domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulo 26. El Refugio



Tuvieron una tranquila cena, preparada por Kreacher, bajo la supervisión y las indicaciones de Lily.

-Este estofado está realmente delicioso, Kreacher—alabó Alice

-Kreacher lo hizo con gusto—croó el elfo—kreacher no tiene problema en ayudar, kreacher ya lo dijo

Fue un momento agradable, se olvidaron por un momento de todo lo que habían descubierto, y de la difícil tarea que tenían por delante, las bromas de sirius, secundadas por james y Remus, lograron darles una velada agradable, las risas de los niños que eran alimentados por Ángela y Alice también contribuyeron, sirius pensó que su novia se veía hermosa con el niño en brazos, y bastante tierna alimentándolo, Dumbledore estaba sumido en sus pensamientos, pero aún así participaba de la charla de cosas triviales que se llevaba a cabo.

Después de la cena, Remus y sirius fueron a la casa de los padres del primero, querían despistar a voldemort y sus mortifagos, pues estaban casi seguros de que tendrían el lugar vigilado, pensando que la información suministrada por Peter era acertada, y que allí se escondían los Potter, además debían hacer que la casa aparentara ser habitada, por lo que era necesario eliminar el polvo y mantener alimentos en la cocina.

Cuando Remus y sirius regresaron sin inconveniente alguno, todos soltaron un suspiro de alivio, Lily abrazó a Remus, mientras Ángela besaba a sirius, se repitieron los saludos.

-Vamos!—dijo sirius riéndose cuando Ángela le preguntaba por tercera vez si no había pasado nada raro—sé que soy encantador, y que no pueden vivir sin mi compañía, y bueno reconozcamos que Lunático también es una buena compañía, pero ya estamos aquí solo fue una media hora, dejemos tanto drama

Después de un zape de parte de Ángela y los bufidos exasperados de Remus y Lily, Frank tomó el libro y se dispuso a leer el siguiente capítulo, el ambiente cambió de inmediato, eran cerca de las 10:30 de la noche por lo que los niños dormían plácidamente en los lugares adecuados para ellos, habían decidido leer un último capítulo antes de ir a dormir, pese a lo tarde que era. Frank se acomodó junto a su esposa y empezó la lectura.

Capítulo 25
EL REFUGIO
La casa de campo de Bill y Fleur se asentaba sola en una roca dando al mar, sus paredes incrustadas con conchas y cal. Era un solitario y hermoso lugar.

Lily sonrió, el inició del capítulo era tranquilo, así que su hijo tendría un rato de tranquilidad, pero al igual que los demás, Lily sabía que todo podía cambiar de un párrafo al otro.

En cualquier sitio al que Harry fuera dentro de la pequeña casa o de su jardín, podía oír el constante ir y venir del mar, como la respiración de alguna gran criatura dormida. Pasó gran parte de los siguientes días buscando excusas para escapar de la concurrida casa, un deseo incontrolable de disfrutar la vista desde arriba de las rocas, del cielo abierto y ancho, el mar vacío, y la sensación del viento frío y salado en su rostro.

Todos entendían que Harry deseara estar solo un rato, además del hecho de llevar varios meses con la compañía única de Ron y Hermione, con libertad de hacer planes, pasar a estar en esa casa era un cambio, pensaban que era una mejora, pero aún así, sabían que Harry se sentía estancado, además de su decisión de no intervenir y permitir que voldemort tomara la varita de sauco debía estar atormentándolo.

La enormidad de su decisión, no competir con Voldemort por la varita todavía asustaba a Harry. No podía recordar que nunca antes hubiera escogido no actuar.

-Lógico—murmuraron al tiempo con una sonrisa en los rostros, Harry valía tanto como cualquier miembro de la orden, siempre decididos a actuar, sin importar los riesgos que eso conllevara para cada uno.

Estaba lleno de dudas, dudas con las que Ron no ayudaba diciendo, dondequiera que fuesen juntos:
-¿Y si Dumbledore quería que trabajáramos en el símbolo en vez de conseguir la varita? ¿Y si trabajando en lo que el símbolo significaba te revelaba la importancia de conseguir las reliquias? Harry, si esa es realmente la varita de sauco, ¿Cómo demonios se supone que debemos terminar con Tú-Sabes-Quien?

Era un pensamiento que los preocupaba a todos.

-No Está ayudando mucho—dijo Remus con reprobación

-Creo que todos pensaríamos como el—lo defendió james—todos querríamos evitar que voldemort se hiciera con la varita

-Pero a estas alturas ya debería saber que Harry no toma decisiones porque si—intervino sirius

-Es un chico—opino Ángela—y como dijimos antes, Ron no entiende a voldemort como lo hace Harry.

Harry no tenía respuestas. Hubo momentos en los que se preguntó si había sido una completa locura no tratar de impedir que Voldemort abriera la tumba.

-Bueno si no está seguro entonces si me preocupa—Alice miró a todos nerviosa mientras hablaba, y pudo ver en los rostros de los demás, que pensaban igual que ella, a excepción de Dumbledore que mostraba una casi invisible sonrisa.

 No podía siquiera explicar satisfactoriamente por qué había decidido no hacerlo: Cada vez que intentaba reconstruir los argumentos internos que lo habían llevado a su decisión, sonaban más débiles para él.

Fruncieron en ceño, preocupados por los pensamientos de Harry, esperaban que fuese una buena decisión.

Lo extraño es que el apoyo de Hermione lo hizo sentir tan confundido como las dudas de Ron. Ahora forzado a aceptar que la varita de sauco era real, ella sostenía que era un objeto diabólico, y que la forma en que Voldemort había tomado posesión de ella era repelente, sin ninguna consideración.

-Completamente de acuerdo—expresó Lily estremeciéndose mientras recordaba la violación de la tumba de Dumbledore, los demás asintieron para mostrar que pensaban igual que ella.

-Tú nunca podrías haber hecho eso, Harry –decía ella una y otra vez. -No podrías haber roto la tumba de Dumbledore.

-Ni ninguno de nosotros—expresaron sirius y james perfectamente sincronizados.

Dumbledore sonrió y movió la cabeza como símbolo de agradecimiento, luego con un educado ademan de la mano le indició a Frank que continuara la lectura.

Pero la idea del cuerpo de Dumbledore asustaba a Harry mucho menos que la posibilidad de que podría haber malinterpretado las intenciones de Dumbledore mientras estaba vivo. Sintió que todavía andaba a tientas en la oscuridad; había escogido su camino, pero seguía mirando hacia atrás, preguntándose si había leído mal los signos, si no debería haber tomado otro camino.

Dumbledore no podía estar mas orgulloso de su futuro alumno, estaba seguro de que Harry había escogido el camino correcto.

De tiempo en tiempo, la cólera contra Dumbledore se desataba en él otra vez, poderosa como las olas que se cierran de golpe contra la roca bajo la casita de campo, cólera porque Dumbledore no le hubiera explicado todo antes de morirse.

-Eso sonó algo grosero—riñó Lily

-Es un Potter, pelirroja—se mofó sirius—¿qué esperabas?

Como siempre, sirius logró hacerlos reír.

-Pero, ¿Esta muerto? -dijo Ron, tres días después de que hubieran llegado a la casa de campo.

-¿Creen que…?—dijo Remus dejando la pregunta sin concluir, pero todos notaron la nota de esperanza en su voz.

-No—dijo Lily convencida pero triste—es imposible, Dumbledore no habría fingido estar muerto dejando a la orden y a Harry en una misión, mientras él estaba escondido fingiéndose muerto.

-Tienes razón—dijo Remus abatido—pero es que es…

-lo sabemos lunático—james le palmeó la espalda—sabemos que todo sin Dumbledore seguramente es más complicado—se volvió hacía el director—después de todo—le sonrió—voldemort siempre le ha tenido miedo.

-Me encantaría que eso fuese suficiente para detenerlo—dijo con sus ojos azules brillando y observándolos uno por uno—Frank.—y el aludido reemprendió la lectura.

Harry estaba mirando fijamente hacia fuera, sobre la pared que separaba el jardín de la casa de campo de la roca, cuando Ron y Hermione lo encontraron; lamentaba que lo hubiesen hecho, no tenía ningún deseo de participar en su discusión.

-Pero que genio!—se mofó sirius

-Sirius—dijo Lily con voz amenazadora, sirius guardó silencio ante la risa de los demás, Lily sonrió ampliamente.

-Sí, lo esta. Ron, por favor, no empieces otra vez!
-Mira los hechos, Hermione -dijo Ron, hablando hacia Harry, que continuaba mirando fijamente al horizonte-. La cierva plateado. La espada. El ojo que Harry vió en el espejo...

-Pues la verdad es que todo esta muy raro—interrumpió Remus

-Es cierto—lo secundó Alice—sobre todo el hecho de que Dobby supiera que estaban atrapados en la mansión Malfoy.

-y estamos de acuerdo en que el hecho de que un patronus exactamente igual que el de Lily los haya ayudado también es extraño—se sumó james

-Pero es imposible que sea Dumbledore—aportó Ángela mientras le dirigía una mirada de disculpa al anciano—esa muerto, Snape—james y sirius tronaron los dientes cuando Ángela dijo el nombre, los demás oscurecieron su mirada—lo asesinó, ninguna magia puede regresar a los muertos—terminó con tristeza-

-Así es—la apoyó Dumbledore—no hay magia capaz de regresar a aquellos que nos han dejado.

-Pero en el libro dijeron que voldemort había “regresado”—dijo Lily acentuando la última palabra.

-En realidad voldemort nunca estuvo realmente muerto—le explicó Dumbledore—el horrocrux no solo le ayuda a regresar, también evita que muera completamente, aunque sin duda, el ritual usado debe ser uno de magia muy oscura.

Se estremecieron ligeramente, y con ganas de saber más siguieron leyendo.

-¡Harry admite que podría haber imaginado el ojo! ¿No, Harry?
-Podría haberlo hecho -dijo Harry sin mirarla.
-Pero tú no piensas que lo hayas hecho, ¿verdad? -preguntó Ron.
-No, no lo creo -dijo Harry.

-Ni siquiera notan que Harry no les presta atención—dijo sirius divertido.

-Por cierto, canuto—dijo james con una sonrisa traviesa—no olvides nuestra apuesta respecto a esos dos.

Sirius se quedó en silencio, analizando la nueva actitud entre Ron y Hermione, parecía que después del susto, esos dos volvían a ser igual a los de antes, no dijo nada y james amplió su sonrisa.

-Ahí lo tienes -dijo Ron rápidamente, antes de que Hermione pudiera terminar-. Si no fue Dumbledore, explica cómo sabía Dobby que estabamos en el sótano, Hermione.
-No puedo... pero ¿Puedes explicar cómo nos lo pudo enviar Dumbledore si esta metido en una tumba en Hogwarts?
-¡No se, podría haber sido su fantasma!

-No lo creo—dijo Ángela—usted no volvería como fantasma ¿o sí?—preguntó al director.

-No, no lo haría—contestó Dumbledore de inmediato—tengo a quienes me esperan más allá, no tengo motivos para quedarme.

El dolor en la voz del director era palpable, por lo que Frank, en parte para romper el tenso silencio que se había formado, reemprendió la lectura.

-Dumbledore no volvería como un fantasma -dijo Harry. Había pocas cosas de las que estuviera seguro ahora sobre Dumbledore, pero de eso si lo estaba-.Él habría continuado.

Albus sonrió mientras asentía.

-¿A qué te refieres con 'continuado'? -preguntó Ron, pero antes de que Harry pudiese decir mas, una voz detrás de él dijo, -¿Haggy?-
Fleur había salido de la casa de campo, su largo cabello plateado volando en la brisa.
-Haggy, a Ggiphook le gustagía hablag contigo. Esta en la habitación mas pequeña, dijo que no quegía seg escuchado pog casualidad.-
-Vaya!—dijo sirius con disgusto—así que por fin se digno a darles una respuesta.

-Ya sabes como son, canuto—intentó aplacarlo james—no vale la pena amargarse por eso.

Su disgusto con que el duende la enviara a entregar mensajes era clara; se veía irritable mientras caminaba de vuelta a la casa.

-Es algo…presumida—dijo Alice analizando la actitud de fleur.

-Tiene sangre veela—le contestó Lily—¿qué esperabas?.

-Tienes razón—se rindió Alice—aunque para ser veela, tiene muy claro dónde está su lealtad, ya sabemos que muchas veces, las mujeres con esa sangre solo se preocupan por sí mismas, y Fleur ha demostrado su lealtad a la orden, incluso ayudo en el plan para sacar a Harry de casa.

-Sí, es verdad—dijo Lily agradecida—creo que Bill weasley y ella hacen una buena combinación.

Griphook les estaba esperando, como Fleur había dicho, en el mas pequeño de los tres cuartos de la casa, en el que Hermione y Luna dormían por la noche. Había echado las cortinas rojas de algodón contra el luminoso y nublado cielo, lo que le daba al cuarto un resplandor ardiente que contrastaba con el resto de la aireada y luminosa casa.
-He tomado mi decisión, Harry Potter -dijo el duende, que estaba sentado con las piernas cruzadas en una silla baja, golpeando los brazos con sus largos y delgados dedos-. Aunque los duendes de Gringotts considerarán esto una traición, he decidido ayudarte...

-Debe estar buscando algo a cambio—dijo james con amargura

-Esperemos que sea lo que sea no le traiga muchos problemas a Harry—Remus miraba el libro frunciendo el ceño—ojala no le pida una varita.

-Por Merlín!—casi gritó Lily—¿acaso estan locos ustedes dos?—les reprochó a su esposo y amigo—estamos hablando de que Harry va a entrar por la fuerza a Gringotts!, lo que le pida ese duende va a ser la menor de sus preocupaciones, es tu culpa Potter!—acusó a su esposo.

-Yo ni siquiera estoy ahí—se defendió james sonriendo.

-No, pero si esta en tus genes, le pasaste tu locura a Harry!—acusó nerviosa.

-Cariño—james la abrazó—tranquilízate, además—la miró con la sonrisa bailando en sus ojos—no soy el único que hace locuras, tú también las has hecho, cumpliendo misiones para la orden, a veces—dijo poniéndose serio—tenemos que arriesgar nuestra propia seguridad para ayudar a los demás, y Harry no sería la clase de persona que ha demostrado ser, si pusiera en peligro la misión que le ayudará a acabar con voldemort, por tener miedo de fracasar.

-Es solo un niño—sollozó abrazada por su esposo.

-Lily—hablo Dumbledore—Harry saldrá bien de esto, ya lo verás—su voz era tranquilizadora.

-Es verdad pelirroja—aportó sirius—como tú dijiste es un Potter, y por eso siempre van a salir bien librados—dijo sonriendo—además de que también lleva tu sangre, tu ingenio—Lily le sonrió débilmente—ya verás que lo va a lograr!, Por Merlín!, mi ahijado robará en Gringotts!.

Lily por fin se calmó y Frank siguió leyendo.


-¡Eso es genial! -dijo Harry, una oleada de alivio pasó a través de él-. Griphook, gracias, nosotros le estamos realmente...
-...a cambio, -dijo el duende firmemente- de un pago.

-Lo sabía!—dijo james con rabia.

Ligeramente desconcertado, Harry vaciló.
-Cuánto quieres? Tengo oro.

-No debió decir eso—comentó Remus.

-Oro no -dijo Griphook. –Ya tengo oro.
Sus ojos negros resplandecieron; no tenía blanco en los ojos.
-Quiero la espada. La espada de Godric Gryffindor.

-Maldita sanguijuela aprovechada—rugió sirius—es que el y su cabeza de balón no pueden entender que si Harry tiene la espada es por algo.

-No, canuto—dijo james divertido-su cabeza de balón no logra entenderlo.

El espíritu de Harry se desplomó
-No puedes tener eso -dijo. -Lo siento.
-Entonces -dijo el duende suavemente- tenemos un problema.
-Podemos darte alguna otra cosa -dijo Ron con impaciencia- Apuesto a que Lestrange tiene montones de cosas, puedes coger tu parte una vez estemos en la cámara.

-Merlín!—se lamentaron todos, para que Frank continuara—ahora si se equivocaron, tendrán suerte si Griphook no inicia una lucha allí mismo.

Había dicho lo incorrecto. Griphook se sonrojó furioso.
-¡No soy un ladrón, niño! ¡No estoy tratando de conseguir tesoros a los que no tengo derecho!-
-La espada es nuestra...
-No, no lo es -dijo el duende.
-Somos Gryffindor, y era de Godric Gryffindor...
-Y antes de que fuese de Gryffindor, ¿de quién era? -reclamó el duende, sentándose derecho.
-De nadie -dijo Ron-. Fue hecha para él, ¿no?

-¿Es que no aprendieron nada en Hogwarts sobre los duendes?—protestó Lily.

-Cariño, creo que tener un aburrido fantasma como profesor evita que los alumnos coloquen total atención—dijo james acariciando su mano.

-Por algo hermione no ha abierto la boca—aportó Remus—estoy seguro de que ella si sabe todo sobre los duendes.

-Pues debería hacer que se callen, en especial Ron—dijo Alice preocupada—si siguen así se van a meter en problemas con los duendes.

-¡No! -gritó el duende, erizándose de ira mientras apuntaba un largo dedo hacia Ron.-¡La arrogancia de los magos otra vez! ¡Esa espada fue primero de Ragnuk, al que se la robó Godric Gryffindor! ¡Es un tesoro perdido, una pieza maestra del trabajo duende! Pertenece a los duendes. ¡La espada es el precio a mis servicios, tómalo o déjalo! -Griphook les miraba fijamente.

-por una parte de me alegra que el duende les pida la espada—dijo Lily preocupada—eso retrasará su incursión a Gringotts, pero por otro lado, se que intentarán hacerlo aún sin la ayuda de Griphook, y eso me aterra aún mas.

Harry miró a los otros dos, y luego dijo- Necesitamos discutir esto, Griphook, si le parece bien. ¿Podría darnos unos minutos?
El duende asintió, pareciendo enfadado.
Abajo, en el vacío salón, Harry caminó hacia la chimenea con el ceño fruncido, tratando de pensar en qué hacer. Detrás de él, Ron dijo, -Esta bromeando. No podemos darle esa espada.
-¿Es verdad? –Preguntó Harry a Hermione.- ¿ Gryffindor robó la espada?

James, Remus y sirius se estaban haciendo la misma pregunta, se negaban a creer que eso pudiese ser posible, Gryffindor que se enfrentó a su amigo Salazar por defender los derechos de los hijos de muggles, Gryffindor el valiente, el leal, definitivamente Godric jamas habría hecho eso, Griphook solo estaba intentando hacer quedar mal a los magos, como siempre hacían los duendes.

-No lo sé -dijo desesperanzadamente-. La historia de los magos a menudo evita lo que estos han hecho a otras razas mágicas, pero no hay ningún informe que conozca que diga que Gryffindor robó la espada.
-Será una de esas historias de duendes -dijo Ron- sobre como los magos estamos siempre tratando de terminar sobre ellos. Supongo que deberíamos sentirnos felices de que no nos haya pedido una de nuestras varitas.

-Así se habla Ron—lo alabó sirius—Gryffindor jamás robaría la espada!.

-Así es sirius—aprobó Dumbledore sonriendo—la espada fue fabricada para él, es por eso que su nombre está en la empuñadura, si hubiese sido de Ragnuk, estoy convencido de que su nombre no aparecería, pues ningún duende se habría prestado para grabarlo, sabiendo que fue robada a un compañero—explicaba, los demás escuchaban atentos el relato—además, recuerden que la espada acude a los miembros que han demostrado tener la valía de un Gryffindor, lo que significa que reconoce y posee esas cualidades, si hubiese sido obtenida mediante el robo, reconocería esa cualidad, por lo tanto..

-Griphook es un mentiroso asqueroso—completó sirius, Lily y Ángela lo miraron amenazadoramente—quiero decir, que es mentira, y que Griphook es una inocente lechuza que no sabía que sus antepasados lo habían engañado—dijo sarcástico, las mujeres rodaron los ojos, mientras los demás sonreían.

-Los duendes tienen buenas razones para que no les gusten los magos, Ron.- dijo Hermione. - Han sido tratados brutalmente en el pasado.

-¿Es que hermione piensa proteger a todas las criaturas mágicas?—inquirió sirius—vale, los elfos se dejan engañar, pero los duendes no necesitan quien los defienda, lo hacen bastante bien ellos solos.
           
-Los duendes no son exactamente pequeños conejos mullidos, ¿no? - dijo Ron-. Han matado a muchos de los nuestros. Han peleado sucio también.

-Eso es, Ron!—sirius lanzó un puño al aire, los demás lo observaron curiosos—¿qué?

-Nada, amor—dijo Ángela negando con la cabeza—Frank continua.

-Pero discutir con Griphook sobre que raza es la más misteriosa y violenta no va a ponerlo más deseoso de ayudarnos, ¿no?
Hubo una pausa mientras intentaban pensar en una solución al problema. Harry miró afuera hacia la tumba de Dobby. Luna estaba colocando lavanda de mar en un tarro de mermelada al lado de la piedra principal.
-Muy bien - dijo Ron, y Harry se volvió para verlo,
-¿Qué?
-Le decimos a Griphook que necesitamos la espada hasta que estemos dentro de la cámara y que luego podrá tenerla. Hay una falsa dentro, ¿no? Las cambiamos, y le damos la falsa.

-Griphook se daría cuenta—susurró Ángela

-¡Ron, notará la diferencia mejor que nosotros!- dijo Hermione. -¡Él fue el único que notó que había habido un cambio!
-Si, pero podríamos escapar antes que se de cuenta...
Se acobardó ante la mirada que le echó Hermione.

Todas las miradas saltaron de sirius a Ángela y luego de sirius a Lily.

-Eso es diferente!—se defendió el animago ofendido, lo que solo consiguió que todos rieran estruendosamente.

-Eso -dijo silenciosamente-, es despreciable. ¿Pedir su ayuda, y luego traicionarlo? ¿Y tú te preguntas por qué a los duendes no les gustan los magos, Ron?
Las orejas de Ron se pusieron rojas.
-¡Esta bien, esta bien! ¡Era lo único que se me ocurría! ¿Cuál es tu solución, entonces?
-Necesitamos ofrecerle algo más, algo igual de valioso.

-Por supuesto—se burló sirius—saquen la otra espada fabricada por duendes que cargan con ustedes y ofrézcansela envuelta para regalo.

-Brillante, iré y traeré una de nuestras antiguas espadas hechas por duendes y tú puedes envolverla en papel de regalo.

Todos rieron debido a la similitud de palabras dichas por sirius y Ron, esos dos de verdad se parecía, aunque sin duda, a Ron le faltaba la seguridad y práctica en cuanto a chicas se trataba.

El silencio se hizo entre ellos otra vez. Harry estaba seguro de que el duende no aceptaría nada más que la espada, aunque ellos tuvieran algo igual de valioso que ofrecerle. Pero la espada era su única, su arma indispensable contra los Horrocruxes.

-Están jodidos—se lamentó sirius

-SIRIUS!—protestaron Alice, Lily y Ángela al tiempo—hay niños presentes!

-Sí, y están durmiendo—dijo con un encogimiento de hombros

-y tu quedarás igual si no controlas tu vocabulario—lo amenazó Lily moviendo su varita.

-Está bien, pelirroja—aceptó sirius retrocediendo—Frank, por piedad, sigue leyendo.

Frank, con una sonrisa burlona en el rostro, siguió leyendo.

Cerró los ojos durante un minuto o dos y escuchó la intensidad del mar. La idea de que Gryffindor hubiera robado la espada le resultaba desagradable: Siempre había estado orgulloso de ser un Gryffindor; Gryffindor había sido el campeón de los nacidos Muggle, el mago que había chocado con el amante de la sangre pura, Slytherin....

-Eso Harry, no lo dudes ni por un segundo!—dijo sirius mirando el libro—no dejes que ese duende haga que no te sientas orgulloso de ser un Gryffindor.

-A lo mejor Griphook está mintiendo -dijo Harry, abriendo los ojos otra vez-. Tal vez Gryffindor no robó la espada. ¿Como sabemos que su versión de la historia es la buena?
-¿Eso importa?- preguntó Hermione.
-A mí me importa- dijo Harry.

-Cornamenta, es oficial—dijo sirius solemne—mi ahijado es un Gryffindor por completo.

Tomó un profundo respiro.
-Le diremos que le daremos la espada después de que nos ayude a entrar en la cámara... pero seremos cuidadosos de evitar decirle cuando exactamente podrá tenerla.

-No me gusta cómo suena eso—regañó Lily

Una amplia sonrisa se extendió lentamente en la cara de Ron. Hermione, sin embargo, parecía alarmada.
-Harry, no podemos...
-Podrá tenerla –continuó Harry-, cuando la hallamos usado con todos los Horrocruxes. Me aseguraré de que la tenga entonces. Mantendré mi palabra.

-Podría pasar mucho tiempo—dijo Alice

-Pero al menos no planea mentirle—james salió en defensa de su hijo—creo que es la mejor opción que tienen.

-¡Pero eso podrían ser años!- dijo Hermione.
-Si sé, pero él no la necesita. No estaré mintiendo... realmente.
Harry encontró sus ojos con una mezcla de desafío y verguenza. Recordó las palabras que habían sido grabadas sobre la entrada de Nurmengard: POR EL BIEN MAYOR. Apartó la idea. ¿Qué opción tenían?

Dumbledore se sintió incomodo, recordaba claramente que había sido él quien había dado a Grindelwald su lema, jamás se perdonaría por eso.

-No me gusta -dijo Hermione.
-A mí tampoco mucho -admitió Harry.
-Bien, creo que es genial -dijo Ron, poniéndose de pie otra vez. -Vamos a decírselo.

-Es increíble—dijo Ángela admirada—no siempre piensan igual, pero se entienden de tal forma que sin importar las diferencias, actúan unidos.
           
De vuelta en la pequeña habitación, Harry hizo la oferta, cuidando de decirlo sin dar una fecha definitiva para la entrega de la espada. Hermione miró con el ceño fruncido al piso mientras hablaba; se sintió irritado con ella, con temor de que pudiese estropearlo. Sin embargo, Griphook no tenía ojos para nadie excepto para Harry.
-¿Tengo tu palabra, Harry Potter, de que me darás la espada de Gryffindor si te ayudo?-
-Si -dijo Harry.
-Entonces aprieta mi mano -dijo el duende, levantando su mano.

-Espero que esa promesa no le lleve a meterse en problemas una vez voldemort caiga—dijo Remus—Griphook no la va a olvidar.

Harry la tomó y sacudió. Se preguntó si esos ojos negros vieron algún recelo en los suyos. Luego Griphook lo soltó, rápidamente juntó sus manos, y dijo, - ¡Entonces comenzamos!-
Era como planear entrar en el ministerio de nuevo. Acordaron trabajar en la pieza mas pequeña, la cual se mantenía, de acuerdo a la preferencia de Griphook, en semioscuridad.
-He visitado la cámara de Lestrange sólo una vez –les dijo Griphook-. La vez que me mandaron poner dentro la falsa espada. Es una de las cámaras mas antiguas. Las familias de magos mas antiguas guardan sus tesoros en el nivel mas bajo, donde las cámaras son mas grandes y estan mejor protegidas....-

-Es cierto—se lamentó james—nuestra cámara principal esta realmente al fondo, es increíble.

-La primera vez que acompañe a james, me maree—confesó Lily—son decenas de curvas cerradas, y  a esa velocidad que van los carros de Gringotts.

-La de los Black también está abajo—les dijo sirius—pero casi nunca voy, uso el dinero que me dejo mi tío Alph—dijo con cariño—que por cierto, fue una fuerte cantidad. Aunque supongo que ahora que soy el único Black vivo—dijo pensando en su hermano, Ángela sostuvo su mano—esa cámara es mía—luego rió—si mi madre supiera con quienes me voy a gastar su dinero, ja!—la risa se hizo más fuerte, y logró contagiar a los demás, luego Frank siguió leyendo.

Permanecían callados en la alacena hecha habitación durante horas cada vez. Lentamente los días se convirtieron en semanas. Había un problema tras otro que resolver, y si eso no era suficiente, su abastecimiento de poción Multijugos estaba considerablemente agotada.
-En realidad sólo hay suficiente para uno de nosotros -dijo Hermione, inclinando la poción espesa como fango contra la luz de la lámpara.

Escuchaban atentamente la poca información que se iba revelando sobre el plan, deseando y rogando que todo saliera bien.

-Será suficiente - dijo Harry, que estaba examinando el mapa hecho a mano de Griphook de los más profundos caminos.
Los otros habitantes de la casa de campo no podían evitar notar que algo estaba pasando, ahora que Harry, Ron y Hermione solo salían a las horas de las comidas.

-Deben estar muy preocupados—expresó Ángela—en especial Bill.

Nadie hacía preguntas, aunque Harry constantemente sentía en la mesa los ojos de Bill en los tres, pensativo, preocupado.
Cuanto mas tiempo pasaban juntos, mas se daba cuenta Harry de que no le gustaba mucho el duende. Griphook era inesperadamente sangriento, se reía de la idea de causar dolor a criaturas menores y parecía agradarle la posibilidad de que tendrían que herir a otros magos para llegar a la cámara de los Lestrange.

-Lo dicho—se asqueó sirius—los duendes son criaturas repugnantes.

Harry podría asegurar que su aversión era compartida por los otros dos, pero no hablaron de ello. Necesitaban a Griphook.

Lily se dio cuenta que tuvo razón al principio de la lectura del capítulo, pues si bien había empezado en un ambiente tranquilo, los planes de la incursión en Gringotts, junto con la compañía del sangriento duende habían alejado ese clima de relajación, aprobando su pensamiento de que en ese libro, todo cambiaba de un párrafo a otro.

El duende solo comió el resto de mala gana. Incluso después de que sus piernas estuvieran bien, continuó pidiendo bandejas de comida en su cuarto, como el todavía frágil Ollivander, hasta que Bill (después de un furioso arrebato de Fleur) fue arriba a decirle que la situación no podía continuar. Después Griphook se les unió a la atestada mesa, aunque rehusó comer la misma comida, insistiendo, en cambio, en pedir trozos de carne cruda, raices, y varios tipo de hongos.

-Bill y Fleur realmente deben apreciar a Harry—dijo Alice—pues solo aguantan al duende por él.

-Saben que Harry tiene buenos motivos para no dejar que el duende se marche.

Harry se sentía responsable: Era, después de todo, él quien había insistido en que el duende debería permanecer en la casa de campo para que él pudiese interrogarlo; culpa suya que toda la familia Weasley hubiese sido forzada a esconderse, que Bill, Fred, George, y el Sr. Weasley no pudiesen trabajar mas.
-Lo siento -le dijo a Fleur, una tempestuosa tarde de Abril mientras le ayudaba a preparar la cena. -Nunca quise que tuvieras que lidiar con todo esto.

-Ya es abril!—exclamó Lily

-Así es—dijo Ángela—ósea que llevan unos 8 meses vagando de un lado a otro.

-y Harry es tan noble—opinó Alice—se disculpa por las incomodidades.

-Estoy seguro de que eso lo sacó de Lils—dijo james sonriéndole a su esposa.

Ella acababa de poner algunos cuchillos a trabajar cortando en pedacitos filetes para Griphook y Bill, que prefería la carne sangrienta desde que había sido atacado por Greyback.

-Creo que eso responde a tu pregunta, Lunático—dijo sirius, Remus, durante el momento de la boda, había preguntado si Bill era un hombre lobo, ahora veían que había sido atacado, pero algo en la expresión les hacía pensar que no era propiamente un licántropo.

Remus asintió pero no dijo nada mas, por lo que Frank, ansioso por llegar a la parte de el robo a Gringotts, siguió leyendo.


Mientras los cuchillos cortaban tras ella, la expresión de su cara se suavizó.
-Haggy, tu salvaste  la vida de mi hegmanita,  yo no olvido.
Eso no era, estrictamente hablando, verdad, pero Harry decidió no recordarle que Gabrielle nunca había estado en verdadero peligro.
-De todas fogmas –continuó Fleur, señalando un pote de salsa en el fuego, que comenzó a burbujear inmediatamente- el señog Ollivandeg se va donde tía Mugiel esta noche, eso haga las cosas mas fáciles. El duende  -frunció el ceño un poco al mencionarlo- puede cambiagse abajo, y tú, Ron, y Dean pueden usag esa habitación.-

-No entendí lo de la hermanita de Fleur—confesó Remus—¿cómo pudo haberla salvado Harry si no estaba en peligro real?

-Ni idea lunático—dijeron james y sirius al tiempo.

-No nos importa dormir en el salón -dijo Harry, que sabía lo que Griphook pensaría de tener que dormir en el sofá; mantener a Griphook feliz era esencial para sus planes.
-No te preocupes por nosotros.- Y cuando ella intentó protestar se fué-Estaremos fuera de tus manos pronto, Ron, Hermione y yo. No necesitaremos estar aquí mucho mas.
-Pego, ¿Qué quieges decig? –dijo ella, frunciendo el ceño, su varita apuntando al fondo de la cacerola ahora suspendida en el aire.- Clago que no te debes igte, ¡estas a salvo aquí! -Se pareció mas a la Sra. Weasley cuando lo dijo, y agradeció que la puerta trasera se abriese en ese momento.

Lily y james, al igual que los demás, sintieron una profunda ola de agradecimiento hacia fleur, pues, era agradable saber que aunque ellos no estaban, existían más personas preocupadas por la seguridad de Harry.


Luna y Dean entraron, con el cabello húmedo por la lluvia de afuera y los brazos llenos de madera que flotaba en el mar.
-... y pequeñas orejas –estaba diciendo Luna-, un poco como los hippos, decía papá, pero morado y peludo. Y si quieres llamarlos, tienes que tararear; prefieren un vals, nada muy rápido...

-¿De que demonios está hablando?—preguntó sirius

-Sirius!—dijo en voz lenta Lily.

-Lo siento, pelirroja—todos rieron de sirius—pero en serio ¿Qué animal se supone que describe?

-Es luna, canuto—le respondió sirius antes que su esposa—no te exprimas el cerebro intentando entenderla.

Sintiéndose incómodo, Dean encogió los hombros cuando pasó frente a Harry, siguiendo a Luna a la sala que era comedor y sala de estar donde Ron y Hermione ponían la mesa.
Aprovechando la oportunidad de escapar de las preguntas de Fleur, Harry agarró dos jarros de jugo de calabaza y los siguió.
-... y si alguna vez vienes a nuestra casa podré mostrarte el cuerno, papá me escribió sobre eso pero no lo he visto aún, porque los mortífagos me capturaron en el expreso de Hogwarts y no fuí a casa en navidad –estaba diciendo Luna, mientras ella y Dean avivaban el fuego.

Todos recordaron el asunto de Xenophilius, y admiraban a Luna, pues su padre estaba encarcelado por apoyar a Harry, y aún así ella no le daba la espalda.

-Luna, te lo dijimos –le dijo Hermione- Ese cuerno explotó. Era de un Erumpent, no de un Snorkack de cuerno arrugado...-
-No, era definitivamente un cuerno de Snorkack,- dijo Luna serenamente, -Papá me lo dijo. Lo habrá reformado ya probablemente, se curan a sí mismos, ¿sabes?
Hermione sacudió su cabeza y continuó poniendo los tenedores mientras Bill aparecía, conduciendo al Sr. Ollivander por las escaleras. El creador de varitas todavía se veía excepcionalmente débil, y se aferró al brazo de Bill mientras éste lo sostenía, cargando una gran maleta.

-Pobre hombre—se lamentaron Alice y Ángela, mientras los demás asentían.

-Espero que los mortifagos no logren encontrarlo de nuevo—dijo Lily

-No lo harán—la tranquilizó Remus—los weasley lo protegen, y ellos están escondidos mediante un fidelio, no pasará nada.

-Voy a echarle de menos, Sr. Ollivander -dijo Luna, acercándose al viejo hombre...
-Y yo a tí, querida -dijo Ollivander, dándole palmaditas en el hombro-. Fuiste un inexpresable alivio para mí en ese terrible lugar.
-Entonces, au revoir, Mg. Ollivandeg -dijo Fleur, besándolo en ambas mejillas- Y me pregunto si podgia hacegme el favog de entregag un paquete a tía Mugiel.  No le he devuelto su tiaga.

-Vaya!, han pasado 8 meses y ella aún conserva la tiara—dijo sirius burlón—seguro tiene muchos ánimos de ver a Muriel

-Tú tampoco los tendrías—le acusó Remus—por lo que leímos, Muriel es terrible, no creo que a nadie le agrade mucho su compañía.

- Será un honor -dijo Ollivander con una pequeña reverencia- es lo mínimo que puedo hacer en agradecimiento a su generosa hospitalidad.
Fleur sacó un gastado maletín de terciopelo, el cual abrió para mostrarselo al creador de varitas. La tiara brillaba y centelleaba a la luz de la baja lámpara colgante.
-Piedras de luna y diamantes -dijo Griphook, que había llegado furtivamente al cuarto sin que Harry lo notara. -Hecha por duendes, ¿no?
-Y pagada por magos -dijo Bill seriamente, y el duende le lanzó una mirada que era tanto furtiva como desafiante.

-Por fin alguien que parece saber tratar con duendes—dijo con alivio Remus.

Un viento fuerte golpeó contra las ventanas de la casa mientras Bill y Ollivander ingresaban a la oscuridad. El resto de ellos se puso con dificultad alrededor de la mesa; codo a codo y con apenas suficiente espacio para moverse, comenzaron a comer. El fuego crujió y pasó por la rejilla a su lado. Fleur, notó Harry, simplemente jugaba con su comida; echaba un vistazo a la ventana cada poco minutos; sin embargo, Bill regresó antes que hubiesen terminado su primer plato, con el largo pelo enredado por el viento.

-La entiendo—dijeron Lily y Alice al tiempo, para que Lily continuara—cuando james salía en alguna misión, duraba preocupada todo el tiempo, mirando constantemente hacia afuera..

-Esperando que de pronto apareciera—terminó Alice.

-Todo está bien -le dijo a Fleur- Ollivander se instaló, mamá y papá mandan saludos. Ginny les envía todo su amor, Fred y George están sacando a Muriel de sus casillas, siguen con su negocio de pedidos mediante búhos en el cuarto trasero. Pienso que la animó tener otra vez su tiara. Dijo que pensaba que se la habíamos robado.
-Ah, es charmante tu tía -dijo Fleur irritadamente, agitando su varita y haciendo que los platos sucios se elevaran y formaran un montón en el aire. Los cogió y salió del cuarto.

-Sí, está claro—dijo sirius—fleur no quería verse con Muriel.

Nadie hizo caso al comentario del animago y Frank se limitó a seguir leyendo.

-Mi padre está haciendo una tiara -dijo con voz aguda Luna- Bueno, más bien una corona, en realidad.
Ron miró a Harry y sonrió; Harry supo que se estaba acordando del absurdo tocado que habían visto en su visita a Xenophilius.

Pero Ron y Harry no eran los únicos, sirius tuvo serios problemas para no empezar a reír a carcajadas al recordar el ridículo sombrero que el libro había descrito capítulos atrás, James supo de inmediato lo que pensaba su amigo, y también tuvo problemas para controlar la risa, Dumbledore tenía una casi invisible sonrisa en el rostro, mientras Ángela y Alice sonreían abiertamente al igual que Lily y Frank.

-Sí, esta tratando de recrear la diadema perdida de Ravenclaw. Cree que ya ha identificado la mayoría de los elementos fundamentales. Añadir la alas billywig realmente fue un avance...

Nunca entenderían a Luna y a su padre, con sus ideologías extrañas y sus pensamientos exóticos, pero al menos su lealtad estaba donde debía.

Se oyó una explosión en la puerta principal. Todo el mundo se giró hacia allí.

Tensión, la sonrisa en la cara de todos se borró, los pensamientos y palabras de Luna se dirigieron a un rincón muy apartado de sus mentes y esperaron ansiosos a que Frank les revelará la identidad del inesperado visitante.

Fleur salió corriendo desde la cocina, mirando aterrorizada; Bill se levantó rápidamente, con su varita apuntando a la puerta; Harry, Ron, y Hermione hicieron lo mismo. Silenciosamente Griphook se deslizó debajo de la mesa, fuera de la vista.

-Asqueroso cobarde—dijeron james y sirius al tiempo

-¿Quién es?- dijo Bill.
-Soy yo, ¡Remus John Lupin! -dijo una voz sobre el aullante viento.

-Remus—dijeron todos aliviados al tiempo, el hombre lobo se tranquilizó, pero solo un poco, pues ahora se preguntaban que había ocurrido para que Lupin visitara la casa de Bill.

Harry experimentó un estremecimiento de miedo; ¿que había pasado?- Soy un hombre lobo, casado con Nymphadora Tonks, y tú, Bill, el guardián secreto del refugio me revelaste la dirección y me instaste a venir en caso de cualquier emergencia.
-Lupin -susurró Bill, y corrió a la puerta abriéndola.

Todos se preguntaban que había pasado, ¿habría muerto alguien? ¿Serían mas malas noticias? ¿Estaban bien los weasley? ¿y Nymphadora?

Lupin cayó sobre el umbral. Estaba pálido, abrigado con una capa de viaje, su pelo grisáceo azotado por el viento. Se enderezó, miró alrededor del cuarto, asegurándose de quien estaba allí, luego gritó fuerte,

Frank sonrió antes de seguir leyendo en voz alta, pues había visto las palabras siguientes, su esposa, curiosa asomo la mirada, y una sonrisa se extendió por su cara, causando curiosidad y tranquilidad en los demás.

-¡Es un niño! ¡Lo hemos llamado Ted, por el padre de Dora!-
-Felicidades—gritó Lily poniéndose en pie y corriendo a felicitar a un anonadado Remus

-En hora buena—dijeron Ángela y Alice al tiempo imitando a Lily

-Bien hecho, Lunático—Sirius le palmeó la espalda, el licántropo aún no reaccionaba—un nuevo merodeador, creo Lunático, que ahora si somos familia—sirius estaba realmente feliz por su amigo—mira que tener un hijo con mi sobrinita de 7 años

-SIRIUS!—gritaron Lily, Ángela y Alice al tiempo, Ángela le dio un ligero pellizco en el brazo.

-Auch!—se quejó.

-Te lo mereces—fue lo que único que dijo james con una sonrisa radiante mirando a Lupin

Remus no decía nada, estaba allí sonrojado recibiendo las palabras de felicitación de sus amigos por un hijo que llegaría varios años en el futuro, sentía vergüenza por lo dicho por sirius, pero aún más potente que todo lo demás, estaba esa extraña calidez que se extendía rápidamente por su cuerpo, y una rara y hasta entonces jamás experimentada sensación de felicidad, ser padre, algo que nunca había creído posible, tener su propia familia, igual que James y Lily, de la misma forma que Frank y Alice y cómo, estaba seguro, dentro de poco se formalizaría la de sirius y Ángela, no se dio cuenta cuando una sonrisa enorme empezó a extenderse por su cara, ni de los acelerados latidos de su corazón, tampoco escuchaba ya las voces de sus amigos preocupados llamándolo a la realidad.

-¿Remus?—decían varias voces.

-¿Lunático?—esos eran sus amigos, ahora sonaban más claramente, james y sirius hablando al tiempo—¿estás bien?

-Tal vez debamos usar el Levicorpus—propuso sirius despabilándolo aún más—siempre ha funcionado.

-Si quieres conservar todo tu cuerpo entero, será mejor que ni se te ocurra esa posibilidad—dijo finalmente.

-Remus!—dijeron aliviados.

-¿Cómo te sientes?—preguntó el director con voz amable y una sonrisa.

-Mejor que nunca—contestó sincero y todos sonrieron.

-¿Seguro?—preguntó sirius—porque siempre puedo ayudarte—dijo mostrando su varita—estoy seguro de que no te ven..

-Ya cállate, canuto—intervino james sonriente—deja que lunático nos diga lo que piensa.—se volvió hacia su amigo que aún sonreía—¿y bien? ¿Qué opinas?

-Es…es…se siente—intentaba explicarse—es increíble—dijo finalmente—más que eso, no tengo palabras

-Te entiendo—dijeron al tiempo los Longbotton y los Potter.

-Es más que genial—dijo james mirando a su hijo dormir profundamente en la cuna—darías tu vida por ellos, todo por darles lo mejor.

-Creen que—Remus tragó saliva—creen que cuando cambiemos todo será posible que esto pase, es decir—se sonrojó y fue peor ante la sonrisa burlona de sirius—creen que hay posibilidad de que Dora y yo estemos juntos y de que podamos tener una familia.

-Las consecuencias de nuestras acciones son siempre inciertas—dijo Dumbledore, y Remus se entristeció—sin embargo—continuó avivando la esperanza—hay cosas que están predestinadas a ocurrir, y nada de lo que hagamos podrá cambiarlas, el amor siempre encuentra su camino.

-Y después de todo—dijo sirius después de que Remus volviera a exhibir su sonrisa—si ya una vez mi sobrinita fue lo suficientemente loca como para enamorase de ti, lo hará de nuevo, te lo aseguro.

-Gracias—dijo Remus con tal sinceridad en su voz que todos se sintieron realmente bien—Frank, sigue.

Hermione chilló.
-Que..? Tonks... Tonks tuvo el bebé?-

-No, Lunático lo tuvo—se mofó sirius con sarcasmo—por supuesto que Tonks tuvo el bebe—pensó por un segundo mientras todos reían—y por cierto ¿Por qué siguen llamándola Tonks? ¿No deberían decirle Lupin?

Las risas no se hicieron esperar, tal y como varios años en el futuro la noticia del nacimiento de Ted Lupin los llenó de felicidad y esperanza, en el pasado, leyendo lo que ocurriría en los sombríos años venideros, la llegada de una nueva vida, les daba esperanzas a todos.

-Si, si, ¡tuvo el bebé!- gritó Lupin. Todos alrededor de la mesa gritaron de placer y suspiros de alivio: Hermione y Fleur chillaron, -¡Felicidades!- y Ron dijo, -Dios, un bebé!- como si nunca hubiese escuchado eso antes.

-Es evidente lo bien que les sienta a todos la noticia—dijo Ángela con un brillo de ilusión en los ojos, que ni sirius ni nadie pasaron por alto.

-Por supuesto—expresó Dumbledore—una nueva vida, que fue concebida con amor siempre sentará bien.

-Si... si... un niño,- dijo Lupin otra vez, que parecía aturdido por su propia felicidad.

Tal y como se encontraba el Lupin que leía el libro, no hablaba mucho, se limitaba a escuchar y sonreír cada vez que la palabra “bebe” era dicha por su yo del futuro.

 Caminó a zancadas alrededor de la mesa y abrazó a Harry; la escena en el sótano en Grimmauld parecía no haber sucedido nunca.

James y sirius palmearon de nuevo su espalda, mientras Lily lo abrazaba otra vez.

-¿Serás su padrino?- dijo mientras miraba a Harry.

Cuando Frank leyó lo último el silenció se extendió por toda la sala, james observaba con la boca abierta a su amigo, mientras sirius tenía una sonrisa orgullosa en su rostro, los ojos de Lily brillaban de la emoción, y una lágrima de felicidad rodó por su mejilla.

-Tu…Harry—balbuceó james—gracias—dijo cuando pudo articular correctamente mientras Lily asentía—, por tenerle tanta fe a mi hijo como para confiarle el tuyo.

-Siendo hijo tuyo y de Lily, nada podría salir mal—contestó Remus con una sonrisa—estoy seguro de que es lo mejor.

-Además!—dijo sirius arrogante, pero sonriendo a mas no poder—me tuvo a mí de ejemplo de padrino, así que tiene el mejor modelo a seguir—terminó mirando con cariño a su ahijado.

-Exactamente—Lily le sonrió.

La lectura prosiguió en un ambiente de felicidad absoluto.

-Y...¿yo?- tartamudeó Harry.
-Tu, si, claro... Dora esta de acuerdo, quién mejor...

-Nadie—dijo james sonriendo y al final salió un poco de su típica arrogancia Potter—es mi hijo, por supuesto que es el mejor.

-Y luego dicen que el arrogante soy yo—se mofó sirius, todos reían, pero nadie se mostraba más alegre que Remus.

-Yo... si... Dios...
Harry se sintió abrumado, atónito, encantado; Bill se apuraba buscando el vino, y Fleur persuadía a Lupin para unírseles a tomar un trago.
-No puedo quedarme más, debo volver,- dijo Lupin, sonriendo radiante entre ellos: Parecía varios años más joven de lo que Harry nunca lo había visto.

Los presentes sabía la vida difícil que siempre había llevado Remus, y tenían aún más claro el hecho de que a pesar de eso, Remus se afanaba por ayudar a los demás, por su bondad y su disposición a hacer lo correcto, era por eso que lo admiraban tanto. Si había alguien que merecía un pago por todo lo bueno ese era Remus, y la vida lo premiaba con el mejor regalo: Un hijo.

-Gracias, gracias, Bill-
Bill pronto había llenado todas sus copas, se pararon y las levantaron en alto en un brindis.
-Por Teddy Remus Lupin,- dijo Lupin, -¡un gran mago en potencia!-

-Salud!—dijeron james y sirius al tiempo alzando copas imaginarias, Remus les agradeció con una sonrisa.

-¿A quién se paguece?- Fleur preguntó.
-se parece a Dora, pero ella piensa que es igual que yo

-Pobre niño—se burló sirius ganándose un golpe de su novia

. No tiene mucho pelo, al nacer lo tenía negro, pero cambió a pelirrojo al cabo de una hora. A estas alturas probablemente debe tenerlo rubio, Andrómeda dijo que el cabello de Tonks había comenzado a cambiar el día en que nació.- Vació su copa. -Oh, venga entonces, solo una mas,- añadió, sonriendo radiante, mientras Bill la llenaba otra vez.

-Un metamorfo—se emocionaron todos.

-La hiciste bien, Lunático—le felicitó sirius—así podrá cambiar su apariencia cuando haga alguna broma en Hogwarts, y no lo reconocerán!—dijo emocionado mientras todos negaban con la cabeza.

-Eres imposible—dijeron Lily y Remus al tiempo, pero ambos sonriendo abiertamente.

El viento azotó continuamente la pequeña casa y el fuego saltó y crujió, y Bill pronto estaba abriendo otra botella de vino. Las noticias de Lupin parecían haberlos hecho salir de sí mismos, sacándolos por un rato de su estado de sitio: las noticias de una nueva vida eran estimulantes.


Era evidente por la cara de todos, que ellos pensaban igual que Harry, y más cuando esa nueva vida era nacida en el seno de una familia amorosa tan cercana a ellos.

Sólo el duende parecía impasible ante la repentina atmósfera festiva, y tras un rato se escabulló de vuelta a la habitación que ahora ocupaba solo.

-¿A quién le importa ese estúpido duende?—preguntó sirius bufando—la fiesta sin él está perfectamente, no necesitamos aguantar su presencia para festejar la llegada del segundo hijo de merodeador.

Harry pensó que había sido el único que lo había notado, hasta que vio los ojos de Bill siguiendo al duende escaleras arriba.
-No... no... En realidad debo volver,- dijo Lupin al final, declinando otra copa de vino. Se levantó y se echó de nuevo la capa de viaje alrededor- Adiós, adiós...trataré de traer unas fotos en unos días... estarán todos tan felices de saber que los he visto...

-No seas aguafiestas, lunático!—le reprendió sirius—quédate u poco más.

-Tiene una esposa que acaba de dar a luz y un hijo esperándolo—le recordó james mirando a su propia esposa—es lógico que tenga que irse.

Remus asintió pero no dijo nada, en su cabeza se vio sosteniendo un pequeño bebe, tal y como había cargado a Harry varias veces, cuando este solo tenía días de nacido, imaginarse que era el suyo propio lo llenó de dicha.

Se sujetó la capa y se despidió, abrazando a las mujeres y apretando las manos de los hombres, luego, todavía con una radiante sonrisa, regresó a la salvaje noche.

-Me alegro tanto—expresó Lily—no puedo creerlo Remus.

-Tampoco yo—confesó lupin—pero no te niego que la sensación es maravillosa.

-¡Padrino, Harry!- dijo Bill mientras caminaban a la cocina juntos, ayudando a limpiar la mesa. -¡Un verdadero honor! Felicidades!

-Todo un honor—dijo sirius con solemnidad

Mientras Harry ponía abajo las copas vacías que estaba trayendo, Bill cerró la puerta detrás de él, acallando las voces aún audibles de los demás, quienes continuaban con la celebración incluso con la ausencia de Lupin.

-No han tenido muchos motivos para celebrar—se lamentó Alice—en especial los chicos que duraron tanto tiempo alejados de todo y todos, es bueno que tengan un tiempo para hacerlo, para vivir y ser felices pese a lo que está pasando.

-Quería tener una conversación privada, Harry. No ha sido fácil tener una oportunidad con la casa llena de gente.- dijo Bill indeciso- Harry, estas planeando algo con Griphook.

-Que directo—dijeron james y Alice al tiempo.

Era una declaración, no una pregunta, y Harry no se molestó en negarlo. Simplemente miró a Bill, esperando.
-Conozco a los duendes,- dijo Bill. -He trabajado para Gringotts desde que deje Hogwarts.

-Eso lo explica—dijo lupin—ya decía yo que era el único por ahí que sabía tratar a los duendes, trabajando con ellos tenía que aprender a hacerlo.

Hasta el punto en que magos y duendes pueden ser amigos, tengo amigos duendes.. o, al menos, duendes que conozco bien y me agradan.- Dijo, otra vez indeciso- Harry, ¿que quieres de Griphook, y que le prometiste en recompensa.?

-No sé porque supone que se lo dirá—dijo Remus—ya sabe que Harry no le revelará nada que tenga que ver con su misión y lo único que puede estar planeando con Griphook debe estar relacionado con la misión de Dumbledore.

-Solo está preocupado—Lily fruncía el ceño: ella también lo estaba—su hermano, Harry y hermione están planeando algo con un duende, una de las criaturas más sanguinarias y peligrosas para hacer tratos que hay, es obvio que quiera ayudarlos y evitar que se metan en algún aprieto.

-No puedo decírtelo -dijo Harry- Lo siento, Bill.

Remus no dijo nada, pero una sonrisita de suficiencia se plantó en su cara.

La puerta de la cocina se abrió detrás de ellos; Fleur estaba tratando de traer mas copas vacías.
-Espera –le dijo Bill- Solo un momento.
Ella se volvió y cerró la puerta otra vez.
-Entonces tengo que decirte esto -continúo Bill- Si has cerrado cualquier clase de negocio con Griphook, y particularmente si ese negocio envuelve un tesoro, debes ser excepcionalmente cuidadoso. Las nociones de los duendes de propiedad, pagos, y reembolso no son las mismas que las de los magos.

-No esta ayudando—dijo sirius—eso solo preocupará a Harry de forma innecesaria.

Harry sintió un ligero retorcimiento de disconformidad, como si una pequeña serpiente se hubiese agitado dentro de él.

-¿Por qué rayos piensa en serpientes?—se escandalizó sirius—debe odiarlas!

-Cállate y deja leer—le reprendió Lily entre preocupada, divertida y seria.

-¿A qué te refieres?- le preguntó.
-Estamos hablando de una manera diferente de ser -dijo Bill.- Los negocios entre magos y duendes han estado llenos de problemas durante siglos.. pero sabrás todo eso por la Historia de la Magia. Ha habido faltas de ambos lados, nunca alegaría que los magos han sido inocentes. Sin embargo, hay una creencia entre algunos duendes, y los de Gringotts son quizás mas propensos, de que los magos no son fiables en asuntos de oro y tesoros, que no tienen respeto a las posesiones de los duendes.
-Yo respeto...- Harry comenzó, pero Bill sacudió su cabeza.

-Harry no lo entiende—se lamentó james—Espero que no ocurra nada malo, no se debe confiar en los duendes.

-Tú no entiendes, Harry, nadie puede entenderlo a menos que hayan vivido con duendes. Para un duende, el legítimo y verdadero dueño de cualquier objeto es el creador, no el comprador. Todos los objetos hechos por duendes son, a sus ojos, legítimamente suyos.

Escuchaban atentos las advertencias de Bill, tal vez era el hecho de saber que Ted acababa de nacer, pero si bien las palabras del pelirrojo les preocupaban, no lo hacía a tal extremo de desesperarlos.

-Pero si fue comprado...-
-...entonces ellos lo consideraran alquilado por el que pago. Ellos tienen, sin embargo, serias dificultades en aceptar la idea de objetos hechos por duendes que pasan de mago en mago. Viste la cara de Griphook cuando la tiara pasó bajo sus ojos. Lo desaprueba. Creo que piensa, como los mas violentos de su tipo, que deberían ser devueltas a los duendes una vez que el comprador original muere. Ellos consideran nuestro hábito de quedarnos con objetos hechos por duendes, pasando de mago a mago sin un mayor pago, poco mas que un robo.

-¿Creen que Bill sepa algo mas de lo que esta diciendo?—preguntó Ángela—o solo previene a Harry en lo que es negociar con un duende.

-Creo que sospecha algo, y creo que aunque no tuviera ninguna idea de lo que planean, al ver a Harry, Ron y Hermione pasar tanto tiempo con el duende, también se preocuparía y les diría todo eso—opinó Lily.

Harry tuvo la sensación de que algo no oportuno acababa de pasar; se preguntó si Bill adivinaba mas de lo que él le estaba diciendo.
-Todo lo que estoy diciendo,- dijo Bill, poniendo su mano en la puerta que volvía a la sala de estar- es que hay que ser muy cuidadoso en lo que le prometes a los duendes, Harry. Sería menos peligroso entrar a la fuerza en Gringotts que fallar a la promesa hecha a un duende.

-y Dio en el clavo—dijo sirius.

-Eso va a preocupar mucho a Harry—dijo Alice intranquila—y lo menos que necesitan es perder la concentración debido a la preocupación.

-Creo que eso no pasará—dijo el director y todos le observaron—Harry ha demostrado que sabe actuar bajo presión.

-Esta bien -dijo Harry mientras Bill abría la puerta- Gracias. Lo tendré en cuenta.
Mientras él continuaba allí, Bill volvió con los demás. Un irónico pensamiento vino a él, sin duda del vino que había bebido. Parecía ya en proceso de convertirse en un padrino tan imprudente para Teddy Lupin como Sirius Black lo había sido para él.

-Yo no soy imprudente!—se quejó sirius ofendido.

-Si lo eres—dijeron al tiempo los demás.

-Cómo cuando quisiste atacar a los Slytherin tu solo—le recordó james—y eran mas de 15

-O cuando insistías en irrumpir por la fuerza en la mansión de los Lestrange—aportó Remus—sin saber cuántos mortifagos había allí ni si el mismo Voldemort estaba en el lugar.

-O aquella vez en que con mil maldiciones volando—hablo esta vez Lily—atravesaste Hogsmeade para ayudar a james.

-Bueno, bueno ya entendí—los cortó sirius antes de que siguieran con la lista.

-Pero irresponsable o no—dijeron james y Remus al tiempo

-Eres el mejor padrino que pudo tener Harry—Lily le sonrió al tiempo que hablaba.

-y el mejor amigo que podemos tener—de nuevo james y Remus hablaron al tiempo.

-y el hombre más maravilloso del mundo—terminó Ángela besándolo.

Sirius no dijo nada, extrañamente no bromeó, ni se quejo de cursilerías, simplemente le sonrió a sus amigos y le contestó el beso a su novia.

Después de eso Kreacher se ofreció a arreglar las camas, Lily apareció una para él, que el elfo aceptó con una pequeña inclinación de la cabeza, después de eso, todos se dejaron llevar por el sueño, pues era pasada la medianoche y estaban extremadamente cansados.

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