martes, 20 de septiembre de 2011

Capitulo 7. El ghoul en pijama.


Al día siguiente Lily fue la primera en levantarse, alrededor de las 7 de la mañana, realizo un desayuno rápido, para su esposo y sus amigos, y los levantó, James y Sirius se quejaron un poco, pero Remus se levantó de inmediato y ayudó a Lily con canuto y cornamenta, cuando todos hubieron desayunado, y Lily sin darles tiempo de reposar dijo totalmente decidida.

-Bueno vamos para el capitulo 7--dijo observándolos a todos-así que si nadie quiere leer lo haré yo!!!
-No pelirroja-dijo Sirius-es mi turno, además de que yo le pongo emoción a la lectura
Remus rodo los ojos y James le sonrió a su amigo, Lily le paso el libro
-El ghoul en pijama--empezó sirius-esto promete ser divertido, porque después de todo ¿Quién le pondría una pijama a un fantasma molesto?
-Callate y lee de una buena vez!!-dijo Lily de los nervios, a quien el titulo no tranquilizo par nada.
El shock por la pérdida de Ojoloco se cernió sobre la casa durante los días que siguieron. Harry seguía esperando verle atravesar la puerta trasera como los otros miembros de la Orden, que entraban y salían para transmitir noticias. Harry sentía que solo que la acción aliviaría su sentimiento de culpa y el pesar y que debía ponerse en camino en su misión para encontrar y destruir los Horrocruxes lo antes posible.
-No entiendo porque tiene que hacerlo Harry-protesto la pelirroja, mientras su esposo asentía-quiero decir hay gente de la orden que podría hacerlo.
-Tal vez mi ahijado es el único que puede hacerlo, no lo se Lily, pero si me dejas seguir leyendo tal vez lo averigüemos.
Lily guardo silencio y su esposo la abrazó.
—Bueno, no puedes hacer nada con respecto a los —Ron formó con la boca silenciosamente la palabra Horrocruxes— hasta que tengas diecisiete. Todavía tienes el Detector sobre ti. Y podemos hacer planes aquí tan bien como en cualquier otro sitio, ¿verdad? ¿O —dejó caer su voz a un susurro—, crees que ya sabes donde estan las cosas esas?
—No —admitió Harry.
—Creo que Hermione ha estado haciendo algo de investigación —dijo Ron—. Dice que se la esta guardando para cuando salgamos de aquí.
-Suena a que sus amigos van a ir con el-Murmuro james
-Bueno, no se de que te asombras--dijo Sirius--Lunático o yo haríamos lo mismo por ti-dijo mientras Remus asentía
-Supongo que tengo que agradecer que Harry tenga amigos de ese calibre-dijo Lily--después de todo lo malo que le ha pasado, al menos encontró lo mismo que tu-dijo mirando a su esposa
--Solo espero que no se encuentre con una rata traicionera-dijo james con la mirada mas seria de lo que jamas se le había visto en la vida
-No lo creo-dijo Remus-después de todo ellos se arriesgaron a sacarlo de la casa de sus tíos, de cualquier modo, Sirius continúa.
Estaban sentados ante la mesa del desayuno. El señor Weasley y Bill acababan de marcharse a trabajar. Fleur había subido a darse un baño.
—El detector se romperá el treinta y uno —dijo Harry—. Eso significa que solo tenemos que quedarnos aquí cuatro días. Después puedo...
—Cinco días —le corrigió Ron firmemente—. Tenemos que quedarnos para la boda. Ellas nos matarán si nos la perdemos.
Harry entendió que con "ellas" quería decir Fleur y la señora Weasley.
—Es un día mas —dijo Ron, cuando Harry pareció a punto de amotinarse.
—¿No comprenden lo importante...?
-Ay vamos Harry!!!-exclamo Lily-con las cosas como estan, una boda es una de las mejores ideas
-Lo dices por experiencia propia pelirroja-dijo sirius con malicia, james le tiro una almohada que esquivó limpiamente antes de empezar a leer de nuevo.
—Por supuesto que no —dijo Ron—. No tienen ni idea. Y ahora que lo mencionas, quería hablar contigo de eso.
Ron miró hacia la puerta y al vestíbulo para comprobar que la señora Weasley no hubiera vuelto aún, entonces se inclinó mas cerca de Harry.
—Mamá ha estado intentando sonsacarnos a Hermione y a mí. Preguntando que vamos a hacer. Lo intentará contigo pronto, así que prepárate. Papá y Lupin también preguntaron, pero cuando les dijimos que Dumbledore te había dicho que no se lo contaras a nadie excepto a nosotros, lo dejaron. Sin embargo Mamá no. Esta decidida.
-Quieres decir que sabes se embarca en una misión suicidad y tu simplemente te haces a un lado?-exclamó histérica Lily, asesinando a Remus con la mirada.
-Si lo hice fue por algo-se defendió el licántropo-además de que escuchar a Dumbledore es usualmente lo correcto
Ante esto Lily no tuvo otra opción que guardar silencio, y le indico a sirius con un ademán de la mano que siguiera leyendo.
La predicción de Ron se convirtió en realidad horas después. Poco después del almuerzo, la señora Weasley separó a Harry de los demás pidiéndole ayuda para identificar un calcetín solitario que podía haber salido de su mochila. Una vez le tuvo arrinconado en el diminuto anexo de la cocina, empezó.
—Ron y Hermione parecen creer que vosotros tres vais a abandonar Hogwarts — empezó con un tono ligero y casual.
-Bastante directa—se burló sirius
-Yo haría lo mismo—la defendió Lily—Harry no se lo esperaría de ese modo, y tal vez así seria más fácil conseguir algo de información
—Oh —dijo Harry—. Bueno, sí. Así es.
El escurridor giraba por sí mismo en la esquina, retorciendo lo que parecía uno de los chalecos del señor Weasley.
—¿Puedo preguntarte por qué estais abandonando vuestra educación? —dijo la señora Weasley.
—Bueno, Dumbledore me dejó... cosas que hacer —masculló Harry—. Ron y Hermione saben que es, y quieren venir conmigo.
—¿Qué clase de "cosas"?
—Lo siento, no puedo...
—Bueno, francamente, creo que Arthur y yo tenemos derecho a saber, ¡y seguro que el señor y la señora Granger estarían de acuerdo! —dijo la señora Weasley.
Harry se había estado temiendo la táctica de "preocupación maternal". Se obligó a sí mismo a mirarla directamente a los ojos, notando al hacerlo que eran precisamente del mismo tono de marrón que los de Ginny. Eso no ayudó.
-Esta chica Ginny lo tiene totalmente enganchado-empezó sirius mirando de reojo a james-No sé a quien me recuerda, tú tienes alguna idea lunático?
-Claro, creo que su apellido es Potter, y la responsable de eso es una chica llamada Lily Evans
Los esposos se sonrojaron, pero James no se dejó amedrentar y besó a su esposa apasionadamente
Lupin y Sirius rieron antes de que el último reanudara la lectura.
—Dumbledore no quería que nadie mas lo supiera, señora Weasley. Lo siento. Ron y Hermione no tienen que venir, es su elección...
—¡No ves que tú tampoco tienes que ir! —exclamó ella, abandonando ahora todo fingimiento—. ¡Apenas sois mayores de edad, ninguno de vosotros! Es una soberana tontería, ¡si Dumbledore necesitaba que se hiciera algo, tenía a toda la Orden bajo su mando! Harry, debes haberle malinterpretado. Probablemente te estaba contando algo que quería que se hiciera, y tú te lo tomaste como que quería que lo hicieras tú...
-Eso es!!!-exclamó James-Harry no tiene que hacer nada
-Exacto-estuvo de acuerdo su esposa--el no tiene que irse en ninguna oscura misión
Al parecer Sus amigos estaban de acuerdo, pero ninguno se atrevió a decir nada, por no poner mas ansiosa a la pelirroja.
—No le malinterpreté —dijo Harry rotundamente—. Tengo que ser yo.
Le devolvió el calcetín que supuestamente tenía que identificar, que llevaba estampados unos juncos dorados.
—Y este no es mío. Yo no apoyo a los Puddlemere United.
-Por supuesto que no lo hace-acotó James pero todos lo ignoraron
—Oh, por supuesto —dijo la señora Weasley con una repentina y bastante enervante vuelta a su tono casual—. Debería haberlo notado. Bueno, Harry, ya que todavía estas aquí, no te importa ayudarme con los preparativos de la boda de Bill y Fleur, ¿verdad? Todavía hay mucho que hacer.
—No... yo... por supuesto que no —dijo Harry, desconcertado por el súbito cambio de tema.
—Que encanto —replicó ella, y sonreía mientras salía del cuarto.
-Te apuesto lo que quieras, que Molly los separá cuando reparta las tareas-dijo la pelirroja-es lo que yo haría.
A partir de ese momento, la señora Weasley mantuvo a Harry, Ron y Hermione tan ocupados con los preparativos de la boda que a penas tuvieron tiempo de pensar. La explicación mas amable para su comportamiento habría sido que la señora Weasley quería distraerles y evitar que pensaran en Ojoloco y los terrores de su reciente viaje. Sin embargo, después de dos días de no parar de limpiar cubertería, de favores de emparejar colores, cintas, y flores, de desgnomizar el jardín y ayudar a la señora Weasley a preparar vastas cantidades de canapés, Harry empezó a sospechar que tenía un motivo distinto. Todos los trabajos que les encargaba parecían mantenerles a él, Ron y Hermione lejos los unos de los otros; no había tenido oportunidad de hablar con los otros dos a solas desde la primera noche, cuando les había hablado de Voldemort torturando a Ollivander.

-Ja!!-exclamó Lily triunfal-les dije que esa era su intención
-Si cielo, aunque no creo que sirva de mucho
Ante este comentario Lily perdió su sonrisa
—Creo que Mamá piensa que si puede evitar que los tres os reunáis y hagan planes, podrá retrasar su partida —dijo Ginny a Harry en tono bajo, mientras ponían la mesa para la cena en su tercera noche allí.
—¿Y después qué cree que va a ocurrir? —murmuró Harry—. ¿Que algún otro va a matar a Voldemort mientras ella nos retiene aquí cocinando?
Había hablado sin pensar, y vio que la cara de Ginny se ponía blanca.
—¿Así que es cierto? —dijo ella—. ¿Eso es lo que esta intentando hacer?
—Yo no... Estaba bromeando —dijo Harry evasivamente.
-Creo que la ama-anunció Lily-y es tan fuerte que le miente para protegerla
-Yo creo que conozco el sentimiento-confesó James
Bueno par de tortolos podemos continuar con la lectura?-inquirió divertido Sirius
 Se miraron el uno al otro, y había algo mas que sorpresa en la expresión de Ginny. De repente Harry fue consciente de que esta era la primera vez que estaba a solas con ella desde aquellas horas robadas en las esquinas solitarias de los terrenos de Hogwarts. Estaba seguro de que ella lo estaba recordando también. Ambos saltaron cuando se abrió la puerta, y el señor Weasley, Kingsley, y Bill entraron.
Ahora con frecuencia se unían a ellos otros miembros de la Orden para cenar, porque la Madriguera había reemplazado al número doce de Grimmauld Place como cuartel general. El señor Weasley había explicado que después de la muerte de Dumbledore, su Guardián Secreto, cada una de las personas a quienes Dumbledore había confiado la localización de Grimmauld Place se había convertido en un Guardián Secreto automáticamente.
-Grinmauld Place!!!-Gritó Sirius--es la casa de mi familia
-Esa fue la casa que le dejaste en herencia a Harry-dijo james
-Eso significa…..
-Que en ese tiempo eres el único heredero de la familia Black-completó Remus
-JAJAJAJAJA-Estalló sirius para sorpresa de todos.
-Te importaría explicar el chiste canuto?-dijo james
-Pues que a mi encantadora madre le agradaría saber el uso que le di a su casa
Todos rieron ante la ocurrencia de canuto, les costo un buen rato parar, hasta que Lily les recordó que debían seguir leyendo.
—Y como hay alrededor de veinte de nosotros, eso diluye enormemente el poder del Encantamiento Fidelius. Veinte veces mas oportunidades de que los mortifagos consigan sacarle el secreto a alguien.
-A menos de que alguien se los diga voluntariamente-Nadie supo que decir ante el comentario de James
—¿Pero seguramente Snape les habrá dado la dirección ya, no? —preguntó Harry.
—Bueno, Ojoloco colocó un par de maldiciones contra Snape por si acaso vuelve por allí. Esperamos que sean lo suficientemente fuertes como para mantenerle fuera y que le aten la lengua si intenta hablar del lugar, pero no podemos estar seguros. Habría sido una locura seguir utilizando el lugar como cuartel general ahora que su protección se ha vuelto tan incierta.

-Maldito Quejicus-murmuro por lo bajo Sirius, todos estuvieron de acuerdo.

La cocina estaba tan atestada esa tarde que era difícil maniobrar con cuchillos y tenedores. Harry se encontró apretado contra Ginny; las cosas sin decir que acababan de pasar entre ellos le hicieron desear que estuviesen separados por unas cuantas personas mas. Estaba intentando con tanto empeño evitar rozarle el brazo que casi no podía cortar su pollo.
—¿No hay noticias sobre Ojoloco? —le preguntó Harry a Bill.
—Nada. —replicó Bill.
Todavía no habían podido celebrar un funeral por Moody, porque Bill y Lupin no habían podido recuperar su cuerpo. Había sido difícil calcular donde podía haber caído, dada la oscuridad y la confusión de la batalla.
-Recuerdan cuando estabamos en Hogwarts y nos horrorizábamos con cada muerte anunciada en el profeta-Dijo Lily, los demás asintieron--Mi pequeño tiene que vivirlo en carne propia, no solo oír las muertes-continuó con la voz rota por el dolor--sino ser parte activa de la resistencia, y aún no termina Hogwarts, nosotros nos unimos a la orden unos meses después de acabar el colegio, y mi hijo y sus amigos no tienen esa posibilidad.
-Al menos Harry no tuvo que oír “Son demásiado jóvenes!!!, No han acabado el colegio”-Sirius remedó a los señores Potter
-Lo hacían por nuestro bien-dijo Remus diplomático
-Pues yo quisiera que alguien hiciera lo mismo por mi hijo-dijo James mirando con intención a Remus, quien fingió no darse cuenta

—El Profeta no dice una palabra sobre su muerte o sobre el descubrimiento del cuerpo —siguió Bill—, pero eso no significa mucho. Se esta callando un montón de cosas estos días.
—¿Y todavía no han convocado una vista por toda la magia que utilicé siendo menor de edad al escapar de los mortifagos? —gritó Harry a través de la mesa al señor Weasley, quien sacudió la cabeza.
—¿Porque saben que no tuve elección o porque no quieren que diga una palabra sobre que Voldemort me atacó?
—Lo último, creo. Scrimgeour no quiere admitir que Quien-tú-ya-sabes sea tan poderoso, ni que Azkaban haya vivido una fuga en masa.
—Sí, ¿por qué contarle al público la verdad? —dijo Harry, aferrando su cuchillo tan fuerte que las pálidas cicatrices del dorso de su mano se remarcaron, blancas contra su piel: No debo decir mentiras.
-¿Cicatrices en el dorso de su mano?-preguntó horrorizada Lily
-¿Y que tendrá que ver el ministerio con eso?-inquirió Remus totalmente sorprendido.
-Voy a matar a Scrimgeur!!-Gritó encolerizado James, Sirius reía a carcajada limpia
-Vamos James!-lo reprendió Remus-no puedes castigar al hombre por algo que aun no ha hecho, y que de todas formas no estamos seguros de que hiciera algo.
Esta réplica Silencio a James.
—¿Es que no hay nadie en el Ministerio preparado para enfrentarse a él? —preguntó Ron encolerizado.
—Por supuesto, Ron, pero la gente esta aterrada —replicó el señor Weasley—, temen ser los siguientes en desaparecer, ¡que sus hijos sean los siguientes en ser atacados! Corren rumores desagradables por ahí. No me creo por ejemplo que la profesora de Estudios Muggles de Hogwarts renunciara. No se la ha visto desde hace semanas. Entretanto Scrimgeour permanece encerrado en su oficina todo el día; solo espero que esté trabajando en un plan.
-Y pensar que la pobre maestra fue asesinada a sangre fría por el mismo Voldemort!-Lily contenía el llanto como podía--no me quiero ni imaginar lo que sufriría Harry si se topara con el.
Su esposo la abrazó al tiempo que replicaba
-No es como si no lo hubiese hecho antes-Lily tembló bajo el brazo de james, pero el no se detuvo.--después de todo sabemos que con solo 14 años ya se enfrentó a el
-Y que al parecer no era la primera ver-aportó a su vez Remus
-Ese es mi ahijado!!!—Gritó Sirius, Lily lo fulminó con la mirada, pero este no se inmutó, solo siguió leyendo.

Hubo una pausa en la cual la señora Weasley encantó los platos sucios para que se colocaran sobre el mostrador y sirvió tarta de manzana.
—Debemos decidig como te disfgazagás, Haggy —dijo Fleur, una vez que todo el mundo tuvo pudding— Paga la boda —añadió, cuando él la miró confuso—. Pog supuesto, ninguno de nuestgos invitados son mogtifagos, pego no podemos gagantizag que no se les escapagá nada después del champagne.
De esto, Harry dedujo que ella todavía no confiaba en Hagrid.
-Exactamente igual a ti James-dijo Remus, el aludido y los demás se quedaron en silencio, hasta que sirius continúo
—Si, bien dicho —dijo la señora Weasley desde la cabecera de la mesa donde estaba sentada, con las gafas colgando de la punta de su nariz, revisando una inmensa lista de trabajos que estaba transcribiendo a un muy largo trozo de pergamino—. A ver, Ron, ¿has limpiado ya tu habitación?
—¿Por qué? —exclamó Ron, dejando caer de golpe su cuchara y mirandofuriosamente a su madre— ¿Por qué se tiene que limpiar mi habitación? ¡A Harry y a mí nos viene bien como esta!
—Celebramos la boda de tu hermano en unos días, jovencito...
—¿Y van a casarse en mi dormitorio? —preguntó Ron enfadado—. ¡No! Así que por las barbas de Merlín...
—No hables así a tu madre —dijo el señor Weasley firmemente— Y haz lo que te dice.
Ron frunció el ceño a sus padres, después recogió su cuchara y atacó los últimos bocados de su tarta de manzana.
—Puedo ayudar, parte de eso es mi desastre —le dijo Harry a Ron, pero la señora Weasley lo interrumpió.
-No lo va a permitir—dijo Lily negando con la cabeza—quiere tenerlos separados, mandara a Harry a hacer cualquier otra cosa.
—No, Harry, cariño, prefería que ayudases a Arthur con los pollos, y Hermione, te estaría eternamente agradecida si cambiases las sábanas para Monsieur y Madame Delacour; ya sabes que llegan mañana a las once de la mañana.
Pero al final, hubo poco que hacer con los pollos.
-No entiendo porque continua separándolos-cuestionó James-al fin y al cabo terminaran encontrando la forma de llevar a cabo sus planes
-Pues yo me siento muy agradecida de que alguien se preocupe de ese modo por Harry!-dijo con aplomo Lily-después de todo, yo no estoy hay para hacerlo por mi misma
-Ya pelirroja!!-dijo sirius-ahora que sabemos lo que pasará, podemos evitar que eso suceda, y tu estarás hay para separar a Harry de sus amigos!
Lily le otorgó una sonrisa, y james miró agradecido a su amigo

—No hay necesidad de, eh, mencionárselo a Molly —le comentó el señor Weasley a Harry, bloqueándole el acceso al gallinero—, pero, eh, Ted Tonks me mandó la mayor parte de los restos de la moto de Sirius, y, eh, la estoy escondiendo… quiero decir, guardándola… aquí. Un chisme fantástico: tiene un turbo de escape, creo que se llama, una batería de lo mas magnífica, y me dará la enorme oportunidad de descubrir cómo funcionan los frenos. Voy a intentar montarlo todo de nuevo cuando Molly no… quiero decir, cuando tenga tiempo.
-SI-Exclamó Sirius triunfal-ya decía yo que mi moto no se podía perder, es demásiado fantástica
Tres cojines se dirigieron hacia él, pero solo uno dio en el blanco, para sorpresa de todos fue el de Lily, que sonrió complacida.
Cuando regresaron a la casa, a la señora Weasley no se la veía por ninguna parte, así que Harry se deslizó escaleras arriba hacia la habitación de Ron en el ático.
—¡Lo estoy haciendo, lo estoy haciendo…! Oh, eres tú —dijo Ron con alivio, cuando Harry entró en la habitación. Ron se tumbó en la cama, que  evidentemente acababa de abandonar. La habitación estaba igual de desastrosa que había estado toda la semana; la única diferencia era que ahora Hermione estaba sentada en la esquina del otro lado, con su peludo gato color canela, Crookshanks, a sus pies, clasificando libros, algunos de los cuales Harry reconoció como suyos, en dos enormes pilas.
—Hola Harry —dijo mientras este se sentaba en su cama plegable.
—¿Y cómo conseguiste escaparte?
—Oh, la madre de Ron se olvidó de que ayer nos había pedido a Ginny y a mí que cambiáramos las sábanas —dijo Hermione. Lanzó Numerología y Gramática en una pila y Auge y caída de las Artes Oscuras en la otra.

-Vaya, esta chica se llevaría bien con Lunático-dijo Sirius riendo
-Ya lo creo que si-lo apoyó James—y también contigo cielo-añadió mirando a Lily
Los aludidos no dijeron nada, sabían que los dos amigos estaban en lo cierto
—Estabamos hablando sobre Ojoloco —le dijo Ron a Harry—. Creo que tal vez podría haber sobrevivido.
-No lo creo—dijo Lily con tristeza—ojala lo hubiese hecho, además bill vio la maldición asesina alcanzándolo.
—Pero Bill vio como le alcanzaba la maldición asesina. —dijo Harry.
—Sí, pero Bill también estaba siendo atacado —dijo Ron—. ¿Cómo puede estar seguro de lo que vio?
—Incluso si la maldición asesina falló, Ojoloco se cayó desde unos trescientos metros —dijo Hermione, ahora sujetando Equipos de quidditch de Gran Bretaña e Irlanda en la mano.
—Podría haber usado un Encantamiento Escudo…
-Creo que Ron solo quiere aferrarse a algo que le de seguridad—comentó Lily—ya hemos leído como describen a Moddy: como un sobreviviente, y la idea de que haya muerto debe causarles aún más conmoción dada su reputación
—Fleur dijo que la varita salió volando de su mano —dijo Harry.
—Bueno, de acuerdo, si queréis que esté muerto… —dijo Ron malhumoradamente, golpeando la almohada para darle una forma mas cómoda.
—¡Por supuesto que no queremos que esté muerto! —dijo Hermione, mirándolo conmocionada—. ¡Es terrible que esté muerto! ¡Pero estamos siendo realistas!
Por primera vez, Harry se imaginó el cuerpo de Ojoloco, roto como había estado el de Dumbledore, pero con ese ojo todavía girando en su cuenca. Sintió una punzada de repulsión mezclada con un insólito deseo de reír.
Lily le frunció el ceño a su hijo, aun dormido
—Probablemente los mortífagos no dejan restos detrás, por eso nadie lo ha encontrado —dijo Ron sabiamente.
—Sí —dijo Harry—. Como Barty Crouch, convertido en un hueso y enterrado en el jardín delantero de Hagrid. Probablemente transfiguraron a Moody y lo metieron…
-Que espantoso!!—chillo Lily-como es que Harry sabe algo así
Los demás se encogieron de hombros
-Pero ¿no lo vieron?—dijo Remus—Barty Crouch, muerto
-Es preocupante, el siempre ha mostrado su mano dura contra los mortifagos—dijo sirius—parece que sobrevivió solo para morir años más tarde y ser ocultado de la peor manera
—¡No! —chilló Hermione. Sobresaltado, Harry la miró a tiempo para verla echarse a llorar sobre su copia del Silabario del Hechicero.
—Oh, no —dijo Harry, luchando por levantarse de la vieja cama plegable—. Hermione, no tenía intención de disgustarte…
Pero con un gran crujido de los muelles oxidados de la cama, Ron saltó de ella y llegó allí primero. Con un brazo alrededor de los hombros de Hermione, rebuscó en los bolsillos de sus vaqueros y sacó un pañuelo de aspecto repugnante que había usado antes para limpiar el horno. Sacando la varita con rapidez, apuntó al trapo y dijo: —Tergeo!!.
La varita absorbió la mayor parte de la grasa. Con aspecto de estar bastante satisfecho consigo mismo, Ron le pasó el pañuelo que humeaba ligeramente a Hermione.
Sirius rio ruidosamente pero no hizo comentario alguno, quizá la mirada asesina de Lily y el movimiento amenazador que hizo la mujer con la varita tuvieron algo que ver.
—Oh… gracias, Ron… lo siento… —se sonó la nariz e hipó—. Es que es tan hhorrible, ¿verdad? J-justo después de que Dumbledore… es s-solo que n-nunca imaginé que Ojoloco moriría, ¡en cierta forma, parecía tan duro!
—Sí, lo sé —dijo Ron, dándole un apretón—. ¿Pero sabes lo él que nos diría si estuviese aquí?
—“Alerta permanente” —dijo Hermione, secándose los ojos.
—Eso es —dijo Ron, asintiendo—. Nos diría que aprendiésemos de lo que le ocurrió a él. Y lo que yo he aprendido es a no confiar en ese cobarde asqueroso de Mundungus.
-Lo ves-anunció Remus-Mundungus no es la persona que tu crees, incluso unos chicos de 17 años, que no han terminado Hogwarts son mas valientes que el.
-Si ya lo se—aceptó de mala gana—no me lo tienes que recalcar cada que lo nombren.
-Es lo que tu haces siempre—se defendió Remus con una sonrisa burlona.

Hermione dejó escapar una risa temblorosa y se inclinó para coger dos libros mas. Un segundo después, Ron había apartado el brazo que tenía alrededor de sus hombros; ella había dejado caer El Monstruoso Libro de los Monstruos sobre su pie. El libro se había liberado del cinturón que lo contenía y mordía el tobillo de Ron con fiereza.
-¿Quien pediría un libro que te puede morder?—dijo Lily disgustada
-Un profesor realmente cool-contestó sirius, mientras james asentía

—¡Lo siento, lo siento! —gritó Hermione mientras Harry sacaba el libro de la pierna de Ron y lo volvía a atar.
—A todo esto, ¿qué estas haciendo con todos esos libros? —preguntó Ron, dirigiéndose cojeando hacia su cama.
—Sólo estoy intentando decidir cuales nos llevaremos —dijo Hermione—. Cuando vayamos a buscar los Horrocruxes.
—Oh, claro —dijo Ron, llevándose una mano a la frente—. Me olvidé de que ibamos a perseguir a Voldemort en una biblioteca móvil.
-Buena esa muchacho!!—bramaron james y sirius a la vez
Remus sonrió, y Lily muy a su pesar también lo hizo.
—Ja, ja —dijo Hermione, bajando la mirada al Silabario del Hechicero—. Me pregunto… ¿necesitaremos traducir runas? Es posible…creo que lo mejor será llevarlo, por si acaso. Dejó caer el silabario en la pila mas grande y cogió Historia de Hogwarts.
—Escuchen —dijo Harry.
Se había sentado derecho. Ron y Hermione lo miraron con una mezcla a partes iguales de resignación y desafío.
—Sé que después del funeral de Dumbledore dijisteis que queríais venir conmigo —empezó Harry.
—Ya empezamos —le dijo Ron a Hermione, poniendo los ojos en blanco.
—Como sabíamos que haría —suspiró ella, volviendo a los libros—. Sabes, creo que llevaré Historia de Hogwarts. Incluso si no volvemos allí, no creo que me sintiera bien si no lo llevase con…
-Esa actitud le va a encantar—ironizó sirius—igual que a cornamenta.
-Creo que los tres son bastante parecidos en ese aspecto—le recordó Lily

—¡Escuchen! —dijo Harry otra vez.
—No, Harry, escucha tú. —dijo Hermione—. Vamos a ir contigo. Eso se decidió hace meses… años en realidad.
-De nuevo-apuntó Remus
-Tienes razón--dijo Lily-Que de nuevo se indica que Harry lleva años enfrentándose a Voldemort-Explicó Lily ante la cara de perplejidad de su esposo, la verdad era que aunque james y Sirius eran grandes estudiantes, no se podían comparar con Remus y Lily
—Pero…
—Cállate —le aconsejó Ron.
—¿…estan seguros de haberlo pensado bien? —insistió Harry.
—Veamos —dijo Hermione, lanzando con fuerza Viaje con los trolls en la pila de desechados con una mirada bastante feroz—. Llevo varios días haciendo el equipaje para que podamos marcharnos en cualquier momento, lo que para tu información ha incluido hacer magia bastante complicada, por no mencionar meter de contrabando todas las reservas de Poción Multijugos de Ojoloco bajo la nariz de la madre de Ron.
»También modifiqué los recuerdos de mis padres, de modo que estan convencidos de que en realidad se llaman Wendell y Monica Wilkins, y que la ambición de su vida es mudarse a Australia, lo que ya han hecho. Asi a Voldemort le sea mas difícil localizarlos e interrogarlos sobre mí… o ti, porque desafortunadamente, les conté bastante sobre ti.
Ninguno tuvo palabras para expresar la gran admiración que sintieron por hermione en ese momento, era una chica brillante, y lo que había hecho sin duda habría sido muy doloroso para ella, pero aún así, se había encargado de poner a sus padres a salvo mientras ella se embarcaba en una misión de la que quizá no saliera con vida.
»Asumiendo que sobrevivamos a la búsqueda de los Horrocruxes, buscaré a mamá y papá y levantaré el encantamiento. Si no… bueno, creo que les lancé un hechizo lo suficientemente bueno como para mantenerlos a salvo y felices. Por que Wendell y Monica Wilkins no saben que tienen una hija.
Lily derramó lagrimas al escuchar esto, y los otros tres quedaron sorprendidos por la lealtad de los amigos de Harry, abandonar a sus padres, solo por acompañarlo en un viaje que podría costarles la vida.
-Bueno, parece que no fuiste el único Potter que encontró un par de buenos amigos-dijo Sirius como siempre aligerando el ambiente.
-Supongo que es suerte de familia-contestó james-además de que debe asegurarse de que sean solo dos, el tercero podría resultar un traidor-todos sabían lo mal que la pasaba james al descubrir que Colagusano los había traicionado, por lo que incluso Sirius se guardó sus comentarios.
Los ojos de Hermione estaban otra vez llenos de lágrimas. Ron saltó de la cama, la volvió a rodear con el brazo y miró a Harry con el ceño fruncido como si le reprochase su falta de tacto. A Harry no se le ocurría nada que decir, y no era por lo extremadamente inusual que era que Ron estuviese enseñando tacto a otro.
—Yo… Hermione, lo siento… yo no…
—¿No te das cuenta que Ron y yo sabemos perfectamente bien lo que puede pasar si vamos contigo? Bueno, lo sabemos. Ron, enséñale a Harry lo que has hecho.
—No, acaba de comer —dijo Ron.
—¡Vamos, tiene que saberlo!
—Oh, esta bien. Harry, ven aquí.
Por segunda vez Ron retiró el brazo que rodeaba a Hermione y se dirigió hacia la puerta.
—Vamos.
—¿Por qué? —preguntó Harry, siguiendo a Ron fuera de la habitación hasta el pequeño rellano.
Descendo —murmuró Ron, apuntando con su varita al techo bajo. Justo por encima de sus cabezas se abrió una trampilla y una escalera se deslizó hasta sus pies. Un sonido horrible, medio gemido medio succión, salió del agujero cuadrado, junto con un desagradable olor como de alcantarillas abiertas.
—Ese su ghoul, ¿verdad? —preguntó Harry, que en realidad nunca había conocido a la criatura que a veces perturbaba el silencio nocturno.
Remus, sirius y james estallaron en carcajadas cuando entendieron el plan de Ron, como buenos merodeadores, se les habría ocurrido a ellos también, sirius estaba seguro de que los gemelos geniales tenían algo que ver con el asunto
-Les importaría explicarme cual es la gracia-dijo enfadada Lily
-Ya lo veras!—contestó Sirius-tu solo escucha

—Sí, lo es —dijo Ron, subiendo por la escalera—. Ven y échale un vistazo.
Harry siguió a Ron por los pocos escalones hasta el pequeño espacio del ático. Su cabeza y hombros estaban en el cuarto antes de que vislumbrase a la criatura enroscada a pocos metros, profundamente dormida en la penumbra con su gran boca totalmente abierta.
—Pero… parece… ¿normalmente los espíritus llevan pijamas?
—No —dijo Ron—. Ni tampoco suelen tener cabello rojo o una buena cantidad de pústulas.
-Oh!-dijo Lily—ahora lo entiendo, su esposo y sus amigos ya estaban riendo de nuevo, ella solo negó con la cabeza y sonrió.

Harry contempló a la cosa, ligeramente asqueado. Era humano en forma y tamaño, y llevaba puesto lo que, ahora que los ojos de Harry se acostumbraban a la oscuridad, era claramente uno de los pijamas viejos de Ron. También estaba seguro de que los espíritus estaban generalmente bastante delgados y calvos, en vez de tener un pelo tan característico y estar cubiertos de ampollas violetas.
—Es yo, ¿lo ves? —dijo Ron.
—No —dijo Harry—. No lo veo.
-Ay Harry!!-dijo james-parece que te hicieron falta unas buenas clases de merodedador.
Incluso su esposa estuvo de acuerdo, y aunque no lo expresó, lastimosamente era por motivos muy diferentes, nadie pareció notarlo.
—Te lo explicaré cuando volvamos a la habitación, el olor me esta matando —dijo Ron. Descendieron por la escalera, luego Ron volvió a subir a la trampilla, y se unieron de nuevo a Hermione, que todavía estaba clasificando libros.
—Cuando nos vayamos, el ghoul va a bajar y vivir aquí en mi habitación —dijo Ron—. Creo que de verdad tiene muchas ganas… bueno, es difícil de saber porque todo lo que hace es gemir y babear, pero asiente un montón cuando se lo dices. De todas formas, va a ser yo con spattergroit. Bueno, ¿verdad?
Harry simplemente lo miró confuso.
—¡Lo es! —dijo Ron, claramente frustrado porque Harry no hubiese entendido la brillantez del plan—. Mira, cuando los tres no aparezcamos de nuevo en Hogwarts, todos van a pensar que Hermione y yo estaremos contigo, ¿no? Lo que significa que los mortífagos irán directos a por nuestras familias para saber si tienen información sobre donde estas.
—Pero con suerte parecerá que yo me marché con mamá y papá; muchos nacidos muggles estan hablando de ocultarse en estos tiempos —dijo Hermione.

-Por muy imbéciles que sean-apuntó Remus-no creo que se tragen que hermione se marchó con sus padres, por lo que sabemos, estos tres son bastante unidos.
-Tienes razón, esperemos que sus padres estén a salvo-dijo Lily presa de los nervios.
—No podemos ocultar a toda mi familia, parecería demásiado sospechoso, y no todos pueden dejar sus trabajos —dijo Ron—. Así que vamos a hacer circular la historia de que estoy enfermo con spattergroit, por lo que no puedo volver a la escuela. Si alguien aparece para investigar, mamá o papá pueden enseñarles al espíritu en mi cama, cubierto de pústulas. La spattergroit es verdaderamente contagiosa, así que no querrán acercarse a él. Tampoco importará que no diga nada, porque aparentemente una vez que el hongo llega a la campanilla de la garganta, no se puede.
—¿Y tu madre y tu padre aceptan el plan? —preguntó Harry.
—Papá sí. Ayudó a Fred y George [LO SABIA GRITÓ  SIRIUS ANTES DE CONTINUAR] a transformar el Ghoul. Mamá… bueno, ya has visto cómo es. No aceptará que nos vayamos hasta que lo hagamos.
Se hizo el silencio en la habitación, roto sólo por suaves golpes cuando Hermione lanzaba libros a una pila o la otra. Ron se sentó a observarla, y Harry miró de uno a otro, incapaz de decir nada. Las medidas que habían tomado para proteger a sus familias le hicieron darse cuenta, mas que nada que pudieran haber hecho, de que realmente iban a ir con él y que sabían con exactitud lo peligroso que sería. Quería decirles lo que significaba para él, pero simplemente no podía encontrar palabras lo suficientemente importantes.
En medio del silencio se escuchó el sonido amortiguado de los gritos de la señora Weasley cuatro pisos mas abajo.
—Probablemente Ginny dejó una mota de polvo en un pequeño servilletero —dijo Ron—. No sé porqué los Delacour tienen que venir dos días antes de la boda.
—La hermana de Fleur es dama de honor, tiene que estar aquí para el ensayo general, y es demásiado joven para venir por su cuenta —dijo Hermione, mientras estudiaba indecisa Recreo con la banshee.
-Gracias al cielo Harry tiene a hermione—dijo sirius riendo—de lo contrario seguro se iría  buscar los Horrocruxes tan solo con su varita y la muda de ropa que lleva puesta.
—Bueno, los invitados no le van a venir bien a los niveles de estrés de mamá — dijo Ron.
—Lo que de verdad tenemos que decidir —dijo Hermione, desechando Teoría de defensa mágica sin dedicarle un segundo vistazo y cogiendo Evaluación de la educación mágica en Europa—, es a dónde iremos cuando nos marchemos de aquí. Sé que dijiste que primero querías ir al Valle de Godric, Harry, y entiendo el motivo, pero… bueno… ¿no deberíamos hacer de los Horrocruxes nuestra prioridad?
-Creo que estamos enterrados en Valle Godric James-dijo Lily, nuevamente triste-y creo también que Harry nunca ha visitado nuestras tumbas.
-Tranquila, no permitiremos que nada de eso pase-la tranquilizó su esposo
-Si, no te preocupes, primero muerto a dejar que les pase algo-dijo Sirius
-Pues Sirius, déjame decirte que ya lo estas-dijo Remus sonriendo
Todos estallaron en carcajadas.
—Si supiese dónde esta alguno de los Horrocruxes, estaría de acuerdo contigo — dijo Harry, que no creía que Hermione entendiese realmente su deseo de volver al Valle de Godric. Las tumbas de sus padres eran sólo parte del atractivo: sentía la fuerte e inexplicable sensación de que el lugar guardaba respuestas para él.
Tal vez simplemente porque era allí donde había sobrevivido a la maldición asesina de Voldemort; ahora que estaba enfrentándose al desafío de repetir la hazaña, Harry se sentía atraído por el lugar donde había sucedido, deseando entender.
-¿Sobrevivido a la maldición asesina?-dijo James
-Creo que ya se que fue lo que hice-dijo Lily, con una ligera sonrisa para asombro de su esposo-Amor-explicó ella sencillamente-magia antigua, Dumbledore siempre lo dijo: No hay magia mas poderosa que el amor.
-Eres la mejor-dijo James-salvaste a nuestro hijo, supongo que yo no fui de mucha ayuda—dijo abatido
-Ni lo pienses-replicaron tres voces al tiempo, pero fue Lily la que continuo-supongo que tú me diste tiempo de llegar con Harry, de lo contrario no habría funcionado-James no parecía convencido, pero le indicó a sirius que continuara.
—¿No crees que existe la posibilidad de que Voldemort tenga vigilado el Valle de Godric? —preguntó Hermione—. Puede que espere que vuelvas y visites las tumbas de tus padres una vez que seas libre de ir a donde quieras.
Esto no se le había ocurrido a Harry. Mientras luchaba para buscar algo con lo que contestarle, Ron habló, evidentemente siguiendo su propia línea de pensamiento.
—Este R.A.B —dijo—. Ya sabéis, el que robó el verdadero medallón.
Hermione asintió.

-RAB-murmuró Remus-Sirius no crees que se refiera a..
-¿A Regulus?-dijo Sirius rechazando la idea-por supuesto que no, esa serpiente cobarde nunca buscaría la manera de destruir a Su amo
-Me pregunto quien será entonces-dijo Remus
-Bueno pues si me dejas leer tal vez lo sepamos-Remus no contestó por lo que sirius siguió con la lectura.
—Dijo en su nota que iba a destruirlo, ¿verdad?
Harry arrastró su mochilla hacia sí y sacó el falso Horrocrux en el que la nota de R.A.B. todavía estaba doblada.
—He robado el verdadero Horrocrux y tengo intención de destruirlo tan pronto como pueda —leyó Harry.
—Bueno, ¿y si él lo destruyó? —dijo Ron.
—O ella —introdujo Hermione.
—Lo que sea —dijo Ron—. ¡Será uno menos para nosotros!
—Sí, pero aún así tendremos que intentar seguirle el rastro al autentico guardapelo medallón, ¿no? —dijo Hermione—, para descubrir si fue o no destruido.
—Y cuando lo tengamos, ¿cómo se destruye un Horrocrux? —preguntó Ron.
-Eso ¿Cómo demonios destruimos esas cosas?—saltó james interesado.
—Bueno —dijo Hermione—, lo he estado investigando.
—¿Cómo? —preguntó Harry—. No creí que hubiese ningún libro sobre Horrocruxes en la biblioteca.
—No había —dijo Hermione, que había enrojecido—. Dumbledore los sacó todos pero… no los destruyó. —Ron se sentó recto, con los ojos muy abiertos.
—Por los pantalones de Merlín, ¿cómo conseguiste poner las manos en esos libros de Horrocruxes?
—No… ¡no fue un robo! —dijo Hermione, mirando de Harry a Ron con una cierta desesperación—. Seguían siendo libros de la biblioteca, aunque Dumbledore los hubiera sacado de las estanterías. De todas formas, si realmente no hubiese querido que nadie accediese a ellos, seguro que lo habría guardado mucho mas…
-Algo me dice que Dumbledore quería que los encontrara-dijo Lily convencida, y todos estuvieron de acuerdo.
—¡Ve al grano! —dijo Ron.
—Bueno… fue fácil —dijo Hermione con una vocecilla—. Simplemente hice un encantamiento convocador. Ya sabes… Accio. Y… salieron volando por la ventana del despacho de Dumbledore, directos al dormitorio de las chicas.
—¿Pero cuando hiciste eso? —preguntó Harry, mirando a Hermione con una mezcla de admiración e incredulidad.
Lily solo sonrió con tristeza, sirius había tenido razón, sin hermione, su hijo probablemente estaría en una situación mucho mas difícil.
—Justo después de su… del funeral de… Dumbledore —dijo Hermione en una voz mas débil aún—. Justo después de que acordaramos dejar el colegio y salir a buscar los Horrocruxes. Cuando volví al piso de arriba a recoger mis cosas, simplemente se… se me ocurrió que cuanto mas supiéramos de ellos, mejor… y estaba allí sola… así que intenté… y funcionó. Volaron directos a través de la ventana abierta y los… guardé en el equipaje.
Tragó y luego dijo implorante:
—No puedo creer que Dumbledore se hubiera enfadado por eso, no es como si fuéramos a usar la información para crear un Horrocrux, ¿verdad?
-¿Se han quejado acaso?—dijo sirius entre dientes
—¿Nos oyes quejarnos? —dijo Ron—. De todas formas, ¿dónde estan esos libros?
-Cada vez estoy mas convencido de que te llevarías de maravilla con ella lunático-repitió sirius-al parecer ella tiene el mismo papel que tu--intentar controlar las travesuras de los demás.
-Si-estuvo de acuerdo Lily-pero al parecer falla de la misma manera que tu Remus.
Esto hizo que una nueva ola de risas reinara en la habitación.
Hermione rebuscó durante un rato y sacó de la pila un grueso volumen, encuadernado en descolorido cuero negro. Parecía un poco mareada y lo sostenía con tanta cautela como si fuese algo recientemente muerto.
—Este es el que da las instrucciones específicas sobre cómo hacer un Horrocrux. Secretos de las Artes Mas Oscuras… es un libro horrible, de verdad, realmente espantoso, lleno de magia malvada. Me pregunto cuando lo sacó Dumbledore de la biblioteca… si no lo hizo hasta que fue director, apuesto a que Voldemort sacó todas las instrucciones que necesitaba de él.
—¿Entonces porqué le tuvo que preguntar a Slughorn cómo hacer un Horrocrux, si ya había leído eso? —preguntó Ron.
—Sólo se acercó a Slughorn para descubrir lo que pasaría si dividías tu alma  en siete —dijo Harry—. Dumbledore estaba seguro de que Ryddle ya sabía cómo hacer un Horrocrux cuando le preguntó a Slughorn por ellos. Creo que tienes razón, Hermione; ese libro pudo ser la fuente de dónde sacó fácilmente la información.
-SIETE HORROCRUXES!!!,-Gritaron todos, luego Remus dijo-tenemos que estar atentos a que objetos son, para destruirlos en este tiempo!!, y no dar oportunidad a Voldemort de Volver.

—Y cada vez que leo mas sobre ellos —dijo Hermione—, mas terribles me parecen, y menos creo que en realidad hiciera seis. En este libro se avisa de lo inestable que haces al resto de tu alma al desgarrarla, ¡y eso sólo haciendo un Horrocrux!
Harry recordó lo que Dumbledore había dicho sobre que Voldemort había ido mas allá de la “maldad normal”.
—¿No hay forma de volverte a poner todo junto? —preguntó Ron.
—Sí —dijo Hermione con una sonrisa vacía—. Pero sería extremadamente doloroso.
—¿Por qué? ¿Cómo lo harías? —preguntó Harry.
—Remordimiento —dijo Hermione—. Realmente tienes que sentir lo que has hecho. Hay una nota al pie. Aparentemente el dolor de ese acto te puede destruir. No puedo ver a Voldemort intentándolo de ninguna forma, ¿ y ustedes?
-Sí, claro—dijo james—y Quejicus es mi mejor amigo.
—No —dijo Ron, antes de que Harry pudiera contestar—. ¿Entonces en ese libro dice como destruir Horrocruxes?
—Sí —dijo Hermione, pasando ahora las frágiles páginas como si examinase vísceras asquerosas—, porque avisa a los magos oscuros de lo fuertes que tienen que ser los encantamientos en ellos. Según todo lo que he leído, lo que Harry le hizo al diario de Ryddle fue una de las pocas maneras infalibles de destruir un Horrocrux.
—¿El qué, clavarle un colmillo de basilisco? —preguntó Harry.
-¿De donde sacó Harry un colmillo de Basilisco?-inquirió asustada Lily
-A lo mejor se enfrento a uno-contestó Sirius
-Cállate, eso es imposible-replico Lily, pero sirius se limitó a encogerse de hombros

—Oh bien, qué suerte que tengamos una gran reserva de colmillos de basilisco, entonces —dijo Ron—. Me estaba preguntando qué haríamos con ellos.
—No tiene que ser un colmillo de basilisco —dijo Hermione pacientemente—. Tiene que ser algo tan destructivo que el Horrocrux no se pueda reparar a sí mismo. El veneno de basilisco sólo tiene un antídoto, que es increíblemente raro...
—… lágrimas de fénix —dijo Harry, asintiendo con la cabeza.
Lily de nuevo se pregunto por el basilisco, pero decidió que lo mejor era no darles muchas vueltas al asunto, quizá lo supiera mas adelante durante la lectura, por ahora debía estar atenta a descubrir cuales eran los Horrocruxes que debían encontrar y destruir.
—Exacto —dijo Hermione—. El problema es que hay muy pocas sustancias que sean tan destructivas como el veneno de basilisco, y todas son muy peligrosas para llevarlas encima. Sin embargo es un problema que tendremos que resolver, porque rasgar, aplastar o destrozar un Horrocrux no servirá. Hay que dejarlo mas allá de la reparación mágica.
—Pero aunque destrocemos la cosa en la que viva —dijo Ron—, ¿por qué el trozo de alma no se podría mover y vivir en otra cosa?
—Porque un Horrocrux es lo completamente opuesto a un ser humano.
Viendo que Harry y Ron parecían totalmente confusos, Hermione se apresuró a explicar.
—Mirad, si ahora mismo cogiese una espada, Ron, y te atravesase con ella, no dañaría para nada tu alma.
Todos rieron ante la explicación de la chica
-Eso seria un gran consuelo para Ron—dijo sirius entre risas.
—Lo cual sería un gran consuelo para mí, estoy seguro —dijo Ron. Harry rió.
No solo Harry, los demás rieron por la coincidencia, al parecer Ron se parecía bastante a sirius.
—¡Pues en realidad debería serlo! Pero lo que quiero decir es que sin importar lo que suceda con tu cuerpo, tu alma sobrevivirá intacta —dijo Hermione—. Pero con un Horrocrux es al contrario. El fragmento de alma en su interior depende de lo que lo contenga, del cuerpo encantado, para sobrevivir. No puede existir sin él.
—El diario murió en cierto modo cuando lo atravesé —dijo Harry, recordando la tinta que se había vertido como sangre de las páginas perforadas, y los gritos del trozo de alma de Voldemort mientras se desvanecía.
-Bueno al menos ya destruyó uno—dijo Lily, su esposo asintió.
—Y una vez que el diario estuvo adecuadamente destruido, el trozo de alma atrapado en él no pudo seguir existiendo. Ginny intentó deshacerse del diario antes de que lo hicieses tú, tirándolo por el retrete, pero obviamente volvió como nuevo.
—Espera un momento —dijo Ron, frunciendo el ceño—. El trozo de alma de ese diario estaba poseyendo a Ginny, ¿no? ¿Cómo funciona eso, entonces?
Escuchaban atentos la información brindada por hermione, cuanto más supieran sobre los Horrocruxes, muchísimo mejor para ellos.
—Mientras el contenedor mágico esta todavía intacto, el trozo de alma de su interior puede revolotear de dentro a fuera si alguien se acerca demásiado al objeto. No quiero decir sujetarlo cerca, no tiene nada que ver con tocarlo — añadió antes de que Ron pudiera hablar—, quiero decir cerca emocionalmente. Ginny vertió su corazón en el diario, se hizo increíblemente vulnerable. Te metes en problemas si te encariñas demásiado o si te vuelves dependiente del Horrocrux.

-Claro porque quién no querría encariñarse con un fragmento de alma de Voldemort-anunció Lily
-Pues yo creo que mi queridísima prima Bellatrix estaría encantada-Dijo sirius y todos sabían que era verdad.
—Me pregunto cómo destruiría Dumbledore el anillo —dijo Harry—. ¿Por qué no le pregunté? En realidad nunca…
Su voz se apagó: estaba pensando en todas las cosas que le debería haber preguntado a Dumbledore, y como, desde de la muerte del director, a Harry le parecía que había desperdiciado demásiadas oportunidades cuando Dumbledore había estado vivo, para descubrir mas… para descubrirlo todo…
-Parece reamente afectado con todo lo que se refiera a Dumbledore—se lamentó Lily—suena a que Harry le tenia mucho cariño.
El silencio se rompió cuando la puerta de la habitación se abrió con un golpe que hizo temblar las paredes. Hermione chilló y dejó caer Secretos de las Artes Mas Oscuras; Crookshanks se metió como un rayo bajo la cama, siseando indignado; Ron saltó de la cama, resbaló con el envoltorio de una rana de chocolate y se golpeó la cabeza contra la pared de enfrente; y Harry instintivamente se lanzó hacia su varita antes de darse cuenta de que estaba mirando a la señora Weasley, que tenía el cabello descolocado y la cara retorcida de cólera.
-Vaya que es paranoico tu hijo cornamenta-dijo sirius riendo
-Claro porque tu no lo serias, si supieras que eres el objetivo número uno de Voldemort—le contestó Lily cortante antes de que james hablara.
—Siento interrumpir esta pequeña reunión acogedora —dijo con voz temblorosa—. Estoy segura de que todos necesitáis descansar… pero hay regalos de boda amontonados en mi cuarto que necesitan ser clasificados y tenía la impresión de que todos habíais aceptado ayudar.
—Oh, sí —dijo Hermione con expresión aterrorizada al ponerse de pie, haciendo volar libros en todas direcciones—, iremos… sentimos…
Con una angustiosa mirada a Harry y Ron, Hermione salió rápidamente de la habitación tras la señora Weasley.
—Es como ser un elfo doméstico —se quejó Ron en voz baja, todavía frotándose la cabeza mientras Harry y él las seguían—, excepto por lo de la satisfacción del trabajo. Cuando antes termine esta boda, mas feliz seré.
—Sí —dijo Harry—, entonces no tendremos otra cosa que hacer excepto buscar Horrocruxes… será como unas vacaciones, ¿eh?
-Hasta que demuestra su sentido del humor—dijeron james y sirius riendo.
Ron empezó a reír, pero al ver el enorme montón de regalos de boda que los esperaban en la habitación de la señora Weasley, se detuvo bastante abruptamente.
Los Delacour llegaron la mañana siguiente a las once en punto. En ese momento Harry, Ron, Hermione y Ginny se sentían bastante resentidos con la familia de Fleur; y fue de mala gana que Ron subió otra vez escaleras arriba para ponerse calcetines iguales, y Harry intentó aplastarse el pelo.
-Vaya no se a quien me recuerda-dijo Lily acariciando el cabello de su esposo, los tres hombres en la habitación rieron a carcajadas
Una vez que todos fueron declarados suficientemente elegantes, entraron en tropel en el soleado patio trasero para esperar a los invitados. Harry nunca había visto el lugar tan arreglado. Los calderos oxidados y las viejas botas de goma que normalmente cubrían los escalones de la puerta trasera habían desaparecido, reemplazados por dos nuevos arbustos temblones situados a cada lado de la puerta en grandes macetas; aunque no había brisa, el patio había sido barrido, y el cercano jardín había sido podado, recortado y en general arreglado, aunque a Harry, al que le gustaba lleno de maleza, le pareció que parecía veía bastante abandonado sin su contingente habitual de gnomos traviesos. Harry había perdido la cuenta de cuantos encantamientos de seguridad habían sido colocados alrededor de la Madriguera por la Orden y el Ministerio; todo lo que sabía era que ya no era posible viajar directamente  hasta allí usando magia.
Eso tranquilizó un poco a todos, por ahora Harry estaba seguro, pero la cuestión era ¿Por cuánto tiempo?, esperaban que el suficiente como para que diseñara un plan.
Por eso el señor Weasley había ido a recibir a los Delacour a la cima de una colina cercana, donde tenían que llegar con un ´Traslador. El primer sonido que indicó que se acercaban fue una extraña risa estridente, que resultó provenir del señor Weasley, que apareció en la verja momentos después, cargado de equipaje y con una hermosa rubia con una túnica larga y de color verde hoja, que solo podía ser la madre de Fleur.
—¡Mamán! —gritó Fleur, saliendo disparada para abrazarla—. ¡Papá!
Monsieur Delacour no era ni de lejos tan atractivo como su mujer; era una cabeza mas bajo y extremadamente regordete, con una pequeña barba puntiaguda. Sin embargo, parecía afable. Saltando hacia la señora Weasley con botas de tacón alto, la besó dos veces en cada mejilla, dejándola aturullada.
—Se han tomado tantas molestias —dijo con voz profunda—. Fleugr nos ha dicho que han estado trgabajando muy dugro.
—¡Oh, no ha sido nada, nada! —trinó la señora Weasley—. ¡Ninguna molestia!
Lily sonrió, Molly le agradaba muchísimo, se notaba que era una mujer fantástica, ya deseaba conocerla.
Ron descargó sus sentimientos lanzándole una patada a un gnomo que estaba echando un vistazo desde detrás de uno de los nuevos arbustos.

-Extraño desgonomizar tu jardín cornamenta-comento sirius, Lily pensó que no había nadie igual que el, eso solo podría ocurrírsele a sirius Black.

—¡Querida dama! —dijo Monsieur Delacour, todavía agarrando la mano de la señora Weasley entre las suyas regordetas y mirándola con una sonrisa radiante— . ¡Nos sentimos muy honrados por la inminente unión de nuestras dos familias! Permítame presentarle a mi mujer, Apolline.
Madame Delacour se deslizó hacia delante y se detuvo para besar también a la señora Weasley.
—Enchantée —dijo ella— ¡Su magido nos ha estado contando unas histogias tan divegtidas!
El señor Weasley dejó escapar una risa maníaca; la señora Weasley le lanzó una mirada, tras la que inmediatamente él se quedó en silencio y asumió una expresión apropiada para el lecho de enfermo de un amigo íntimo.
Sirius y Remus rompieron a reír, pues era exactamente lo que hacia James cuando Lily le lanzaba miradas de advertencia.
-Callense los dos—ordenó james pero solo logró aumentar las risas, solo hasta que Lily, con unas cuantas miradas y una voz con una sutil amenaza, les pidió que se comportaran, la lectura se reemprendió.
—¡Y por supuesto, ya conoce a mi hija pequeña, Gabrielle! —dijo Monsieur Delacour. Gabrielle era una Fleur en miniatura; con once años, pelo por las caderas de un rubio totalmente platino, le lanzó a la señora Weasley una sonrisa deslumbrante y la abrazó, luego le lanzó a Harry una mirada brillante, agitando las pestañas. Ginny se aclaró la garganta ruidosamente.

-JAJAJAJA-Sirius no podía de la risa-todas las pelirrojas son iguales-se ganó una nueva tanda de cojines, que esta vez no logró esquivar al estar atacado por la risa.
—Bien, ¡pasen, pasen! —dijo el señor Weasley alegremente, e hizo pasar a los Delacour al interior de la casa, con muchos “¡No, por favor!” y “¡Después de usted!” y “¡Para nada!”
Los Delacour, descubrieron rápidamente, eran invitados amables y agradables. Estaban encantados con todo y deseosos de ayudar con los preparativos de la boda. Monsieur Delacour declaró que todo, desde el plan de distribución de asientos hasta los zapatos de las damas de honor era “¡Charmant!”. Madame Delacour era experta en hechizos del hogar y tuvo el horno adecuadamente limpio en un pispás; Gabrielle seguía a su hermana mayor a todas partes, intentando ayudar de cualquier forma que pudiese y farfullando en un rápido francés.
Lily Se preguntaba hasta que momento seguiría la extraña tranquilidad que se había mostrado en las ultimas hojas del libro, con una guerra desatada y Harry como principal objetivo además de los weasley al completo en la orden no sabia cuanto podía durar la calma.
El único inconveniente era que la Madriguera no había sido construida para acomodar a tanta gente. El señor y la señora Weasley dormían ahora en el salón, habiendo acallado las protestas de Monsieur y Madame Delacour e insistido en que ocupasen su habitación. Gabrielle dormía con Fleur en la vieja habitación de Percy, y Bill compartiría habitación con Charlie, su padrino, una vez que Charlie llegara de Rumanía. Las oportunidades para hacer planes juntos se volvieron prácticamente inexistentes, y fue en desesperación que Harry, Ron y Hermione se ofrecieron voluntarios para alimentar a los pollos, simplemente para escapar de la casa superpoblada.
—¡Pero todavía no nos deja solos! —gruñó Ron, cuando el segundo intento de reunirse en el patio fue frustrado por la aparición de la señora Weasley llevando una gran cesta de colada entre los brazos.
—Oh, bien, habéis alimentado a los pollos —dijo al aproximarse—. Será mejor que los encerremos de nuevo antes de que lleguen los hombres mañana… para colocar la carpa para la boda. —explicó, deteniéndose para apoyarse contra el gallinero. Parecía agotada—. Carpas Mágicas Millamant… son muy buenos. Bill los irá a recoger… es mejor que te quedes dentro mientras estén aquí, Harry. Debo decir que tener todos estos hechizos de seguridad por aquí complica bastante el organizar una boda.
—Lo siento —dijo Harry humildemente.
—¡Oh, no seas tonto, cariño! —dijo la señora Weasley al momento—. No quise decir… bueno, ¡tu seguridad es mucho mas importante! En realidad, quería preguntarte cómo te gustaría celebrar tu cumpleaños, Harry. Diecisiete, después de todo, es un día importante…
—No quiero mucho jaleo —dijo Harry con rapidez, imaginando el esfuerzo adicional que eso les supondría a todos—. De verdad, señora Weasley, simplemente una cena normal estará bien… es el día antes de la boda…
-Promete que le haremos una gran fiesta de 17 a Harry—dijo Lily
-Te lo juro—contestó tus esposo
—Oh, bueno, si estas seguro, cariño. Invitaré a Remus y a Tonks, ¿no crees? ¿Y qué me dices de Hagrid?
—Eso sería estupendo —dijo Harry—. Pero por favor, no quiero causar muchas molestias.
—Para nada, para nada… no es ninguna molestia…
Lo estudió con una mirada larga y penetrante, luego sonrió con un poco de tristeza, se enderezó y se marchó. harry vio cómo agitaba la varita cerca de la cesta de la colada y las ropas húmedas se elevaban en el aire para colgarse ellas solas. De repente sintió una gran ráfaga de arrepentimiento por la molestia y dolor que le estaba causando.

Bueno aquí termina-anuncio siruis
-Creo que deberías preparar el desayuno para Harry-comentó james-no tarda en despertar, luego podremos leer el siguiente capitulo.
-Ahora me toca a mi-anunció Remus-Además estaba pensando, que haremos si Colagusano aparece en y aún no hemos terminado de leer el libro
-Creo que dejaremos que pase a ver como salen las cosas-contestó James, y luego agrego tan bajito, que no estuvo seguro de que nadie le escuchara-aunque no se si pueda controlarme y no maldecirlo por rata

De modo que Lily preparaba el desayuno de su hijo, mientras Remus y james recogían los platos del suyo propio, y Sirius se encargaba de revisar el pergamino con las bromas, pensando cuales serian las adecuadas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario