mencionado cuando hablaban de reparar la varita de Harry.

-Brillante—dijo Lily mirando al director

Dumbledore agradeció con un elegante movimiento de cabeza.

-Así que lo cogí -siguió Ron, mirando al Desiluminador- y no parecía diferente ni nada, pero estaba seguro de haberte oído. Así que lo accioné. Y la luz se apagó en mi habitación, pero otra luz apareció justo fuera de la ventana. Ron alzó su mano vacía y señaló delante de él, sus ojos estaban enfocados en algo que ni Harry ni Hermione podían ver.
-Era una bola de luz, una especie de luz pulsante, y azulada, como la luz que sale de un Traslador, ¿entienden?

Todos escuchaban el relato de Ron anonadados, estaban seguros que Harry y hermione se sintieron de la misma manera.

-Si -dijeron juntos automáticamente Harry y Hermione.
-Supe que era el momento –dijo Ron-. Cogí mis cosas e hice el equipaje, después me puse la mochila y salí al jardín.
-La pequeña bola de luz estaba allí revoloteando, esperando por mí, cuando salí osciló y la seguí hasta detrás del cobertizo y entonces... buen, entró dentro de mí.

-¿Cómo?—preguntaron al tiempo, todos menos james y Dumbledore

-¿Qué entro dentro de el?—preguntó Remus mas explícitamente

-Si, dentro de el—dijo james divertido viendo las reacciones de todos.

-¿Perdona? -dijo Harry, seguro de no haber oído bien.
-La cosa esa flotó hacia mí -dijo Ron, ilustrando el movimiento con su dedo índice libre- justo hasta mi pecho, y entonces... simplemente lo atravesó. Estaba ahí -Se tocó un punto cerca del corazón-. Podía sentirla, estaba caliente. Y una vez dentro de mí, supe lo que se suponía que tenía que hacer. Sabía que me llevaría a donde necesitaba ir. Así que me Desaparecí y llegué a la ladera de una colina. Había nieve por todas partes...
-Estabamos allí -dijo Harry-. Pasamos dos noches allí, ¡y la segunda noche la pasé pensando que podía oir a alguien moviéndose alrededor en la oscuridad y llamándome!

-Las voces!—exclamaron Remus y Frank al tiempo

-Al parecer no estaban delirando—asintió Lily

-Si, bueno, ese debía que ser yo -dijo Ron-. Sus hechizos protectores funcionan, por cierto, porque no podía verlos ni oíros. Sin embargo estaba seguro de que estaban por ahí, así que al final cogí mi saco de dormir y esperé a que alguno de ustedes apareciera. Creí que se dejarían ver cuando recogieran la tienda

Ninguno salía de su asombro, los que no miraban a james, tenían sus ojos clavados en Dumbledore, los de Lily llenos de agradecimiento, que le hubiese dado a Ron la capacidad de volver, le había salvado la vida a su hijo.

-En realidad no -dijo Hermione-. Desaparecimos bajo la Capa de Invisibilidad como precaución extra. Y nos marchamos realmente temprano, porque como Harry ha dicho, oíamos a alguien rondando por ahí.
-Bueno, yo me quedé en la colina todo el día –dijo Ron-. Todavía esperaba que  aparecieran. Pero cuando empezaba a oscurecer supe que los había perdido, así que accioné de nuevo el Desiluminador, salió la luz azul y volvió a entrar dentro de mí, y Desaparecí y llegué aquí, a este bosque. Todavía no podía verlos, así que simplemente mantuve la esperanza de que uno de ustedes se mostrara al final... y Harry lo hizo. Bueno, vi a la cierva primero, obviamente.

Ahora que habían descubierto como Ron los había encontrado se sintieron de nuevo aliviados, por lo que contaba el chico, el era el único con la capacidad de encontrarlos

-¿Que viste qué? -dijo Hermione agudamente.
Le explicaron lo que había ocurrido y cuando la historia de la cierva plateada y la espada en la charca se desplegó, Hermione frunció el ceño de uno al otro, concentrándose tanto que olvidó mantener las extremidades cruzadas.
-¡Pero debe haber sido un Patronus! -dijo-. ¿No pudieron ver a quien lo lanzó? ¿No vierona nadie? ¡Y te llevó hasta la espada! ¡No puedo creerme esto! ¿Después que ocurrió?

Risas se escuchaban quedamente, al parecer hermione había olvidado su molestia con Ron, si les hubiese dejado explicarse desde el principio, tal vez se habría ahorrado una buena parte del sermón.

Ron explicó como había visto a Harry saltar a la charca, y había esperado a que volviera a salir a la superficie; como había comprendido que algo iba mal, se había sumergido, y había salvado a Harry, para después volver a por la espada. Pero cuando llegó a la apertura del guardapelo, dudó, y Harry le interrumpió.
-... y Ron lo golpeó con la espada.
-¿Y.. y después? ¿Simplemente se fue? -susurró ella.
-Bueno,... gritó -dijo Harry con una mirada de reojo a Ron-. Antes gritó un poco….

-Fiel amigo!—dijo james orgulloso

-Lo sacó de ti—le dijo Lily con dulzura

-Tú no te quedas atrás

-Estoy seguro de que sus amigos son su mayor fortaleza—aportó Dumbledore

-Me alegra que así sea.

Le tiró el guardapelo en el regazo. Ella lo recogió cautelosamente y examinó sus ventanas rotas. Decidiendo que al fin era seguro hacerlo, Harry levantó el Encantamiento Escudo con un ondeo de la varita de Hermione y se giró hacia Ron.
-¿Acabas de decir que conseguiste escapar de los carroñeros con una varita de repuesto?
-¿Qué? -dijo Ron, que había estado observando como Hermione examinaba el guardapelo-. Oh... oh, si.

-Imprudente—dijo Alice riendo

Abrió una hebilla de su mochilla y sacó una varita corta y oscura del bolsillo-. Aquí esta, pensé que sería útil tener una de repuesto.
-Tenías razón -dijo Harry, extendiendo la mano-. La mía se rompió.
-¿Estas bromeando? -dijo Ron, pero en ese momento Hermione se puso en pie, y él pareció de nuevo aprensivo.

-No se que tienen en la cabeza para meterse con mujeres así—dijo sirius mirando firmemente a James

-Amor, canuto—le contestó james—simplemente amor

Su esposa le besó la mejilla, mientras sirius los miraba perplejo.

Hermione colocó el Horrocrux roto en su bolso de cuentas, después volvió a subir a su cama y se acostó sin otra palabra.
Ron pasó a Harry la nueva varita.
-Es lo mejor que puedes esperar, creo -murmuró Harry.
-Si -dijo Ron-. Podría haber sido peor. ¿Recuerdas aquellos pájaros que me lanzo en sexto año?
-Todavía no lo he descartado -les llegó la voz amortiguada de Hermione desde debajo de sus mantas, pero Harry vio que Ron sonreía ligeramente mientras sacaba su pijama marrón de la mochila.

-Vaya carácter—insistió sirius divertido

-Es el final—dijo james—tenemos trabajo que hacer

-Alice, Frank—dijo Lily mirándolos—¿les importaría quedarse aquí cuidando el libro mientras volvemos?

-No hay problema—contestó Alice

-¿Estan seguros de lo que van a hacer?—preguntó Frank

-Si, es lo mejor—dijo Remus con tristeza—si simplemente decimos que sabemos que Pettegrew es un mortifago pondríamos en sobreaviso a voldemort

-Es cierto—apoyo james poco entusiasta—sabría que sabemos algo que el no.

-Yo tengo que retirarme—dijo Dumbledore poniéndose en pie—tengo que ir a recibir algunos resultados, sirius cuando gustes podemos ir por el falso guardapelo, pero si prefieres no ir, pued…

-Ya le he dicho que voy a ir—dijo algo brusco—además, lo necesitamos para ganarnos la confianza de Kreacher, después de todo el tiene el horrocrux autentico.

El director salió, y los demás, de nuevo con Lily y Harry bajo la capa invisible, salieron del perímetro de protección del fidelio y se aparecieron en las puertas del colegio. Caminaron hacia la habitación que habían estado ocupando, un vez allí, con un movimiento de la varita, Lily hizo que pareciera que habían estado allí todo el tiempo

-Envíale el patronus—dijo Lily con un suspiro mirando a su esposo

-Espera—dijo Remus

-No intentes convencerme de que no lo haga, por que sabes que no lograrás nada—james miró firmemente al licántropo

-No iba a decirte eso—le contestó

-¿Entonces?—preguntó esta vez sirius

-Pues que tenemos que plañera todo bien, no podemos permitir que por un descuido todo salga mal

-Te escuchó—dijo james mientras tomaba a Harry de brazos de su esposa y lo abrazaba.

-No sabemos cuanto tiempo va a tardar voldemort en atacarlos—empezó—según el libro, la fecha es el 31 de Octubre, y teniendo en cuenta que de cualquier forma, antes de saber del libro, tenían planeado un fidelio, podemos suponer que Voldemort no atacará de una.

-No voy a correr ningún riesgo—dijo furiosamente james—no voy a poner en peligro ni a Lily ni a Harry

-¿Vas a dejarme terminar?—preguntó Remus y cuando james asintió el siguió—podemos hacerle creer que ustedes van a estar allí, pero deben pedirle que no los visite, pues que un hombre aparezca repetidamente allí, y luego de pasar por cierto punto simplemente se desvanezca va a generar preguntas

-Veo por donde vas—asintió sirius, solo se ponía serio cuando la seguridad de sus amigos, de Lily o de su ahijado estaba en riesgo

-Así disponemos de algo de tiempo para terminar de leer el libro, y para encontrar los Horrocruxes—dijo james comprendiendo

-y si voldemort lo descubre—continuo Lily—simplemente le hacemos creer que Peter se delató, y que abandonamos la casa precipitadamente

Con un plan en mente, james sacó su varita, conjuro su patronus y esperó ver aparecer a Peter Pettegrew…

10 comentarios:

  1. gracias por tomarte el trabajo de subir tantos capitulos juntos. De verdad sos una genia escribiendo. Espero ansiiosa klos proximos. un saludo grannde.meri

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  2. Wooow volver a leerlos, espero k puedas subir mas, me kede muy emocionada con el ultimo

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  3. hola! aca, esperando el cap en el que me quede, jajaja...
    que bueno que vallas subiendo tan rapido los capitulos!!...
    te hago una pregunta, en que capitulo dejaste de publicar en potterfics?? porque no me acuerdo bie, jajaja no tengo muy buena memoria, asique... jajaj

    rooivanna

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  4. Kareeeeeen!!!!
    he tenido maraton de tus capitulo jejeje, me gusta recordar... y ya se viene los nuevos capitulos...

    ya sabes, todos los capitulos te quedan increible!!! asi que ya espero con ansias el nuevo capitulo... XD

    nos estamos leyendo Karencita.
    saludos!

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  5. Roovianna en potterfics la historia kedo en el capi "Otra vez en el boske", donde harry se entrega a voldemort

    gracias June y Alioth :)

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  6. wow me voy por una semana y ya te publicas la vida ( ojo no me molesta de eco e alegra que puedas publicar tantos capitulos =P)
    Espero que prronto lleges al capitulo que quedaste en potterfics jeje nos vemos por cierto muy buenos los capitulos jeje
    bsos
    Miin_nMalfoy

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  7. 100000 gracias por el datoo!!... veo que ya llegaste a ese cap!.. jajaja
    asique, a leer se a dicho!!...
    besosss
    rooivanna

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  8. Esta genial, pero me ha surgido una duda, como piensan abrir el guardapelo en el pasado si no hablan parsel?

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  9. Bueno sirius tampoco puede hablar de lealtad si bien el no traiciono a James ni a Lily si traiciono la confiansa de Remus solo es descarte: Sabian que habia un traidor escogen a Sirius como guardian (significa que no lo creian el traidor), Sirius tiene la "maravillosa" idea de escoger a Peter como guardian para que Voldemort no atrapara al verdadero guardian secreto convenciendo a Lily y a James de hacerlo ( lo cual demuestra que ninguno de los tres creian a Peter el traidor ) al final lo hacen y no le comentan nada a Remus.
    Lo cual significa que todos creyeron como traidor a Remus

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    Respuestas
    1. Eso con exactitud no lo sabemos, me refiero a que Sirius si piensa que Remus era el traidor porque no les había comentado mucho de la misión que Dumbledore le mandó. Sin enmargo, nunca se conoce que pensaban realmente Lily y James sobre el tema.

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