jueves, 22 de septiembre de 2011

Capitulo 13. La magia es el poder



A la mañana siguiente lo que los despertó fue el llanto de Harry reclamando atención y por supuesto comida, el pequeño se había quedado dormido temprano el día anterior, por lo que fue lógico que se levantara también con el alba, Lily acudió a la cuna de inmediato, su esposo y Remus se pusieron también en pie buscando el libro, antes de recordar que Dumbledore se lo había llevado la noche anterior, conociéndolo seguro ya habría leído una buena cantidad del libro, sirius por su parte intentó dormir de nuevo, pero un aguamenti de Remus y un levicorpus de james fueron suficientes para que el animago cesará sus intensos de descansar de nuevo, y se pusiera en pie, respondiendo a los hechizos de sus amigos, iniciando un leve duelo, donde James y Remus reían de un sirius oculto bajo la cama encantada de Lily, pues a pesar de sus altos dotes como duelista, el hecho de que aun estuviera somnoliento y que luchara contra dos, no le ayudo en absoluto, el resultado final fue una Lily bastante molesta, pues uno de los hechizos de sirius paso muy cerca de Harry, por lo que el pequeño duelo termino allí, mientras la pelirroja aun enfadada comentaba

-No podremos hacer nada mientras Dumbledore tenga el libro, tendremos que esperar a que venga a traerlo

-Creen que lo leerá todo antes de devolvérnoslo?-preguntó james

-mmm-contestó Remus--no lo creo, que irá investigando a medida que lea, y cuando vaya avanzando seguirá leyendo

-Bastante exacto señor lupin-dijo Dumbledore con una sonrisa, desde la puerta con el libro en la mano

-Señor-dijeron todos al tiempo

-Mucho me temo que no podré leer con ustedes hoy-dijo el anciano con una sonrisa-tal y como dijo Remus tengo que investigar unos asuntos, me alegra decir que me adelante un par de capítulos, por lo que posiblemente tengo unos días para hacer mis investigaciones antes de alcanzarlos-y sin mas le paso el libro a un asombrado sirius y salió tras un asentimiento de la cabeza

-Me preguntó como hizo para leer todo eso en una sola noche-dijo sirius confundido

-Creo que ayuda el hecho de que es una sola persona quien esta leyendo-explicó Lily que ante la vuelta del libro y lo dicho por Dumbledore había olvidado que estaba molesta con los merodeadores--además de que no hay quien lo interrumpa, nosotros interrumpimos constantemente

Lo que los ellos no sabían era que Dumbledore había usado un giratiempo, y había hecho una copia del libro, la cual aun descansaba en su despacho, mientras que el original lo tenían ellos, por lo que con ayuda del giratiempo, había leído mucho mas de lo que los merodeadores y Lily podrían haber leído aunque lo hicieran rápido y sin interrumpir.

Lily recordó algo y mirando a su esposo y amigos anunció

-Estoy realmente orgullosa de todos ustedes-la miraron sin comprender por lo que rápidamente se explicó-por su comportamiento ayer en la reunión frente a Pettegrew, si yo estaba que lo maldecía solo por atreverse a saludar a Harry, no quiero imaginar el esfuerzo que supuso para ustedes, que lo consideraban su amigo

-Por Harry todo vale la pena-dijo james mirando a su hijo-al igual que por ti, si le hubiésemos dejado saber lo que pasaba, seguro que iría corriendo a contárselo a voldemort, y posiblemente entonces no sirva de nada tener la información que tenemos.

-Así es pelirroja-acotó sirius-y aunque no sea suficiente, esa rata asquerosa sufrirá lo suyo cuando le falle a voldemort en entregárselos a ustedes

Lily asintió mientras alimentaba a Harry, le pequeño ajeno a la situación simplemente recibía lo que su madre le ofrecía, sin imaginarse si quiera que si no fuera por ese libro, crecería huérfano, no sabría su origen hasta los once años y viviría marcado por una profecía de la que no tendría conocimiento hasta los quince…

-Como sea-dijo james a quien evidentemente el tema se Peter lo ponía iracundo-cielo, sirius debería empezar a leer, así ganamos tiempo mientras tu alimentas a Harry

Lily dirigió una mirada a sirius, y esto con una sonrisa abrió el libro en la página en la que iniciaba el capítulo 12 del libro, empezó a leer


Capítulo 12
LA MAGIA ES PODER

Todos fruncieron el ceño ante ese titulo, en otro contexto se hubiesen sentido alegremente intrigados, pero sabían que viniendo del libro que estaban leyendo no podía significar nada bueno

Mientras agosto se agotaba, la plaza de desaliñado césped en medio de Grimmauld Place se marchitó al sol hasta que quedó quebradiza y marrón. Los habitantes del número doce nunca eran vistos por ninguno de los ocupantes de las casas circundantes, ni tampoco el número doce en sí mismo. Los muggles que vivían en Grimmauld Place hacía mucho que habían aceptado el divertido error en la numeración que había causado que el número once se asentara junto al número trece. Y aún así la plaza atraía ahora a todo un flujo de visitantes que parecían encontrar esta anormalidad de lo mas intrigante. Apenas pasaba un día sin que una o dos personas llegaran a Grimmauld Place sin otro propósito, o al menos así lo parecía, que el de apoyarse contra el pasamanos de cara a los números once y trece, observando la unión entre las dos casas.

Mortifagos sin duda-dijo Lily colérica-me alegra que le dejaras esa casa sirius, al menos parece que allí no pueden verlos

Sirius asintió pero no paro la lectura

 Los acechadores nunca eran los mismos dos días seguidos, aunque todos parecían compartir un desagrado por la ropa normal. La mayoría de los londinenses que pasaban junto a ellos vestían de forma excéntrica y tomaban poca nota, aunque ocasionalmente uno de ellos podía mirar atrás, preguntándose por qué todo el mundo llevaba capas tan largas con este calor.

-Recuerdo cuanto empezamos a salir james-dijo Lily con una sonrisa-nuestras primeras citas en el mundo muggle fueron realmente divertidas, me alegro que aprendieras a vestirte correctamente

Todos rieron recordándolo, lo cierto era que ni sirius ni james solían tener una buena idea de cómo vestirse para pasar desapercibidos en el mundo muggle, Remus al ser mestizo, si sabia como debía hacerlo, pero como era usual sus amigos no lo escuchaban

-Te acuerdas la cara de tu hermana aquella vez que la encontramos por casualidad en esa tienda muggle, a donde me llevaste a comprar ropa adecuada?-preguntó james muerto de risa y Lily asintió de igual manera, al ver a todos riendo, Harry soltó una pequeña risa también-parecía que moriría de un ataque.

Los observadores parecían obtener poca satisfacción de su vigilia. Ocasionalmente uno de ellos se echaba hacia adelante excitado, como si hubiera visto algo interesante al fin, solo para volver a caer hacia atrás pareciendo decepcionados.
El primer día de septiembre había mas gente que nunca acechando en la plaza. Media docena de hombres con capas largas estaban de pie silenciosos y vigilantes, mirando como siempre hacia las casas once y trece, pero lo que fuera que estuvieran esperando parecía que seguía eludiéndoles.

-Vaya que cada día los mortifagos son mas imbéciles-dijo sirius-Harry escondiéndose desde esa boda y ellos piensan que saldrá tan tranquilo con su baúl del colegio rumbo a Hogwarts

-Pues personalmente me alegra enterarme que la inteligencia de los mortifagos vaya en picado, eso le da ventaja mi hijo y sus amigos

Todos estaban de acuerdo con Lily, sirius continuo la lectura, le intrigaba enormemente el titulo del capitulo, le recordaba a las absurdas lecciones de su madre sobre los sangre pura y el dominio que deberían ejercer sobre los muggles

 Cuando cayó la noche, trayendo una inesperada bocanada de lluvia fría por primera vez en semanas, tuvo lugar uno de esos inexplicables momentos en los que parecían haber visto algo interesante.
El hombre de la retorcida cara puntiaguda y su compañero mas cercano, un hombre rechoncho y pálido, se echaron hacia adelante, pero un momento después se habían relajado a su estado anterior de inactividad, pareciendo frustrados y decepcionados.

Lily se tensionó ante la primera parte, mientras abrazaba firmemente a su hijo, pero en cuanto sirius termino se vio el alivio en la cara de la pelirroja, por un segundo pensó que habían atrapado a su hijo

Entretanto, dentro del número doce, Harry acababa de entrar en el vestíbulo.
Casi había perdido el equilibrio al Aparecerse sobre el escalón mas alto justo fuera de la puerta principal, y gracias a eso los mortifagos podían haber captado un vistazo de su momentáneamente expuesto codo. Cerrando la puerta cuidadosamente tras él, se quitó la Capa de Invisibilidad, colgándosela del brazo, y se apresuró a lo largo del sombrío pasillo hacia la puerta que conducía al sótano, con un ejemplar robado de El Profeta aferrada en la mano. El acostumbrado susurro de "Severus Snape" le saludó, el viento frío le barrió, ysu lengua se enrolló por un momento.

-Yo no te maté -dijo.

Ninguno de los presentes se acostumbraba aun a la idea de que el gran Albus Dumbledore estuviera muerto, si el poder de voldemort ya era lo suficientemente grande para intentar tomar el control del mundo mágico con el director de Hogwarts presente, no querían ni pensar como seria la situación con el ausente, Lily se estremeció delicadamente

 Al instante su lengua se había desenrollado, después contuvo el aliento cuando la polvorienta figura del maleficio explotó. Esperó hasta estar a mitad de la escalera hacia la cocina, fuera del oído de la Señora Black y se limpió la nube de polvo, antes de gritar.
-Tengo noticias, y no les gustarán.
La cocina estaba casi irreconocible. Cada superficie estaba ahora pulida. Ollas de cobre y sartenes habían sido bruñidas hasta darles un brillo rosado; la superficie de madera de la mesa brillaba; las copas y platos ya estaba preparados para la cena destellando a la luz de un fuego que ardía alegremente, y sobre éste hervía un caldero. Nada en la habitación, sin embargo, nada estaba mas dramáticamente cambiado que el elfo doméstico que se acercó apresuradamente hasta Harry, vestido con una esponjosa toalla blanca, el pelo de sus orejas tan limpio y sedoso como algodón, y el guardapelo de Regulus rebotando contra su delgado pecho.
Sirius no creía lo que estaba leyendo, se tomó el tiempo de leer de nuevo, desde que había muerto su madre, el elfo parecía haber dejado de limpiar la casa, y mas aun desde la desaparición de su hermano, aunque claro, no era como si kreacher fuera un gran admirador sucio, después de todo su querida madre se había encargado de dejar claro el tipo de decepción que sentía en lo referente a su hijo mayor

-¿Qué te pasa canuto?-dijo james preocupado por su amigo

-Es que desde que murió mi madre-era evidente que a sirius no le agradaba hablar de su progenitora- y mas aun desde la desaparición de Regulus, la ultima vez que estuve en casa, para reclamar lo que me correspondía por ser el ultimo Black, vi a kreacher y a la casa en si, y el elfo lucia realmente sucio, pero nada como la casa, se veía totalmente abandonada, como si nadie hubiese estado allí en años

Ninguno dijo nada, pero era obvio que sirius empezaba a percibir a kreacher de manera diferente, el merodeador no agrego nada mas y continuo leyendo.

-Zapatos fuera, por favor, Amo Harry, y manos limpias antes de cenar –graznó Kreacher, cogiendo la Capa de Invisibilidad y colgándola de un gancho en la pared, junto a un buen número de capas pasadas de moda que habían sido recientemente lavadas.

Sirius leía con el ceño fruncido, lo que evidenciaba su estupefacción

-¿Qué pasa? -preguntó Ron aprensivamente. Hermione y habían estado estudiando una larga lista de notas manuscritas y mapas hechos a mano que se apilaban descuidadamente al final de larga mesa de la cocina, pero ahora observaron a Harry mientras este se acercaba a ellos y tiraba el periódico en la alto de los pergaminos esparcidos por todas partes.
Una gran foto de un familiar hombre moreno de nariz ganchuda les miraba a todos; debajo un titular decía:

Pero sirius no les dijo que decía, se quedó como embobado sin asimilar las palabras que su boca se negaba a pronunciar

-Sirius!!—dijo Lily al borde de un colapso de nervios-quieres decirnos de una vez que decía el periódico!!

-Esta bien-contestó canuto-pero estoy seguro que les gustara tan poco como a mi-se aclaró la garganta y anunció

SEVERUS SNAPE CONFIRMADO COMO DIRECTOR DE HOGWARTS

-QUE!!!-Fue el grito general, de tal magnitud que Harry rompió a llorar asustado, James lo tomo de los brazos de su esposa y el pequeño se calmó

Los merodeadores y Lily no salían de su asombro, las cosas debían estar peor de lo que imaginaban en ese año, pues si el asesino de Albus Dumbledore terminaba como director del colegio, era porque voldemort ya estaba casi en la cumbre del poder
-Siempre le dije a Dumbledore que no debía confiar en Quejicus-dijo sirius muy resentido-y ya ven que tenia razón, lo asesino y se hizo con el control del colegio, es una verdadera serpiente traicionera

Lily no decía nada, después de todo aunque Snape y ella hubiesen tomado caminos separados desde hacia varios años, la pelirroja había guardado un cariño muy especial por el chico que se convirtió en su primer y mejor amigo en el mundo mágico, y la verdad era que le causaba verdadera repulsión, y algo de lastima ver la clase de persona en la que se había convertido

-Las cosas no pueden ir peor-dijo james con el ceño fruncido-si esa serpiente es el director, no quiero imaginar al resto del cuerpo docente

-McGonagall no es ninguna cobarde-abrió la boca lupin-estoy seguro de que tratará de mantener a salvo a los alumnos, aun a costa de su propia seguridad

Lily no dijo nada, pero asintió de acuerdo con las palabras del licántropo, todos pensaban que no valía la pena todo el esfuerzo que hacían en ese año, y todas las muertes, si después de todo varios años después las cosas empeoraban en lugar de mejorar.

-¡No! -dijeron Ron y Hermione ruidosamente.
Hermione fue la mas rápida; agarró el periódigo y empezó a leer la historia que acompañaba a la foto en voz alta.
-"Severus Snape, durante largo tiempo Profesor de Pociones de la Escuela de Hogwarts de Magia y Hechicería, ha sido hoy designado director en el mas importante de los muchos cambios de personal de la antigua escuela. Después de la destitución del anterior profesor de Estudios Muggles, Alecto Carrow ocupará el puesto, mientras su hermano, Amycus, ocupará la posición de Defensa Contra las Artes Oscuras.

-Defensa contra las artes oscuras-gruñó sirius-de seguro que en esa asignatura se encargaran de enseñar las maldiciones imperdonables y hasta a torturar a los demás-estaba fuera de si, al igual que los demás--y estudios muggles, estoy mas que convencido de que les llenaran la cabeza con cosas como “Los muggles son basura” y mil patrañas mas por el estilo

 "Doy la bienvenida a la oportunidad de defender nuestra mas fina cultura mágica y sus valores...."

Todos estaban totalmente indignados, si eran libres de hacer semejante anuncio por el profeta, no eran capaces de imaginar lo que harían los mortifagos a sus opositores.

¡Como cometer asesinatos y cortar las orejas a la gente, supongo! ¡Snape director! Snape en el estudio de Dumbledore... -¡Por los pantalones de Merlin! –chilló hermione, haciendo que Harry y Ron saltaran. Se puso de pie de un salto y salió corriendo de habitación, gritando mientras lo hacían-. ¡Vuelvo en un minuto!

A pesar de la divertida reacción de la chica, ninguno rio, ni siquiera sirius, la noticia de que la escuela que en ese momento les servía de refugio iba a pasar a manos de los mortifagos y del mismo voldemort quitaba cualquier gana de reír a todos, se sentían impotentes al ver todo lo que había pasado en el mundo años mas tarde, por no haber podido derrotar a voldemort en su tiempo

-¿Por los pantalones de Merlín? -repitió Ron, que parecía divertido-. Debe estar realmente enojada -Empujó el periódico hacia él y estudió el artículo sobre Snape.
-Los demás profesores no apoyarán esto. McGonagall y Flitwick y Sprout, todos saben la verdad, sabén como murió Dumbledore. No aceptarán a Snape como director. ¿Y quienes son esos Carrows?
-Mortifagos -dijo Harry-. Hay fotos de ellos dentro. Estaban en lo alto de la torre cuando Snape mató a Dumbledore, así que todos son muy amiguitos. Y –siguió Harry con amargura, acercando una silla-, no veo como los demás profesores vayan a tener nada que decir. Si el Ministerio y Voldemort apoyan Snape será una elección entre quedarse y enseñar, o unos agradables añitos en Azkaban... y eso si tienen suerte. Apuesto a que se quedarán e intentarán proteger a los estudiantes.

-Es lo que haría yo-dijo james-si fuera profesor

Ese comentario por fin logró romper la tensión, pues al imaginarse al irresponsable y bromista james de profesor, todos tuvieron que luchar por contener la risa, era un papel que no le encajaba en absoluto

-Qué??-preguntó Potter ofendido

-No es por nada cielo-respondió Lily aun luchando por no reír a carcajadas-pero ser profesor no fue hecho para ti.

-Crees que no soy lo suficientemente bueno como para enseñar a los mas jóvenes?-inquirió de nuevo furioso

-No tiene que ver con habilidades, cariño-contestó Lily-sino con el hecho de que en lugar de castigar a un alumno por una travesura, tu seguramente lo premiarías con puntos para su casa

James empezó a reír, y tuvo que reconocer que su esposa tenía razón

-Pero tienes que reconocer que seria el profesor favorito de todos-logró decir entre risas--incluso podría darles uno que otro consejo para sus bromas, en especial si son contra los Slytherin

Lily negó con la cabeza pero seguía riendo, sirius exclamó un “Bien dicho cornamenta” y Remus simplemente reía de la ocurrencia de su amigo, al cabo de un rato sirius continuo la lectura

Kreatcher se acercó apresuradamente a la mesa con una gran sopera en las manos, y sirvió la sopa en inmaculados cuencos, silbando entre dientes mientras lo hacía.
-Gracias, Kreatcher -dijo Harry, pasando las páginas de El Profeta para no tener que ver la cara de Snape-. Bueno, al menos ahora sabemos sin lugar a dudas a que bando pertenece

Empezó a llevarse la cuchara de sopa a la boca. La calidad de la comida de Kreacher se había incrementado dramáticamente desde que le habían dado el guardapelo de Regulus. Hoy las cebollas francesas estaban mas buenas de lo que Harry nunca había saboreado.

-¿Creen que si me gano la confianza de kreacher hará es sopa que a tu madre se le daba tan bien?-inquirió sirius mirando a james

-Es posible-dijo james recordando la época en la que sirius vivió en su casa, y su madre Dorea lo consentía con aquella sopa que al ojigris encantaba-tendríamos que probar, a lo mejor tenemos suerte

-Todavía hay un montón de mortifagos vigilando la casa -dijo a Ron mientras comía-, mas de lo normal. Es como si estuvieran esperando que saliéramos con nuestros baúles y nos dirigiéramos al Expreso de Hogwarts.

Remus no podía estar mas de acuerdo con el chico, la verdad era que todos lo estaban, pensaban que a los mortifagos se les estaba acabando la inteligencia y eso los hacía sentirse bastante felices

Ron miró su reloj.
-He estado pensando en eso todo el día. Partió hace casi seis horas. Raro, no estar en él, ¿verdad?
En su imaginación a Harry le pareció ver la máquina de vapor escarlata a la que Ron y él habían seguido una vez por el aire,

-¿Que demonios estaba haciendo Harry para perseguir el expreso de Hogwarts por los aires?-Lily estaba extrañadísima-mira que eso los supera incluso a ustedes

-No lo sé-contestó james con una sonrisa de oreja a oreja-pero sea lo que sea, estoy orgulloso de el, cada vez demuestra mas que es un digno hijo de merodeador

reluciendo entre campos y colinas, con el retumbar de la locomotora escarlata. Estaba seguro de que Ginny, Neville y Luna estaban sentados juntos en este momento, quizás preguntándose donde estaban Ron, Hermione y él, o debatiendo muevas formas de minar el nuevo régimen de Snape.

-¿No les parece que los chicos de esa generación son un poco mas valientes?-preguntó Remus--miren que incluso los de séptimo de esta generación se mantienen al margen del peligro, y muchos de los se graduaron con nosotros y tienen habilidades que pueden servir a la orden, rehusaron unirse a ella
-Tienes razón-dijo Lily que no había pensado en el asunto-aunque deberían sentirse orgullosos, no es bueno que unos chicos tan jóvenes quieran enfrentarse a voldemort y sus seguidores

-Oh!, Vamos pelirroja!!-replicó sirius ceñudo-que edad tenias tu cuando quisiste unirte a la orden?, si no recuerdo mal fue Dumbledore quien te lo impidió

Ese comentario dejo silenciada a Lily, pensó que el hecho de ser madre le daba una perspectiva diferente de la vida, por eso consideraba a los chicos demasiado jóvenes como para presentar resistencia, de pronto se sintió inmensamente orgullosa de los amigos de su hijo, y de su ahijado Neville, pues según lo que leían, el hijo de su amiga Alice era uno de los principales líderes de la revolución de los jóvenes, sonrió inconscientemente mientras sirius leía de nuevo

-Casi me vieron volver ahora mismo -dijo Harry-. Aterricé de mala manera sobre el escalón mas alto y la Capa resbaló.
-A mi me pasa a cada rato. Oh, aquí esta -añadió Ron, girándose en su asiento para ver como Hermione volvía a entrar en la cocina-. ¿Se puede saber en nombre de los calzones bombachos de Merlín, que diablos te ha pasado?

Los merodeadores rieron esta vez, no era común que un hijo de muggles usara ese tipo de expresiones, de hecho Lily no la había usado que ellos recordaran, y la chica lo expresó de tal manera que realmente fue muy gracioso, y que Ron contestará haciendo alusión a su comentario anterior realmente les causaba mucha gracia

-Recordé esto -jadeó Hermione.
Llevaba una gran pintura enmarcada, que bajó al suelo antes de agarrar su pequeño bolso de cuentas del mostrador del aparador de la cocina. Abriéndolo, procedió a meter a la fuerza la pintura dentro y a pesar del hecho de que resultaba patente que era demásiado grande para caber dentro del diminuto bolso, en unos segundos se había desvanecido, como todo lo demás, en la espaciosa profundidad del bolso.
-Phineas Nigellius

-Y sigo preguntándome como es que llego a director-comentó sirius

-Es obvio que tu eres diferente-anunció james--mira que con un pariente director y tu resultas uno de los mas grandes alborotadores que ha conocido Hogwarts-terminó con un falso tono de decepción

Sirius se levantó de su asiento e hizo una reverencia a todos los presentes, causando risa general, mientras con tono solemne decía

-Es un honor!!-y ante las risas de sus amigos continuaba-tengan el gusto de estar frente a Sirius Orión Black, el mejor representante de su familia, aquel que dejo el apellido Black muy en alto

Todos reían a carcajadas, definitivamente sirius era un especialista en aligerar ambientes, unos momentos antes estaban a la expectativa de lo que ocurriría después, y al siguiente riendo de las bromas del merodeador

-explicó Hermione mientras tiraba el bolso sobre la mesa de la cocina con su usual sonoridad de choques y rechinamientos.
-¿Perdona? -dijo Ron, pero Harry lo entendió. La imagen pintada de Phineas
Nigellus Black podía viajar entre su retrato en Grimmauld Place y el que colgaba del despacho del director en Hogwarts, en la habitación circular en lo alto de la torre donde sin duda Snape estaba sentado ahora mismo, en triunfante posesión de la colección de delicados y plateados instrumentos mágicos de Dumbledore, el Pensadero, el Sombrero Seleccionador, y a menos que hubiera sido trasladada a algún otro sitio, la espada de Gryffindor.
-Snape podría enviar a Phineas Nigellus a mirar dentro de la casa por él –explicó Hermione a Ron mientras volvía a su asiento-. Dejemos que lo intente ahora, todo lo que Phineus Nigellus podrá ver es el interior de mi bolso.

James sonreía, la verdad es que esa chica le recordaba mucho a una Lily un poco mas joven, apegada a las reglas y en extremo inteligente

-¡Bien pensado! -dijo Ron, que parecía impresionado.
-Gracias -sonrió Hermione, acercando su sopa-. Entonces, Harry, ¿qué mas ha pasado hoy?
-Nada -dijo Harry-. Vigilé la entrada del Ministerio durante siete horas. Ni rastro de ella. Sin embargo vi a tu padre, Ron. Parecía estar bien.

-Estos chicos estan realmente locos-opinó Remus-Quieren entrar al ministerio, cuando voldemort tiene el control, y si lo entendí bien, además quieren robar a una bruja que trabaja para el nuevo régimen

-Pero si no lo hacen no podrán conseguir el horrocrux-razonó james, no era que le gustara lo que su hijo planeaba hacer, pero sabía que si Harry y el eran parecidos, james no se escabulliría, el también intentaría entrar al ministerio-y no valdrá la pena que hayan abandonado la protección de los weasley ni que huyan los tres, eso solo tiene sentido si tienen un propósito que cumplir

Lily estaba impresionada, ella sabía lo que cruzaba por la mente de su esposo, y por mas que le doliera, ella sabía que de estar en la difícil situación de su hijo, haría exactamente lo mismo.

Ron asintió apreciando esta noticia. Habían estado de acuerdo en que era demásiado peligroso intentar comunicarse con el Señor Weasley mientras entraba y salía del Ministerio, porque siempre estaba rodeado por otros trabajadores del Ministerio Sin embargo era tranquilizador verle de tanto en tanto, aunque pareciera agotado y ansioso.
-Papá siempre nos decía que la gente del Ministerio utiliza la Red Flu para ir a trabajar -dijo Ron-. Por eso no hemos visto a Umbridge, nunca camina, cree que es demásiado importante como para eso.

Lily murmuró algo por lo bajo, ninguno entendió exactamente lo que dijo, pero estaban seguros de que esa bruja se había ganado una enemiga peligrosa, pues Lily enfadada podía llegar a ser mas peligrosa que un dragón hembra cuidando sus huevos.

-¿Y que hay de esa curiosa vieja bruja y el pequeño mago de la túnica azul marina? -preguntó Hermione.
-Oh, si, el tipo de Mantenimiento Mágico
-¿Cómo? -preguntó Hermione, con la cuchara suspendida en medio del aire.
-Papá dice que todos los de Manteniento Mágico llevan túnicas azul marinas.
-¡Pero nunca nos habías dicho eso!

-Cada vez estoy mas convencido de que esta chica es familiar tuya-dijo sirius mirando a Lily-es igual que tu cuando estabamos en Hogwarts!

Lily frunció el ceño pero no dijo nada, la verdad era que sirius tenía algo de razón, y por la mirada de james supo que este pensaba igual que su amigo

Hermione dejó caer la cuchara y empujó hacia ella la hoja de notas y mapas que ella y Ron habían estado examinando cuando Harry había entrado en la cocina.
-No hay nada aquí sobre túnicas azul marino, nada! -dijo, pasando fervientemente las páginas.
-Bueno, importa realmente?
-Ron, todo importa! Si vamos a entrar en el Ministerio sin que nos cojan cuando deben estar a la búsqueda de intrusos, cada pequeño detalle importa! Hemos estado repasando esto una y otra vez, quiero decir, ¿de qué sirven de todas estas salidas de reconocimiento si no te molestas en contarnos...?
-Caray, Hermione, olvidé una cosita...
-Lo comprendes, ¿verdad?, que probablemente no haya lugar mas peligroso en el mundo entero para nosotros ahora mismo que el ministerio de....
-Creo que deberíamos hacerlo mañana, -dijo Harry.

Lily sofocó un grito, su hijo estaba a punto de lanzarse en una misión de peligro inimaginable, ni siquiera ellos como miembros de la orden habían tenido misiones que requirieran infiltrarse de esa forma en el bando enemigo, no quería ni pensar lo que pasaría si algo llegara a salir mal

Hermione se quedó congelada, con la mandíbula colgando. Ron se atragantó un poco sobre su sopa.
-¿Mañana? -repitió Hermione-. ¿Hablas en serio, Harry?
-Solo digo -dijo Harry- que no creo que vayamos a estar mucho mejor preparados de lo que estamos ahora si rondamos alrededor de la entrada del Ministerio un mes mas. Cuando mas lo alarguemos mas lejos podría estar el guardapelo. Ya hay muchas posibilidades de que Umbridge lo haya tirado a la basura, esa cosa no se abre.
-A menos -dijo Ron-, que encontrara una forma de abrirlo y ahora esté poseída.
-No habría ninguna diferencia en su caso, ya era malvada para empezar. –Harry se encogió de hombros.

-¿Como creen que terminó esa bruja dando clase en Hogwarts?-inquirió Lily-no es como si Dumbledore hubiese contratado por voluntad propia a algún miembro del ministerio, ya saben que nunca ha dejado que el ministro se inmiscuya en los asuntos del colegio

-A menos que haya pasado cuando murió—opinó sirius

-Imposible—contradijo Remus--según el libro Dumbledore visitó a Harry el verano pasado, lo que significa que al comienzo de su sexto año, el director debía seguir siendo el, y si lo mataron en la torre de astronomía y Harry estaba allí, quiere decir que el año escolar estaba en curso

-Vaya memoria lunático-dijo james impresionado-yo ya había olvidado la parte donde Dumbledore lo visitaba en la casa de los Dursley

Como no lograron descubrir una teoría probable de la forma como Umbridge había terminado en el colegio, sirius cansado y con sed le pasó el libro a Remus, mientras convocaba un vaso y lo llenaba de agua

Hermione se estaba mordiendo el labio, profundamente pensativa.
-Sabemos todo lo importante -siguió Harry, dirigiéndose a Hermione-. Sabemos que han acabado con las Apariciones y Desapariciones dentro del Ministerio, Sabemos que ahora solo a algunos de los miembros importantes del Ministerio se les permite conectar sus casas con la Red Flu, porque Ron oyó a esos Inefables quejarse de ello. Y sabemos mas o menos donde esta la oficina de Umbridge porque tú oirse a ese tipo barbudo contárselo a su compañero...
-Subo al primer piso, Dolores quiere verme -recitó Hermione inmediatamente.

-Dolor es el que le voy a causar a esa bruja por meterse con mi hijo-murmuró Lily tan bajito, que solo su esposo que estaba a su lado logró escucharla

-Exactamente -dijo Harry-. Y sabemos que acostumbran a utilizar esas curiosas monedas, o esas señales, o lo que sean, porque yo vi a esa bruja pedirle prestada una a su amiga...
-¡Pero no tenemos ninguna!
-Si el plan funciona, la tendremos -continuó Harry serenamente.
-No sé, Harry, no sé... Hay un enorme montón de cosas que podrían ir mal y Y tantas cosas que dependen del azar...
-Eso será igual de cierto si pasamos otros tres meses preparándonos -dijo Harry-. Es hora de actuar.

James volvió a sentir aquel arrebato de orgullo por su hijo, quien en ese momento estiraba los brazos en dirección a su padrino, pues lo había visto usar la varita, y el pequeño siempre estaba encantado cuando eso pasaba, sirius lo hizo levitar hasta sus brazos y Harry reía emocionado mientras volaba por la habitación.

Podía ver, por las caras de Hermione y Ron, que estaban asustados; él mismo no estaba particularmente confiado tampoco, aunque estaba seguro de que éste era el momento de poner en funcionamiento su plan.
Habían pasado las últimas cuatro semanas haciendo turnos con la Capa Invisible y espiando la entrada oficial de Ministerio, que Ron, gracias al Señor Weasley, conocía desde la niñez. Habían seguido a trabajadores del Ministerio, oído a hurtadillas sus conversaciones, y aprendido por medio de cuidadosa observación, cuáles de ellos solían aparecer, solos, a la misma hora cada día. Ocasionalmente habían tenido oportunidad de escamotear un ejemplar de El Profeta del maletín de alguien. Lentamente habían elaborado los mapas y notas que ahora se apilaban delante de Hermione.

Remus fruncía el ceño con preocupación mientras leía, Harry no era su hijo, pero lo quería como a uno, no le gustaba que estuviera en tal situación y que el no pudiese ayudarle

-De acuerdo -dijo Ron lentamente- digamos que lo hacemos mañana... Creo que deberíamos ser solo Harry y yo.
-¡No empieces otra vez con eso! -suspiró Hermione-. Creía que lo habíamos aclarado.
-Una cosa es rondar por las entradas bajo la Capa, pero esto es diferente, Hermione -Ron pinchó con un dedo la copia de El Profeta fechada diez días atras- . Estas en la lista de nacidos muggles que no se presentaron al interrogatorio!
-¡Y se supone que tú estas muriéndote de spattergroit en la Madriguera! Si hay alguien que no debería ir, ese es Harry, dan una recompensa de diez mil galeones por su cabeza...
-Vale, me quedaré aquí -dijo Harry-.

James se sintió contrariado por la declaración de su hijo, pero en cuanto Remus acabó la frase, se reprendió a si mismo por haber pensado semejante tonteria

 Ya me contaran si derrotan a voldemort

Mientras Ron y Hermione reían, el dolor se disparó en la cicatriz de la frente de Harry.

Lily se acomodó en la silla angustiada y su esposo la abrazó, siempre que se hacia la mención de la cicatriz, todos se ponían en tensión, preparándose para enterarse que horrores habría visto Harry en esa ocasión

Su mano saltó hacia ella. Vio los ojos de Hermione estrecharse, e intentó disimular el movimiento apartándose el pelo de los ojos.

Remus rió, el chico estaba loco si pensaba que su amiga se dejaría convencer de aquella manera

-Bueno, si vamos a ir los tres tendremos que Desaparecer por separado –estaba diciendo Ron-. Ya no cabemos todos bajo la capa.

-El tamaño siempre fue un problema-comentó james-aunque la ventaja es que solo éramos sirius y yo, pues Remus era llevado por madam Pomfrey y Pet….-se interrumpió a mitad de frase-y pues bueno el otro miembro era una rata que cabía en cualquier lugar
Lily le apretó la mano, y le susurró al oído de forma que solo el pudiese escucharle

-Todos tenemos lo que merecemos tarde o temprano, ya verás que todo se arreglará, además cuentas con sirius y Remus, y ya sabes que son incondicionales

James asintió, aunque el licántropo y sirius no supieron que había dicho la pelirroja, se alegraron de que el semblante de su amigo se relajara un poco

La cicatriz le estaba doliendo mas cada vez. Se puso de pie. Al instante, Kreacher se adelantó.
-El Amo no ha terminado su sopa. ¿Preferíria el Amo un sabroso guiso, o algo de la tarta de melaza que al Amo le gusta tanto?
-Gracias, Kreacher, pero volveré en un minuto... er... voy al baño.
Consciente de que Hermione le estaba mirando suspicazmente, Harry se apresuró escaleras arriba hacia el vestíbulo y después al primer piso, donde se metió en el baño y cerró la puerta con cerrojo otra vez. Gruñendo de dolor, se derrumbó sobre la bañera negra con las patas en forma de serpiente con la boca abierta, y cerró los ojos...

Lily miraba fijamente a Remus, estaba segura de que su hijo estaba a punto de ver una escena horrorosa, pues estar en la mente de voldemort era algo que no le deseaba a nadie, y que su hijo sufriera por aquello, la hacía sentir un dolor indescriptible

Se deslizaba por una calle grisácea. Los edificios a ambos lados de él eran altos y de madera; parecían casas de gengibre.
Se aproximó a uno de ellos, entonces vio la blancura de su mano de dedos largos contra la puerta. Llamó. Sentía gran excitación...
La puerta se abrió. Una mujer sonriente estaba allí de pie. Su cara se quedó blanca cuando miró a la cara de Harry; el humor desapareció y el terror lo reemplazó.
-¿Gregorovitch? -dijo una voz alta y fría.

Todos escuchaban atentamente, Remus hablaba claramente para que no quedara ningún detalle mal entendido

Ella sacudió la cabeza. Estaba intentando cerrar la puerta. Un mano blanca la sujetaba, evitando que la cerrara.
-Quiero a Gregorovicth.
-¡Er wohn hier nicht mehr! -gritó ella, sacudiendo la cabeza-. ¡El no vivir aquí! ¡No vivir aquí! ¡Yo no conocer!
Abandonando el intento de cerrar la puerta, empezó a retroceder por el vestíbulo oscuro, y Harry siguió en seguida, y su mano de dedos largo sacó la varita.
-¿Dónde esta?
-¡Das weiß ich nicht! ¡El irse!! ¡Yo no saber, no saber!

Lily estaba angustiada por la mujer desconocida, pues estaba segura de que le quedaban contados minutos, e incluso segundos de vida, Remus se veía asqueado.

Él alzó la varita. Ella gritó. Dos niños pequeños llegaron corriendo al vestíbulo.

La expresión de Lily cambió de la tristeza a la furia, voldemort estaba a punto de matar no solo a aquella mujer, sino a dos niños inocentes, si antes ya odiaba a voldemort, ese sentimiento se intensificó, cosa que antes habría creído imposible, sirius, james y Remus se veían igual de molestos, en sus caras se notaba claramente el odio por aquel mago.

Ella intentó escudarlos con sus brazos. Se produjo un destello de luz verde...
-¡Harry! ¡HARRY!
Abrió los ojos; estaba tirado en el suelo. Hermione estaba aporreando de nuevo la puerta.
-¡Harry, abre!
Había gritado, lo sabía. Consiguió levantarse y abrió la puerta. Hermione cayó dentro al instante, recuperó el equilibrio, y miró alrededor suspicazmente. Ron estaba justo tras ella, con aspecto de estar nervioso mientras apuntaba su varita a las esquinas del frío baño.
-¿Qué estabas haciendo? -preguntó Hermione severamente.
-¿Tú qué crees que estaba haciendo? -preguntó Harry con una débil bravata.

Remus sonrió pero solo fugazmente, la imagen de lo que acababa de hacer voldemort aun permanecía en su memoria

-¡Estabas gritando a pleno pulmón! -dijo Ron.
-Oh, si... debe haberme quedado dormido o...
-Harry, por favor, no insultes nuestra inteligencia, -dijo Hermione, tomando aire profundamente-. Sabemos que la cicatriz te dolía abajo, y estas blanco como una sábana.
Harry se sentó en el borde de la bañera.
-Bueno, acabo de ver a Voldemort asesinar a una mujer. En estos momentos probablemente ya haya matado a toda su familia. Y no tenía necesidad. Fue como lo de Cedric otra vez, estaban sólo...

-¿Cedric?-inquirió james-¿que no es el hijo de Amos diggory?, es como tres años mayor que Harry

Lily asintió, había conocido a Amos en Hogwarts, era un muchacho de Hufflepuff cuatro años por arriba de ella, que se había casado con Barbara Wells y hace tres años habían tenido a su primogénito y hasta ahora único hijo Cedric, se estremeció al pensar que voldemort había acabado con otra familia, no se imaginaba el dolor de perder a un hijo, si le sucediera algo a Harry, ella no podría soportarlo, preferiría morir antes que vivir sin su hijo

-Harry, se supone que no ibas a dejar que esto volviera a ocurrir! –gritó Hermione, su voz resonó a través del baño-. ¡Dumbledore quería que usaras Occlumencia! Pensaba que la conexión era peligrosa… ¡Voldemort puede usarla, Harry! ¿Qué tiene de bueno observarlo matar y torturar, cómo puede ayudar?
-Porque así sé qué esta haciendo -dijo Harry.
-¿Así que no vas ni siquiera a intentar cerrarla?
-Hermione, no puedo. Tú sabes que soy malísimo en Oclumencia, nunca le he cogido el truco.
-¡Nunca lo has intentado realmente! –dijo Hermione amargamente-. No consigo entender que te guste tener esta conexión especial o relación o… lo que sea…"

“Error” pensó james, si esa chica había insinuado que a su hijo le gustaba estar en la mente de voldemort realmente no lo conocía tan bien como había pensado

Hermione vaciló ante la mirada que le echó él mientras se levantaba.
-¿Gustarme? -dijo en voz baja-. ¿A ti te gustaría?
-Yo… no… lo siento, Harry, no quería decir…
-Lo odio, odio el hecho de que pueda estar dentro de mí, de tener que verle cuando es mas peligroso. Pero voy a utilizarlo.

Lily dirigió una triste mirada a su bebe, que jugaba emocionado en brazos de sirius, quien sin perderse una palabra, hacia salir diferentes formas de su varita

-Dumbledore…
-Olvidate de Dumbledore. Esto es cosa mía y de nadie mas. Quiero saber por qué va tras Gregorovitch.
-¿Quién?
-Es un fabricante de varitas extranjero – dijo Harry-. Hizo la varita de Krum y éste dice que es el mejor.
-Pero según tú –dijo Ron-, Voldemort ya tiene a Ollivander bajo llave en algún lugar. ¿Si ya tiene un fabricante de varitas, para qué necesita otro?

Por las caras de todos, parecía que se estaban preguntando lo mismo, pues ellos tampoco entendían para que buscaba voldemort a Gregorovitch con tanto interés

-Tal vez coincide con Krum, tal vez piensa que Gregorovitch es el mejor....o quizás piensa que Gregorovitch podrá explicar lo que hizo mi varita cuando me estaba persiguiendo, porque Ollivander no lo sabe.

-Olvidamos preguntarse a Dumbledore-dijo Lily en cuanto lo recordó

Sirius sacó el pergamino y se lo paso a james, quien escribió la pregunta en cuestión en la última línea, en letra grande.

-Se lo preguntaremos cuando lo volvamos a ver-decidió james-Remus continua

Harry echó un vistazo al rajado y polvoriento espejo y vio a Ron y Hermione intercambiar miradas escépticas a su espalda.
-Harry, tú sigues hablando de lo que hizo tu varita -dijo Hermione-, ¡pero fuiste tú quien lo hizo! ¿Por qué estas tan decidido a no asumir la responsabilidad de tu propio poder?
-¡Porque sé que no fui yo! ¡Y Voldemort también lo sabe, Hermione! ¡Los dos sabemos lo que pasó en realidad!
Se miraron furiosos. Harry sabía que no había convencido a Hermione y que esta estaba preparando contraargumentos, tanto contra su teoría sobre su varita como sobre el hecho de que estuviera permitiéndose entrar en la mente de Voldemort.
Para su alivio, intervino Ron.
-Déjalo –la aconsejó-. Es su decisión. Y si vamos a ir mañana al ministerio, ¿no crees que deberíamos repasar el plan?

“Yo creo lo mismo” pensó Remus, pero no interrumpió la lectura, pues no necesitaba que sus amigos hablaran para saber que pensaban igual que el.

De mala gana, lo que fue evidente para los otros dos, Hermione dejó estar el tema, aunque Harry estaba bastante seguro de que atacaría de nuevo a la primera oportunidad. Mientras tanto, regresaron a la cocina de sótano, donde Kreacher les sirvió estofado y tarta de melaza.

Harry estaba encantado en piernas de su padrino, y reclamó la atención de este cuando sirius dejo por un momento de mostrarle figuras y luces con su varita, ese era uno de los pasatiempos favoritos del niño, su padre también solía divertirlo de esa forma

No se acostaron hasta bastante tarde esa noche, después de pasar horas repasando el plan hasta que cada uno pudo recitárselo a los demás perfectamente Harry, que ahora dormía en el dormitorio de Sirius, estuvo tendido en la cama a la luz de su varita contemplando la vieja foto de su padre, sirius, Lupin, y Pettigrew, y murmurando el plan para sí durante otros diez minutos. Cuando se extinguió la luz de su varita, sin embargo, no pensó en Pociones Multijugo, Pastillas Vomitivas, o en las túnicas azul marino de los de Mantenimiento Mágico, sino en el fabricante de varitas Gregorovitch, y en cuánto tiempo podría permanecer escondido cuando Voldemort empezara a buscarlo con determinación.

-Yo también me lo preguntó-dijo james-no es como si esconderse de voldemort sea tarea fácil, y mas si esta tan decidido a encontrarte como parece estarlo

El amanecer pareció seguir a la medianoche con indecente prisa.
-Se te ve fatal -le saludó Ron cuando entró en la habitación a despertarle.
-No durará mucho -dijo Harry, bostezando.
Encontraron a Hermione abajo, en la cocina. Kreacher le estaba sirviendo café y bollos calientes, y tenía esa expresión levemente maníaca que Harry asociaba con los exámenes.
-Túnicas -dijo respirando, advirtiendo su presencia con una inclinación de cabeza nerviosa, mientras seguía hurgando en su bolso bordado-. Poción Multijugos…Capa de Invisibilidad… Detonadores Trampa… deberian llevar un par  cada uno por si acaso… Pastillas Vomitivas, Turrón Hemorragia sangranarices, Orejas Extensibles...."

-No creen que habría sido genial contar con esos productos mientras estabamos en Hogwarts—dijo sirius con la añoranza escrita en sus ojos-dejar caer por accidente algunas de esas pastillas vomitivas o tal vez unos cuantos turrones sangra narices en el desayuno de los Slytherin, eso habría sido genial

-Es una suerte que las generaciones futuras cuenten con tal talento para la fabricación de bromas y productos nuevos-James hablaba con solemnidad como si opinara que lo mejor del mundo era tener buenos fabricantes de productos de broma

Se bebieron de un trago el desayuno y se fueron arriba, mientras Kreacher les hacía reverencias y les prometía tener un pastel de carne y riñones preparado para cuando regresaran.
-Ese elfo se hace querer –dijo Ron cariñosamente-, y pensar que solía fantasear con cortarle la cabeza y clavarla en la pared.

-Creo que es hora de quitar las viejas cabezas de elfos decapitados de casa-reflexionó sirius-no es como si quisiera volver allí, pero después de todo tal vez se la herede a Harry, y no quiero que sus hijos crezcan viendo elfos decapitados

Lily, james e incluso Remus sintieron un arrebato de cariño por sirius, estaba pensando en el futuro de su hijo, en heredarle una casa y en los posibles nietos del matrimonio Potter

Se abrieron paso hasta el primer escalón con una precaución inmensa. Podían ver a un par de mortifagos con los ojos como platos mirando hacia la casa desde el otro lado de la nebulosa plaza.
Hermione Desapareció primero con Ron, luego volvió a por Harry.

-Es increíble que ni siquiera sepan aparecerse-Remus realmente pensaba que a los chicos les faltaba mejor entrenamiento para aquella misión, y se devanaba los sesos pensando porque Dumbledore los había enviado solos, a menos que fuera porque pensara que la chica lo tenia todo controlado

Después de la breve y habitual adaptación a la oscuridad y la desorientación tras el hechizo, Harry se encontró en el diminuto callejón en el que habían programado que tuviera lugar la primera fase del plan. Estaba desierto, salvo por un par de recipientes grandes; los primeros trabajadores del Ministerio no aparecían generalmente por allí hasta al menos las ocho.
-Todo bien -dijo Hermione, verificando su reloj-. Debería estar aquí en aproximadamente cinco minutos. Cuando la haya dejado sin sentido…
-Hermione, lo sabemos – dijo Ron severamente-. ¿y no tenias que abrir la puerta antes de que llegara?
Hermione chilló.

Sirius estaba divertido por la escena, se imaginaba perfectamente a la chica alterada por una pequeña alteración en el plan.

-¡Casi se me olvida! Quedense atrás…
Apuntó con su varita mágica a la salida de incendios cerrada con candado y llena de pintadas que había junto a ellos, que se abrió con un estallido. El oscuro corredor desembocaba, como sabían gracias a su cuidadoso reconocimiento previo, en un teatro vacío. Hermione tiró de la puerta hacia ella, de forma que pareciera que todavía estaba cerrada.

-¿Creen que hayan pensado que hacer una vez logren entrar al ministerio?-cuestionó lupin-¿o solo centraron sus planes en ingresar y nada mas?

Los demás se encogieron de hombros, la verdad era que no tenían ni idea, pero esperaban que los chicos tuvieran un plan muy bien trazado

-Y ahora -dijo, volviendo a mirar a los otros dos en el callejón-, nos ponemos la capa otra vez…
-… y esperamos -terminó Ron, haciendo un gesto sobre la cabeza de Hermione como si echara una manta sobre una jaula de pájaros, y poniendo los ojos en blanco hacia Harry.
Poco mas de un minuto después, se produjo una diminuta explosión, y una pequeña bruja de Ministerio con el pelo suelto y gris se Apareció junto a ellos, parpadeó un poco por el repentino brillo, el sol acababa de salir desde detrás de una nube, pero apenas tuvo tiempo de disfrutar de su inesperada tibieza antes de que el silencioso Hechizo Aturdidor de Hermione la golpeara en el pecho y se desplomara.

-Espero que le hagan un hechizo desmemorizante-comentó sirius

-No creo que sea necesario-contradijo Lily-después de todo la bruja no los vio, y no tiene forma de saber quien la ataco

-Bien hecho, Hermione –dijo Ron, surgiendo de detrás de un poste junto a la puerta del teatro mientras Harry se quitaba la Capa de Invisibilidad. Juntos llevaron a la pequeña bruja por el oscuro pasillo que llevaba a los bastidores.
Hermione arrancó algunos pelos de la cabeza de la bruja y los añadió a un matraz de barro con Poción Multijugos que había sacado de su bolso. Ron estaba rebuscando en el bolso de la pequeña bruja .
-Es Mafalda Hoppkiss -dijo, leyendo una tarjeta pequeña que identificaba a su
víctima como ayudante de la Oficina Contra el Uso Incorrecto de la Magia-. Será mejor que lleves tú esto, Hermione, y aquí estan las monedas.
Le pasó algunas monedas de oro pequeñas, todas grabadas con las siglas M.D.M., que había cogido del monedero de la bruja.

-Curioso sistema-murmuró sirius por lo bajo

Lily y james asintieron las palabras del merodeador, pero Remus los ignoro a todos para seguir leyendo

Hermione se bebió la Poción Multijugos, que tenía ahora un agradable color heliotropo, y en unos segundos, estuvo de pie ante ellos el doble de Mafalda Hopkirk. Cuando le quitó las gafas a Mafalda y se las puso, Harry comprobó su reloj.
-Estamos tardando, el Sr. Mantenimiento Magico llegará en cualquier momento.

-Tan estricto como tu-dijo sirius sonriendo, y se salvó del hechizo que Lily quería enviarle solo por tener a Harry en sus piernas, el pequeño se estaba empezando a cansar del juego, pero no parecía dispuesto a bajarse de las piernas de su padrino

Se apresuraron a cerrar la puerta tras la verdadera Mafalda. Harry y Ron se echaron la Capa de Invisibilidad por encima, mientras Hermione se quedaba a la vista, esperando. Varios segundos después se producía otro estallido, y un mago pequeño y de aspecto perruno apareció ante ellos.
-Oh, hola, Mafalda
-¡Hola! -dijo Hermione con voz temblorosa-. ¿Cómo estas?
-No demásiado bien, en realidad – respondió el pequeño mago, que parecía
cabizbajo.
Cuando Hermione y el mago fueron hacia la calle principal, Harry y Ron se deslizaron tras ellos.
-Siento oír que estas mal -dijo Hermione hablándole firmemente al pequeño mago que trataba de explayarese con sus problemas; era esencial detenerlo
antes de que llegara a la calle-. Toma, ten un dulce.

-Que sutil-dijo sirius sarcástico-necesitan urgentemente la ayuda de un profesional

-Claro porque tu eres experto en fingir-dijo Lily-pero pensaba que tu habilidad era para llevar chicas a la cama-terminó mordazmente

-Bueno pelirroja, ese es solo uno de mis múltiples encantos

Lily decidió que sirius era imposible, e instó a Remus a que siguiera leyendo, pues se había detenido al escuchar la discusión de la pelirroja y canuto

-¿Eh? Oh, no gracias.
-¡Insisto! -dijo Hermione agresivamente, agitando la bolsa de pastillas en su cara.

Sirius se vio tentado a interrumpir, pero la mirada de Lily lo persuadió de hacer lo contrario, y simplemente reía de la “habilidad” de hermione para mentir

Un poco alarmado, el pequeño mago se tomó uno.

“Al menos le funcionó”, pensaron dos de quienes escuchaban, pues aunque Lily hubiese reñido a sirius, la verdad era que estaba de acuerdo con él, pero nunca se lo reconocería

El efecto fue instantáneo. En cuanto la pastilla tocó su lengua, el pequeño mago empezó a vomitar tanto que ni siquiera notó cuando Hermione le arrancó unos cuantos pelos de la coronilla.
-¡Oh querido! -Dijo, mientras él salpicaba el callejón con su vómito-. ¡Quizás sea mejor que te tomes el día libre!
-No… ¡no! -Se ahogó e tuvo arcadas, tratando de seguir su camino pese a ser incapaz de caminar derecho.-Debo… hoy… debo ir…

-Debe querer mucho su trabajo-comentó james, pero nadie le contestó

-¡Pero eso es absurdo! –dijo Hermione, alarmada-. No puedes ir a trabajar en este estado… ¡creo que deberías ir a San Mungo a que te curen!
El mago se había derrumbado, intentando todavía, a cuatro patas, gatear hacia la calle principal.
-¡No puedes ir al trabajo así! -lloriqueó Hermione.
Él por fin pareció aceptar la verdad de sus palabras. Utilizando un Encantamiento Repulsor Hermione le ayudó a volver a sentarse, él giró en el lugar y se desvaneció, sin dejar atrás al marcharse nada mas que la bolsa que Ron le había quitado de las manos y algunos resto de vómito.
-Urgh -dijo Hermione, sujentando en alto el ruedo de su túnica para evitar los charcos de vómito-. Habría sido mucho menos molesto Aturdirle.

Lily tenia la misma opinión que la chica, la verdad estar en un callejón salpicado de vomito era lo ultimo que querría hacer

-Si -dijo Ron, emergiendo de debajo de la capa y sujetando la bolsa del mago-, pero entonces tendríamos una enorme pila de cuerpos inconscientes que habría atraído mucho mas la atención.

Todos estaban de acuerdo con el pelirrojo, Lily muy a su pesar tuvo que reconocer que esa era la mejor opción, aunque tal vez habría sido mejor un turrón sangranarices

En dos minutos, Ron estaba allí ante ellos, tan pequeño y perruno como el mago enfermo, y vistiendo la túnica azul marino que había estado doblada en su bolsa.
-Es raro que no la lleve todo el día, ¿verdad? viendo lo mucho que quería marcharse. De cualquier modo, soy Reg Cattermole, de acuerdo con la etiqueta de mi bolsa.
-Ahora espera aquí -dijo Hermione a Harry, que todavía estaba bajo la Capa de Invisibilidad-. Y volveremos con algunos cabellos para ti.
Tuvo que esperar diez minutos, pero a Harry le pareció mucho mas, acechando solo en el callejón salpicado de vómito junto a la puerta que ocultaba a la Aturdida Mafalda. Finalmente Ron y Hermione reaparecieron.
-No sabemos quien es, -dijo Hermioe, pasando a Harry varios cabellos negros rizados, ¡pero se fue a casa con una horrorosa hemorragia nasal! Aqui tienes, es bastante alto, necesitarás una túnica mas grande...

“Bueno al menos usaron esta vez el turrón sangranarices”, pensó Lily quien ya se había convencido de que el hombre que Harry suplantaría también se marcharía vomitando.

Sacó un conjunto de túnicas viejas que Kreacher había lavado para ellos, y Harry se retiró para tomar la poción y cambiarse.
Una vez la dolorosa transformación estuvo completa tenía mas de metro ochenta de estatura, a los que acompañaba unos brazos bien musculados y una poderosa constitución. También tenía barba. Guardando la Capa de Invisibilidad y sus gafas dentro de su nueva túnica, se unió a los otros dos.
-Caray, das miedo -dijo Ron, mirando a Harry, que ahora se erguía sobre él.
-Cojamos algunas de las fichas de Mafalda -dijo Hermione a Harry y entremos, son casi las nueve.

-No puedo creer que hayan gastado una hora solo suplantando a las personas-Remus no se cansaba de decir lo mal preparados que estaban, se propuso que Harry seria un experto en todo tipo de magia, el se encargaría personalmente de eso

Salieron del callejón juntos. Cincuenta yardas a lo largo de la acera atestada había barandillas negras que bordeaban dos juegos de escalones, uno etiquetado como CABALLEROS y otro DAMAS.
-Los veo en un momento entonces -dijo Hermione nerviosamente, y bajó tambaleante los escalones de DAMAS. Harry y Ron se unieron a un buen número de hombres extrañamente vestido que descendían a lo que parecía ser un baño público subterráneo ordinario, azulejado de mugriento blanco y negro.
-¡Buenos días, Reg! -llamó otro mayo de túnica azul marina y se metió en un cubículo insertando su ficha dorada en una ranura de la puerta-. Menuda idea esta , ¿eh? ¡Obligarnos a todos a ir al trabajo de esta forma! ¿Quién creen que va a colarse dentro, Harry Potter?

Todos rieron al imaginarse la cara de aquel hombre cuando se enterara de que Harry Potter había entrado al ministerio, porque a ninguno se le ocurría que los chicos salieran sin al menos despertar sospechas

El mago rugió de risa ante su propia ocurrencia. Ron soltó una risita forzada.
-Si, -dijo- estúpido, ¿verdad?

-El único estúpido es el-dijo sirius realmente divertido, refiriéndose al hombre que le hablaba a ron

Y él y Harry se metieron un cubículos adyacentes.
De derecha e izquierda a Harry le llegaba el ruido de tirar de la cadena. Se agachó y espió a través de la abertura del fondo del cubículo, justo a tiempo para ver un par de pies calzados con botas entrár en el baño de la puerta de al lado.
Miró a la izquierda y vio a Ron parpadeando hacia él.
-¿Tenemos que tirarnos por el retrete? -susurró.

Los merodeadores empezaron a reír al unisonó, vaya que los del ministerio eran cada día menos brillantes, quizá la inteligencia de los mortifagos no era la única que se estaba reduciendo

-Busca como, -le respondió Harry en susurros; su voz salió profunda y grave.
Se pusieron ambos de pie. Sintiéndose excepcionalmente tonto, Harry trepó al retrete. Supo al instante que había hecho lo correcto; a pesar de que parecía estar de pie en el agua, sus zapatos, pies y ropa permanecían secos. Extendió la mano hacia arriba, tiró de la cadena, y al momento siguiente bajaba zumbando por un corto tobogán, emergiendo de una chimenea en el Ministerio de Magia. Se puso en pie torpemente. Había en él un montón mas cuerpo del que estaba acostumbrado a manejar. El grandioso atrio parecía mas oscuro de lo que Harry recordaba. Anteriormente una fuente doraba había llenado el centro del vestíbulo, lanzando chorros dorados de luz sobre la madera pulida del suelo y las paredes. Ahora una estatua gigante de piedra negra dominaba la escena. Era bastante aterradora, una vasta escultura de una bruja y un mago sentados en tronos muy ornamentados, bajando la mirada hacia los trabajadores del Ministerio que salían despedidos de las chimeneas bajo ellos. Grabadas en letras de treinta centímetros de altura en la base de la estatura estaban las palabras LA MAGIA ES PODER.

-Ya sabia yo que ese titulo no podía ser nada bueno-dijo james-esa imagen tiene toda la pinta de ser una nonarquia

-Monarquía-corrigieron al tiempo Lily y Remus

-Bueno, me entendieron-se defendió james-el punto es que parece que ahora los mortifagos mandan

Harry recibió un fuerte golpe en la parte de atrás de las piernas; otro mago acababa de salir de la chimenea tras él.
-¡Fuera de mi camino, no puedes... oh, lo siento, Runcorn!
Claramente asustado, el mago parcialmente calvo se apresuró a alejarse. Aparentemente el hombre al que Harry estaba representando, Runcorn, era intimidante.
-¡Psst! -dijo una voz, y miró alrededor para ver a una bruja de cabello corto y al mago de aspecto perruno de Mantenimiento Mágico gesticulando hacia él junto a la estatua. Harry se apresuró a unirse a ellos.
-¿Todo bien entonces? -susurró Hermione a Harry.
-No, todavía esta atrapado en el cagadero -dijo Ron.
-Oh, muy divertido... es horrible, ¿verdad? -dijo a Harry, que estaba mirando la estatua-. ¿Ves en qué estan sentados?

El interés de los merodeadores y de Lily por la estatua se reavivo, ¿no era entonces un trono ornamentado, como había dicho Harry?

Harry miró mas atentamente y comprendió que lo que había pensado que eran tronos con tallas decorativas eran en realidad montones de seres humanos esculpidos; cientos y cientos de cuerpos desnudos, hombres, mujeres y niños, todos con caras bastante estúpidas y feas, retorcidos y presionados todas juntas para soportar el peso del los magos bien vestidos.

Todos lo comprendieron de inmediato, ese trono sobre lo que obviamente eran muggles era la representación de la nueva política del ministerio, los muggles soportando a los magos, y viviendo bajo su yugo, mientras la bruja y el mago se encargaban de elaborar ordenes que los perjudicaban directamente, al menos aun se mantenía el estatuto del secreto, una vez cayera posiblemente no abría vuelta atrás, la rabia y el asco que los invadió fue tan grande, que incluso Harry sintió el ambiente tenso en la habitación y se quedó totalmente quieto, muy cerca del pecho de su padrino

-Muggles -susurró Hermione-. En el lugar que les corresponde. Vamos, entremos.
Se unieron a la marea de brujas y magos que avanzaban hacia las verjas doradas al final del vestíbulo, mirando alrededor e intentando parecer tan poco sospechosos como fuera posible, pero no había señales de la inconfundible figura de Dolores Umbridge. Pasaron a través de las verjas a un vestíbulo mas pequeño donde se formaban colas delante de veinte rejas doradas que albergaban otros tantos ascensores.
-¡Cattermole!
Miraron alrededor; el estómago de Harry dio un vuelco. Uno de los mortifagos (ante esa palabra todos de inmediato se pusieron en tensión) que habían presenciado la muerte de Dumbledore se acercaba a zancadas a ellos.
Los trabajadores del Ministerio que estaban junto a ellos se quedaron en silencio, el hombre fruncía el ceño, su cara ligeramente animal contrastaba extrañamente con su magnífica y abrumadora túnica, bordada con mucho hilo dorado. Algunos de entre la multitud que se reunía alrededor de los ascensores gritaron aduladoramente: ¡Buenos días Yaxleay!. Yaxley los ignoró.

-Cobardes-murmuró sirius

Había pocas cosas que el merodeador no podía soportar, una de ellas era la traición a sus amigos y otra la cobardía

-Solicité a alguien de Mantenimiento Mágico para ocuparse de mi oficina, Cattermole. Todavía esta lloviendo allí.
Ron miró alrededor como si esperara que algún otro interviniera, pero nadie habló.
-¿Lloviendo... en su oficina? Eso... Eso no es bueno, ¿verdad?
Ron soltó una risa nerviosa. Los ojos de Yaxley se abrieron de par en par.
-Crees que es divertido, Cattermole, ¿verdad?

-Pobre chico-se apiadó james

Un par de brujas se separaron de la cola del ascensor y se alejaron apresuradamente.
-No -dijo Ron-. No, por supuesto...
-¿Comprendes que voy de camino abajo para interrogar a tu esposa, Cattermole?

-Oh!, por eso estaba tan ansioso en ir a trabajar-razonó Lily-pobre mujer ahora estará sola con esos despreciables

De hecho, me sorprende bastante que no estés allí abajo cogiéndola de la mano mientras espera. Ya la has dado por perdida, ¿verdad? Probablemente sabio. Asegúrate de casarte con una sangrepura la próxima vez.
Hermione emitió un pequeño grito de horror. Yaxley la miró. Ella tosió débilmente y se giró.
-Yo... yo... -tartamudeó Ron.
-Pero si mi esposa fuera acusada de ser una nacida muggle -dijo Yaxley-... no es que ninguna mujer con la que yo me casara pudiera ser confundida con esa basura... y el Jefe del Departamento de Refuerzo de la Ley Mágica necesitara que se hiciera un trabajo, convertiría en mi prioridad hacer ese trabajo, Cattermole. ¿Me comprendes?

-No puedo creer que hayan logrado tanto!-dijo Lily enfurecida-no se porque se molestan siquiera en hacer los juicios, es obvio que ellos no conocen el significado de la palabra justicia

-Si -murmuró Ron.
-Entonces atiéndelo, Cattermole, y si mi oficina no esta completamente seca dentro de una hora, el Estatus de Sangre de tu mujer será mas grave incluso de lo que ya es ahora.

Los merodeadores estaban francamente indignados, james pensó que si alguien se atrevía a hablar así de su esposa, sufriría las consecuencias, y estaba seguro de que sus amigos le apoyarían

La reja dorada ante ellos se abrió traqueteando. Con un asentimiento y una sonrisa complacida a Harry, de quien evidentemente se esperaba que apreciara este tratamiento a Cattermole, Yaxley se alejó hacia el otro ascensor. Harry, Ron y Hermione entraron en el suyo, pero nadie les siguió. Era como si fueran contagiosos. Las rejas se cerraron con un sonido metálico y el ascensor empezó a subir.
-¿Qué voy a hacer? -preguntó Ron a los otros dos, parecía afligido-. Si no aparezco, mi esposa... quiero decir la esposa de Cattermole...
-Iremos contigo, deberíamos permanecer juntos... -empezó Harry pero Ron sacudió la cabeza fervorosamente.
-Eso es una locura, no tenemos mucho tiempo, ustedes encuentren  a Umbridge, yo iré y arreglaré lo de la oficina de Yaxley... ¿pero como hago que deje de llover?

-No es buena idea que se separen-Remus se dio cuenta de que había tenido razón al principio, los chicos se encargaron de planear su entrada al ministerio, pero no pensaron que hacer una vez estuvieran dentro estudiando distintos panoramas.

-Intenta con Finite Incantatem -dijo Hermione en seguida-, eso debería detener la lluvia si es un maleficio o una maldición; si no lo es, algo va mal con el Encantamiento Atmosférico, lo que sería mas difícil de arrelgar, así que como medida provisoria intenta Impervious para proteger sus pertenencias...
-Pronúncialo de nuevo, lentamente... -dijo Ron, buscando desesperadamente en sus bolsillos una pluma, pero en ese momento el asensor saltó y se detuvo.

Remus negaba con la cabeza, Lily mordía sus labios y james y sirius escuchaban atentamente, se preguntaban que no simplemente iba la chica a arreglarlo, le tomaría a lo sumo cinco minutos y evitarían que los descubrieran

Una voz femenina e incorpórea dijo.
-Nivel cuatro, Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas, que incluye las Divisiones de Bestias, Seres y Espíritus, la Oficina de Coordinación de Duendes y la Agencia Consultiva de Plagas.. -Y las rejas se abrieron de nuevo, admitiendo a un par de magos y varios aviones de papeles de un pálido violeta que revolotearon alrededor de la lámpara del techo del ascensor.
-Buenos días, Albert -dijo un hombre peludo y con barba, sonriendo a Harry. Él miró hacia Ron y Hermione mientras el ascensor subía una vez mas. Hermione estaba ahora susurrando instrucciones frenéticas a Ron. El mago se inclinó hacia Harry, con mirada maliciosa, y murmuró.
-Dirk Cresswell, ¿eh? ¿De Coordinación de Duendes? Muy buena, Albert. ¡Confío en que ahora conseguiré ese puesto!

-Todos estan igual de dañados!—gruño Lily-supongo que por eso voldemort lo tuvo mas fácil que ahora para hacerse con el control del ministerio, no hay nadie que les plante cara

-Tranquilízate Lily-dijo Remus-esperemos a saber como termina todo, y luego ya veremos qué hacer

Le guiñó un ojo. Harry respondió con una sonrisa, esperando que eso fuera suficiente. El ascensor se detuvo, las rejas se abrieron una vez mas.
-Nivel dos, Departamento de Seguridad Mágica, que incluye la Oficina Contra el Uso Indebido de la Magia, el Cuartel General de Aurores y los Servicios Administrativos del Wizengamot-dijo la voz incorpórea de la bruja.
Harry vio a Hermione dar a Ron un pequeño empujón y este se apresuró a salir del ascensor, seguido por otros magos, dejando a Harry y Hermione solos. En el momento en que las puertas doradas se hubieron cerrado, Hermione dijo muy rápido.
-En realidad, Harry, creo que será mejor que vaya con él, no creo que sepa lo que esta haciendo y si hace que le descubran todo...

-Vaya!-comentó Remus-ese par estaría perdido sin esa chica, es realmente la mejor hechicera de su generación, nunca había visto a una bruja de esa edad manejar tal nivel de magia

-Nivel uno, Ministro de Magia y Personal de Apoyo.
Las rejas doradas se separaron de nuevo y Hermione jadeó.

“La encontraron” pensaron todos al tiempo, pero ninguno interrumpió, ansiosos por saber que pasaría a continuación.

 Cuatro personas estaba de pie ante ellos. Dos de ellos inmersos en una animada conversación; un mago de pelo largo que vestía una magnífica túnica de negro y oro y una bruja rechoncha con aspecto de sapo que llevaba un lazo de terciopelo en su corto cabello y aferraba un portafolios contra su pecho.

-Oh!!-gritó Lily y Harry que había empezado a quedarse dormido en los brazos de sirius se levantó asustado, pero no lloró

-si, la encontraron.-dijo Remus-pero no pueden hacer mucho en la mitad de un pasillo y con dos magos de testigos y por la descripción de la ropa de uno de ellos, perfectamente pueden estar frente al títere de voldemort, Pius Thicknesse.

-Bueno y que esperas para leer el siguiente capitulo?—inquirió una muy emocionada Lily

Y así Remus volvió la vista al libro para leer el capitulo siguiente…

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