jueves, 22 de septiembre de 2011

Capitulo 14. La comisión de registro de los nacidos muggles


Remus continuaba con el libro en las manos, bajo la atenta mirada de Lily, en la que claramente se podía entender el mensaje, por lo que Remus se apresuro a volver la vista al libro, y empezar a leer, mientras que Harry intentaba halar del cabello a su padrino, pues al parecer el grito de su madre había espantado todo rastro de sueño de el, sirius como pudo lo controló mientras no se perdía ni una palabra de lo que decía Remus

Capítulo 13
LA COMISION DE REGISTRO DE LOS NACIDOS MUGGLES

Como cada vez que enunciaban un capitulo, los merodeadores y Lily especulaban mentalmente sobre su contenido, y un titulo como ese no podía significar nada bueno, pues entendieron que voldemort había llevado su control hasta el punto de poder realizar públicamente humillaciones a los hijos de muggles, james miraba a su esposa con total cariño, no concebía la idea de que alguien la separará de el solo por su sangre

—¡Ah, Mafalda! —dijo Umbridge, mirando a Hermione—. ¿Travers te mandó a ti, eh?
—S-sí —chilló Hermione.
—Bien, servirás perfectamente bien. —Umbridge se dirigió al mago vestido de negro y dorado—. Ese problema esta resuelto, Ministro, si pueden prescindir de Mafalda en la oficina de Registros podremos empezar inmediatamente. — Consultó su portafolios—. ¡Diez personas hoy y una de ellas la mujer de un empleado del Ministerio! Vaya, vaya… ¡incluso aquí, en el mismísimo Ministerio!

James bufó de manera audible, aunque todos estaban asqueados por la situación, james se sentía particularmente afectado, pues incluso en este tiempo en que voldemort no tenia tanto poder, su esposa era perseguida no quería imaginar lo que pasaría de vivir en aquella época tan oscura, y sobre todo le entristecía que su hijo estuviera destinado a tales cosas.

—Se metió en el ascensor tras Hermione, al igual que los dos magos que habían estado escuchando la conversación de Umbridge con el Ministro—. Vamos directas abajo, Mafalda, encontrarás todo lo que necesites en la sala del tribunal. Buenos días, Albert, ¿no te bajas?
—Sí, por supuesto —dijo Harry con la voz profunda de Runcorn.
Harry salió del ascensor. La reja dorada se cerró con un ruido metálico tras él. Mirando por encima de su hombro, Harry vio el rostro ansioso de Hermione perdiéndose de vista, con un mago alto a cada lado y las gomas de pelo de terciopelo de Umbridge a nivel de su hombro.

Remus se compadeció de la chica, pues era hija de muggles, por lo que si la descubrían serian especialmente duros con ella, incluso el licántropo se atrevía a asegurar que la tratarían igual que si encontraran a Harry.

—¿Qué te trae por aquí arriba, Runcorn? —le preguntó el nuevo Ministro de Magia.
Su largo cabello negro y barba estaban veteados de plateado, y una frente sobresaliente ensombrecía sus brillantes ojos, recordando a Harry a un cangrejo rebuscando bajo una roca.
—Necesitaba hablar un momento con —Harry dudó durante una fracción de
segundo— Arthur Weasley. Alguien dijo que estaba en la planta uno.

Todos se preguntaron por un segundo, porque entre todas las personas del ministerio, un hombre como Runcorn nombraría al señor weasley, pero de inmediato entendieron que debía ser porque era el único nombre que conocía con certeza, y del que además sabia donde quedaba la oficina, pues de lo contrario probablemente lo descubrirían

—Ah —dijo Pius Thicknesse—. ¿Le pillaron contactando con un Indeseable?
—No —dijo Harry, con la garganta seca—. No, nada de eso.
—Ah, bueno, es sólo cuestión de tiempo —dijo Thicknesse—. Si quieres saber mi opinión, los traidores de sangre son tan malos como los sangre sucia. Que tengas un buen día, Runcorn.

-Pobre imbécil-dijo sirius, mientras seguía luchando con Harry que parecía tener fuerzas renovadas después del sueño dañado por Lily, pues según veía sirius el pequeño no se cansaba

-No se de que te extrañas-dijo james entre divertido por ver a su amigo lidiando con Harry y molesto al escuchar lo que leía Remus-no es como si ese hombre tuviese alguna habilidad en los duelos, era muy inteligente, es cierto, pero la verdad todos lo derrotaban con suma facilidad

Sirius asintió, mientras con su varita hacia levitar a Harry por toda la habitación, ante la mirada asesina de Lily, sin embargo, el pequeño estaba totalmente encantado con el nuevo juego

—Que tenga un buen día, Ministro.
Harry vio a Thicknesse marcharse por el pasillo de alfombras gruesas. En el momento en que el Ministro se perdió de vista, Harry sacó la Capa de Invisibilidad de debajo de su pesada capa negra, se la lanzó por encima y se dirigió por el pasillo en dirección opuesta. Runcorn era tan alto que Harry se vio obligado a parar para asegurarse de que sus pies estuvieran ocultos.

James, sirius y Remus sonrieron con nostalgia, ya no podían contar la cantidad de veces que estuvieron bajo esa capa, ya fuera para acompañar a Remus en una de las noches de luna llena, o simplemente para hacer alguna travesura en el colegio, Lily que notó el intercambio de miradas de los merodeadores, también se sintió algo nostálgica, extrañaba los tiempos en donde todos estaban en Hogwarts, seguros y en los cuales voldemort no poseía el poder suficiente como para intimidar a todo el mundo mágico

El pánico le atenazó la parte baja del estómago. Mientras pasaba junta varias puertas brillantes de madera, cada una con una pequeña placa con el nombre del propietario y su ocupación en ella, el poderío del Ministerio, su complejidad, su impenetrabilidad, pareció caer sobre él, de forma que el plan que había tramado con tanto cuidado junto a Ron y Hermione durante las  últimas cuatro semanas pareció absurdamente infantil. Habían concentrado todos sus esfuerzos en acceder al interior sin ser detectados: no habían pensado en lo que harían si se veían obligados a separarse.

Remus consideraba que esa posibilidad se les tendría que haber ocurrido antes, la verdad es que todos seguían sin entender porque los chicos no aceptaban ayuda de un mago adulto mas calificado para la misión.

Ahora Hermione estaba en un juicio, que indudablemente se prolongaban durante horas; Ron estaba luchando por hacer magia que Harry estaba seguro que no dominaba, con la libertad de una mujer posiblemente dependiendo de los resultados, y él, Harry, estaba paseándose por el piso superior cuando sabía perfectamente bien que su presa acababa de bajar en el ascensor.

Sirius decidió que era prudente bajar a Harry, pues estaba tan inmerso en la narración que consideró que en cualquier momento podría perder la concentración y hacerlo caer, al parecer el juego había dejado cansado al niño, pues una vez en la alfombra se acostó, por lo que james se levantó antes que su esposa para acostarlo en su cuna y dejarlo descansar

Dejó de caminar, se apoyó contra una pared e intentó decidir que hacer. El silencio se abatió sobre él: allí no había bullicio, ni conversaciones, ni pasos ligeros; los pasillos de alfombras púrpuras estaban callados como si hubiesen lanzado un hechizo Muffliato en ellos. Su oficina debe estar aquí arriba, pensó Harry. Parecía bastante poco probable que Umbridge guardase las joyas en su oficina, pero por otro lado, parecía tonto no buscar para asegurarse.

Remus pareció feliz ante este pensamiento de Harry, después de todo parecía que el chico tenia buen instinto, aunque le faltaran algunos conocimientos

 Por lo tanto, se dirigió de nuevo por el pasillo pasando sólo junto a un mago con el ceño fruncido que murmuraba instrucciones a una pluma que flotaba delante de él, garabateando en un trozo de pergamino. Ahora prestando atención a los nombres en las puertas, Harry torció en una esquina.

Lily tenía cara de haber recordado algo, pero por respeto a Remus y por su propia curiosidad, pareció considerar que aquello que tenía que decir podría esperar, aunque no apartó la idea de su mente con el ánimo de comentarla tan pronto tuviese la oportunidad

A medio camino por el siguiente pasillo se encontró en un espacio amplio y abierto donde una docena de brujas y magos estaban sentados en filas en pequeños pupitres, no muy diferentes a los del colegio, aunque mucho mas pulidos y sin pintadas. Harry se detuvo para mirarlos, porque el efecto era bastante hipnótico.

James se estaba preguntando dónde estaba Dumbledore en ese momento, mientras no perdía detalle de lo que leía Remus, la verdad era que james se encontraba ansioso por terminar el libro y entrar en acción pues por nada del mundo permitiría que su hijo pasara por todo eso, si estaba en sus manos poder evitarlo, daría su vida de ser necesario, se aseguraría de que Lily y Harry estuvieran bien


Todos estaban agitando y haciendo girar sus varitas al unísono, y cuadrados de papel de colores volaban en todas direcciones como pequeñas cometas rosas. Tras unos pocos segundos, Harry se dio cuenta de que los procedimientos seguían un ritmo, de que todos los papeles formaban el mismo patrón; y tras otros pocos segundos se dio cuenta que estaba viendo la creación de panfletos, que los papeles cuadrados eran páginas, que, cuando se juntaban, se plegaban y se les aplicaba magia, y se depositaban en pilas ordenadas al lado de cada bruja o mago.

La curiosidad de Lily se dejaba notar, se inclinaba inconscientemente hacia Remus, como si de esa forma, fuese a conseguir respuestas con más rapidez

Harry se aproximó con sigilo, aunque los trabajadores estaban tan concentrados en lo que estaban haciendo que dudaba que notasen un paso silencioso sobre la alfombra, y cogió un panfleto completo de la pila de detrás de una bruja joven. Lo examinó bajo la capa de Invisibilidad. Su portada rosa estaba grabada con un título dorado:

SANGRES SUCIA
Y los Peligros Que Suponen para una Pacífica Sociedad de Sangre Limpia

Solo con la lectura del titulo, ya todos estaban rojos de furia, excepto Lily que escuchaba con fingida indiferencia, no era que no le importara el termino, era simplemente que estaba tan habituada a oírlo mientras estuvo en el colegio, que saber que años después la situación seguía igual, si bien la entristecía, se dijo que con que sus seres queridos y amigos no la trataran de esa forma, para ella era suficiente

Bajo el título había un dibujo de una rosa roja con una cara de sonrisa tonta en el medio de los pétalos, siendo estrangulada por una mala hierba verde con colmillos y el entrecejo fruncido. En el panfleto no figuraba el nombre del autor, pero de nuevo, las cicatrices en la parte posterior de su mano derecha parecieron hormiguear mientras lo examinaba. Entonces la joven bruja a su lado confirmó su suposición al decir, todavía agitando y dando vueltas a su varita:
—¿Alguien sabe si la vieja arpía se pasará todo el día interrogando a sangres sucia?

-No lo entiendo-dijo Remus-esta de parte del ministerio y odia o los nacidos muggles, o que?

Todos parecían estar de acuerdo, la bruja se había referido a su jefa como vieja arpía, lo que obviamente demostraba su escaso afecto por la superior, pero también había usado la expresión sangre sucia, lo que probaba que estaba de acuerdo con la nueva política del ministerio

Se encogieron de hombros, y como nadie parecía tener una opinión, Remus aprovechó para tomar un poco de agua, pues llevaba leyendo dos capítulos seguidos, después se aclaró la garganta y reanudó la lectura

—Cuidado —dijo el mago a su lado, mirando con nerviosismo a su alrededor; una de sus páginas perdió el ritmo y cayó al suelo.
—¿Qué pasa, ahora tiene orejas mágicas además de un ojo?

Lily sintió malestar, pero no supo porque hasta que Remus leyó el siguiente párrafo

La bruja miró hacia la puerta brillante de caoba frente al espacio lleno de fabricantes de panfletos; Harry también miró y la cólera se alzó en su interior como una serpiente. Donde debería haber habido una mirilla en una puerta principal muggle, un ojo grande y redondo con un brillante iris azul había sido colocado en la madera… un ojo que era terriblemente familiar para cualquiera que hubiese conocido a Alastor Moody.

Todos sintieron la rabia florecer en su interior, no conocían a Alastor muy bien, pero sabían que estaba del lado de ellos, que pertenecía a la orden del fénix y que era muy amigo de Dumbledore, además Lily y james eran consientes de que el hombre había muerto protegiendo a su hijo, y que dolores umbridge se burlara de su memoria usando su ojo mágico, les parecía totalmente repugnante

-Pero que se cree esa arpía!.-dijo Lily roja de ira

-Yo le borraré la sonrisa de su cara de sapo-dijo sirius

-Creo que es solo unos años mayor que nosotros, creo que íbamos en tercer año cuando ella se graduó, podemos hacerle una visita-dijo james

Lily no les contradijo, lo que le indicó a todos que estaba realmente enfadada

Durante una fracción de segundo Harry se olvidó de donde se encontraba y lo que estaba haciendo allí: incluso se olvidó de que era invisible. Avanzó directamente hacia la puerta para examinar el ojo. No se movía: miraba ciegamente hacia arriba, congelado. En la placa que tenía debajo se leía:

DOLORES UMBRIDGE
SUBSECRETARIA DEL MINISTRO
Debajo de eso, una placa nueva ligeramente mas brillante ponía:
JEFA DE LA COMISIÓN DE REGISTRODE NACIDOS MUGGLES

-Por supuesto!.-Lily estaba que se subía por las paredes-quien si no vieja arpía podría aceptar por voluntad propia ser la jefe de una división tan corrupta

-Tranquilízate cielo,-dijo james con dulzura--ya sabes que tarde o temprano todos tienen su merecido

La pelirroja se dejo abrazar por su esposo, y su furia empezó a enfriarse, mientras el le acariciaba suavemente las manos

Harry volvió la vista a las docenas de fabricantes de panfletos; aunque estaban concentrados en su trabajo, difícilmente podía suponer que no notasen que la puerta de una oficina vacía se abría delante de ellos. Por lo tanto sacó de un bolsillo interior un extraño objeto con pequeñas piernas que se balanceaban y una bocina de caucho como cuerpo. Poniéndose en cuclillas bajo la capa, colocó el Detonador Trampa sobre el suelo.

Sirius era simplemente único, pues solo el era capaz de pasar de la furia absoluta, a la emoción por un objeto vinculado con una broma, en sus ojos grises se veía la emoción de un niño en la mañana de navidad

Este se escabulló al momento entre las piernas de los magos y brujas que estaban enfrente. Unos pocos momentos después, durante los que Harry estuvo esperado con la mano en el pomo, se oyó un fuerte golpe y una gran cantidad de humo negro acre ondeó en una esquina. La joven bruja de la primera fila chilló: páginas rosas volaron por todas partes cuando ella y sus compañeros saltaron, buscando la fuente del revuelo. Harry giró el pomo, entró en la oficina de Umbridge y cerró la puerta.

Lily sentía el corazón en la garganta, rogaba que no descubrieran a su hijo, pues una incursión en el ministerio, teniendo en cuenta como estaban las cosas, no le parecía lo mas sensato

Sintió como si hubiese retrocedido en el tiempo. La habitación era exactamente igual que la oficina de Umbridge en Hogwarts: colgaduras de encaje, paños y flores secas cubrían cada superficie disponible. Las paredes tenían los mismos platos ornamentales, cada uno con un gatito muy coloreado decorado con lazos, brincando y retozando con repugnante monería. El escritorio estaba cubierto por una tela con flores y volantes

Incluso Lily que era mujer tuvo que admitir el efecto empalagante de la habitación que Remus describía, y no imagino a una mujer tan retorcida como Umbridge con un estilo tan rosa

Detrás del ojo de Ojoloco, un enganche telescópico permitía a Umbridge espiar a los trabajadores que estaban al otro lado. Harry miró por él y vio que todavía estaban reunidos en torno al Detonador Trampa. Arrancó el telescopio de la puerta, dejando un agujero en su lugar, le sacó el ojo mágico y se lo guardó en el bolsillo. Después se giró para examinar de nuevo la habitación, levantó la varita y murmuró:
—¡Accio guardapelo!

“Es obvio que no lo conseguirás así”, pensó Remus, pero no comentó, con el fin de descubrir que pasaba a continuación

No pasó nada, pero era lo que había esperado;

“Al menos no esperaba que en realidad eso funcionara”..pensó nuevamente Remus, y aunque nunca lo supo, todos estaban de acuerdo

sin duda Umbridge sabía todo sobre encantamientos y hechizos protectores. Por lo tanto se apresuró hacia detrás del escritorio y empezó a abrir los cajones. Vio plumas y cuadernos de notas y celo mágico; sujetapapeles que se enroscaban como serpientes saliendo del cajón y a los que había que hacer retroceder; una recargada cajita con encaje llena de gomas y pinzas de pelo de repuesto; pero ni rastro de un guardapelo.

Lily empezaba a impacientarse ¿Dónde estaba entonces aquel horrocrux?

Había un archivador detrás del escritorio. Harry empezó a buscar en él. Como los archivadores de Filch en Hogwarts, estaba lleno de carpetas, cada una etiquetada con un nombre. No fue hasta que Harry llegó al cajón que estaba mas abajo que vio algo que lo distrajo de su búsqueda: el archivo del señor Weasley.

-Era de esperarse-comentó Lily con tristeza
-¿Qué?—inquirió su esposo ante la mirada atenta de sirius
-Que el nuevo régimen persiguiera a los Weasley por ayudar a Harry-era obvio que la idea la incomodaba.-nada de eso pasaría de estar nosotros allí, Harry no debería tener que depender de otra familia
-Míralo por el lado positivo Lily-Remus hablaba con timidez-al menos tenemos claro que amor no es lo que le falta a Harry

Lo sacó y lo abrió.

ARTHUR WEASLEY
ESTADO DE SANGRE: Sangre pura, pero con inaceptables tendencias a pro-muggles. Conocido miembro de la Orden del Fénix.

-¿Si saben que pertenece a la orden porque aun no le han hecho nada?-preguntó Lily asombrada
-Tal vez esperan que Harry se contacte con ellos-opinó james-después de todo, por lo que sabemos, todos en el mundo mágico saben la cercanía de Harry y los weasley
Lily asintió y Remus siguió leyendo

FAMILIA: Esposa (sangre pura), siete hijos, los dos mas jóvenes en Hogwarts.
Nota: el hijo mas joven esta actualmente en casa, seriamente enfermo.
Los inspectores del Ministerio lo confirmaron.

-Ineptos—dijo sirius con una sonrisa en su cara-incluso un chico de 17 años y un ghoul los pueden engañar

Todos pensaban igual que Black, por lo que secundaron su opinión con sonrisas y asentimientos, mientras Remus volvía la vista a la lectura


ESTADO DE SEGURIDAD: RASTREADO. Todos los movimientos estan siendo controlados. Fuerte probabilidad de que el Indeseable nº 1 contacte (ha estado previamente con la familia Weasley)

-¿Indeseable número uno?-Lily esta muy extrañada, suponía que se trataba de su hijo, pero no había oído el termino antes
Los demás se encogieron de hombros

—indeseable número uno —murmuró Harry en voz baja mientras volvía a colocar la carpeta del señor Weasley y cerraba el cajón. Tenía una idea de quién era ese, y efectivamente, cuando se enderezó y echó un vistazo a la oficina buscando nuevos sitios donde ocultar cosas, vio un póster de sí mismo en la pared, con las palabras INDESEABLE Nº 1 estampadas en su torso. Una pequeña nota rosa estaba con un dibujo de un gatito estaba clavada en la esquina. Harry se acercó hasta allí para leerla y vio lo que Umbridge había escrito: “Pendiente de Castigo

Lily iba a empezar a discutir, furiosa, pero sirius fue mas rápido

-Si esa arpía lograra atrapar a Harry-dijo sonriente-me convenzo de que no es un sapo en cuerpo de humana, estoy seguro de que mi ahijado lograría escapar de ella con los ojos cerrados

Sirius no tenía hijos, y tampoco soñaba en ese momento con tenerlos, pero lo cierto era que se sentía increíblemente orgulloso de su ahijado, y lo quería como si fuese un hijo propio, y como al parecer había hecho, estaba dispuesto a dar la vida por el, al igual que por james, Lily o Remus, de la misma manera que unos días atrás había estado dispuesto a morir por Peter…

Mas enfadado que nunca, procedió a buscar a tientas en los fondos de los jarrones y cestas de flores secas, pero no le sorprendió demásiado de que el guardapelo no estuviese allí. Barrió la oficina con una última mirada y su corazón dio un salto. Dumbledore le estaba mirando desde un pequeño espejo rectangular, sujeto a una librería tras el escritorio.

Los merodeadores y Lily se emocionaron notablemente ¿Dumbledore?, se preguntaban todos, por lo que Remus sin darse cuenta empezó a leer en su mente, y Lily tuvo que recordarle que leía para todos

Harry atravesó el cuarto a la carrera y lo cogió, pero en el momento en que lo tocó se dio cuenta de que no era un espejo. Dumbledore estaba sonriendo melancólicamente desde la portada de un libro reluciente; Harry no se dio fijó de inmediato en la curvada escritura verde sobre su sombrero —Vida y Mentiras de Albus Dumbledore— y tampoco de la escritura mas pequeña sobre su torso: “por Rita Skeeter, autora de éxito de Armando Dippet: ¿Genio o tarado?”

Lily se levantó en ese momento insegura de que hacer, ese no era su campo, sirius viendo la indecisión de la pelirroja le dijo

-Déjaselo a los expertos-sonreía abiertamente a Remus y james
-No me voy a quedar por fuera!—dijo obstinada
-Nadie dijo nada de dejarte fuera, pelirroja-comentó sirius con una sonrisa burlona-solo que nos dejes la planeación, ya te diremos cual es tu parte

Lily asintió hacia el merodeador, y volvió a sentarse junto a James

Harry abrió el libro de forma aleatoria y vio una fotografía en una página que mostraba a dos adolescentes, ambos riendo sin moderación con los brazos alrededor de los hombros del otro. Dumbledore, ahora con el pelo largo hasta los codos, se había dejado crecer una barba rala que recordaba a la de Krum, y que tanto había molestado a Ron. El muchacho que se reía en silenciosa diversión junto a Dumbledore tenía un aire eufórico y salvaje. Su cabello dorado caía en rizos sobre sus hombros. Harry se preguntó si sería un joven Doge, pero antes de poder comprobar el pie de foto, la puerta de la oficina se abrió.

Ante la última frase, Lily contuvo un grito, solo por no despertar a su hijo que dormía plácidamente en su cuna, pero fue evidente que tanto ella como los demás, pensaron que Umbridge había entrado al despacho y descubierto a Harry, al parecer ninguno recordó que el joven no tenia su apariencia, pues había usado la poción Multijugos

Si Thicknesse no hubiese estado mirando por encima del hombro al entrar, Harry no habría tenido tiempo de cubrirse con la Capa de Invisibilidad. Aun así, creyó que Thicknesse tal vez había vislumbrado un movimiento, porque durante un momento o dos se quedó bastante quieto, mirando con curiosidad al lugar donde Harry se acababa de desvanecer. Quizás decidiendo que todo lo que había visto era a Dumbledore rascándose la nariz en la portada del libro, porque Harry lo había colocado con rapidez en el estante, Thicknesse al fin se acercó al escritorio y apuntó con su varita a la pluma preparada en el tintero. Esta salió disparada y empezó a garabatear una nota para Umbridge. Muy despacio, casi sin atreverse a respirar, Harry salió de la oficina hacia el espacio abierto que estaba detrás.

Todos se relajaron al tiempo, pero no totalmente, Harry y sus amigos aun seguían dentro del ministerio de magia, la aventura aun no terminaba

Los fabricantes de panfletos todavía estaban apiñados alrededor de los restos del Detonador Trampa, que continuaba ululando débilmente mientras echaba humo.
Harry se apresuró al pasillo mientras una bruja decía:
—Me apuesto a que llegó hasta aquí desde Encantamientos Experimentales. Son tan descuidados, ¿recuerdas aquel pato venenoso?
Volviendo con rapidez a los ascensores, Harry repasó sus opciones. Nunca había sido muy probable que el medallón estuviera en el Ministerio, y no había esperanza de sacarle a Umbridge su localización con un encantamiento mientras estuviera sentada en una sala atestada.

- ¿No creen que habría sido mas fácil simplemente averiguar su dirección, y emboscarla en su casa?-preguntó Lily
-Seguramente su casa esta protegida-dijo Remus
-Vamos Lunático!!-dijo sirius, que como de costumbre se veía mas relajado que los demás-Estos chicos fueron lo suficientemente inteligentes como para entrar en el ministerio sin ser descubiertos, ¿crees que una casa les quedaría difícil?
Remus tuvo que aceptar que sirius tenia razón
-Piensen en la cantidad de travesuras que pudieron hacer en Hogwarts!-sirius seguía emocionado-con la capa de james, y el mapa, y la sangre merodeadora corriendo por las venas de Harry, de seguro que se metieron en muchos castigos, pero también se libraron de muchos mas

James tenía que reconocer que le alegraba pensar que el hecho de que su hijo se le pareciera mas que físicamente constituía un verdadero orgullo para el, Harry era mejor persona que james, pues no tenia su arrogancia, cosa que cornamenta tuvo que reconocer que poseía poco después de iniciar su relación con Lily, pero también tenía parte de su personalidad, era aventurero, valiente, algo rompe reglas y sobre todo, pensaba que los amigos eran para las buenas y las malas

 Su prioridad ahora tenía que ser abandonar el Ministerio antes de que los descubrieran, e intentarlo de nuevo otro día. Lo primero que tenía que hacer era encontrar a Ron, y entonces podían pensar en una manera de sacar a Hermione de la sala del tribunal.
El ascensor estaba vacío cuando llegó. Harry saltó al interior y se sacó la Capa de Invisibilidad cuando este empezó a descender. Para su enorme alivio, cuando se detuvo en la planta dos, un Ron, empapado y con los ojos muy abiertos, entró.

-Vaya suerte!-exclamó Lily

—B-buenos días —tartamudeó hacia Harry mientras el ascensor se volvía a poner en marcha.
—¡Ron, soy yo, Harry!

Todos rieron ante le hecho de que Harry tuviera que recordarle a su amigo que aspecto tenia

—¡Harry! Caray, me había olvidado del aspecto que tenías… ¿Por qué no esta Hermione contigo?
—Tuvo que bajar a las salas del tribunal con Umbridge, no pudo rechazarla, y…
Pero antes de que Harry pudiese acabar el ascensor se detuvo otra vez: las puertas se abrieron y el señor Weasley entró, hablando con una bruja anciana cuyo cabello rubio estaba estirado tan alto que parecía un hormiguero.
—… entiendo muy bien lo que me dices, Wakanda, pero me temo que no puedo participar en…
El señor Weasley se interrumpió; se había fijado en Harry. Fue muy extraño que el señor Weasley le fulminase con la mirada con tanta aversión. Las puertas del ascensor se cerraron y los cuatro bajaron lentamente una vez mas.

-Definitivamente Harry atrae los problemas!—dijo sirius mirando a su ahijado-mira que de todas las personas que podía suplantar, tenía que hacerse pasar por una que le cae mal al padre de su mejor amigo.

Lily negó con la cabeza, ese hombre no tenía remedio

—Oh, hola Reg —dijo el señor Weasley, mirando alrededor ante el sonido del chorrear constante de la túnica de Ron—. ¿No estaban hoy interrogando a tu mujer? Eh… ¿qué te ha pasado? ¿Por qué estas tan mojado?
—En la oficina de Yaxley esta lloviendo —dijo Ron. Le habló al hombro del señor Weasley, y Harry estaba seguro de que temía que su padre pudiese reconocerlo si se miraban directamente a los ojos—. No pude pararlo, así que me enviaron a buscar a Bernie… Pillsworth, creo que dijeron…
—Sí, últimamente ha estado lloviendo en muchas oficinas —dijo el señor Weasley—. ¿Intentaste un “Metereoembrujo recanto”? A Bletchley le funcionó.
—¿ Metereoembrujo recanto? —susurró Ron—. No, no lo probé. Gracias pa… quiero decir, gracias, Arthur.

Remus negó, ya había descubierto que ron era un gran amigo, pero en ocasiones no era la persona mas brillante de la que hubiese escuchado, aun así se alegró de que el hijo de james contará con amigos tan leales

Las puertas del ascensor se abrieron; la vieja bruja del pelo de hormiguero salió, y Ron la siguió hasta perderse de vista. Harry hizo un movimiento para seguirlo, pero encontró su camino bloqueado cuando Percy Weasley entró en el ascensor, con la nariz enterrada en unos papeles que estaba leyendo.
Hasta que las puertas se cerraron de nuevo con un ruido metálico, Percy no se dio cuenta de que estaba en un ascensor con su padre. Levantó la vista, vio a Arthur, se puso rojo como un rábano y salió del ascensor en cuanto las puertas se abrieron otra vez.

Este era un tema que molestaba particularmente a sirius, y todos sabían que el habría deseado tener una familia como los weasley, o los Potter a los que desde hace años consideraba su familia real

Por segunda vez Harry intentó salir, pero esta vez vio su camino bloqueado por el brazo de Arthur.
—Un momento, Runcorn.
Las puertas del ascensor se cerraron y mientras bajaban otro piso, el señor Weasley dijo:
—Oí que pasaste información sobre Dirk Cresswell.

-Lo conocemos!-dijeron todos al tiempo
-Es ese joven que se gradúa de Hogwarts en dos años, es un gran mago, manejaba hechizos muy complicados para su edad y es hijo de muggles-apuntó Lily, era evidente que Dirk le caía bien.

-Entonces no le irá muy bien en el ministerio-dijo james preocupado por el chico

Harry tuvo la impresión de que la ira del señor Weasley no sólo era por haberse cruzado con Percy. Decidió que lo mas prudente era hacerse el sueco.
—¿Perdón? —dijo.
—No finjas, Runcorn —dijo el señor Weasley con fiereza—. Localizaste al mago que falsificó su árbol genealógico, ¿verdad?

-Vaya coraje!-dijo sirius-tal vez debió pedirle ayuda a mi madre, ella era experta en cambiar arboles genealógicos

Todos esperaron la reacción de sirius, pero cuando este empezó a leer después de hablar, los demás lo hicieron también

—Yo… ¿y qué si lo hice? —dijo Harry.
—Que Dirk Cresswell es diez veces mejor mago que tú —dijo el señor Weasley con calma, mientras el ascensor bajaba todavía mas—. Y si sobrevive a Azkaban,tendrás que responder ante él, por no decir ante su mujer, sus hijos y sus amigos…
—Arthur —le interrumpió Harry—, ¿sabes que te estan investigando, verdad?

-Ay cielo!—dijo Lily con condescendencia-es obvio que va a pensar que lo amenazas!, debiste decirlo de otra forma

—¿Eso es una amenaza, Runcorn? —dijo el señor Weasley elevando la voz.
—No —dijo Harry— ¡Es un hecho! Estan vigilando cada movimiento que haces…
Las puertas del ascensor se abrieron. Habían alcanzado el Atrio. El señor Weasley lanzó a Harry una mirada cáustica y salió del ascensor. Harry se quedó de pie, sacudido, deseando estar haciéndose pasar por cualquier otro excepto Runcorn… las puertas del ascensor se volvieron a cerrar.
Harry sacó la Capa de Invisibilidad y se la volvió a poner. Intentaría sacar a Hermione por su cuenta mientras Ron se ocupaba de la oficina en la que llovía.

-Cada vez me gusta menos esto-dijo james y era evidente que su esposa pensaba igual

Cuando las puertas se abrieron, salió a un pasillo de piedra iluminado con antorchas bastante diferente a los pasillos con paneles de madera de los pisos superiores. Cuando el ascensor traqueteó de nuevo, Harry tembló ligeramente, mirando hacia la lejana puerta negra que marcaba la entrada al Departamento de Misterios.

-¿No se preguntan que hay en ese departamento?-preguntó sirius con una mirada que no vaticinaba nada bueno-seria interesante averiguarlo
-¿No pensaras colarte en el ministerio!-dijo Lily sorprendida por la nueva ocurrencia de sirius
-Tu hijo lo hizo!-contraatacó sirius
-Pero con buenos fines, no solo por que quería hacerlo-Lily defendía a su hijo
Sirius no dijo nada mas, pero esa idea no escapó de su mente, y Lily lo notó porque ese brillo de travesura no desaparecía de sus ojos

Salió del ascensor, su destino no era la puerta negra, sino el vano de la puerta que recordaba situado al lado izquierdo, que daba a un tramo de escaleras que bajaba hasta las salas del tribunal. Su mente se llenó de posibilidades mientras las bajaba: todavía tenía un par de Detonador Trampa, ¿pero tal vez sería mejor simplemente llamar a la puerta de la sala, entrar como Runcorn y pedir hablar un momento con Mafalda? Por supuesto, no sabía si Runcorn era lo suficientemente importante como para salir bien parado de esto, e incluso si lo conseguía, la no reaparición de Hermione podría provocar una búsqueda antes de que saliesen del Ministerio…

La tensión aumentaba en Remus, y en los demás, todos esperaban ansiosamente saber que pasaría

-Nunca los había visto tan concentrados, ni siquiera a ti en clase Lily-dijo una voz desde la puerta
-Profesor Dumbledore-dijeron todos al tiempo, y Lily expresó lo que todos se preguntaban-¿Qué hace aquí?
-Se los contaré mas adelante-contestó el anciano-por ahora terminen este capitulo, tenemos muchos de que hablar

Esas palabras los dejaron totalmente intrigados, ¿habría encontrado Dumbledore ya algún horrocrux?

Sumido en sus pensamientos, no registró de inmediato el extraño frío que lo estaba invadiendo, como si estuviese sumiéndose en la niebla. Con cada paso que daba había mas y mas frío: un frío que le llegaba al fondo de la garganta y le desgarraba los pulmones. Y entonces sintió ese sentimiento arrebatador de desesperación, de desesperanza, llenándolo, expandiéndose en su interior…

“Dementores” pensaron todos, Dumbledore que ya había leído el capitulo, solo escuchaba en un respetuoso silencio, en una pequeña y cómoda silla que había hecho aparecer

Dementores, pensó.
Y cuando alcanzó la base de las escaleras y se giró a la derecha vio una escena espantosa. El largo pasillo fuera de las salas estaba lleno de figuras altas y con capas negras, con las caras completamente ocultas, su aliento entrecortado era el único sonido en el lugar. Los petrificados nacidos muggles traídos para ser interrogados se sentaban amontonados y temblando en bancos duros de madera. La mayoría ocultaban los rostros entre las manos, quizás en un intento instintivo de escudarse de las codiciosas bocas de los dementores. Algunos estaban acompañados por sus familias, otros se sentaban solos. Los dementores se deslizaban de un lado a otro delante de ellos, y el frío y la desesperanza, y la desesperación del lugar se cernieron sobre Harry como una maldición…

Era una de las escenas que mayor rabia había ocasionado en todos, incluso Dumbledore que sabía lo que pasaba tuvo problemas para controlar su expresión

Lucha contra esto, se dijo, pero sabía que no podía conjurar aquí un patronus sin descubrirse al instante. Así que se movió hacia delante tan silencioso como pudo, y con cada paso que daba el entumecimiento pareció invadir su cerebro, pero se forzó a pensar en Hermione y Ron, que le necesitaban.

Lily, y de hecho todos los presentes sintieron un orgullo por Harry, se acercaba a unos dementores, sin patronus, solo pensando en sus amigos, definitivamente ese chico era la combinación perfecta de la lealtad de james, con la bondad de Lily.

Moverse entre las altas figuras negras fue terrorífico: los rostros sin ojos ocultos bajo las capuchas se giraron cuando pasó, y estaba seguro que le habían sentido, sentido, tal vez, una presencia humana que todavía tenía alguna esperanza, alguna capacidad de recuperación…
Y entonces, abrupta y asombrosamente entre el silencio congelado, una de las puertas de las mazmorras de la izquierda se abrió de golpe, y resonaron gritos en su interior.
—No, no, soy de sangre mestiza!!. ¡Les digo que tengo sangre mezclada! Mi padre era un mago, lo era, comprobadlo, Arkie Alderton, es un conocido diseñador de escobas voladoras,… quítenme las manos de encima, quítenme las manos…

-Arkie tiene una tienda de reparación de escobas realmente genial-dijo sirius, sin que viniera a caso-recuerdo que alguna vez Regulus me habló de ella-la mirada de sirius se entristeció, aun se sentía culpable por la muerte de su hermano, Remus consideró prudente seguir leyendo

—Esta es tu última advertencia —dijo la voz suave de Umbridge, mágicamente amplificada de modo que sonaba claramente por encima de los desesperados gritos del hombre—. Si te resistes, serás sometido al beso del dementor.

Lily se estremeció, sabia que el beso del dementor era peor que morir

Los gritos del hombre se apagaron, pero resonaron sollozos secos por el pasillo.
—sáquenlo de aquí —dijo Umbridge.
Dos dementores aparecieron en el umbral de la sala del tribunal, agarrando con sus manos podridas y con costras los antebrazos de un mago que parecía estar desmayándose. Se deslizaron por el pasillo con él, y la oscuridad que los seguía se tragó al hombre de vista.

-Siempre he insistido al ministro que retire a esos seres de Azkaban, son terroríficos, si-apuntó Dumbledore-pero muy poco confiables, cambian de bando con una facilidad asombrosa

Los chicos no podían estar mas de acuerdo con Dumbledore, los dementores eran criaturas que preferían evitar, al igual que los Inferi

—Siguiente… Mary Cattermole —llamó Umbridge.

-La esposa del hombre por el que se hace pasar Ron!-dijo Lily de forma innecesaria, ya todos lo sabían

Una mujer pequeña se levantó; estaba temblando de la cabeza a los pies. Su cabello oscuro estaba recogido en un moño y llevaba una túnica larga y simple. Su cara estaba completamente pálida. Cuando pasó entre los  dementores, Harry la vio estremecerse.
Lo hizo instintivamente, sin ningún tipo de plan, porque odiaba verla entrar sola a la mazmorra: cuando la puerta empezó a cerrarse, se deslizó en la sala del tribunal detrás de ella.

Para asombro de todos Dumbledore sonreía, nadie entendía porque, pues el acto de Harry, aunque valiente y noble, les parecía totalmente peligroso, aun estando bajo la capa invisible

No era la misma sala en la que una vez había sido interrogado por uso incorrecto de la magia.

-¿Interrogado por uso incorrecto de la magia?-preguntó Lily-desde cuando te llevan a esas salas por uso incorrecto de la magia?
-Tu también recibiste alguna nota sobre la magia fuera de Hogwarts siendo menor de edad-le recordó james
-A eso mismo me refiero!-dijo Lily asombrada-solo recibí advertencia, y la posibilidad de un castigo, pero nunca tuve un juicio en esas salas

Eso los dejo pensativos a todos, Dumbledore se limitaba a estar en silencio, preguntándose que pensarían los chicos cuando leyeron que se había escrito el libro Vida y mentiras de Albus Dumbledore, El director suponía que en algún momento del libro, en los capítulos que le faltaban por leer debía hacer mención a su familia, si conocía algo de literatura, y así era, el autor usualmente no mencionaba un tema, en repetidas ocasiones a menos que fuese a desvelar algún secreto, temía la reacción de ellos, que siempre habían creído en el, y siempre lo habían obedecido sin preguntar nada

Esta era mucho mas pequeña, aunque el techo estaba igualmente elevado; provocaba el sentimiento claustrofóbico de estar atrapado en el fondo de un profundo pozo. En ella había muchos mas dementores, propagando su aura helada por todo el lugar; estaban de pie como centinelas sin rostro en las esquinas mas alejadas de la alta y elevada plataforma. Allí, detrás de una balaustrada, se sentaba Umbridge, con Yaxley a un lado, y Hermione, con la cara tan pálida como la de la señora Cattermole, al otro. A los pies de la plataforma, un gato de pelo largo y brillante color plateado merodeaba de arriba abajo, de arriba abajo, y Harry se dio cuenta de que estaba allí para proteger a los acusadores de la desesperación que emanaba de los dementores: esto era para que lo sufriera el acusado, no los acusadores.

Lily bufó, al igual que sirius, la verdad es que aunque ella quería con locura a sirius, como amigo suyo y de su esposo, la mayoría de veces no estaban de acuerdo, y ese libro los había unido como antes no pensó posible

—Siéntese —dijo Umbridge, con su voz suave y sedosa.
La señora Cattermole fue tropezando hasta una silla solitaria en el medio del suelo delante de la plataforma. En el momento en que se sentó, unas cadenas se cerraron en los apoyabrazos de la silla y la inmovilizaron a ella.
—¿Es usted Mary Elizabeth Cattermole? —preguntó Umbridge.
La señora Cattermole dio un simple y tembloroso asentimiento con la cabeza.
—¿Casada con Reginald Cattermole del Departamento de Mantenimiento Mágico?
La señora Cattermole se echó a llorar.

-Pobre!—dijo Lily-no me imagino pasando por algo así, sin ti a mi lado-miro a su esposo
-Nunca permitiría que pasaras por algo así-dijo james mirándola con profundo amor-primero muerto
-Vaya, que tiernos!-dijo sirius, ganándose miradas asesinas de ambos, y un silencioso hechizo de lengua atada por parte de Lily, que causo la risa de su esposo, Remus y Dumbledore

Mientras sirius luchaba por liberarse de la maldición, pues no se le daban tan bien los hechizos no verbales como a Lily, Remus siguió leyendo

—No sé donde esta, ¡se suponía que se iba a encontrar conmigo aquí!
Umbridge la ignoró.
—¿Madre de Maisie, Ellie, y Alfred Cattermole?
La señora Cattermole sollozó todavía con mas fuerza.
—Estan asustados, creen que tal vez no vuelva a casa…
—Ahórrenos eso —le espetó Yaxley—. Los mocosos de los sangre sucia no nos inspiran simpatía

Ahora si Dumbledore no pudo controlar la mueca de asco en su rostro, pero Lily y los merodeadores no lo notaron, concentrados en la lectura

Los sollozos de la señora Cattermole ocultaron los pasos de Harry cuando se fue acercando con cautela hacia los escalones que llevaban a la elevada plataforma.
En el momento en que pasó junto al lugar donde el patronus de gato se movía, sintió el cambio de la temperatura: ahí todo era cálido y confortable. El patronus, estaba seguro, era de Umbridge, y brillaba con tanta intensidad por lo contenta que estaba ella de estar allí, en su elemento, aplicando las retorcidas leyes que había ayudado a redactar. Despacio y con mucha cautela fue bordeando la plataforma por detrás de Umbridge, Yaxley, y Hermione, sentándose detrás de esta. Estaba preocupado por si hacía saltar a Hermione.

-Espero que salgan bien de esto-dijo Lily-me sentiría fatal si alguno de sus amigos muere por ayudarlo-finalizó mientras miraba a su hijo, inocentemente dormido

Pensó en lanzar el encantamiento Muffliato sobre Umbridge y Yaxley, pero hasta murmurar la palabra podría alarmar a Hermione. Entonces Umbridge elevó la voz para dirigirse a la señora Cattermole, y Harry aprovechó su oportunidad.
—Estoy detrás de ti —le murmuró a Hermione al oído.

-Yo creo que la tuvo fácil para colarse al ministerio-opinó Remus-mira que todo le sale bien, todos los errores que ha cometido y aun no lo descubren

Muy a su pesar Lily estaba de acuerdo, su hijo y sus amigos eran muy valientes, pero lastimosamente la brillante mente de hermione, la lealtad de Ron y la valentía de su hijo, no le parecían armas suficientes para una guerra como aquella

Como había esperado, ella saltó con tanta violencia que casi derramó el bote de tinta con el que se suponía que tenía que registrar la entrevista, pero Umbridge y Yaxley estaban concentrados en la señora Cattermole, por lo que no lo advirtieron.
—Le fue confiscada una varita a su llegada al Ministerio hoy, señora Cattermole — estaba diciendo Umbridge—. Veintidós centímetros, madera de cerezo, núcleo de pelo de unicornio. ¿Reconoce esa descripción?
La señora Cattermole asintió, limpiándose los ojos con la manga.
—¿Podría decirnos por favor a qué mago o bruja le robó esa varita?
—¿R-Robar? —sollozó la señora Cattermole—. No se la R-robé a nadie. La c-compré cuando tenía once años. Me… me… me… eligió.

-No puedo creer que la gente se crea esa farsa-james estaba furioso-todos sabemos que la magia no se puede robar!
-Ellos también lo saben, james-contestó Dumbledore antes de que alguien mas pudiese hacerlo-pero tienen miedo de que si lo dicen públicamente lastimen a sus familias o sus seres queridos, ¿no lo tendrías tu, si Lily estuviera protegida por su estatus de sangre?

James tuvo que estar de acuerdo con el director, sabia que si su esposa fuese una “sangre limpia”, el probablemente tampoco iría en contra de las ideas del nuevo régimen, al menos de forma abierta, seria cuidadoso respecto a quien confiar, y cuando expresar su opinión

Lloró todavía con mas fuerza que antes. Umbridge dejó escapar una risa suave e infantil que hizo que Harry deseara atacarla. Se inclinó hacia delante sobre la barrera, para observar mejor a su víctima, y algo dorado también se inclinó y se balanceó en el vacío: el guardapelo.

Todos contuvieron el aliento, por fin esa peligrosa inmersión al ministerio tenía sentido, encontraron el horrocrux.

-¿Cómo se lo quitaran?-preguntó Lily-estan en el corazón del ministerio
-Por si no lo has notado pelirroja-dijo sirius tranquilamente, ya había logrado librarse de la maldición de Lily-en esa sala de audiencias solo estan, la cara de sapo, el imbécil de Yaxley, hermione y la señora Cattermole, y no creo que estas últimas se pongan en contra de Harry cuando aturda a esa bruja
-Vaya canuto-dijo james-¿desde cuándo tan estudioso?
-Hey!!!—contestó sirius simulando estar ofendido-como te atreves a insultarme de esa manera? ¿Yo estudioso? JAMAS!

Dumbledore rió tan fuerte que todos lo miraron, pero el director no hizo comentario alguno, y con un elegante movimiento le indicó a Remus que siguiera leyendo.

Hermione lo había visto; dejó escapar un pequeño chillido, pero Umbridge y Yaxley, todavía concentrados en su presa, estaban sordos a todo lo demás.
—No —dijo Umbridge—, no, creo que no, señora Cattermole. Las varitas sólo escogen a magos o brujas. Usted no es una bruja. Aquí tengo las respuestas al cuestionario que le fue enviado… Mafalda, pásamelas.
Umbridge estiró una pequeña mano: en ese momento se parecía tanto a un sapo, que Harry se sorprendió bastante de no ver membranas entre los rechonchos dedos.

En otras circunstancias Lily habría pensado que a su hijo le faltaba educación, pero no pudo mas que sonreír cuando un muy divertido james anunciaba

-Ese es mi hijo
-Tal vez podamos ayudar a que su visión se haga realidad-dijo sirius con una sonrisa malévola-unos cuantos encantamientos y la bruja tendrá dedos y pies de sapo
-Me gusta esa idea-dijo Lily y de pronto recordó que no estaban solos-Lo siento profesor
-Tranquila Lily-contesto Dumbledore con su bondadosa sonrisa-de hecho a mi también me agrada la idea
-Eso!-anunció sirius-puede ayudarnos si lo desea señor
-Te agradezco mucho sirius-contestó el director-pero preferiría dejarles esto a los profesionales, y me temo mucho que estoy con ellos

Los muchachos rieron y Lily aun asombrada también rio, Dumbledore era otro hombre al que nunca entendería, sabia de su incalculable inteligencia, pero en ocasiones también la dejaba totalmente desconcertada

 Las manos de Hermione temblaban por la conmoción. Rebuscó en una pila de documentos colocados en la silla que tenía a su lado, finalmente sacando un fajo de pergaminos con el nombre de la señora Cattermole.
—Q-que Bonito, Dolores —dijo, señalando al colgante que brillaba sobre los fruncidos pliegues de la blusa de Umbridge.
—¿Qué? —replicó Umbridge, bajando la vista—. Oh, sí… una vieja reliquia familiar. —dijo, dándole golpecitos al guardapelo que descansaba sobre su amplio pecho—. La S es de Selwyn… estoy emparentada con los Selwyn… De hecho, hay pocas familias de sangre pura con las que no estoy emparentada…

Todos estaban indignados

-Pero que se crea esta bruja!-Lily estaba colérica-usar algo que robo para decir que esta emparentada con los sangre pura.
-Muy pocas personas saben que en realidad, Dolores Umbridge es de sangre mestiza-dijo Dumbledore sorprendiéndolos a todos-su madre es muggle y su padre un mago, llamado Michael, tiene lejano parentesco con una la familia Black, pero como muchos otros, ya no hace parte del árbol genealógico
-¿Cómo es que todos piensan que dolores en sangre limpia?-Remus estaba intrigado
-Desde que tuvo consciencia de lo que era la pureza de sangre-explicó Dumbledore-dolores se encargó de buscar las familias mágicas mas importantes y hacerle saber y creer a todos que era descendiente de una de ellas, como no era muy agradable nadie intentó confirmar si su historia era cierta, y el hecho de que perteneciera a Slytherin le ayudó
-Vaya hipócrita!-dijo Lily

Es una pena — continuó en voz mas alta Umbridge, pasando sobre el cuestionario de la señora Cattermole—, que no se pueda decir lo mismo de usted. Profesión de los padres: verduleros.
Yaxley se rió con mofa. Abajo, el peludo gato plateado patrullaba de arriba abajo, y los dementores seguían esperando en las esquinas. Fue la mentira de Umbridge la que hizo que a Harry se le subiese la sangre al cerebro y olvidase su sentido de la precaución… que el guardapelo que había tomado como soborno de un insignificante criminal fuera usado para reforzar sus credenciales de pura sangre. Levantó la varita, sin ni siquiera preocuparse de
mantenerla oculta bajo la capa de Invisibilidad y dijo:
—¡Desmaius!

-¿Estas loco?-preguntó Lily
-No lo creo, Lily-contradijo Dumbledore-solo creo que es digno hijo tuyo y de james

James y Lily pensaron que después de todo, habrían hecho lo mismo de haber estado en la situación de su hijo, a james le extrañaba que sirius llevara tanto tiempo callado, por lo que le preguntó

-¿Que te pasa canuto?-era evidente la confusión de james-¿estas bien?
-Estaba pensando..
-Eso ya es un gran avance-interrumpió Remus, pero dejó de hablar ante la mirada seria de sirius
-Estaba pensando-inició de nuevo--que deberíamos hacer lo del fidelio lo mas pronto posible, Peter sospechará si no hablamos con el pronto, ya sabes que siempre estamo…estabamos en contacto
-Tienes razón!—coincidió james--lo haremos tan pronto como terminemos este capitulo ¿esta de acuerdo profesor?
-Me parece perfecto—contestó Dumbledore-pero deben asegurarse de esconder el libro
-Y de controlarse mientras estén cerca de el-dijo Lily--se que será difícil, pero deben hacerlo por el bien del mundo mágico, pero sobre todo, por el bien de Harry

No hizo falta que james dijera nada, la adoración con la que miraba a su hijo no dejaba lugar a dudas: haría lo que fuera por protegerlo, y por garantizarle una infancia feliz y una adolescencia tranquila

Hubo un destello de luz roja; Umbridge se derrumbó y su frente golpeó el borde de la balaustrada; los papeles de la señora Cattermole se deslizaron de su regazo hasta el suelo, y por debajo, el gato plateado que merodeaba se desvaneció. Un aire helado los golpeó como un viento en dirección contraria. Yaxley, confuso, miró alrededor buscando la fuente del problema y vio la mano sin cuerpo de Harry y la varita apuntándolo. Intentó sacar su propia varita, pero fue demásiado tarde.
—¡Desmaius!
Yaxley se deslizó hasta el suelo para yacer enroscado.
—¡Harry!
—Hermione, si crees que me iba a quedar ahí sentado y dejar que ella fingiese…
—¡Harry, la señora Cattermole!

Lily ahogó un grito, se había olvidado de la pobre mujer, esperaba que no fuera tarde, y Harry pudiese salvarla

Harry se dio la vuelta, quitándose la Capa de Invisibilidad. Abajo, los dementores se habían movido de las esquinas; se estaban deslizando hacia la mujer encadenada en la silla. Ya fuese porque el patronus se había desvanecido o porque sentían que sus amos ya no tenían el control, parecían haber abandonado la contención.
La señora Cattermole dejó escapar un terrible grito de miedo cuando una mano viscosa y con costras le agarró el mentón y le inclinó la cabeza hacia atrás.
—¡EXPECTO PATRONUM!
El ciervo plateado salió disparado de la punta de la varita de Harry y saltó hacia los dementores, que retrocedieron y se fundieron de nuevo en las sombras.

-Es increíble que sea capaz de hacer un patronus corpóreo, a su edad y en esas circunstancias-comentó Remus
-Aprendió del mejor-contestó con dulzura Lily, Remus se sonrojó

La luz del ciervo, mas poderosa y cálida que la protección del gato, llenó la mazmorra por completo mientras cabalgaba a medio galope por la habitación.
—Coge el horrocrux —le dijo Harry a Hermione.
Bajó de nuevo por los escalones, guardando la Capa de Invisibilidad en su mochila, y se acercó a la señora Cattermole.
—¿Tú? —susurró ella, mirando su cara—. ¡Pero… pero Reg dijo que eras el tu el que había sugerido que me interrogaran!

-Vaya!, la estan ayudando y se queja—dijo sirius ofuscado
-No se queja,-la defendió Lily-solo esta confundida, yo también lo estaría

—¿Lo hice? —farfulló Harry, tirando de las cadenas que le inmovilizaban los brazos—. Bueno, he cambiado de idea. ¡Diffindo! —no pasó nada—. Hermione, ¿cómo me deshago de estas cadenas?
—Espera, estoy intentando algo aquí arriba…
—Hermione, ¡estamos rodeados de dementores!
—Lo sé Harry, pero si se despierta y no tiene el medallón… necesito duplicarlo… ¡Geminio! Así… esto debería engañarla… hermione bajó corriendo las escaleras.

-Es relamente una bruja muy inteligente-dijo Dumbledore-hace mucho no sabia de una chica tan inteligente, lo siento Lily pero eso te incluye
-Lo se—contesto la pelirroja sin preocupaciones-y me alegra mucho que Harry cuente con ella, estoy segura que sin su ayuda, no lograría ni la mitad de lo que ha conseguido

—Veamos… ¡Relashio!
Las cadenas hicieron un ruido metálico y retrocedieron en los apoyabrazos de la silla. La señora Cattermole parecía tan asustada como antes.
—No entiendo —susurró.

-¿No se da cuenta de que hermione nombra a Harry por su nombre real?—preguntó impaciente Remus
-Al parecer no-dijo Lily-aunque eso es positivo, si logran escapar y de alguna manera la interrogan, no sabrán a ciencia cierta que fueron Harry y sus amigos fueron los intrusos.

—Va a salir de aquí con nosotros —dijo Harry, poniéndola de pie—. Vaya a casa, coja a sus hijos y huya, salga del país si es necesario. Disfrácense y escapen. Ha visto como es, aquí no conseguirá un proceso justo.
—Harry —dijo Hermione—, ¿cómo vamos a salir de aquí con todos esos dementores fuera de la puerta?
—Patronus —dijo Harry, señalando con la varita al suyo: el ciervo redujo la velocidad y dispuso a caminar hacia la puerta, todavía brillando intensamente—. Tantos como podamos conseguir; haz el tuyo, Hermione.
Expec… Expecto patronum —dijo Hermione. No pasó nada.

-Eso demuestra que la inteligencia no lo es todo-dijo Dumbledore como quien explica que clima hace-este tipo de hechizos muestran realmente el poder de un mago

—Es el único hechizo con el que tiene problemas —le contó Harry a una señora Cattermole completamente perpleja—. Un poco desafortunado, la verdad… Vamos, Hermione…
—¡Expecto patronum!
Una nutria plateada salió disparada de la punta de la varita de Hermione y nadó con elegancia por el aire para unirse al ciervo.
—Vamos —dijo Harry, y guió a Hermione y la señora Cattermole hacia la puerta.
Cuando los patronus se deslizaron fuera de la mazmorra hubo gritos de asombro de la gente que esperaba fuera. Harry miró alrededor: los dementores estaban retrocediendo a ambos lados, fundiéndose con la oscuridad, dispersándose ante las criaturas plateadas.
—Se ha decidido que todos ustedes deben irse a casa y esconderse con sus familias. —comentó Harry a los nacidos muggles que esperaban, que estaban aturdidos por la luz de los patronus y todavía se encogían ligeramente de miedo. —Salgan del país si pueden. Simplemente aléjense todo lo posible del Ministerio. Esa es la… eh… nueva postura oficial. Ahora, si siguen a los patronus, podrán marcharse desde el Atrio.

-Muy considerado-comentó Remus-pero debe saber que no podrá salvarlos a todos.
-¿y ron?-preguntó Lily preocupada-van a salir y al atrio y no hay señal de el
-Ya aparecerá, Remus sigue leyendo—instó james

Consiguieron subir por las escaleras de piedra sin ser interceptados, pero cuando se acercaban a los ascensores Harry empezó a tener dudas. Si aparecían en el Atrio con un ciervo plateado, con una nutria flotando a su lado, y unas veinte personas, la mitad acusadas de ser nacidos muggles, no pudo evitar pensar que atraerían una atención indeseada. Justo acababa de llegar a esa conclusión inoportuna cuando el ascensor se detuvo con un ruido metálico delante de ellos.

—¡Reg! —gritó la señora Cattermole, y se lanzó a los brazos de Ron—. Runcorn me liberó, atacó a Umbridge y Yaxley, y nos ha dicho a todos que abandonemos el país. Creo que será mejor que lo hagamos Reg, de verdad. Vamos a casa y cojamos a los niños y… ¿por qué estas tan mojado?

-No puedo creer que se ponga a ventilar eso a los cuatro vientos-dijo Remus.-va a hacer que los descubran a todos

—Agua —dijo Ron, liberándose del abrazo—. Harry, saben que hay intrusos dentro del Ministerio, algo acerca de un agujero en la puerta de la oficina de Umbridge.

-Demonios!-murmuró sirius-¿Quién nota un agujero en la puerta?
-De seguro tu no-dijo Lily divertida por la reacción del merodeador

Calculo que tenemos cinco minutos o así…
El patronus de Hermione se desvaneció con un estallido mientras le dirigía una mirada horrorizada a Harry.
—¡Harry, si nos atrapan aquí…!
—No lo harán si nos movemos rápido —dijo Harry. Se dirigió al grupo silencioso que estaba tras ellos, y que le estaban mirando con la boca abierta—. ¿Quién tiene varita?

-No pensará generar un enfrentamiento en el ministerio-dijo consternado Remus-los mataran a todos
-No lo creo—contradijo james-mi hijo no haría lago así

Alrededor de la mitad levantaron la mano.
—Muy bien, todos los que no tengan varita tienen que pegarse a alguien que sí tenga. Tenemos ser rápidos para que no nos puedan detener. Adelante.
Pudieron de meterse apretados en dos ascensores. El patronus de Harry se quedó como centinela ante de las puertas doradas hasta que estas se cerraron y los ascensores comenzaron a elevarse.
—Planta ocho —dijo la voz mecánica de la bruja—. El Atrio.

La tensión en el ambiente era palpable, Remus no paraba de leer, pues querían saber que suerte habían corrido los chicos al intentar escapar del ministerio

Harry supo al momento que tenían problemas. El Atrio estaba lleno de gente que se movía de chimenea en chimenea, sellándolas.
—¡Harry! —gritó Hermione—. ¿Qué vamos a…?
—¡ALTO! —dijo Harry con voz de trueno, y la poderosa voz de Runcorn resonó por el Atrio. Los magos que sellaban las chimeneas se quedaron paralizados—. Siganme —susurró al grupo de aterrorizados magos nacidos muggles, que avanzaron en grupo, guiados por Ron y Hermione.
—¿Qué pasa, Albert? —dijo el mismo mago que se estaba quedando calvo que antes había seguido a Harry desde la chimenea. Parecía nervioso.
—Este grupo tiene que salir antes de que selléis las salidas —dijo Harry con toda la autoridad que fue capaz de reunir.

Cada vez que leían, mas orgullosos se sentían de su hijo, el habría podido escapar fácilmente dejando a los nacidos muggles a su suerte, pero estaba decidido a salvarlos a todos

El grupo de magos que tenía delante empezó a mirarse entre sí.
—Nos han dicho que sellemos todas las salidas y no dejemos que nadie…
—¿Me estas contradiciendo? —soltó Harry—. ¿Quieres que haga que examinen tu árbol genealógico como hice con el de Dirk Cresswell?

-Al menos de algo sirvió su encuentro con Arthur-dijo Dumbledore tranquilamente

—¡Lo siento! —dijo el mago casi calvo, retrocediendo—. No quise decir nada, Albert, pero pensé… pensé que los habían llevado para el interrogatorio…
—Son sangre pura —dijo Harry, y su profunda voz resonó de forma impresionante por el vestíbulo—. Mas pura que la de muchos de vosotros, debo decir. Salgan todos —les dijo con voz resonante a los nacidos muggles, que se apresuraron hacia las chimeneas y empezaron a desvanecerse en parejas. Los magos del Ministerio se echaron hacia atrás, algunos con aspecto confuso, otros asustados y resentidos. Y entonces...
—¡Mary!
La señora Cattermole miró por encima de su hombro. El verdadero Reg Cattermole,

Lily perdió el poco color que quedaba en sus mejillas, ampliamente preocupada por el giro que tomaron los acontecimientos, pensó que su hijo y sus amigos se habían salvado, pero luego pasa eso, su corazón latía violentamente

que ya no vomitaba pero estaba pálido y lánguido, acaba de salir corriendo de un ascensor.
—¿R-Reg?
Miró de su marido a Ron, que maldijo con fuerza. El mago casi calvo los miró con la boca abierta, su cabeza giraba de forma ridícula de un Reg Cattermole al otro.
—Eh, ¿qué esta pasando? ¿Qué es esto?
—¡sellen las salidas! ¡SELLENLAS!
Yaxley había salido de repente de otro ascensor y estaba corriendo hacia el grupo que se encontraba ante las chimeneas, por las que todos los nacidos muggles salvo la señora Cattermole se habían desvanecido. Cuando el mago casi calvo levantó su varita, Harry levantó un enorme puño y le golpeó, enviándolo volando por el aire.
—¡Estaba ayudando a escapar a nacidos muggles, Yaxley! —gritó Harry.

Sirius sonrió, pero la tensión del momento evitó la carcajada que de otra forma habría salido tan fuerte que habría despertado a Harry

Los compañeros del mago calvo iniciaron un tumulto, que aprovechó Ron para agarrar a la señora Cattermole, empujándola a la chimenea todavía abierta, y desapareciendo. Confuso, Yaxley miró de Harry al golpeado mago, mientras el verdadero Reg Cattermole gritaba:
—¡Mi mujer! ¿Quién era ese que estaba con mi mujer? ¿Qué esta pasando?

-Creo que eso es de familia-dijo sirius-ve que estan salvando a su mujer y discute para que los descubran

Harry vio girar la cabeza de Yaxley, vio que un indicio de verdad aparecía en esa cara brutal.
—¡Vamos!! —gritó Harry a Hermione; la cogió de la mano y juntos saltaron a la chimenea mientras la maldición de Yaxley pasaba por encima de la cabeza de Harry. Giraron durante unos segundos antes de salir en un inodoro y pasar al cubículo del retrete. Harry abrió la puerta. Ron estaba parado delante de los lavabos, todavía luchando con la señora Cattermole.
—Reg, no entiendo…

Todos rodaron los ojos, sentían lastima por la mujer, pero la verdad es que no era muy brillante

—¡Suélteme, no soy su marido, tiene que irse a casa!
Se produjo un ruido en el retrete que tenían detrás; Harry miró alrededor; Yaxley acababa de aparecer.
—¡LARGEMONOS! —gritó Harry. Agarró a Hermione de la mano y a Ron del brazo y giró en el lugar.

Lily respiró tranquila, pero solo fue por un segundo, pues lo que seguía después la preocupó

La oscuridad los tragó, junto con la sensación de manos que le comprimían, pero algo iba mal… la mano de Hermione parecía resbalar de su agarre…
Se preguntó si se iba a asfixiar, no podía respirar ni ver, y las únicas cosas sólidas en el mundo eran el brazo de Ron y los dedos de Hermione, que se estaban escurriendo lentamente…

Todos contenía el aliento, excepto Dumbledore, si se hubiesen fijado en el, se habrían dado cuenta de que no había nada que temer, pues su rostro era el de aquel que sabe que va a suceder

Y entonces vio la puerta del número doce de Grimmauld Place, la aldaba en forma de serpiente, pero antes de poder tomar aliento, hubo un grito y un destello de luz púrpura; la mano de Hermione lo agarró de repente como unas tenazas y de nuevo todo se volvió oscuro.

-¿Qué quieres decir con “todo se volvió oscuro”?—pregunto una muy preocupada Lily
-No lo se-contestó Remus—allí termina el capitulo
-Pues que esperas?, lee el siguiente
-No te preocupes Lily, todo saldrá bien—contestó Dumbledore-creo que tenemos cosas que discutir

Lily no estaba convencida, pero como siempre, hizo caso al director

-Envíen un mensaje Peter primero-ordenó Dumbledore-cítenlo para cenar aquí esta noche, díganle que es de suma importancia

James hizo lo que el director pedía, y cuando estuvo hecho, Albus empezó a hablar

-He descubierto cosas importantes-dijo con seriedad-Lily si traes algunos bocadillos, les contaré cual es el curso de acción

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