domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulo 21 Xenophilius Lovegood



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-¿Creen que ya lo hayan leído?—preguntó un hombre en una vieja habitación—quiero decir, aún no notamos cambios

-No estamos seguros de que funcione—contestó una de las personas presentes—y si lo hace, tardaremos todavía al menos 40 horas en notar los cambios

-¿En que fecha quedaremos?—preguntó alguien mas

-Ya les dije—dijo con exasperación la segunda persona que hablo—en la misma fecha que estamos.

-Pero no olvidaremos a nadie—dijo ansiosamente alguien pensando en su pareja

-No, aunque es posible que haya algunos cambios—explicó esta vez una nueva persona—nosotros recordaremos las dos cosas, es posible que suframos algún desmayo, durante el cual “recordemos” lo que habría pasado con nosotros de haber destruido a voldemort antes

-Me preocupa lo que pasara con nuestros hijos—dijo con angustia una mujer

-No creo que suceda nada—dijo ahora un poco insegura la persona que parecía conocer mas del tema—como dije no olvidaremos nada, es como si usaramos un giratiempo, los antiguos y nosotros seremos los mismos, todos con el mismo conocimiento.

-Espero que funcione—dijo otro finalmente con un suspiro.
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Estaban reunidos en las puertas de Hogwarts esperando a que Peter hiciera su aparición, todos completamente concentrados en mantener la farsa, por la seguridad de Harry y del mundo mágico, los merodeadores y Lily, sentían una ira profunda en contra de Peter, pero sabían que lograr que no sospechara era vital para sus planes.

Un sonoro plop los sacó a todos de sus pensamientos, y el hombre bajito y con aspecto nervioso, al que consideraron amigo, hizo acto de presencia.

-Ho..hola chicos—dijo Peter mirando nervioso de un lado para otro—¿cómo estas Lily?

-Ya sabes Peter—contesto Lily—preocupada por Harry, no quiero ni voy a permitir que nada malo le pase—dijo mirándolo a los ojos

-Es por eso que te agradezco lo que vas a hacer—dijo james—te aseguro que esto va a garantizar la seguridad de Harry—terminó con malicia pero con una sonrisa falsa, que Peter creyó

-Ya sabemos que es peligroso—dijo sirius que ya había logrado recobrarse y mantener su farsa—es por eso que lo valoramos

-y sirius no puede hacerlo—aportó Remus—todos sabrían que el sería el guardián y tanto el, como Lily, james y Harry estarían en peligro

Peter era incapaz de decir nada, por un lado estaba el miedo por su supervivencia, el terror de fallarle a su amo, y por el otro el sentimiento de culpa por lo que planeaba hacer.

-¿Vamos?—preguntó Remus cuando vio que Pettegrew no diría nada

Todos asintieron, Lily se tomo de la mano de james y sostuvo a Harry con la otra para desaparecer juntos, sirius, con total desagrado, coloco su mano sobre el hombro de Peter para asegurarse de que el traidor fuera con ellos, y Remus giró sobre si mismo, seguido de los demás

Harry lloró cuando aparecieron, la sensación que era incómoda para los adultos, debía resultar terrible para el niño de casi un año.

-Estamos listo—anunció james, cuando Lily calmó a Harry

-Pero—dijo Peter intentando convencerlo—¿estas seguro de esto?

-Completamente Peter—respondió james y luego siendo honesto continuo—a mis amigos les confiaría mi vida.

-Dime que tengo que hacer—Peter se veía resignado.

Sirius le explicó todo lo que debía hacer, le indicó las palabras que debía decir, y los movimientos de varita.

-Sabremos si funcionó porque Remus y yo dejaremos de ver la casa—dijo sirius, que luchaba por no asesinar a Peter en ese mismo instante.

-¿Dumbledore no se había ofrecido a venir?—preguntó Peter cayendo en cuenta

-Tuvo reunión urgente de la orden—improvisó Lily

-Re...Reunión—preguntó temeroso—n…no me di…dijeron nada

-A nosotros tampoco—intervino Remus—no sabemos con quien se reúne, nosotros tampoco estamos convocados, solo lo supimos porque nos envió un patronus diciendo que le seria imposible asistir y acompañarnos hoy.

-Claro—Peter asintió mas tranquilo, su amo se molestaría si supiera que la orden esta perdiendo la confianza en el.

Tuvieron que intentarlo tres veces, ya se estaban exasperando y perdiendo la paciencia, Remus sabía que ni sirius ni james aguantarían mucho mas la presencia de Peter, el mismo se sentía enfermo, por eso, cuando al tercer intento, el fidelio por fin funcionó, se pusieron realmente contentos.

-Bien—dijo james—gracias Peter—dijo con desprecio en su interior—ahora revélale la ubicación a sirius y Remus—continuó mientras salían del perímetro del fidelio—y recuerda, nadie mas puede saber esto, ni siquiera los miembros de la orden

-La casa donde se esconden los Potter esta ubicada en el Número 3 de Queens Park—dijo a sirius y Remus y de inmediato la casa apareció ante sus ojos

-Bien hecho—dijo Lily con una falsa sonrisa, Peter estaba totalmente sudado y agotado—te invitaría a charlar un rato, pero es obvio que estas agotado

-Tal vez deberías ir a descansar a la casa de tu madre—dijo sirius que quería que se marchara de inmediato—de paso le haces compañía

-Si—dijo Peter que ya tenía un destino en mente—tienen razón. Adiós chicos.

*POV Peter

Dejó  a sus amigos en lo que ellos consideraban un lugar seguro, sin saber que, en cuanto su señor lo decidiera, los Potter estarían muertos, y el niño de la profecía que tanto preocupaba a su amo, dejaría de ser una amenaza.

Personalmente Peter no entendía como un niño podía ser una amenaza, se limitaba a llorar, comer y jugar, pero cuando expresó esa opinión en voz alta, una larga tanda de crucios fue lo único que recibió por respuesta, por lo que, desde esa ocasión, había dejado de expresar sus pensamientos, solo se limitaba a seguir ordenes y transmitir información.

Apareció en la mansión de los Lestrange, se tomo un segundo para inspirar profundamente y luego, tras transpasar la barrera de protección, tocó la puerta. Un elfo doméstico le abrió

-Buenas tardes señor—saludo el elfo—¿a quién desea ver?

-Necesito hablar con el señor tenebroso—dijo con Peter con voz temblorosa, el elfo se estremeció.

-Dinky debe avisar al señor tenebroso—dijo el elfo temblando ligeramente—y el señor tenebroso  le dirá a dinky si el señor Pettegrew puede pasar. El señor Pettegrew debe esperar en la sala

El elfo guio a Peter a la sala de espera de la mansión, en el camino se topo con Bellatrix, quien tan pronto el elfo desapareció se dirigió a el.

-Pero ¿a quién tenemos aquí?—se mofó la mortifaga—si es la rata traidora. Aun no entiendo como mi señor tiene gente tan poco diestra de su lado, no eres mas que un estorbo—le escupió—tanto para los ideales de mi señor, como para tus viejos…amigos.

Peter no dijo nada, y antes de que Bellatrix pudiese decir alguna otra cosa humillante, dinky apareció de nuevo

-El señor tenebroso esta en la biblioteca—anunció—y le ha ordenado a dinky hacer pasar al señor Pettegrew, el señor Pettegrew debe seguir a dinky.

Peter se sintió aliviado de alejarse de Bellatrix, siempre le había tenido miedo a esa bruja letal y sanguinaria, pero el alivio solo le duró el segundo que le tomó darse cuenta que ahora se disponía a estar frente a su amo

Dinky lo dejó en la puerta de la biblioteca, la abrió y luego se desapareció, era evidente que el elfo no quería estar en presencia del mago oscuro

-Colagusano—a su señor le gustaba usar el viejo apodo de sus amigos para atormentarlo—¿a que debo tu visita? ¿tienes información nueva para mí?
-Los Po…Potter me han hecho s…su guardián secreto, mi señor—dijo

-Excelente—espetó voldemort con algo parecido a una sonrisa y luego fijo sus ojos en los de su vasallo y repaso todo el ritual, excepto la parte donde sabia donde quedaba la casa, por características del hechizo, ni el veritaserum, ni la legeremancia, ni el imperius podían revelar la ubicación. Peter se estremeció ante la intrusión—y bien ¿Dónde estan?

-La casa donde se es…esconden los Potter esta ubicada en el..en el—tomó un aliento profundo—en el  Número 3 de Queens Park

-Parece que después de todo sigues siendo de utilidad—dijo con despreció su señor-¿algo mas?

-Al parecer Dumbledore convocó a reunión—dijo Peter rogando por que la información anterior dejara satisfecho a su amo—pero ni los Potter, ni sirius, ni Remus, ni yo fuimos convocados

-Lo que significa que no tenemos ni idea del objetivo de la reunión—dijo voldemort con voz peligrosa—¿no será que ya no confían en ti?

-No…no mi se..señor—se defendió Peter

-¿Qué te he dicho sobre la información incompleta, Colagusano?

-Mi..mi señor—suplicó Peter—le entregue a los Potter

-Sí—concedió su amo—pero aún no puedo hacer nada contra ellos, a pesar del fidelio, estoy seguro de que Dumbledore los vigila, debo esperar al menos un mes para que bajen sus defensas, ellos ya me han enfrentado tres veces y salido victoriosos—dijo con furia—no quiero una cuarta, los necesito con la guardia baja—luego miró a Peter—es por eso, que por ahora tu información no es relevante, y no sabes nada de la reunión, sabes lo que pasará ahora

-Mi..señor

-¡Crucio!—bramó voldemort con furia manteniendo el hechizo por un par de minutos, cuando lo levanto Peter estaba tembloroso en el piso—la próxima vez, asegúrate de obtener toda la información, antes de venir a mi—dijo con maldad—puedes retirarte

Peter dejo la biblioteca tambaleándose, y un poco mas tranquilo al saber que su señor no atacaría de inmediato a los Potter, aunque sabía que la muerte de estos era inminente.

Mientras tanto, los Potter regresaban a valle de Godric

-No puedo creer que no lo matara—rugió sirius—es un verdadero cobarde, no entiendo cómo pudo estar en Gryffindor

-Ya canuto—dijo james

-Hiciste buen trabajo Lily—la felicito Remus—la casa parece abandonada a la carrera

-De cualquier forma—dijo Lily después de agradecer con una sonrisa—tendremos que ir al menos una vez por semana a evitar que se acumule el polvo.

-Yo lo haré—afirmó sirius

Entraron en su casa de valle Godric, el número 18 estaba tal y como lo habían dejado.

-¿Cómo fue todo?—preguntó Frank tan pronto traspasaron el umbral

Una vez dentro todos les contaron a Alice, Frank y Dumbledore todo el proceso y todo lo que paso con el encantamiento

-Bien—dijo james finalmente—ahora que esa parte esta solucionada, leamos el siguiente capitulo

-Oh, no!—dijo Lily cayendo en cuenta

-¿Qué ocurre?—preguntó james preocupado

-No podremos destruir el horrocrux ni aunque lo encontremos—explicó

-Es cierto—aportó Frank—ninguno de nosotros habla parsel

-Ya le encontraremos solución a eso—dijo Dumbledore tranquilamente

-Ya lo había pensado ¿verdad señor?—inquirió Alice

Dumbledore asintió con la cabeza de forma educada y luego los instó a leer.

Alice tomó el libro y lo abrió en la pagina que james había marcado previamente.

Capítulo 20 XENOPHILIUS LOVEGOOD

-¿y ese que tiene que ver?—inquirió sirius asombrado

-Tal vez si dejaras leer algo mas que el titulo del capitulo lo averiguaríamos, canuto—dijo Remus divertido
                         

Harry no había esperado que la cólera de Hermione se apaciguase durante la noche, por lo que no le sorprendió que a la mañana siguiente se comunicase principalmente con miradas desagradables y silencios mordaces.

Todos sonrieron recordando la reacción de hermione, cuando Ron regresó, los gritos, los golpes y la actitud de Harry ante eso.

Ron respondió manteniendo un comportamiento sombrío poco natural en su presencia, como un signo externo de continuo arrepentimiento. De hecho, cuando los tres estaban juntos, Harry se sentía como el único no afligido en un funeral al que habían acudido pocas personas.

-Y de nuevo el asunto de estar en medio—dijo Remus suspirando teatralmente.

Sin embargo, durante los pocos momentos que Ron pasaba a solas con Harry (recogiendo agua y buscando champiñones en la maleza), Ron se volvía descaradamente alegre.
—Alguien nos ayudó —decía todo el rato—. Alguien envió a esa cierva. Alguien esta de nuestro lado. ¡Un Horrocrux menos, amigo!

-Bueno, tiene razón—concedió Frank

-Sigo preguntándome quien será—apuntó Remus

-Creo que no tardaremos en averiguarlo—aportó Dumbledore


Alentados por la destrucción del guardapelo, se pusieron a debatir sobre las posibles localizaciones de los otros Horrocruxes, y aunque habían discutido el asunto antes con tanta frecuencia, Harry se sentía optimista, seguro de que mas descubrimientos importantes seguirían al primero. El enfado de Hermione no podía estropear su humor optimista: el repentino aumento de su suerte, la aparición de la misteriosa cierva, la recuperación de la espada de Gryffindor, y por encima de todo, la vuelta de Ron, hacía a Harry tan feliz que era bastante difícil mantener una expresión seria.

Lily sonrió, nada le alegraba mas que el hecho de que Harry estuviera de nuevo reunido con sus dos mejores amigos, pese a lo peligroso de su misión, y a que era en extremo riesgoso para todos, Lily sabía que Harry, como buen hijo de james, se sentiría mejor con sus amigos cerca, sin importar el escenario en el que estuvieran.

Al final de la tarde, él y Ron escaparon de nuevo de la presencia ceñuda de Hermione, y con el pretexto de registrar los setos vacíos en busca de zarzamoras inexistentes, retomaron el intercambio de noticias. Harry finalmente había conseguido contarle a Ron la historia completa de los distintos sucesos que habían vivido él y Hermione, hasta todo lo sucedido en el Valle de Godric.

-Parecen mujeres cotilleando—dijo sirius divertido

-Igual que tu y james cuando le contabas los pormenores de tus conquistas—dijo Remus con malicia, y todos rieron.

Ron ahora estaba informando a Harry de todo lo que había descubierto sobre el amplio mundo mágico durante esas semanas que había estado fuera.

—… y cómo descubrieron lo del Tabú? —le preguntó a Harry después de explicar los muchos intentos desesperados que hacían los hijos de muggles para evitar al Ministerio.

-¿Tabú?—dijeron al tiempo, por lo que Alice se apresuró en la lectura.

—¿El qué?
—¡Tú y Hermione ya no llaman a Quien-tú-sabes por su nombre!

Escuchaban atónitos el rumbo de la conversación.

—Oh, sí. Bueno, es simplemente un mal hábito en el que hemos caído —dijo Harry—. Pero no tengo problema en llamarle V…
—¡NO! —bramó Ron, causando que Harry saltase al seto y que Hermione (con la nariz enterrada en un libro en la entrada de la tienda) los mirase con el ceño fruncido

-No me digas que sigue con eso!—dijo Remus aburrido—pensé que ya se había habituado a que Harry y Hermione pronunciaran el nombre de Voldemort

-Que ni siquiera es el nombre, si vamos al caso—opinó Lily


—. Perdón —dijo Ron, tirando de Harry para sacarlo de las zarzas—, pero
el nombre ha sido maldecido, Harry, ¡así es cómo rastrean a la gente! Usar su nombre rompe encantamientos protectores, causa algún tipo de perturbación mágica… ¡así es como nos encontraron en Tottenham Court Road!

Unos segundos de silencio y luego todos estallaron

-¿Qué?!
-¡Imposible!
-No lo puedo creer

Todos hablaban al tiempo, hasta que Dumbledore impuso orden

-Cálmense todos—dijo con voz clara

-Pero señor!—dijo james—eso es

-Lo sé, james—lo apaciguo el director

-Supongo que tras la muerte de Dumbledore—opinó Remus ya mas calmado—pensaron que era una buena idea, sin Dumbledore de por medio, atraparían a los opositores, sin temor de aparecer frente al único mago a quien voldemort ha temido

-Tiene sentido—estuvo de acuerdo sirius serio como pocas veces—pero no deja de ser perturbador, no puedo creer que en el futuro el poder de voldemort haya llegado tan lejos

—¿Por que usamos su nombre?
—¡Exacto! Hay que reconocerles el mérito, tiene sentido. Era sólo la gente que se tomaba en serio lo de hacerle frente, como Dumbledore, la que se atrevía a usarlo. Ahora que le han puesto un Tabú, cualquiera que lo diga puede ser rastreado… ¡una manera rápida y fácil de encontrar a miembros de la Orden! Casi pillaron a Kingsley…

-Tiene razón—dijo Alice interrumpiendo su lectura—muchos de nosotros no tenemos problema en decir voldemort.

—¿En serio?
—Sí, un grupo de mortífagos lo acorralaron, según dijo Bill, pero consiguió escapar. Huyó, justo como nosotros. —Ron se rascó pensativamente la barbilla con la punta de su varita—. ¿No crees que pudo ser Kingsley el que nos mandó esa cierva?

-Creo que si Kingsley supiera los planes de los chicos, no le habría preguntado nada a Ron y hermione—dijo Lily—y ron le contó a Harry que su padre, Remus y Kingsley los habían interrogado sobre su misión.

-A lo mejor no sabe en que consiste la misión—opinó Remus—tal vez solo sabe que necesitan la espada

-Podría ser—accedió Lily luego de pensarlo por un momento.—sin embargo, el patronus de Kingsley, es un lince, ¿no fue el quien les advirtió que el ministerio había caído y todo lo demás?

-Cierto—concedió Remus descartando la idea de que Kingsley los ayudara. Alice volvió a leer.

—Su patronus es un lince, lo vimos en la boda, ¿recuerdas?
—Oh, sí…
Se fueron alejando por los setos, lejos de la tienda y de Hermione.
—Harry… ¿no crees que pudo haber sido Dumbledore?
—¿Dumbledore qué?
Ron pareció un poco avergonzado, pero dijo en voz baja: —Dumbledore… la cierva. Quiero decir… —Ron estaba mirando a Harry de reojo—, fue el último en tener la verdadera espada, ¿no?


-Por favor!—dijo sirius—a este el guardapelo le destruyo las neuronas, eso es aún menos probable, Dumbledore esta muerto—luego cayó en cuenta de que el hombre estaba allí—sin ofender—dijo mirando al director

Albus solo sonrió como respuesta, y Alice, después de recomponerse para no estallara a reír, volvió a leer.

Harry no se rió de Ron, porque entendía demásiado bien el anhelo bajo la pregunta. La idea de que Dumbledore hubiese conseguido volver a ellos, que los estuviese vigilando, habría sido totalmente reconfortante. Negó con la cabeza.
—Dumbledore esta muerto —dijo—. Vi cómo sucedió, vi el cuerpo. Definitivamente se ha ido. De todas formas, su patronus era un fénix, no una cierva.

Dumbledore sonrió con tristeza, lamentaba haber dejado (aunque aún no lo hubiese hecho), a Harry prácticamente solo con esas peligrosa misión.

—Pero los patronus pueden cambiar, ¿verdad? —dijo Ron—. El de Tonks lo hizo, ¿no?

-Parece que no eres la única a quien el amor le ha cambiado el patronus, ¿Eh, pelirroja?—dijo sirius riéndose

-Cállate sirius—le contestó Lily avergonzada.

—Sí, pero si Dumbledore estuviese vivo, ¿no se mostraría? ¿Por qué no nos daría directamente la espada?
—A mí que me registren —dijo Ron—. ¿La misma razón por la que no te la dio mientras estaba vivo? ¿La misma razón por la que te dejó una vieja snitch y a Hermione un libro con cuentos de niños?

-A todos nos encantaría saber la razón—dijo Remus, mirando disimuladamente al director.

—¿Y cual es? —preguntó Harry, girándose para mirar a Ron a la cara, desesperado por la respuesta.
—No lo sé —dijo Ron—. Algunas veces pensé, cuando estaba un poco frustrado, que simplemente se estaba riendo o… o que sólo quería hacerlo mas difícil. Pero no creo eso, ya no. Sabía lo que estaba haciendo cuando me dio el Desiluminador, ¿no? Él… bueno —las orejas de Ron se pusieron de color rojo brillante, y se quedó absorto con un terrón de césped a sus pies—, debió haber sabido que yo los abandonaría.
—No —lo corrigió Harry—. Debió haber sabido que  querrías volver.

-Hasta que dice algo que sirve para consolar a su amigo—dijo Frank divertido

-Lo hubiese dejado culparse un poco mas—opinó sirius—no estaría tan mal

-Pensé que creías que había tenido suficiente—dijo Lily mirándolo ceñuda

-Si, pero de parte de Voldemort, no de Harry—contestó sonriendo sirius

-¿Ósea que sigues enfadado con el?—preguntó Alice

-Yo no, pero Harry debería—contestó sonriendo de nuevo

-No tienes remedio—dijo Lily después de un segundo, y Alice sonriendo volvió a leer.

Ron lo miró agradecido, pero todavía incómodo. En parte para cambiar de tema, Harry dijo: —Hablando de Dumbledore, ¿escuchaste lo que escribió Skeeter sobre él?
—Oh, sí —dijo Ron enseguida—, la gente esta hablando bastante sobre ello. Por supuesto, si las cosas fuesen diferentes, serían noticias enormes, que Dumbledore fuera amigo de Grindelwald, pero ahora es sólo algo de lo que reírse para la gente a la que no le gustaba Dumbledore, y una pequeña bofetada en la cara para todos los que pensaban que era un tipo estupendo. Aunque no veo que sea tan importante. Era realmente joven cuando ellos…

-Mal movimiento—dijo sirius

-Totalmente de acuerdo, canuto—aceptó james, mientras los demás asentían

—Tenía nuestra edad —dijo Harry, justo como le había replicado a Hermione, y algo en su expresión pareció hacer decidir a Ron no seguir con el tema.

La culpa regresó a Dumbledore, pese a que ninguno de los presentes había hecho comentario alguno ante la referencia a su pasado, sabia que ninguno lo había olvidado, y le dolía, aún no sabía por qué, que Harry no lo hubiese perdonado aún.

Una gran araña estaba sentada en el medio de una telaraña congelada en las zarzas. Harry la apuntó con la varita que le había dado Ron la noche anterior, la que Hermione se había dignado a examinar, y que había decidido estaba hecha de endrino.
—Engorgio!
La araña tembló un poco, saltando ligeramente en la tela. Harry lo intentó de nuevo. Esta vez la araña aumentó un poco de tamaño.
—Esta bien, esta bien —dijo Ron con dureza—. Retiro eso de que  Dumbledore era joven, ¿vale?
Harry había olvidado el odio que sentía Ron hacia las arañas.

-Creo que podríamos dejar unas cuant…—empezó sirius con una sonrisa

-Ni se te ocurra, Black!—lo amenazo Lily—además ¿qué pretendes?, Hoy Ron tiene un año ¿quieres poner arañas en la cama de un niño de un año?

-Esta bien—aceptó sirius de mala gana—nada de arañas—y luego mas bajito y riendo dijo—Por ahora.

Lily suspiró

—Perdón… Reducio.
La araña no se encogió. Harry bajó la mirada hacia la varita de endrino. Cada hechizo menor que había realizado hasta entonces ese día, había parecido menos poderoso que los producidos con su varita de fénix. La nueva le parecía como una intrusa, poco familiar, como tener la mano de otra persona cosida al final del brazo.

-La varita escoge al mago—murmuró Frank recordando a Ollivander

-Eso es algo que me sigue preocupando—dijo Lily—su varita de fénix era lo que lo podría ayudar en un enfrentamiento con Voldemort.

-Espero que logre dominarla pronto—estuvo de acuerdo james—no me imagino a Harry enfrentando a Voldemort con una varita que no le obedece.


—Sólo necesitas practicar —dijo Hermione, que se les había acercado en silencio por detrás y había observado ansiosa mientras Harry intentaba aumentar y reducir la araña—. Es todo cuestión de confianza, Harry.
Él supo porqué quería que estuviese bien: todavía se sentía culpable por
romperle la varita. Se tragó la réplica que brotó a sus labios, que podía quedarse con la varita de endrino si pensaba que no había diferencia, y él en cambio cogería la suya. Sin embargo, deseando que todos volviesen a ser amigos, estuvo de acuerdo; pero cuando Ron miró a Hermione con una sonrisa indecisa, ella se marchó airada y desapareció una vez mas detrás del libro.

-Esta chica se lo va a poner difícil—dijo Remus

-¿Qué esperabas?—le preguntó Alice—a hermione no le duele tanto la acción, sino que ella corrió tras el, le suplicó y aún así se marcho

Los tres volvieron a la tienda cuando llegó la oscuridad, y Harry se encargó de la primera guardia. Sentado en la entrada, intentó hacer que la varita de endrino levitase pequeñas rocas a sus pies; pero su magia todavía parecía mas torpe y menos poderosa que la que había hecho antes. Hermione estaba tumbada en su litera leyendo, mientras que Ron, después de dirigirle muchas miradas nerviosas, había sacado una pequeña radio de madera de su mochila y estaba empezando a intentar sintonizarla.

-Genial!—dijo sirius divertido—quiere contentar  a hermione con música, debo reconocer que es una buena táctica

-¿Qué no puedes parar de pensar en conquistas por un minuto?—le preguntó Lily

-Pelirroja—le contestó sirius con fingida seriedad—no he pensado en conquistas desde que empezamos a leer el libro, y creo que eso es mas de un minuto

Lily suspiró profundamente, para no discutir.

—Hay un programa —le dijo a Harry en voz baja—, que cuenta las noticias como realmente son. Todos los demás estan del lado de Quien-tú-sabes y estan siguiendo la línea del Ministerio, pero este… espera a escucharlo, es genial. Salvo que no pueden hacerlo todas las noches, tienen que cambiar continuamente de localización por si les hacen redadas, y se necesita una contraseña para sintonizarla… El problema es que me perdí la última.

-Bueno—dijo Remus—tengo que reconocer que es una buena idea

-Si—concedió james—es bueno que sepan cómo estan las cosas en el mundo mágico.

Tamborileó ligeramente con la varita en la parte de arriba de la radio, farfullando palabras aleatorias en voz baja. Le lanzó a Hermione muchas miradas disimuladas, claramente temiendo un arrebato de ira, pero por toda la atención que le prestó, bien podría Ron no haber estado allí. Durante unos diez minutos Ron dio golpecitos y farfulló, Hermione pasó las hojas de su libro, y Harry continuó practicando con la varita de endrino. Finalmente Hermione bajó de su litera. Ron paró de dar golpecitos al instante.
—¡Si te esta molestando, paro! —le dijo a Hermione con nerviosismo.

Todos se rieron de la reacción de Ron, ese par era definitivamente lo mas divertido del libro, y tenían que reconocer que las peleas insignificantes entre ellos dos, le quitaban tensión y atención al hecho de que voldemort tuviera el control.

Hermione no se dignó a responder, sino que se acercó a Harry.
—Tenemos que hablar —dijo.
Él miró al libro que todavía agarraba en la mano. Era La Vida y Mentiras de Albus Dumbledore.
—¿Qué? —dijo con aprensión. Pasó por su mente que ahí había un capítulo sobre él; no estaba seguro de cómo se sentiría al escuchar la versión de Rita de su relación con Dumbledore. Sin embargo, la respuesta de Hermione fue completamente inesperada.
—Quiero que vayamos a ver a Xenophilius Lovegood.

-Vaya!—dijo sirius divertido—ya había olvidado que el capitulo se llamaba así

-y eso que no dejaste leer cuando ya estabas preguntando—dijo Remus riéndose de su amigo

Él se la quedó mirando fijamente.
—¿Cómo dices?
—Xenophilius Lovegood, el padre de Luna. ¡Quiero ir y hablar con él!
—Eh… ¿por qué?
Ella respiró profundamente, como si se estuviera preparando, y dijo: —Es esa marca, la marca en Beedle el Bardo. ¡Mira esto!
Puso La Vida y Mentiras de Albus Dumbledore bajo los ojos poco dispuestos de Harry y éste vio una fotografía de la carta original que Dumbledore le había escrito a Grindelwald, con la conocida escritura fina e inclinada.

El director se sintió incomodo, mas cuando vio que todos habían recordado las palabras que años atrás, un joven Albus había escrito a su mejor amigo, pese a que nadie dijo nada, el ambiente se puso algo tenso

Odiaba ver una prueba absoluta de que realmente Dumbledore había escrito esas palabras, que no habían sido invención de Rita.

Ojala no las hubiera escrito nunca” pensó el director con tristeza.

—La firma —dijo Hermione—. ¡Mira la firma, Harry!
Él obedeció. Por un momento no supo de qué le estaba hablando, pero,
examinándola mas de cerca con la ayuda de su varita encendida, vio que
Dumbledore había reemplazado la A de Albus con la pequeña versión de la misma marca triangular inscrita sobre Los Cuentos de Beedle el Bardo.

Todos miraron al director, pero ninguno, ni siquiera sirius, se atrevió a decir nada.

—¿Eh… qué estan…? —dijo Ron con vacilación, pero Hermione lo aplastó con una mirada y se giró de vuelta hacia Harry.
—Continúa apareciendo, ¿verdad? —dijo ella—. Sé que Viktor dijo que era la marca de Grindelwald, pero definitivamente estaba en esa vieja tumba del valle de Godric, ¡y las fechas de la lápida eran de mucho antes de que apareciera Grindelwald! Bueno, no podemos preguntarle a Dumbledore o Grindelwald lo que significa la marca —ni siquiera sé si Grindelwald todavía esta vivo—, pero le podemos preguntar al señor Lovegood. Llevaba puesto el símbolo en la boda. ¡Estoy segura de que esto es importante, Harry!

-que discurso—dijo sirius riendo, y la tensión anterior pareció desaparecer—¿respiró al menos mientras dijo todo eso?, esta chica me da escalofríos, mas que tu pelirroja

Lily no supo si tomárselo como un cumplido o una ofensa, al final termino sonriéndole.

Harry no respondió inmediatamente. Miró su cara intensa y ansiosa, y después desvió la vista hacia fuera, hacia la oscuridad que los rodeaba, pensando. Tras una larga pausa, dijo: —Hermione, no quiero que vuelva a pasarnos lo de valle de Godric. Nos convencimos de ir allí…

Lily se estremeció ante el recuerdo, como cada vez que nombraban valle Godric en el libro, Lily, james y los demás recordaban todo lo sucedido con la serpiente, pero sobre todo, la narración de la muerte de los Potter. Alice se apresuró a leer.

—¡Pero continúa apareciendo, Harry! Dumbledore me dejó Los Cuentos de Beedle el Bardo, ¿cómo sabes que no se supone que tenemos que averiguar cosas sobre el signo?
—¡Aquí vamos otra vez! —Harry se sintió ligeramente exasperado—. Seguimos intentando convencernos de que Dumbledore nos dejó señales secretas y pistas…
—El Desiluminador resultó ser muy útil —dijo Ron elevando la voz—. Creo que Hermione tiene razón, deberíamos ir y ver a Lovegood.

Las mujeres sonrieron ligeramente, sabían que Ron estaría de acuerdo con cualquier cosa que hermione dijera, mas si esto ayudaba a contentarla.

Harry le lanzó una mirada sombría. Estaba bastante seguro de que el apoyo de Ron hacia Hermione tenía poco que ver con el deseo de conocer el significado de la runa triangular.
—No pasará lo mismo que en el valle de Godric —añadió Ron—. Lovegood esta de nuestro lado, Harry. El Quisquilloso ha estado a tu favor todo este tiempo, ¡continúa diciendo a todo el mundo que tienen que ayudarte!

-En eso tiene razón—estuvo de acuerdo Frank

-Y no olvidemos que su hija fue una de las que intentó sacar la espada del despacho de Snape—aportó james

-Creo que estarán bien—dijo Lily

—¡Estoy segura de que esto es importante! —dijo Hermione con seriedad.
—¿Pero no creen que si lo fuera, Dumbledore me lo habría dicho antes de morir?
—Tal vez… tal vez es algo que tienes que averiguar por ti mismo —dijo Hermione, como si se estuviera agarrando a un clavo ardiendo.
—Sí —dijo Ron, con actitud servil—, eso tiene sentido.
—No, no lo tiene —le espetó Hermione—, pero aún así creo que deberíamos hablar con el señor Lovegood. ¿Un símbolo que une a Dumbledore, Grindelwald y el valle de Godric? ¡Harry, estoy segura de que deberíamos saber sobre esto!

-Es algo insistente—dijo Frank

-yo solo espero que no se equivoque—dijo su esposa

-¿a que te refieres?—preguntó Remus

-Que no es muy conveniente que se dejen ver—explicó—ni de amigos ni de enemigos, se supone que Ron esta en casa enfermo, y que hermione esta fuera del país, entre menos gente sepa  que estan juntos mejor

-Si son tan amigos como sabemos que son—dijo james—ya lo deben saber

-Lo deben sospechar—Lily estuvo de acuerdo con Alice—pero no tienen pruebas

-Pero no tiene mas pistas—razonó Remus—tienen que seguir las que tienen

-Además—intervino sirius—Ron no le diría que no a hermione, es como si cornamenta le negara algo a Lily, simplemente imposible

—Creo que deberíamos votar —dijo Ron—. Aquellos a favor de ir a ver a
Lovegood…
Su mano se levantó disparada antes que la de Hermione. Los labios de ella temblaron sospechosamente mientras levantaba la suya.
—Sobrepasado en votos, Harry, lo siento —dijo Ron, golpeándolo en la espalda.
—Bien —dijo Harry, medio divertido, medio irritado—. Sólo que, una vez que hayamos visitado a Lovegood, intentaremos buscar mas Horrocruxes, ¿vale? De todas formas, ¿dónde viven los Lovegood? ¿Alguno de vosotros lo sabe?

-Pequeño detalle—dijo Frank

-hermione lo debe saber—dijo sirius burlón—lo sabe todo

Lily, Alice y Remus rodaron los ojos, mientras Frank y james reían divertidos por el tono usado por sirius.


—Sí, yo, no estan muy lejos de mi casa —dijo Ron—. No sé exactamente donde, pero mamá y papá siempre señalan hacia las colinas cuando los mencionan. No debe ser muy difícil de encontrar.
Cuando Hermione había vuelto a su litera, Harry bajó la voz.
—Sólo estuviste de acuerdo para intentar volver a estar bien con ella.
—Todo vale en el amor y en la guerra —dijo Ron alegremente—, y es un poco de ambos. ¡Anímate, son las vacaciones de navidad, Luna estará en casa!

-Creo que Harry estaría mas feliz si vieran a Ginny en vez de a luna—comentó sirius.

Tenían una excelente vista del pueblo de Ottery St. Catchpole desde la ladera ventosa hacia la que se desaparecieron la mañana siguiente. Desde su ventajosa posición elevada, el pueblo parecía una colección de casas de juguete dentro de los grandes rayos de luz inclinados que se extendían desde los espacios entre las nubes hasta la tierra.
Se quedaron parados un minuto o dos mirando a la Madriguera, protegiéndose los ojos del sol con las manos, pero todo lo que fueron capaces de distinguir fueron los altos setos y árboles del huerto, que proporcionaban a la pequeña casa torcida protección a ojos muggles.

-No me imagino lo que debe estar pasando Molly—dijo Lily—no sabe nada de su hijo desde el primero de agosto, y por lo que sabemos quiere a Harry y hermione como si fueran de la familia

-Yo me alegro de que Harry haya encontrado a alguien que lo quiere y lo proteja—dijo james—por supuesto, preferiría ser yo, pero en mi ausencia, me alegra que sean los weasley.

—Es raro, estar tan cerca, pero no hacer una visita —dijo Ron.
—Bueno, no es como si no los acabases de ver. Estuviste aquí en Navidad —dijo Hermione fríamente.
—¡No estuve en la Madriguera! —dijo Ron con una risa incrédula—. ¿Crees que iba a volver allí y decirles que salí corriendo? Sí, Fred y George se lo habrían tomado genial. Y Ginny, habría sido realmente comprensiva.

-Bueno—dijo Lily—creo que en especial Ginny se lo habría hecho pasar mal.

-pero entonces ¿Dónde estuvo?—preguntó Alice—con las cosas como estan no es buena idea vagar solo por allí, mas siendo un weasley.

—¿Pero dónde estuviste entonces? —preguntó Hermione sorprendida.
—En la nueva casa de Bill y Fleur. Shell Cottage. Bill siempre ha sido decente conmigo. No… no se quedó impresionado cuando escuchó lo que había hecho, pero no insistió en ello. Sabía que yo realmente lo sentía. Nadie del resto de la familia sabe que estuve allí. Bill le dijo a mamá que él y Fleur no iban a ir a casa por Navidad porque querían estar solos. Ya sabes, las primeras vacaciones después de casarse. No creo que a Fleur le importase. Ya sabes lo mucho que odia a Celestina Warbeck. —Ron le dio la espalda a la Madriguera.—Probemos por aquí —dijo, liderando el recorrido sobre la cima de la colina.

-cuanto todo esto acabe—dijo Lily—quisiera conocer mas a fondo a los weasley.

-Lo haremos—prometió james


Caminaron durante unas pocas horas, Harry oculto bajo la capa de Invisibilidad ante la insistencia de Hermione. El grupo de colinas bajas parecía estar deshabitado, salvo por una pequeña casa de campo, que parecía abandonada.
—¿Crees que es de ellos, y que se han marchado durante las Navidades? —dijo Hermione, mirando a través de la ventana a una pequeña cocina ordenada con geranios en el alféizar. Ron resopló.
—Escucha, presiento que serías capaz de saber quién vive ahí si mirases a través de la ventana de los Lovegood. Probemos el siguiente grupo de colinas.

-Pues si—dijo Frank—Xenophilius es un buen hombre, pero nadie puede negar que es extraño.

Así que se desaparecieron unos pocos kilómetros mas al norte.
—¡Ajá! —gritó Ron, mientras el viento les azotaba el cabello y las ropas. Ron estaba apuntando hacia arriba, hacia la cima de la colina en la que habían aparecido, donde una casa con aspecto de lo mas extraño se erguía hacia el cielo, con un gran cilindro negro que tenía una luna fantasmagórica colgando por detrás bajo el cielo de la tarde—. Esa tiene que ser la casa de Luna, ¿quién mas viviría en un sitio como ese? ¡Parece un grajo gigante!
—No se parece en nada a un pájaro —dijo Hermione, frunciendo el ceño hacia la torre.
—Estaba hablando de una torre de ajedrez —dijo Ron

-Lo dicho—intervino Frank de nuevo—xenophilus Lovegood es un hombre extraño.

Las piernas de Ron eran las mas largas, por lo que llegó a la cima de la colina en primer lugar. Cuando Harry y Hermione lo alcanzaron, jadeando y con punzadas en los laterales del cuerpo, lo encontraron sonriendo ampliamente.
—Es la suya —dijo Ron—. Miren

 Tres letreros pintados a mano habían sido clavados a una verja estropeada.
En el primero se leía:
EL QUISQUILLOSO. EDITOR: X. LOVEGOOD
En el segundo:
ESCOGE TU PROPIO MUÉRDAGO
En el tercero:
NO TOCAR LAS CIRUELAS DIRIGIBLES

-¿Quién cosecha ciruelas dirigibles?—dijo Remus sorprendido

La verja chirrió cuando la abrieron. El camino zigzagueante que llevaba hasta la puerta principal estaba cubierto de una variedad de plantas extrañas, incluyendo un arbusto cubierto de frutas naranjas parecidas a un rábano que a veces Luna llevaba de pendientes.

-¿Rábanos de pendientes?—preguntó Lily esta vez

-Ey!—gritó sirius—podrías ponerle a Quejicus rábanos por pendientes, y hechizarlos para que no se los pueda quitar

-Es una idea genial, canuto—aprobó james.

-¿Y como piensan acercarse a un mortifago y ponerle pendientes?—preguntó Remus

-Lunático!!—reclamó sirius—no estropees la diversión


Harry creyó reconocer un Snargaluff y se mantuvo lejos de la marchitada cepa. Dos ancianos manzanos silvestres, doblados por el viento, vacíos de hojas pero todavía llenos de frutas rojas del tamaño de bayas y coronas de arbustos de muérdago con gotitas blancas, estaban colocados como centinelas a cada lado de la puerta. Una pequeña lechuza con la cabeza ligeramente aplastada y parecida a un halcón, los miraba desde una de las ramas.
—Es mejor que te quites la capa de Invisibilidad, Harry —dijo Hermione—. Es a ti a quien quiere ayudar el señor Lovegood, no a nosotros.

-Aún no estoy convencida de que sea una buena idea—dijo Lily suspirando


Él siguió la sugerencia, pasándole la capa para que la guardase en el bolso con cuentas. Entonces ella llamó tres veces a la gruesa puerta negra, que estaba incrustada de clavos de hierro y tenía un llamador con forma de águila. Apenas habían pasado diez segundos cuando la puerta se abrió de golpe y apareció Xenophilius Lovegood, descalzo y llevando lo que parecía ser un camisón manchado. Su largo pelo como de algodón dulce estaba sucio y desarreglado. En comparación, en la boda de Bill y Fleur Xenophilius había estado absolutamente elegante.

-Si parecía tortilla de huevos ese día—opinó sirius riendo—es que en verdad esta hecho un desastre

-Al menos apoya a Harry—lo defendió Lily

—¿Qué? ¿Qué es esto? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren? —dijo con voz chillona y quejumbrosa, mirando primero a Hermione, luego a Ron, y finalmente a Harry. Al mirarlo su boca se abrió en una perfecta y cómica O.

-Qué bueno que no heredo tu arrogancia, James—dijo Alice—de lo contrario podría aprovecharse de su fama, sería muy fácil para el llamar la atención y conseguir favores y mujeres

-Bueno—dijo james sin ofenderse—creo que esa parte la saco a Lily

Todo rieron de la respuesta de james

—Hola, señor Lovegood —dijo Harry extendiendo su mano—. Soy Harry, Harry Potter.

-Como si fuera necesario que se presentara—dijo sirius divertido—“mucho gusto, soy Harry Potter, el niño que sobrevivió”, tal vez no sepa quién soy.

Lily lo miro con mala cara, pero no dijo nada, Alice contuvo la risa, al igual que los demás y siguió leyendo

Xenophilius no le estrechó la mano a Harry, aunque el ojo que no estaba
apuntando hacia su nariz se deslizó directamente a la cicatriz en la frente de Harry.
—¿Estaría bien que pasásemos? —preguntó Harry—. Hay algo que nos gustaría preguntarle.
—No… no estoy seguro de que sea aconsejable —susurró Xenophilius. Tragó y echó un vistazo rápido alrededor del jardín—. Es bastante sorprendente… caramba… yo… me temo que pienso que realmente no debería…

-Cobarde—bramó sirius—lo defiende en su periódico, pero si se presenta en su casa no lo ayuda

-Quiere que los demás lo ayuden, pero el no—estuvo de acuerdo james—menudo hipócrita

Si Lily no defendía al hombre, era porque estaba igual de indignada que su esposo, por magos como ese era que voldemort se hacía con el poder del mundo mágico.

—No llevará mucho —dijo Harry, ligeramente decepcionado por esta bienvenida poco cálida.
—Yo… oh, esta bien entonces. Pasen, rápido. ¡Rápido!

Sirius, y james bufaron indignados ante la actitud poco dispuesta del mago.

Apenas habían cruzado el umbral cuando Xenophilius cerró con fuerza la puerta tras ellos. Se encontraban en una de las cocinas mas peculiares que Harry había visto. La habitación era perfectamente circular, por lo que parecía que estaban en un pimentero gigante. Todo estaba curvado para encajar en las paredes —el hornillo, el fregadero, y los armarios— y todos habían sido pintados con flores, insectos y pájaros de brillantes colores primarios. Harry creyó reconocer el estilo de Luna: el efecto, en un espacio tan cerrado, era ligeramente abrumador.

-Luna debió sacar su valor de su madre—aportó Frank—nunca pensé que xenophilus fuera de los magos que evaden las cosas, su esposa es una bruja de acciones.

En medio del suelo, una escalera de hierro en espiral llevaba a los pisos superiores. De la parte de arriba llegaba un montón de estrépito y estruendo: Harry se preguntó lo que podría estar haciendo Luna.

-Lo que me tranquiliza es que luna sea su amiga—dijo Lily—si se arriesgo por la espada, no habrá nada que la haga delatarlos.

—Es mejor que subamos —dijo Xenophilius, todavía con aspecto extremadamente incómodo, y encabezó la marcha.
La habitación de arriba parecía ser una mezcla de salón y lugar de trabajo, y siendo eso, estaba todavía mas atestada que la cocina. Aunque mucho mas pequeña y completamente redonda, de alguna manera la habitación recordaba a la Sala de los Menesteres en la inolvidable ocasión en que se había transformado en un laberinto gigante que contenía objetos escondidos durante siglos.

-¿Qué habrá tenido que esconder Harry?—preguntó Lily curiosa

-Seguro se escondió de Filch, o ocultó algún objeto prohibido—dijo james sonriendo—estando fuera de horas por los pasillos del colegio, como todo buen merodeador.

Lily quiso contradecirlo, pero al ver su sonrisa y su mirada decidió quedarse en silencio y se dispuso a seguir escuchando  su amiga.

Había pilas sobre pilas de libros y papeles en cada superficie. Delicadas maquetas hechas a mano de criaturas que Harry no reconoció, todas batiendo las alas o cerrando las mandíbulas, colgaban del techo.
Luna no estaba allí: la cosa que estaba armando tanto jaleo era un objeto de madera cubierto de ruedas dentadas que giraban mágicamente.

-¿Dónde estará luna?—dijo Frank con la perspicacia de un auror

-Tal vez en otra parte de la casa—sugirió Lily con esperanza—o en el jardín trasero

Parecía la extraña prole de un banco de trabajo y una vieja estantería, pero tras un momento, Harry dedujo que era una prensa antigua, por el hecho de que estaba produciendo en masa revistas El Quisquilloso.
—Discúlpenme —dijo Xenophilius, y se acercó hasta la máquina, agarró un mantel sucio de debajo de la inmensa cantidad de libros y papeles, que se cayeron al suelo, y lo lanzó sobre la prensa, amortiguando de alguna manera los ruidosos estallidos y estrépitos. Entonces miró a Harry.
—¿Por qué han venido aquí?


-Vaya cordialidad—dijo entre dientes james—¿qué le cuesta ser un poco mas amable?

Sin embargo, antes de que Harry pudiera hablar, Hermione dejó escapar un pequeño grito de conmoción.

Se tensaron, pensando que hermione había avistado mortifagos o carroñeros.

—Señor Lovegood… ¿qué es eso?
Estaba señalando a un cuerno gris enorme en espiral, no muy distinto al de un unicornio, que estaba colocado en la pared, sobresaliendo algunos metros en la habitación.
—Es el cuerno de un snorkack de cuerno arrugado —dijo Xenophilius.

-¿Un qué?—fue el gritó general, la mayoría miro a Lily y Remus, mientras estos miraban al director buscando una explicación

-Me temo que no tengo idea de lo que es un Snorkack de cuerno arrugado—contestó el anciano—no es algo que haya oído con anterioridad

—¡No, no lo es! —dijo Hermione.
—Hermione —murmuró Harry, avergonzado—, ahora no es el momento…
—Pero Harry, ¡es un cuerno de erumpent! ¡Es un Material Comerciable de Clase B y es algo extremadamente peligroso para tener en una casa!

-¿Cómo puede reconocer un cuerno de erumpent mirándolo a la distancia?—inquirió Remus asombrado

-Es hermione, así que no es eso lo que debe sorprenderte—dijo james—lo verdaderamente extraño es porque alguien lo tendría en su casa

—¿Cómo sabes que es un cuerno de erumpent? —preguntó Ron, alejándose del cuerno lo mas rápido que pudo, teniendo en cuenta el extremo desorden de la habitación.
—¡Hay una descripción en Animales fantásticos y dónde encontrarlos! Señor Lovegood, tiene que deshacerse de eso en seguida, ¿no sabe que puede explotar ante el menor contacto?

-y seguimos con la biblioteca ambulante—dijo sirius riendo—insisto ¿Qué no hay nada que esta chica no sepa?

—El Snorkak de cuerno arrugado —dijo Xenophilius muy claramente, con expresión testaruda—, es una criatura asustadiza y muy mágica, y su cuerno…

-Creo que ya sabemos porque ninguno de nosotros ha oído hablar de ese tal Snorkack—dijo Frank—no existe, al parecer xenophilus nunca dejo de creer en criaturas imaginarias.

—Señor Lovegood, reconozco las marcas de ranuras alrededor de la base. Es un cuerno de erumpent y es increíblemente peligroso… no sé donde lo consiguió…
—Se lo compré —dijo Xenophilius de forma dogmática—, hace dos semanas, a un encantador joven mago que conocía mi interés en el exquisito Snorkack. Una sorpresa navideña para mi Luna. Ahora —dijo, girando hacia Harry—, ¿exactamente por qué ha venido aquí, señor Potter?

-Un momento—dijo Dumbledore—¿una sorpresa navideña para Luna?

-Si, señor—contestó Alice-¿por qué?

-Ya paso navidad—contestó Lily en vez de Dumbledore entendiendo—luna debería haber visto ya el cuerno, y si no lo ha hecho…

-Es porque no esta en casa—completo Frank-¿pero entonces donde esta?

-¿Pasando vacaciones navideñas en Hogwarts?—sugirió Remus

-No lo creo—contestó james—con las cosas como estan, todos querrían pasar esas fechas con la familia

-Tal vez es un nuevo decreto, como el que estudiar en Hogwarts es obligatorio—aportó sirius

-No tiene sentido—contradijo Dumbledore—lo mortifagos no tendrían interés en el sitio donde los alumnos pasen sus festividades navideñas

-¿Creen que le paso algo?—preguntó Lily preocupada

-Alice—dijo Frank—cielo, lee lo siguiente, a ver si averiguamos que ocurrió con luna.

—Necesitamos algo de ayuda —dijo Harry, antes de que Hermione pudiera volver a empezar.
—Ah —dijo Xenophilius—. Ayuda. Hmm.
Su ojo bueno se movió de nuevo a la cicatriz de Harry. Pareció simultáneamente aterrorizado y fascinado.
—Sí. La cosa es… ayudar a Harry Potter… bastante peligroso…
—¿No es usted el que le continúa diciendo a todo el mundo que su primer deber es ayudar a Harry? —dijo Ron—. ¿En esa revista suya?

-Creo que de nuevo me esta cayendo bien este chico—dijo sirius con aprobación

Xenophilius lanzó una mirada a la oculta prensa, todavía haciendo estallidos y estrépitos bajo el mantel.
—Eh… sí, he expresado esa idea. Sin embargo…
—¿Eso es para que todos los demás lo hagan, pero no usted en persona? —dijo Ron.

-Si—confirmó sirius—cada vez me cae mejor.

Xenophilius no respondió. Continuó tragando, con los ojos revoloteando entre los tres. Harry tuvo la impresión de que estaba experimentando una dolorosa lucha interna.
—¿Dónde esta Luna? —preguntó Hermione—. Veamos lo que piensa.

Se prepararon para saber de la chica.

Xenophilius tragó de golpe. Pareció estar armándose de valor. Finalmente dijo en una temblorosa voz difícil de oír por el ruido de la prensa: —Luna esta abajo en el arroyo, pescando Plimpies de agua dulce. A ella… le gustará veros. Bajaré a llamarla y entonces… sí, muy bien. Intentaré ayudaros.

-No se porque, pero eso no me convence—dijo Frank, con sus sentidos de auror hablando

-Coincido contigo—dijeron Remus, sirius y james al tiempo

-No creo que luna este en esa casa—dijo Lily ahora asustada—no lo puedo creer, les va a ocurrir lo mismo que en valle de Godric.

Desapareció por la escalera en espiral y escucharon la puerta principal abrirse y cerrarse. Se miraron unos a otros.
—Vieja verruga cobarde —dijo Ron—. Luna tiene diez veces mas agallas.
—Probablemente esta preocupado por lo que pueda pasar si los mortífagos se enteran de que estuve aquí —dijo Harry.

-Cielo—dijo james—admiro tu compresión, pero ¿tenias que pasarle tanta cantidad a Harry?

Soltaron pequeñas sonrisas, que no se convirtieron en risas, con la intriga de que estaría pasando con Luna, y que haría Xenophilus ¿los entregaría a voldemort y sus secuaces?

—Bueno, yo estoy de acuerdo con Ron —dijo Hermione—. Horrible viejo hipócrita, diciéndole a todo el mundo que te ayude y ahora intentando escabullirse. Y por el amor de Dios, manténganse alejados de ese cuerno.
Harry cruzó hasta la ventana del otro lado de la habitación. Pudo ver un arroyo, un lazo delgado y reluciente tumbado muy por debajo de ellos en la base de la colina.

-Por primera vez su instinto no entra en acción—dijo Frank para horror de Lily

-Espero que salgan bien de esa—james abrazó a su esposa mientras hablaba, como siempre que el Harry del futuro estaba en riesgo inminente, Lily intentaba tranquilizarse mirando al Harry de casi un año, que estaba frente a ella, jugando con Neville.

Estaban a bastante altura; un pájaro pasó revoloteando por la ventana mientras miraba en dirección a la Madriguera, ahora visible mas allá de otra línea de colinas. Ginny estaba allí, en alguna parte.

Esa afirmación logró hacer sonreír a james, y dar un rayo de esperanza a Lily

Hoy estaban mas cerca el uno del otro de lo que habían estado desde la boda de Bill y Fleur, pero Ginny no podía saber que ahora estaba mirando hacia ella, pensando en ella. Suponía que debería alegrarse por eso; cualquiera que entrase en contacto con ellos estaba en peligro. La actitud de Xenophilius lo probaba.

-Demasiado bondadoso—dijo sirius, pero sin una nota de burla en su voz—creo que heredo lo mejor de ambos—dijo mirando a Lily y james

-Gracias canuto—james le sonrió

-Si, gracias sirius—dijo Lily—no podríamos haber escogido un mejor padrino que tu.

Sirius le sonrió con arrogancia

-Lo sé—afirmó—soy el mejor ¿verdad lunático?

-Lo eres sirius—le dio la razón Remus sonriendo.

Se apartó de la ventana y su mirada se deslizó sobre otro objeto peculiar situado en un aparador curvado y desordenado: un busto de piedra de una bruja hermosa pero de mirada adusta, que llevaba un tocado en la cabeza de lo mas extraño. Dos objetos que parecían trompetillas doradas se curvaban en los extremos. Un pequeño par de relucientes alas azules estaban pegadas a una cinta de cuero que recorría la parte superior de la cabeza, mientras una especie de rábano anaranjado estaba pegado a una segunda cinta alrededor de la frente.
—Miren esto —dijo Harry.

-No le veo lo interesante—opinó sirius

—Encantador —dijo Ron—. Estoy sorprendido de que no lo llevase a la boda.
Oyeron cerrarse la puerta delantera, y un momento después, Xenophilius subió por la escalera en espiral y entró en la habitación, con sus delgadas piernas ahora en botas de goma, llevando una bandeja con tazas de distintos juegos y una tetera humeante.
—Ah, han visto mi invento preferido —dijo, poniendo la bandeja en brazos de Hermione y uniéndose a Harry al lado de la estatua—. Basado, de manera bastante adecuada, en la cabeza de la hermosa Rowena Ravenclaw. ¡«Una inteligencia sin límites es el mayor tesoro de los hombres»!

-Ahora que lo pienso—dijo Remus—me extraña que hermione no este en Ravenclaw

-Tal vez tiene más valentía que inteligencia—opinó Alice

-Entonces debe ser muy valiente—dijo sirius—porque para que otra cualidad supere su inteligencia, debe ser porque es realmente importante y sobresaliente en eso.

Indicó varios objetos, como las trompetillas.

—Estos son sifones de torposoplo… para eliminar todas las fuentes de distracción del área inmediata del pensador. Allí —señaló a las pequeñas alas—, una hélice de billywig, para provocar un sublime estado de ánimo. Finalmente —apuntó al rábano anaranjado—, la ciruela dirigible, para realzar la habilidad de aceptar lo extraordinario.

-Yo creo que el comió y estuvo en contacto con demasiadas ciruelas dirigibles a lo largo de su vida—dijo sirius burlándose del hombre.

Xenophilius se dirigió de vuelta a la bandeja con el té, que Hermione había conseguido equilibrar de forma precaria sobre una de las mesas laterales atestada.
—¿Puedo ofreceros una infusión de gurdirraíz? —dijo Xenophilius—. La fabricamos nosotros. —Cuando empezó a verter la bebida, que era tan morada como el zumo de remolacha, añadió—: Luna esta mas allá del Puente Inferior, esta de lo mas entusiasmada por que esten aquí. No debería tardar demásiado, ha cogido casi todos los Plimpies necesarios para hacer sopa para todos.
                                                            
Se miraron unos a otros, de alguna forma, el hecho de que el cuerno fuera una sorpresa para Luna, les seguía indicando que la joven no estaba allí

—Ahora —apartó una pila de papeles en forma de torre de un sillón y se sentó, con las piernas con botas de goma cruzadas—, ¿cómo puedo ayudarte, señor Potter?

-Ahora si quiere ayudarle—gruñó sirius

-Tal vez solo quiere hacer tiempo—dijo Lily con terror—esperar a que lleguen los del ministerio, o los mortifagos o el mismo voldemort

Nadie pudo tranquilizarla, pues todos opinaban igual, james se limito a abrazarla.

—Bueno —dijo Harry, mirando a Hermione, que asintió con ánimo—, es sobre el símbolo que llevaba alrededor del cuello en la boda de Bill y Fleur, señor Lovegood. Nos preguntábamos lo que significaba.
Xenophilius elevó las cejas.
—¿Te estas refiriendo al signo de las Reliquias de la Muerte?

-Aquí termina—anunció Alice

-Un final algo teatral ¿no creen?—preguntó sirius—quienes no saben el significado del símbolo van a querer leer el siguiente de inmediato

-Pues yo se el significado—le contradijo Lily—y aún así quiero leer de inmediato el siguiente capitulo, así que Alice, si quieres puedes dejar que alguno te releve para leer el siguiente

-Aún no—intervino el director—antes tengo que traer a alguien, por favor, sirius cuando recibas mi patronus sal, para que le reveles a esa persona la ubicación de la casa

-Pero, Dumbledore—dijo Remus—¿cree que es adecuado que alguien mas conozca la existencia del libro?

-Confía en mi Remus—dijo Dumbledore—esta persona goza de toda mi confianza—los miro a todos y cuando nadie replicó continuo—si me disculpan, no tardo, sirius por favor sal tan pronto recibas la señal.

Y sin mas, el director dio media vuelta, abandono la sala donde se encontraban, y salió de la casa, dejándolos a todos anonadados e intrigados.

Ninguno tenía idea de que a quien traería el director, Lily especulaba que fueran los weasley, aunque lo creía poco probable, Remus pensó que tal vez traería a McGonagall o a algún otro miembro de la orden, todos debatían internamente posibilidades.

-Bueno—dijo Lily al ver que todos pensaban lo mismo—no sabremos quien es hasta que Dumbledore vuelva, así que aprovechemos estos minutos para tomar algo y refrescar la garganta, en especial tu Alice.

Entonces, tras convocar algunas bebidas, y cuando cada uno tomo la suya, se sentaron a esperar la señal de Dumbledore, deseando averiguar quién se uniría a la lectura…

1 comentario:

  1. Me Encanta la estoy siguiendo desde potterfics... suerte

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